Capítulo 50 – Conde
La enorme campana de bronce colgando sobre la torre gigante de la Fortaleza Pino, fue tocada y el sonido se trasmitió por toda la ciudad. El sonido emitido era como un timbre, pronto una ola invisible se extendido por todas partes, y las calles dormidas se llenaron de energía, todo el mundo se despertó.
Muchas personas salieron sorprendidas y se preguntaron qué había pasado.
Luc Beson, que esperaba noticias en el campamento de los soldados de la Fortaleza de Riedon, escuchó la alarma claramente por la ventana. Cuando giró la cabeza observo como la ciudad se volvía iluminada por la ventana, su expresión se volvió extraña. No esperó a que los soldados entraran con su informe, empujó la puerta y salió corriendo, gritando:
«¿Están todos sordos? ¡Levántense ahora mismo! ¡Y Reúnanse! El segundo y tercer escuadrón me seguirán a la Fortaleza Pino inmediatamente. ¡Ese maldito retrasado de Esebar!»
Todos se miraron los unos a los otros.
«Comandante, ¿la puerta de la ciudad?» Alguien preguntó.
«¿Eres un idiota? Aparte de ese caballero montañés, ¿quién más sería capaz de atacar la Fortaleza Pino? Ese idiota de Esebar ocultó la noticia sobre la huida de los prisioneros, ahora esta enfrentándose a las consecuencias: «Después de desahogar su ira, su tono fue menos severo: «Si algo le pasa a esa persona en esa fortaleza, prepárate para enfrentar la ira del rey. No quiero ser el chivo expiatorio en este asunto si alguien va tras él, así que será mejor que todos ustedes atrapen al objetivo.»
Todos se quedaron atónitos por un momento, antes de apurarse a prepararse.
Luc Beson suspiró.
Era un Caballero de Tierras Altas, y escudero mágico, algo difícil. Los Caballeros de Tierras Altas siempre habían sido independientes, e incluso durante su época más fuerte del reino, la familia real fue incapaz de controlar a esos bastardos egoístas. ¿De verdad podemos detenerlo?
Maldijo nuevamente a Esebar y a sus parientes femeninos.
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Freya siguió a la chica a través de un callejón largo y oscuro. Cuando oyó el sonido de la campana, giro su cabeza hacia atrás inconscientemente y preocupación se mostró en su rostro.
«¿Qué pasa?» Preguntó la chica, Sue.
«Lo siento, no es nada.»
«Se acerca la guerra.» Dijo Sue de repente.
Freya se detuvo un momento y la miró desconcertada.
«Los nobles dictaron que solo se suene la campana cuando haya una guerra. Aunque nadie hable de ello, todos saben que cada vez que la campana suena habrá una guerra.»Dijo Sue en voz baja.
«¿Quieres decir que saben que pronto habrá una guerra?»
«¿Ellos? ¿te refiere a los nobles? Por supuesto que lo saben, tienen su propia red de información. Normalmente, una vez que los rumores comienzan a circular en los bares de la ciudad, ellos ya los saben de antemano.»
Freya no contestó, solo apretó los puños con fuerza. Sus ojos mirarón fijamente al suelo, con una fría furia emanando de ellos.
«¿Por qué no ha reaccionado la ciudad?»
«Aunque hubiera algún disturbio, no podríamos verla, los nobles se han preparado de antemano. La Fortaleza Riedon tiene fuertes murallas y es defendido por el ejército del reino, por lo que la gente en la ciudad no están demasiado preocupado por ello. Sin embargo, los precios del pan y del trigo han aumentado hoy en día un diez por ciento. Esto es algo que normalmente no se ve.»
«¿Qué pasa si la fortaleza Riedon cae?»
«¿Cómo podría pasar eso?»
Freya no pudo dejar de recordar las palabras y actitud firme de Brendel. Agitó la cabeza para alejar la idea, pero aún así contestó.
«Tengo un amigo que dice que la Fortaleza Riedon caerá.»
«Entonces debe ser un mentiroso.» Respondió Sue con calma.
Después de que Ciel tocó la campana, se trasladó a la torre del campamento. Miró al río de la ciudad desde el muro, y luego desplazo su mirada a la calle, donde miro a los soldados reunirse. No pudo determinar la facción a la que pertenecían esas tropas debido a la oscuridad, pero adivinó que eran ejércitos privados de los nobles.
Su principal preocupación no eran estas tropas, por lo que volvió a inspeccionar los alrededores, y al cabo de un tiempo descubrió un lugar adecuado. Era un área dentro de la fortaleza. Encendió la vela de la bruja en su mano y recordó el método de Brendel.
«Et’ ham.»
La primera sílaba invocaba los poderes del Abismo Oscuro, gobernados por la diosa gemela Iren. Ese poder particular era utilizado por las brujas como medio para invocar el poder de la vela. Ciel levantó la vela, y permitió que la luz alumbrara aproximadamente quince metros de distancia.
Eligió un árbol en su mente y fue arrastrado instantáneamente hacia el por un camino de luz. Cuando recobró sus sentidos, ya estaba en la cima del árbol.
«Increíble. Como era de esperar de las brujas.» Ciel miró a su alrededor y eligió otro árbol.
————– Hace unos minutos————–
Cuando Brendel abrió la pesada puerta de roble, no pensó que el conde no estuviera escondido en una esquina temblando. La habitación estaba bien iluminada por la luz de la velas, y ese último estaba sentada cómodamente en un sofá. Vestía un atuendo formal de lana planchado hasta el punto de no tener alguna pliegue doblado. Alzo la cabeza y miró a Brendel con una mirada arrogante. Frente a él estaba la espada de los elfos.
Brendel se sorprendió un poco por lo ocurrido. No pensaba que el Conde fuera tan valiente, pero inmediatamente se puso cauteloso después de pensarlo detenidamente.
[Ni siquiera está afectado en lo más mínimo. Algo está mal.]
«No creí que fueras tú, muchacho. Pensé que eran los asesinos de las facciones de la basura de la Fortaleza Acobs- Ahh, pero también podrías ser el asesino que contrataron. Por favor, dime la verdad.» El hombre de mediana edad arrugó sus cejas, pero su tono era normal.
[¿Fortaleza Acobs ? ¿Este bastardo no está con la facción real?] La mente de Brendel se confundió, pero agitó la cabeza.
«Me temo que no, Su Señoría. Pero si coopera conmigo, no lo mataría, para ser sincero.»
«Oh? ¿No te interesa matarme? Entonces debo agradecértelo, pero es una lástima. Yo quiero asesinarte.» Antes de que sus palabras terminaran, una ballesta apareció repentinamente en las manos del hombre de mediana edad; los ojos de Brendel capturaron la flecha con un brillo azul espantoso y se dió cuenta de que había veneno en ella.
Pero ya estaba preparado porque conocía muy bien los trucos de los nobles. Tiró la flecha con su espada con un tintineo penetrante, y antes de tener tiempo para relajarse, oyó un viento apresurado detrás de él. Bloqueó inconscientemente el ataque con su espada.
Un fuerte estruendo se escucho.
Brendel fue arrojado a un estante en la pared y aplastado contra él. Después de una serie continua de estruendos de madera, salió de los escombros con sus dientes rechinados.
[Un espadachín de hierro de alto rango. Mierda. Él también me tendió una emboscada. ¿No tiene vergüenza? Si no es por el hecho de que en el juego hay malditos SOBs que no saben el significado de la vergüenza, ¡sería carne muerta!]
Brendel sintió el miedo cuando se le acercó al levantarse. Calculo el riesgo en su mente, un oponente de ese calibre era problemático.
[15 OZ de fuerza. Aunque usara el ‘Limite fuera’, no tendría ventaja.]
Pero su oponente y el hombre de mediana edad también quedaron conmocionados. Su emboscada que debería haber funcionado, fracasó por completo. Aunque Brendel parecía estar en muy mal estado, sabían que esas heridas en él no significaban nada.
El hombre de mediana edad volvió a arrugar las cejas, pero al cabo de un rato volvió a hablar burlonamente: «No esperaba que un plebeyo con aspecto de gusano tuviera algunas capacidades, pero esto no cambia el resultado.»
Tomo la espada elfica de la mesa y se rió fríamente.
«Deberías haber notado las habilidades de mi guardia. No eres su rival. Pero es bastante obvio, ¿cómo puede un plebeyo sucio como tú poseer un tesoro como este? ¿Qué tal un trueque, cortare tu mano asquerosa que tocó esta espada, y dame tus dos compañeras te, dejaré vivir? Te prometo que las trataré lo suficientemente bien, al menos igual que los perros, jajaja.»
El aliento de Brendel fue liberado en una niebla fría, una furia ardiente creció en sus ojos, todo su comportamiento cambió.
Aunque sabía que el conde lo estaba molestando a propósito, no pudo reprimir la rabia que se estaba gestando dentro de él. En ese mundo, Romaine y Freya fueron las primeras personas que él conoció, y todos en el tercer escuadrón de la milicia, se habían vuelto preciosos para él.
Y el abuelo del otro Brendel se había convertido en su mayor impulsor en ese mundo.
[¡Cómo puedo dejarte seguir diciendo todas esas mierdas!]
Los dedos sobre la empuñadura de su espada se volvieron blancos por el agarre.
Los dos hombres parecieron encantados al ver la expresión de Brendel, y el hombre de mediana edad hizo un gesto con las manos detrás de la espalda.
«¡Ulysses, arrinconalo!» El hombre de mediana edad le ordenó.
El espadachín de rango alto inmediatamente se movió hacia delante. Su habilidad con la espada era considerable, y no había aperturas en sus ataques. Sonrió al ver el cuerpo de Brendel inclinándose hacia delante y adoptando una postura agresiva de la esgrima militar.
Era un error de Brendel ser tan impulsivo.
Ulisses se acercó aún más, esperando la oportunidad para conseguir una muerte limpia. Pero el hombre no pudo ver aberturas en el lado de Brendel.
«¡Ulysses!» El hombre de mediana edad gritó repentinamente y Ulisses observo pronto una abertura en el flanco derecho de Brendel mientras.
La sonrisa en Ulisses no había aparecido del todo, y el anillo de plata de Brendel en su pulgar estaba frente a él.
«¡Oss!»
No había posibilidad de evadir el ataque. lanzas de aire en forma de espiral convergieron en ese lugar y golpearon directamente su cara, pecho y abdomen. Se doblaron de una manera extraña. La inmensa presión del viento lo estrelló contra el techo y un fuerte sonido explosivo se escucho. Las llamas de las velas se apagaron y la habitación se oscureció inmediatamente. La grava y trozos de concreto cayeron, junto con partes del cuerpo y sangre.
Antes de que el hombre de mediana edad fuera capaz de responder a ese cambio repentino, una espada ya estaba en su cuello.
«Habla, ¿cómo exactamente quieres morir?.» Preguntó con frialdad Brendel.
El hombre de mediana se tranquilizo y dijo. «¿Te atreves a matarme?»
«¿Por qué no me atrevería a hacerlo?»
«Soy Earl Dunn, uno de los ministros importantes que sirve directamente al rey. ¿Intentas ser enemiga de todo Aouine?» Los ojos de Dunn eran como los de una serpiente venenosa mientras miraba a Brendel. «No sólo tú, tus compañeros estarán sujetos al mismo crimen.»
Brendel se detuvo un rato y cayó en un profundo silencio.
Dunn continuó hablando.
«Puedo liberarte a ti y a tus compañeras, pero por el bien de mi reputación, debes dejar atrás tu espada Elfica.» Aunque Dunn se lo prometió, sus ojos estaban llenos de profundo odio.
Brendel finalmente dejó salir una risa alegre. Y miró condescendentemente a Dunn como si fuera un idiota. «Señoría, ¿exactamente qué pensaba que estaba haciendo?»
Dunn se detuvo.
«Estaba pensando que algunas criaturas vivientes son estúpidas, incluso cuando la muerte llama a su puta puerta, y no se dan cuenta de eso.» Brendel agitó la cabeza:»¿Matar a un ministro importante? ¿Escapar de una prisión? A nadie le importarían estas cosas insignificantes, porque la historia se escribirá así:»
«En el año de las bulliciosas flores y hojas de verano, el sexto mes de la segunda mañana, el ejército de Madara conquistara la fortaleza Riedon. Earl Dunn, el Señor de la Manzana Dorada y capitán del ejército Melena Blanca, Luc Beson desgraciadamente perecieron protegiendo al reino.»
«Yo, no soy más que un invitado aquí.»
Los ojos de Dunn se abrieron de par en par al mirar a Brendel como si viera un fantasma.
«¿Crees que te estoy mintiendo? No tengo ganas de bromear contigo. Como no estás dispuesto a cooperar, es hora de darme tu cabeza.» Brendel terminó de hablar y le cortó la cabeza a Dunn.
1 comentario en «TAS – Capítulo 50»
Gracias por la traduccion
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