Capítulo 9: Meses de los Demonios (Parte 2)
“No muchos, Su Alteza”. Respondió el cazador. “Durante cada Meses de los Demonios sólo aparecerán de dos a tres especies mixtas de demonios, de lo contrario la Fortaleza Longsong estaría en un gran problema”.
“Bueno, parece que eres muy observador”. Le ordenó Roland al hombre que se levantara y preguntó “¿cómo te llamas?, no pareces ser un hombre de mi Reino de Graycastle”.
“La mitad de mi linaje proviene del Clan Mojin, la gente del pueblo me llama Iron Axe”.
Clan Mojin, el pueblo del Reino Shamin, situado al suroeste de las tierras áridas, se decía que eran los descendientes de los gigantes. Roland buscó dentro de su cerebro cualquier recuerdo relacionado con el Clan Mojin y se dio cuenta de que Iron Axe no usaba el nombre como su clan lo hacía, sino usando el nombre dado por el pueblo de Ciudad Fronteriza, y aparentemente no quiere tener una relación con el Reino Shamin. En cuanto a por qué, era obvio ya que él era de la frontera suroeste de las tierras desoladas, estimó, que había una serie de historias tristes involucradas.
Pero por el momento esas historias no eran importantes; Todo el mundo era bienvenido en Ciudad Fronteriza, independientemente de sus antecedentes.
Roland aplaudió: “No es por eso que te pedí que estuvieras aquí, Carter, que cada uno de ellos tenga diez royals de plata, y luego pueden irse”.
“Muchas gracias por la recompensa, Su Alteza.” Dijeron los tres al unísono.
Posteriormente la gente fue llevada por Carter. Cuando terminó su tarea, Carter regresó una vez más y le preguntó: “Su Alteza, ¿por qué les hiciste esas preguntas? ¿quieres quedarte aquí?”.
Roland no expresó ninguna opinión y preguntó, “¿qué piensas?”.
“¡Este asunto está fuera de discusión, Su Alteza!” dijo el caballero en voz alta. “Según la declaración del cazador, incluso un oso demonio salvaje sería difícil de manejar. Mas lejos de 50 metros un tiro con una ballesta no tendría efecto; Tendríamos que esperar hasta que se cerrara a 40 metros o incluso hasta treinta metros antes de hacer nuestro tiro, solamente nuestros soldados de élite pueden lograr esto. Además, los demonios son demasiado numerosos, y no podemos confiar en las paredes fuertes, sólo de pie de lado a lado de los guardias locales para detenerlos. Me temo que las bajas superarían los logros, nuestra derrota estaría asegurada”.
“Ya observaste lo que una bruja es capaz de hacer, así que ¿por qué no puedes pensar positivamente?” Roland suspiró.
“Esto… las brujas son malas, pero Anna… la Señorita Anna no se ve así, como su Comandante de Caballeros, tengo que buscar verdades mediante la búsqueda de los hechos”.
“Si te diera un muro en la Ciudad, ¿creerías que será posible?”.
“¿Qué?” Por un momento Carter sospechó que había oído mal.
“Si te doy un muro, entre la Vertiente Norte de la Montaña y el río Redwater” respondió Roland haciendo hincapié en cada una de sus palabras, “aunque no serían como las enormes murallas de Graycastle, sino para detener a los animales, ¿todavía crees ser capaz de hacerlo?”.
“Señor sabe lo que está diciendo”. El caballero no sabía si reír o enfadarse: “Incluso tus tonterías deberían tener un límite, si no te detienes, tendrás que disculpar mi falta de modales”.
“Todavía tenemos tres meses, ¿no?, miré los expedientes pasados, la primera nieve cae generalmente aquí en el final del segundo mes a partir de ahora”.
“¡Incluso si tuviéramos tres años no sería suficiente!. La Construcción de un muro requeriría muchos trabajadores, para establecer la base tienen que comprimir la tierra y cada uno o dos pies tendrían que ser reforzados; De lo contrario tendría un alto riesgo de colapsar. Esta sería la más simple de las paredes de tierra. Carter sacudió la cabeza una y otra vez. Las paredes de ladrillo y piedra son aún más difíciles de construir y necesitarían cientos de albañiles que primero tendrían que cortar las piedras u hornear la arcilla en ladrillos. Después tendrían que construirla bloque por bloque. Su Alteza, todos los muros fueron construidos de esta manera, sin excepción. Una ciudad que se construye en el tiempo de un día y una noche, es sólo el material de las leyendas”.
Roland indicó que había oído lo suficiente: “Ya veo. No necesita estar tan molesto, si no hay una pared confiable en su lugar, evacuare con usted a Fortaleza Longsong. No voy a regalar mi vida en este lugar”.
El caballero se arrodilló, “¡te protegeré!”.
Después, en los bellos jardines del castillo, Roland tomó de su cerveza amarga. Mirando a Anna, que estaba atentamente comiendo pasteles de crema, su estado de ánimo se recuperó mucho.
Había decidido detener a las Bestias Demoníacas en Ciudad Fronteriza, uniendo a los soldados de élite con los guardias de la ciudad, también intensificaba la agricultura expandiendo el área que los guardias patrullaban. Si quería construir el muro, conectando la Vertiente Norte de la Montaña y el río Redwater dentro de tres meses, debe usar una tecnología apropiada de los tiempos modernos.
No era el caso ya que Roland había pensado de repente en esto, previamente había comprobado los límites de Ciudad Fronteriza (aunque no fue personalmente), en su memoria se mantuvo una imagen clara , la Vertiente Norte de la Montaña y el Redwatwer… el río sólo estaba separado por 600 yardas (548,6 metros) en su punto más cercano, era un cuello de botella natural. Y debido a la minería durante todo el año en la Mina del Norte, estaba rodeado de grava de roca extraída de la cueva.
Estos cascos de grava fueron ceniza gris, que contiene un montón de carbonatos de calcio, que podría ser utilizado como piedra caliza después de la molienda. Con la piedra caliza tenía su solución, sería igual al cemento.
Sí, esto cambiaría la historia de la humanidad, para ser capaz de construir con un material endurecido con agua, con materias primas que eran fáciles de obtener que eran fáciles de preparar, verdaderamente cuentan entre una de las herramientas más eficientes para cultivar los campos.
Roland estimó el tiempo necesario, incluso si implementara nuevas tecnologías, incluso con cemento no estaba seguro si era posible, la cantidad de cemento que realmente necesitaba era demasiado grande, no estaba seguro de si podían calcinar tanto polvo de cemento dentro de tres meses. Y la dureza del hormigón sería inferior, al final tendrían que reforzarla con acero, por lo tanto, la probabilidad de tener éxito en la construcción de una pared de hormigón de la ciudad no era grande.
Tenía que maximizar el uso de los materiales existentes y ahorrar cemento, por lo que la construcción de una pared de campo sería la opción más adecuada.
La llamada piedra de campo, era una piedra que no había sufrido ninguna molienda, era solamente un subproducto natural de la minería. Esta piedra, debido a la forma irregular de los bordes y esquinas, no había manera de utilizar directamente para construir, en lugar de ello debían ser primero procesado por el cantero en ladrillos utilizables. Pero la construcción de una pared de piedra de campo mientras se usaba cemento como aglutinante era posible, sin importar cuán extrañamente se la forma de la piedra, podría ser usada, la brecha entre las piedras fue llenada por el cemento, ahorrando cemento y utilizando materiales sobrantes.
Con esto se fijó la gran dirección, pero en la implementación real, temía que tuviera que hacerlo por sí mismo, pensó Roland. Independientemente de si era el cemento calcinado o pared de piedra de campo, ambos eran cosas nuevas. Excepto para sí mismo, nadie había visto estas cosas, y también nadie sabía cómo hacerlas. Tenía miedo de estar muy ocupado durante los próximos tres meses.
“Usted, mire aquí”.
El sonido de la voz clara de Anna salió de detrás de él.
Mientras Roland se giraba, vio un pequeño racimo de llamas en la palma de su mano que ardía en silencio, no había viento, pero la punta de la llama se elevaba de arriba, abajo, como si le hiciera un gesto con la cabeza. Ella sacudió el dedo, y el fuego era como un niño pequeño, moviéndose lentamente hacia la punta del dedo. Al final, se colocó en la parte superior del dedo índice, a fuego lento.
“Lo hiciste”.
Fue una escena increíble, Roland sintió admiración desde el fondo de su corazón. Esto no era una ilusión mágica, ni un truco químico, era realmente un poder sobrenatural. Pero esto no era lo más atractivo para Roland (muchas más veces deslumbrante que la llama) era la mirada de Anna.
Mientras miraba atentamente las yemas de sus dedos, los ojos límpidos del agua del lago reflejaban la llama vibrante, como si un elfo se hubiera sellado dentro de un zafiro. Las huellas dejadas por la tortura en la prisión ya se habían desvanecido, aunque rara vez sonreía, pero su rostro ya no estaba muerto. En la punta de su joven nariz estaba filtrándose sudor, el color rosado en sus mejillas emitiendo vitalidad, incluso observando uno también, así es como las personas podía ser posible que uno sienta alegría.
“¿Qué te ha pasado?”.
“Ah… nada”, Roland notó que la miró durante demasiado tiempo, él quitó su mirada y tosió. “Bueno, entonces, trate de usarla para derretir el hierro”.
En los últimos días, a excepción de comer y dormir, ella siempre repetía su práctica, frente al entusiasta trabajador Roland que sólo podía sonrojarse sin parar, incluso de cara al examen de ingreso a la universidad no trabajó tan duro.
“Al parecer, no necesitará mucho tiempo, hasta que entienda completamente este poder”, pensó Roland. A continuación, sus ideas de nuevos proyectos pueden ser establecidas en su programa.
