Capítulo 31 Volumen 08
Castillo Febris, el cual era el centro de Elarc, estaba sorprendentemente silencioso.
Si alguien fuera a dar un paso fuera, las voces preocupadas de los refugiados y los sonidos de batallas que resonaban en la distancia.
Sin embargo, sólo dentro de este castillo, estaba en silencio como si fuera un mundo diferente, o más como un lugar aislado.
Y eso era simplemente natural. En ese momento, dentro del castillo, sólo había una mínima cantidad de personas.
En otras palabras, la Tercera Princesa Celis y la Orden de Caballería de las Espadas de Luz, varios sirvientes y los ministros del gabinete, los oficiales parlamentarios… Y luego, Reina quien era una invitada.
Los ministros del gabinete y los oficiales parlamentarios estaban temblando en las habitaciones que les dieron y los sirvientes estaban en un estado similar.
Los miembros de la Orden de Caballería de las Espadas de Luz estaban vigilantes de los Alva, ya que no sabían cuándo o dónde vendrían y sólo tenían el mínimo de conversaciones.
Encima de eso, los enemigos no eran solamente los Alva. Las personas del lado de la Primera Princesa Narika podrían tomar ventaja de este caos y comenzar algo. No hace mucho, hubo un espía que trató de colarse.
Más bien, esos eran los únicos de los que originalmente se cuidaban, pero gracias a los Alva, todo se volvió un desastre.
Entre la Orden de Caballería de las Espadas de Luz de Reino Canal, incluso había algunos que estaban chismeando, diciendo que la Princesa Narika había unido manos con los Alva.
Más acertadamente, no era que la Princesa Narika había formado una estructura de colaboración con los Alva quienes no podían comunicarse a través de palabras, pero era una historia donde ella había unido fuerzas con alguien que podía manipular a los Alva.
Una existencia que pudiera manipular a los Alva, que eran Mazoku – en otras palabras, el Rey Demonio Vermudol del Reino Zadark.
Él había formado una amistad con el Reino del Bosque Jiol, pero había rumores de que él había estado haciendo varias cosas sospechosas en las sombras.
Si el Reino Zadark estuviera haciendo su movimiento, eso significaría que la Princesa Narika tenía a una poderosa existencia conocida como los Mazoku siendo su respaldo y las oportunidades de que la Princesa Celis ganara eran pocas.
En realidad, hubo algunos entre los Caballeros de los Bastones de Luz que se rindieron inmediatamente y se fueron al bando de la Primera Princesa.
Incluso entre los Caballeros de las Espadas de Luz, no era como si hubiera ninguno que cambiara de bandos, pero incluso así, la mayoría de la Orden de Caballería de las Espadas de Luz le había jurado lealtad a la Princesa Celis incluso hasta ahora. En cuanto a por qué, era debido a que creían que la Princesa Celis era quien tenía la razón.
Incluso la propia Celis entendía sus sentimientos.
Las llamas de determinación envolvían el interior de los ojos de Celis mientras ella ofrecía oraciones en la Sala del Altar.
Sosteniendo un hermoso bastón largo plateado frente a ella, oraba.
La Gema Mágica que estaba incrustada en ese bastón largo recibía la luz que bajaba desde el tejado y brillaba hermosamente.
Esta Sala del Altar, que estaba colocada en el piso más alto del Castillo Febris, tenía luz descendiendo desde el tejado que tenía bellos cristales colocados en este y parecía hacer que toda la habitación estuviera iluminada.
Esta también era la estructura fundamental de un templo que adoraba al Dios de la Luz, Raidolg.
Cuando se oraba en esta habitación, cualquier otro aparte de la familia real tenía prohibida la entrada, pero Reina entraba frecuentemente dentro sin preocuparse por esa regla.
Habiendo dicho esto, ahora que no se podía decir cuando podrían aparecer los Alva en esta habitación, incluso Celis era incapaz de reprocharle con fuerza y ofrecerle su opinión honesta era lo más que podía ofrecerle.
Pero, como se esperaba, desde que ella sentía que estaba mal que ella irrumpiera una y otra vez, le había pedido que estuviera a la espera en el piso debajo de ella.
「Raidolg-sama… Por favor, ayúdanos…」
「¿Estás orando?」
Lo que llegó por detrás de Celis, fue una voz que claramente no era de Reina, sino una voz que sonaba masculina.
Después de notar eso y girar, había una sombra negra de pie en la entrada a las escaleras que iban de la Sala del Altar hacia el piso de abajo.
Cuernos siniestros. Alas como de murciélago. Un cuerpo con un lustre negro.
Claramente parecía como un Alva, pero tenía un cuerpo delgado y musculoso, sus garras no eran largas y en su lugar, él de alguna manera se asemejaba a un miembro de la humanidad.
Y luego, sobretodo, dejo salir unas palabras que incluso Celis pudo entender.
「Hola allí, si estás esperando ayuda, entonces es inútil. Mis camaradas también están escaleras abajo y la están deteniendo.」
「… ¿Qué quieres?」
Después de que Celis lo vio con enojo, el Alva dio un “Oya” y dejó salir una voz que sonaba sorprendida.
「Qué valiente. ¿O es solo una falsa?」
「Te lo pregunté, ¿qué quieres?」
Luego de que el Alva encogió sus hombros por cómo Celis testarudamente no mostró ningún signo de miedo, hizo una reverencia como si repentinamente recordará.
「Primero, me disculpo por la repentina visita… Soy Guzelshio. Vine aquí ya que hay algo que deseo recibir por todos los medios. Si tienes algo de lástima por este mensajero, por favor concédemelo.」
「… ¿Y qué es lo que deseas?」
Después de que Celis hiciera esa pregunta, Guzelshio respondió sin romper su reverencia.
「El Altluwand. Sabes dónde se encuentra, ¿no es así?」
「Me niego. Y luego, si quien te envía es Narika-ane-sama, dile esto. Que… Mientras ella continué estas tonterías, el Altluwand nunca renacerá a Ane-sama.」
Escuchando eso, Guzelshio rompió su postura de reverencia y acarició su barbilla como si se estuviera preocupando por algo.
「Fumu. Yo, no recuerdo decir que quien me envía fuera esa Narika-ane-sama o lo que sea.」
「Que tonterías. La razón por la que no teníamos confianza en la conexión entre los Alva y Narika-ane-sama fue debido al sentido común de que es imposible conversar con estos. Si hay seres como tú, entonces ya está decidido que tienes una conexión con Narika-ane-sama.」
Escuchando las palabras de Celis, Guzelshio asintió una y otra vez,「ya veo, ya veo」luciendo como si estuviera convencido.
「Justo como dices. Mi existencia hace que el pecado de esa Narika-ane-sama o lo que sea. Ya veo, ya veo. Parecería como si tu cabeza trabaja mucho mejor de lo que había escuchado.」
「… ¿Todavía tratas de hacerte el tonto?」
「Ahora, ahora, no te enfades. La verdad es que hay una cosa más que requiero.」
Guzelshio repentinamente extendió la mano que estaba acariciando su barbilla en dirección a Celis.
「La verdad es, que también me dijeron que acabará contigo.」
「¡…!」
Celis llevó su bastón largo que había estado sosteniendo en sus manos todo este tiempo hacia Guzelshio.
Cuando lo hizo, el Alva alzó sus dos manos luciendo asombrado y tomó una pose que se veía como si dijera que se rendía.
「¡Ahora, ahora, no hay necesidad de apresurarnos! A pesar de que soy así, estoy un poco interesado en ti, ¿lo sabes?」
Con una mirada que se veía aturdida no relajó su vigilancia, Celis observó con furia al Alva.
「En resumen, está bien mientras tu existencia se desvanezca.」
「No voy a escapar.」
「¡No, no, no!」
Después de que Guzelshio agitó su mano de una forma que decía que se equivocaba, alternativamente señaló entre él mismo y Celis.
「A esto me refiero. Estoy pensando en llevarte de regreso a mi tierra natal. Esencialmente, te desvanecerás mientras nunca más vengas aquí y felizmente tampoco tendrás que ser asesinada. Y mientras estemos allá, yo también obtendré un juguete interesante… O más bien, estaré satisfecho con recibir una invitada. Ves, eso deja felices a todos.」
Celis apuntó su bastón hacia el Alva que se acercaba lentamente.
「En cuanto al paradero del Altluwand… Bueno, escuchemos eso con calma luego de que te lleve. Ahh, está bien. Después de todo, entiendo la cultura de la humanidad hasta cierto punto. Me considero capaz de verte por sobre una mascota.」
「¡… Si te acercas más, te atacaré!」
「¿Siéntete libre? Es solo que siento que el no resistirse se conectara a tu felicidad luego de esto.」
Lentamente, Guzelshio se acercó a ella.
Mientras le apuntaba con su bastón, Celis retrocedía lentamente.
Mayormente, solo tendría una oportunidad para atacar.
Además, en la distancia, ella no tendría el tiempo de usar algo fuera de la magia elemental. Sin embargo, ella no sería capaz de derrotarlo con sólo una magia de baja escala.
「¿Qué ocurre? ¿No me vas a atacar?」
El Alva que se acercaba complacientemente… Al siguiente instante, llevo su mirada por encima.
Lo que estaba allí, era el tejado que tenía cristales en este.
Fragmentos de ese tejado que fue cortado con algo afilado caían apuntándole al Alva.