Capítulo 244: Registro de Identificación
En las afueras de las murallas occidentales de la ciudad, bajo la guía del Primer Ejército, los refugiados se encontraban sometidos a una inspección de identificación sin precedentes.
A estas alturas, Barov había comprendido naturalmente que el recurso que Su Alteza consideraba como el más importante era la gente. Con el fin de traer a todas esas personas de regreso a la ciudad fronteriza, Su Alteza había gastado una gran cantidad de royals de oro e incluso envió al Primer Ejército en una expedición a la Ciudad del Rey. Cuando Barov miro la última factura de la cámara de comercio de Margaret, que subía como una muralla, se quiso volver loco.
Sumando los gastos honorarios de la caravana que envió la carta, mas los honorarios del transporte, y los honorarios de alimentación después de medio mes, el príncipe había gastado más de dos mil royals del oro, el equivalente al precio de cuatro máquinas de vapor. Si no hubieran recibido el depósito para la transformación de dos barcos el mes pasado, Barov temía que las estadísticas del informe financiero de esta ocasión mostrarían un déficit.
Después de evacuar a toda la gente, la tarea de crear estadísticas incómodas e inmensas se colocaron sobre sus hombros. Casi todos los funcionarios del Ayuntamiento y aprendices fueron enviados para establecer cobertizos de madera y ordenar las filas de la multitud, para que pudieran comenzar a escribir las estadísticas de clasificación. Al mirar que más de una docena de filas de refugiados se encontraban pasando lentamente por la inspección, fue como si Barov estuviera viendo un grupo de monedas en movimiento.
En comparación con las líneas para el registro de civiles ordinarios, la línea para los profesionales que él mismo era personalmente responsable era muy poca. Hasta ahora, sólo habían entrado de cincuenta a sesenta personas.
“Soy… un carpintero” dijo un hombre de mediana edad después de caminar lentamente, “¿Oí que cualquier artesano puede tener su propio lugar para vivir?”
“Así es,” dijo luego Sirius Daly. “¿Cuál es tu nombre? ¿Eres capaz de leer?”
El antiguo caballero de la Familia Wolf quien fue enviado al Ministerio de Agricultura, no había cometido ningún error, por lo que dejó a Barov muy satisfecho y lo eligió para llevar a cabo esa tarea. Aunque todo esto tenía que ver con las estadísticas demográficas, el Ayuntamiento, lamentablemente, sólo contaba con un pequeño número de personas que sabían leer y escribir, de modo que, sin ninguna mejor otra opción, tuvo que llevar consigo a todas las personas alfabetizadas de los otros departamentos juntos.
“Uh… para responder Señor, mi nombre es Maser.” La otra parte hizo una pausa, “Debo admitir que nunca he aprendido a leer.”
“¿No puedes leer ni escribir?”
“No.” El hombre de mediana edad asintió.
“Bueno, como carpintero entonces…” Sirius regresó su atención a la pila de preguntas sobre la mesa, buscando la que estaba marcada con carpintero, “Ah, lo encontré. Permítame hacerle algunas preguntas.”
El método de ensayo preliminar era una idea que Su Alteza sugirió, reunió a artesanos de todo tipo de industrias, y les preguntó acerca de los conocimientos especializados, junto con algunos problemas y método correspondiente para tratar con ellos. Registró todas sus respuestas y formuló un conjunto de preguntas. Como resultado, siempre y cuando comparara las respuestas dadas con las respuestas en el formulario durante el cuestionamiento, inmediatamente sabría si la otra parte estaba o no mintiendo. Era la primera vez que había visto tal método usado para detectar mentiras. Barov no podía dejar de querer aplaudir la mente del diablo, si el otro lado no estuviera involucrado en la industria, la mayoría de los civiles nunca serían capaces de entender esos conceptos. En caso de que alguien quisiera fingir su ocupación, siempre y cuando hicieran dos o tres preguntas, el mentiroso se ahogaría en sus mismas palabras.
“¿Qué tipo de herramienta se utiliza para aplanar una superficie de madera?”
“Es… un avión de carpintero, señor.”
“¿Cuáles son las sierras que se usan comúnmente?”
“Sierras de bastidor y sierras de dos hombres, de vez en cuando sierras de mano al cortar cosas pequeñas.”
Varias preguntas más tarde, Maser pudo casi responder a todas ellas, y con cada respuesta correcta, su voz se hizo más suave y ágil.
“Ah, parece que usted es un carpintero,” pero en el momento en que Sirius quiso anotar su identidad en el registro, Barov lo interrumpió. “Detente.”
“¿Señor, que pasa?”
“No seas tan rápido con tu juicio, primero tienes que examinar sus manos,” entonces le dijo a Maser: “Extiende tus manos.”
En el momento en que Maser oyó esta orden, se sintió sobresaltado, pero luego extendió las manos con una mirada llena de confusión en su rostro: la piel de sus palmas era muy áspera, y contenía fisuras, al igual que muchos rastros de partículas de tierra, así como callos gruesos, en general, parecían curtidas por él tiempo.
“Si él fuera un carpintero, entonces sus palmas no deberían ser tan ásperas, especialmente esas dos almohadillas debajo de la palma, debido a frotar constantemente la madera, deben ser lisas y duras. Además, los carpinteros a menudo necesitan usar pintura negra para dibujar líneas en los contornos, por lo tanto, sus palmas a menudo se tiñen con un tinte negro que es difícil de lavar, haciendo que las palmas de sus manos sean amarillas,” Barov calmadamente explicó. “Otro punto, antes de que él te diera una respuesta, el siempre rompió contacto visual contigo, muchas personas que están tratando de recordar algo que normalmente no hacen en el pasado, muestran un gesto similar a eso. Sin embargo, si fuera un verdadero carpintero, habría dado sus respuestas de una manera muy natural.”
“Entendido… entonces…” Los ojos de Sirius se hicieron grandes.
Barov miró al asombrado Maser, después le dijo con una voz fuerte: “Deberías haber oído las advertencias del Primer Ejército cuando te llamaron, cualquier acto de suplantación, engaño o mentiras de registro será severamente castigado. Ya sea condenarte a trabajar en las minas, o ser expulsado del territorio occidental, así que si lo entiendes, ¿sigues pensando que eres un carpintero?”
“No, señor, me equivoqué,” dijo Maser, cayendo de rodillas. “Mi vecino era un carpintero, ¡yo sólo a menudo lo veía trabajar!”
“Entonces ve allí y fórmate en esa fila.”
Al observar como la persona se marchaba, Sirius preguntó lleno de asombro, “Señor, ¿cómo sabes todas esas cosas?”
“Durante los Meses de los Demonios, hice un censo para Su Alteza. Tuve que tratar con todos los carpinteros de la ciudad, y en ese momento yo convenientemente registré tal información.” contestó Barov mientras fingía no estar preocupado. Pero cuando vio la admiración y el asombro en el rostro del caballero, un sentimiento de orgullo surgió dentro de su corazón.
Aunque los métodos del diablo parecían ser inteligentes, al final, algunas personas eventualmente lo burlarían, y sólo personas como él, tienen el talento necesario para compensar la deficiencia de Su Alteza.
Pero bajo la influencia de Su Alteza, su reciente enfoque para lidiar con tales problemas ya no era el mismo como lo fue en el pasado… Barov no pudo evitar dar un suspiro secreto. Por ejemplo, los plebeyos, en el pasado era importante castigarlos de una manera aterradora, con el fin de intimidar a aquellos que quisieran volver a mentir. Pero hoy en día tenía que dejar ir a todos, lo más probable era que el príncipe quisiera salvaguardar los royals de oro invertidos, después de todo, los refugiados costaron mucho dinero. En caso de que no vivieran y trabajaran en la Ciudad Fronteriza durante varios años, simplemente no habría valido la pena hacer esos gastos de transporte de una distancia tan larga por barco.
Cuando el próximo refugiado pasó la investigación especializada, en lugar de escribirlo inmediatamente en el registro, Sirius primero miró a Barov para su aprobación.
Quien a su vez se apoderó del hombre, y asintió con la cabeza, “Escribe sus datos en el registro, lo llevaré a ver a Su Alteza.”
Después de pasar por un pasadizo en la muralla de la ciudad, se detuvieron frente a un cobertizo preparado para Su Alteza, ese era también el último puesto de control.
Allí, recibirían una investigación personal de Su Alteza. Si se confirmara que no existían problemas, se les daría una “Tarjeta de Identificación de Residentes (ID)”, y desde ese momento se convertirían en un residente formal de Ciudad Fronteriza. Con la falta actual de casas en el interior de la ciudad, no tenían otra opción que dar prioridad y proporcionar los primeros lugares para vivir a los artesanos. Mientras que los refugiados sin ninguna habilidad especial no tenían otra opción que esperar fuera de la muralla durante dos o tres meses.
Barov también poseía una tarjeta de identificación, era una hoja de papel dura pintada con color. Era casi de tamaño de una palma y en su esquina superior izquierda tenía una pintura de su cara, la cual parecía ser la misma que una persona real. Mientras que su nombre, dirección y número estaba escrito en el medio. La parte posterior de la tarjeta a su vez estaba cubierta con la cresta de Graycastle y el sello personal de Su Alteza. No importaba si era el papel en sí o en que estaba envuelto, ambos eran muy extraños. Ya sea por remojarlo en el agua o tratando de quemarlo en un incendio, nada podría dañar la tarjeta de identificación.
No había duda de que esa cosa era hecha ciertamente por la bruja llamada Soraya. Parecía que Su Alteza tenía la intención de extender la tarjeta de identificación en toda la ciudad, de modo que en el futuro, ya sea, si se tratara para comprar comida o pagar algo, tendrían que mostrar su tarjeta.
Dado que Su Alteza Real había otorgado la medalla a la joven de la Familia Pine durante la ceremonia de premiación y de honor, se había hecho más que evidente que el príncipe ya no pretendía ocultar la existencia de las brujas. Lo que a su vez significo que Barov llegó finalmente a la conclusión de quién tenía razón y quién estaba equivocado, el Diablo o la Iglesia… descubriendo inesperadamente que había una débil esperanza en su corazón de que Su Alteza podía derrotar a la Iglesia y finalmente unificar el Reino de Graycastle.
No había duda entre más alta fuera la posición que Su Alteza pudiera alcanzar, mayor sería la recompensa que él podría cosechar.
Por supuesto, todavía quedaba un largo camino por recorrer antes de que llegaran a ese momento, por lo que todavía eso podía ser dejado a un lado y considerarlo más adelante. Por el momento la población de la Ciudad Fronteriza había sobrepasado a la de la Fortaleza Longsong, su Alteza real también revelo sus plan de construcción para el próximo año, una vez que la ciudad se encontrara conectada con la fortaleza, más de la mitad del territorio occidental lo convertiría en una gran ciudad, con un tamaño indudablemente más grande que la Ciudad del Rey, convirtiéndose en la ciudad más magnífica de Graycastle. Y en ese momento, él como Primer Ministro del Ayuntamiento, ¿qué tipo de promoción recibiría?
El corazón de Barov se lleno de expectativas por el futuro.