RW – Capítulo 403

Capítulo 403: Estudiante y Maestro

Nana bostezó ruidosamente al levantarse de la cama y miro a través de la ventana. No pudo ver nada mas que nieve.

A regañadientes, se levantó de la cama caliente y se puso su grueso abrigo de invierno. Mientras salía de su dormitorio, miro a la tía Alda limpiando la sala.

«Buenos días», murmuró.

«Ah, pequeña princesa, has despertado.» Alda le sonrió. «¿Quieres que te sirva el desayuno? Está listo.»

«Sí.» Nana se sentó junto a la mesa del comedor y miro por toda la habitación, pero no vio a su padre. «¿Dónde está papá?»

«El Señor Pine salió temprano en la mañana», respondió Alda desde la cocina. «Salío con su rifle de pedernal.»

«Con que es así.» Nana curvó los labios hacia arriba. «Probablemente haya ido a la muralla de la ciudad para practicar con su tiro nuevamente; desde que se defendió de las bestias demoníacas con el rifle de pedernal, se enamoró de esa arma ruidosa. No solo limpia el cañón del arma todos los días, sino que va a la muralla de la ciudad para practicar cada vez que tiene tiempo. Además, se las arregló para solicitar un rifle de pedernal hecho especialmente por su Alteza utilizando mis habilidades de curación como una moneda de cambio.»

Todo es culpa de Su Majestad al decir que los rifles son las armas perfectas para los cazadores, pensó Nana. Si mama estuviera, no saldría todos los días a hacer eso.

«Aquí esta el desayuno.» Alda colocó los dos platos humeantes sobre la mesa frente a Nana. «Huevos fritos y pan blanco. Come mientras están calientes.»

«Gracias.»

El desayuno normalmente era preparado antes de que su padre se fuera.Era solo que la tía Alda lo colocaba especialmente en agua caliente, para que se mantuviera caliente. Y si fuera solo su papa, comería huevos y pan frios.

Nana suspiró incontrolablemente.

Si solo la tía Alda pudiera casarse con papá.

Pero la joven sabía que ese deseo tenía pocas posibilidades de suceder. Alda era la sirvienta de la familia, mientras que su papá era un noble de Ciudad Fronteriza; así que ella entendía perfectamente, lo difícil que era para una plebeya y un noble casarse.

Ella devoró el delicioso desayuno, se limpió la boca y gritó. «Voy al centro médico.»

«Bueno.» Alda dejó la escoba que sostenía y camino con Nana hacia la puerta. Cuando se agachó y ató una bufanda alrededor del cuello de Nana, dijo: «Ten cuidado en el camino, señorita Pine.»

«¡Sí, tía!»

Blancos copos de nieve saludaron de inmediato a Nana mientras salía de la casa.

Esa era su rutina diaria: por la mañana, salía de su casa hacia el centro médico. Ella trataría a los pacientes si los hubiera, o de lo contrario, practicaría sus habilidades en animales. Al mediodía, iría al castillo a almorzar con Roland, mientras que por la tarde hasta la noche, ella permanecería en el centro médico, después de lo cual volvería a su casa, era la única bruja que no vivía en el castillo.

Aunque el tiempo en el centro médico era aburrido, ella seguía llendo porque quería que los pacientes recibieran el tratamiento lo más rápido posible. A demas la sonrissa y la calidez de la gente de la ciudad también la impulsaron a seguir

«Señorita Nana, buenos días!»

«¿Señorita Nana, yendo al centro médico otra vez?»

«El clima de hoy no es bueno. Cuida de tu cuerpo.»

«Señorita Pine, ¿ya ha desayunado? ¿Por qué no toma un cuenco de avena caliente que acabo de preparar?»

Saludos como esos continuaban incesantemente cada vez que ella caminaba en público. Era muy diferente del año pasado. Sus hermanas afirmaban que ella actualmente era la bruja más popular en Ciudad Fronteriza, incluso más popular que Anna. Nana no estaba preocupada por un concurso de popularidad, aunque estaba contenta con la atmósfera actual. Todas las personas a las que ella había tratado antes la saludaban afectuosamente, y eso le deba una sensación de logro

La hermana mayor Anna tenía razón, pensó Nana. La única forma de cambiar los prejuicios de las personas era enfrentarlos con firmeza.

Cuando llegó al centro médico, el soldado del Primer Ejército que estaba a cargo de abrir la puerta se inclinó y la saludó. «Hola, señorita Nana.»

«Buenos días, ¿hay pacientes hoy?»

«No en este momento», respondió el soldado. «Pero sus amigas han venido a verla.»

«¿Amigas?» Ella estaba sorprendida. ¿Podría ser Anna? Mientras pensaba en Anna, corrió entusiasmada hasta el segundo piso y abrió la puerta, pero solo vio que se trataban de Mystery Moon, Hummingbird y Lily quienes estaban ociosamente tumbadas sobre la mesa. Al darse cuenta, las tres se levantaron inmediatamente y la rodearon.

«Ustedes tres… «

«Jaja, ¿estás gratamente sorprendida? ¡Vinimos todo el camino solo para verte!» Mystery Moon levantó los brazos y exclamó.

«Mystery Moon sugirió que en lugar de holgazanear en el castillo, era una buena idea salir a caminar», agregó Hummingbird.

«Ustedes ciertamente tienen tiempo libre, pero yo no. Todavía tengo muchas muestras de microorganismos que observar.» Lily, quien estaba de pie en la parte posterior, se lamentó. «Nana debe estar muy ocupada también. ¿Crees que ella es como ustedes?»

«¿Es así? Ayer, miré y te vi dormida frente al microscopio. Obviamente, estas harta de tu trabajo.» Mystery Moon se encogió de hombros.

«¡Nada de eso!»

Nana quedo un poco decepcionada de que no fuera Anna quien estuviera allí, pero rápidamente se animó. En la actualidad, Anna era la subordinada más ocupada de Su Alteza, y naturalmente, no podía pasar tanto tiempo con ella como en el pasado.

«No, de hecho tengo tiempo libre», respondió, riendo. «Gracias, por venir.»

«Ejem… ya que lo dices, me quedaré para acompañarte.» Lily giro la cabeza. «No será un problema si observo esas muestras mañana.»

«¿Qué vamos a jugar?» Hummingbird pregunto.

«¿Qué más?» Mystery Moon sacó un paquete de naipes. «¡Por supuesto, esto!»

«Sí, ‘Luchando en contra del Señor’ puede ser interesante, pero es un juego de tres jugadores.»

«No, no jugaremos eso.» Ella negó con la cabeza. «Jugaremos un nuevo juego que es adecuado para cuatro jugadores, donde competimos para ver quién puede mostrar sus cartas más rápido. ¡Lo aprendí del grupo de Andrea ayer!»

«¿El grupo de tres jugadores de la Isla Durmiente?» Dijo Lily, palmeándose la frente. «Aprendes mal de ellas, y aun así estoy aquí… si hubieras usado tu cerebro para aprender nuevos conocimientos de Su Alteza, no habrás hecho tan poco progreso hasta ahora.»

«Este juego fue enseñado por su Alteza.» Mistery Moon replicó. «¿entonces también el conocimiento de Su Alteza esta mal?»

«Además de ti, probablemente no haya nadie en la Unión de Brujas que piense de esa manera.» Lily la miró por un momento.

«Me gustaría aprender también…» Hummingbird murmuró suavemente.

Nana al ver tal discusión, se rió incontrolablemente. Sintió como si hubiese vuelto a los días despreocupados cuando asistía a la escuela del Maestro Karl.

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Bajo la compañía de las tres brujas, el tiempo de la mañana, que por lo general era aburrido, pasó rápidamente. Posteriormente fueron juntas al castillo a almorzar, y después Nana pensaba regresar sola al centro médico.

Cuando salia hacia el corredor, vio a alguien inesperado.

Era el Señor Karl Van Bate.

«¡Señor Karl!» Nana dijo sorprendida. «¿Qué le trae por aquí?»

«Vine a verte.» Karl sonrió y la miró, y luego dijo alegremente: «Tú… has crecido.»

«¿Es eso así?» Nana bajó la cabeza, estaba avergonzada. «Todavía estoy muy lejos de Anna.»

«Todos somos diferentes y tenemos puntos fuertes.» Él rió. «Al verte crecer a ti y a Anna, además de observar los cambios de la ciudad, parece que ya no puedo ver las grietas.»

«¿Qué grietas?» Nana estaba confundida.

«Nada… solo estoy diciendo tonterías». Karl negó con la cabeza. «Solía ​​creer que dios nos había abandonado en este mundo, pero ahora, siento que continúa velando por nosotros.»

«No es un dios», lo corrigió Nana. «Su Alteza dice que estos son los frutos de los esfuerzos humanos. ¿No fueron esas zonas residenciales construidas por usted?»

«Pero sin un origen, nada podría haber sucedido. En ese momento, cuando pensé que Anna estaba muerta, y tu despertaste como una bruja, estaba completamente nervioso. Podría haber sido un Dios quien escuchó mis oraciones y respondió mi llamada» Karl dijo con voz suave. «Nos trajo a su Alteza Roland.»