Capítulo 418: Termina la lucha
Habían estado en ese lugar ya una semana cuando Lightning detectó al pelotón salir de la puerta norte de Fallen Dragon Ridge.
Como Nightingale había predicho, la delegación emisaria de la iglesia estaba compuesta por 25 Guerreros completamente armados, los cuales estaban montando sementales a la cabeza del pelotón. Había dos carruajes de transporte y alrededor de 100 combatientes mercenarios y creyentes caminando detrás de los Guerreros.
De los dos carruajes, Nightingale pensó que Saint estaría en uno de ellos.
Las cinco brujas siguieron secretamente al pelotón, mientras se dirigían hacia Redwater City.
Según el plan, iniciarían su ataque cuando el pelotón estuviera fuera del área de monitoreo, así seria incapaces de pedir ayuda.
Nightingale observó en silencio a un carruaje dentro del pelotón desde su niebla y observo vagamente una luz plateada de poder mágico dentro de él.
Si Nightingale hubiese actuado solo, estaba segura de que probablemente podría haber matado a Saint, pero no estaba seguro de hubiese podido matar a todos los enemigos. Pero ahora, con la ayuda de las brujas de la Isla Durmiente, era muy posible que pudieran bloquear cualquier escape de los guerreros.
Una vez que el pelotón fuera eliminado, Hermes no sabría nada, al menos hasta la siguiente primavera. Y para entonces sería difícil para ellos investigar lo que le sucedió a la delegación emisaria.
A Nightingale no le gustaba matar, pero esta vez era una decisión importante.
Aligeraría la carga sobre los hombros de Su Alteza y ayudaría a defender la Montaña Santa de sus hermanas las brujas.
Ella no se arrepentiría.
Cuando la delegación emisaria entró en el bosque, Nightingale observo una sombra oscura que descendiendo.
Era Maggie. Aleteando sus alas se abalanzó sobre ellos. Pronto, los caballos relincharon de miedo y perdieron la compostura. Todas las personas quedaron estupefactas, y solo pudieron mirar como se desarrollaba la escena.
La bestia gigante no irrumpió entre la multitud para atacarlos o pisotearlos como lo habían esperado. En cambio, extendió sus alas justo sobre sus cabezas y se alejó volando cerca del suelo, dejando atrás una tormenta. El fuerte viento les dificulto abrir los ojos. Y una persona saltó de la espalda de la bestia y aterrizó en el suelo.
«¡Ataque enemigo!» los Guerreros gritaron de entre la delegación emisaria.
Al escuchar eso, los creyentes se recuperaron, sacaron sus armas y corrieron hacia el enemigo desconocido en el centro del pelotón.
La visión de Nightingale se llenó de líneas blancas y negras. Estaban completamente cubiertos de agujeros negros sin luz que podían protegerlos de las brujas comunes, pero no de una Extraordinaria como Ashes.
Pronto corto a todos los creyentes dentro de su rango en dos, por su cinturas, parecía como si estuviera cosechando trigo. Todas las personas a su alrededor cayeron rápidamente. Estaba usando una espada de hierro ordinaria en lugar de su espada simbólica pesada, para que Maggie pudiera llevar de regreso a mas de una bruja. La espada de hierro rápidamente se agrieto y rompió durante la pelea. Ella agarró las armas tiradas por los enemigo, una alabarda, un pica, un martillo o una espada. Cualquier cosa en su mano se convirtió en un arma letal.
La sangre salpicó y los cuerpos terminaron desgarrados. En medio del pelotón, Ashes cortaba a todo lo que se le acercaba.
En la parte trasera del pelotón, los combatientes mercenarios difícilmente podían ayudar a la sección media porque tenían sus propias dificultades.
Andrea saltaba por el bosque como un hada. Usando las ramas y los troncos de los árboles para cubrirse y disparar flechas cada vez que cambiaba de posición. Cada una de sus flechas era a matar y golpeaba a los hombres en medio de las cejas.
En menos de diez minutos, todo el pelotón era un desastre. Gritos, llantos y ruidos resonaron por todo el bosque.
Nightingale se unió a la pelea de inmediato. Salio de su niebla, y siguió de cerca a su objetivo. Los carruajes fueron jalados desde un inicio por los caballos asustados. Y Corrieron salvajemente por un largo camino antes de que los caballos finalmente se calmaran, pero ya estaban lejos del pelotón.
Parecía que la Saint ya había notado que entre sus enemigos había una oponente difícil, una Extraordinaria.
Desafortunadamente, no pudo escapar de Nightingale.
Nightingale ya sabia su posición.
Así que le dejo el otro carruaje a Lightnig y Maggie, el cual seguramente tenia a alguien importante de la iglesia.
A pesar de todo, Saint hizo que el cochero condujera el carruaje por un camino lleno de baches en el bosque.
Nightingale pronto se les acercó. Y les disparo cada vez que estuviera en linea a diez metros. Tan pronto apuntaba a los cuatro Guerreros siguiendo al carruaje, los mataba uno a uno.
Después de deshacerse de los cuatro Guerreros, apunto su arma a los caballos.
Cuando los dos caballos cayeron, el frágil carruaje de madera salió volando por la fuerza.
A través de los escombros, una persona envuelta en luz plateada se levanto. Nightingale apuntó y disparó sin vacilación, pero la luz formada por el poder mágico bloqueo por si sola los disparos.
Se alejo nuevamente para cargar los cartuchos.
«¡Traidora!» gritó Saint enojada, atacando hacia donde se escondía Nightingale.
Pero la situación era diferente.
Ya no estaban peleando en una habitación pequeña. Cada paso que Nightingale daba, eran 50 pasos que Saint necesitaba para alcanzarla y el alcance efectivo de su revólver era de unos 50 metros, un área mucho más grande que el que de una habilidad de una bruja podía ocupar. El «látigo de plata» del Saint apenas podía alcanzar a Nightingale, mientras que una bala podía matar a Saint en cualquier momento.
A esa distancia, solo uno o dos de cada cinco disparos podían alcanzar el objetivo, pero afortunadamente Nightingale tenia tiempo suficiente para cargar cartuchos y seguir apuntando y disparando.
Después de cinco golpes, la luz plateada se atenuó. Y un disparo golpeó el hombro izquierdo de Saint, mientras que el otro le atravesó el abdomen. No pudo mantenerse de pie. Se tambaleó un poco, y cayo al suelo.
Nightingale no tenía prisa por acercarse a ella. Regresó al lugar donde estaba carruaje para recoger una Piedra Represalia de Dios y poder acercarse a Saint. Durante la pelea, ella había estado moviéndose alrededor del carruaje por lo le fue fácil encontrar el sitio.
En el momento en que Nightingale apareció frente a la bruja cubierta de sangre, ella extendió su mano derecha, la única parte que podía mover en ese momento, pero noto podía atacar a su enemiga.
«¡Maldita demonio, los dioses te pondrán a prueba!» ella dijo, apretando sus dientes, mientras la sangre salia de su boca.
Nightingale apuntó el arma a su pecho inexpresivamente y respondió: «¿En serio? Esperaré ese día.»
Y presionó el gatillo.