Capítulo 225: Los Vengadores
De hecho, hubo más de una de esas ratas, así que una vez más, Iron Axe se paró delante de un hombre que capturaron y lo miró sin expresión, “Tú eres la tercera persona que ha intentado escapar saltando de la nave, los refugiados también nos dijeron que no vinieron de la región oriental. Entonces, ¿cuáles serán sus últimas palabras importantes, será una confesión?”.
Las dos personas que fueron previamente capturadas, después de usar una daga para cortarles un dedo, ambas inmediatamente confesaron sus orígenes y propósito al ir a ese lugar. Por supuesto, sus cadáveres fueron arrojados al canal después, ya que Iron Axe nunca fue una persona que tuviera un corazón blando. Su experiencia al luchar para sobrevivir en Ciudad Iron Sand le enseño que al tratar con un enemigo que estaba ocultando su cabeza y mostrando la cola, la mejor respuesta era cortar una extremidad expuesta tras otra. Sin embargo, lo que le sorprendió fue que el prisionero, que después de ser empujado sobre sus rodillas y atado de manos a su espalda, todavía parecía muy saludable, nada como los otros enfermos.
¿Es posible que alguna otra facción lo haya enviado aquí a morir?.
“No soy tu enemigo”, fueron sus primeras palabras cuando abrió la boca, y directamente miró a los ojos de Iron Aex. “Mi nombre es Hill Fawkes, Theo debe saber mi nombre!”.
…
En ese momento Theo todavía no había salido del muelle. Después de ser llamado, se acercó a Iron Axe, miró a Hill Fawkes, y dijo: “Este hombre es una de las personas que pertenecen a Black Hammer”.
“Entonces, ¿no es tu hombre?”.
“No tiene nada que ver conmigo; Él es una rata callejera que recientemente se ha unido”.
“Engañaste a Black Hammer y a los dedos esqueléticos”, Hill abrió de repente su boca y gritó, “no trabajas para Timothy, sino más bien para el Señor del Territorio Occidental, Su Alteza Roland Wimbledon!”.
“Él sabe demasiado,” dijo Theo mientras hacía un gesto de corte en su cuello a Iron Axe. “El mejor lugar para este hombre es el canal”.
Hill, para detener su muerte, proclamó: “¡He oído todo lo anunciado por el mercenario, creo que podemos cooperar! ¡Estoy dispuesto a trabajar para Su Alteza Real Roland!”.
“Su Alteza no necesita la lealtad de una rata de la calle” dijo Iron Axe mientras desenvainaba su espada.
“No soy una rata de calle, soy … ¡Soy ciudadano de Ciudad del Rey! ¡Soy el enemigo de Timothy!” exclamó Hill.
“Espera”, Theo llamó a Iron Axe para que se detuviera y se dirigió a Hill. El ultimo levantó la cabeza y miró sin temor a los ojos del guardia, con uno ojos que parecían estar ardiendo.
Así que … Esto es lo que mire en sus ojos en la primera vez, pero no fui capaz de entenderlo en ese momento, pensó Theo. Sus ojos estaban llenos de odio, y es un odio tan intenso que incluso mientras trata de deliberadamente ocultarlo, no es capaz de cubrir completamente su ardiente ira.
“Dime qué es lo que quieres hacer por Su Alteza”.
“Es cierto que yo vivía en el distrito norte de la ciudad y que ocasionalmente iba a la taberna Trompetista Oculto para tomar una copa, pero no perdí toda mi posesión a causa de apuestas. Además, mi esposa tampoco huyó con otra persona … “Hill crujió sus dientes, “¡La verdad es que fue Timothy quien causó su muerte!”.
La historia realmente no era tan complicada, por lo que permitió a Theo comprender rápidamente la secuencia de los acontecimientos.
Él y su esposa originalmente eran miembros de la “Paloma y Cilindro”, una compañía acrobática que a menudo actuaba en el centro de Ciudad del Rey. La compañía acrobática no era tan grande; sólo tenía siete miembros, y la atmósfera entre ellos siempre fue demasiado armoniosa. Su esposa era la única mujer en el grupo, y también fue unánimemente perseguida por todos. Pero al final, Hill se convirtió en el vencedor, finalmente ganando su corazón. Después, su vida matrimonial siguió siendo dulce, y no mucho más tarde los dos ahorraron lo suficiente para comprar una casa en el centro de la ciudad. Pero todo esto fue destruido por la operación caza de brujas de Timothy. Bajo el liderazgo de Langley, la patrulla actuó como un grupo de perros locos, capturando imprudentemente a aquellas mujeres bajo sospecha, y su esposa sólo resultó ser uno de los que habían tenido la desgracia de ser capturadas.
Hill Fawkes pensó que mientras pagara el dinero del rescate, podría hacer que su esposa fuera liberada, o si eso era imposible al menos mirarla una vez más cara a cara. Sin embargo, aunque el director de la prisión aceptó el rescate, no sólo no la liberó, sino que incluso rechazó su petición de dejarlo entrar en la cárcel y verla. Sólo trató de apaciguarle diciendo que sólo tenía que esperar un poco hasta que confirmaran que su esposa no era una bruja, y posteriormente de manera natural, sería liberada después. Así que cuando el director le informó de que tenía que ir a la cárcel para buscar a su esposa, nunca esperó que la situación cambiara bruscamente. Solo pudo encontrar y ver el cadáver de su esposa.
Cuando Hill se dirigió airadamente a Langley para exigirle una explicación, el resultado final fue que el jefe de la prisión y sus guardias sólo simplemente fueron condenados a diez latigazos y recibiendo también una multa de 25 royals de plata. Ese tipo de castigo resulto ser totalmente inaceptable para Hill; incluso llegó a encontrar a la persona de más alta a cargo, Sir Weimar también conocido como “El Caballero Corazon de Acero” pero incluso todo eso fue en vano. Sir Weimar sólo pudo decirle que Langley era un trabajador de Timothy y que los nuevos miembros de la patrulla también eran todos sus lacayos. Además, la caza de brujas era orden personal de Su Majestad, por lo que incluso Sr Pail, el Ministro de Justicia no pudo atestiguar en contra.
Hill decidió que haría pagar al nuevo rey, sin anticipar que sus antiguos compañeros de la compañía acrobática lo apoyaran. Sin embargo, como un grupo de acróbatas sin ningún tipo de experiencia de combate, riqueza o tropas bajo su mando, era casi imposible para ellos llevar a cabo su vendetta contra el Rey. La única manera posible que Hill pensó que podía hacerle daño era recolectar información sobre Timothy y dársela a sus enemigos, como la Reina de Clearwater García Wimbledon. Para eso, todos se habían unido a diferentes grupos de ratas callejeras, y decidieron recoger cualquier pista que pudiera encontrar sobre el nuevo Rey.
Ésa era también la razón por la cual él supervisó en secreto todos los movimientos de Theo. En caso de que Timothy quisiera deshacerse de los refugiados, tenía que tratar de detenerlos tanto como fuera posible. Pero él era demasiado lento antes de que pudiera tomar acción, la plaga demoníaca había estallado, y Theo suspendió el transporte de los refugiados. Pero hoy, Hill descubrió que habían comenzado la operación una vez más. Y para investigar, se disfrazó como un refugiado y logro mezclarse completamente con la multitud. Su descubrimiento resulto que Theo a quien estaba sirviendo en realidad era a Roland Wimbledon, el cuarto príncipe del Reino de Graycastle.
Quién, sin duda, como competidor calificado del Trono de Graycastle, era también un enemigo de Timothy.
Probablemente a los ojos de Hill, siempre y cuando se le permita matar al nuevo rey, ni siquiera se encogería de trabajar para el Diablo.
“Bien, la última pregunta. Al mezclarse en la multitud para hacer preguntas discretas sobre las noticias, ¿nunca se te ocurrió que podrías infectarte?” preguntó Théo con interés. “Nunca pensé que una persona con tanta venganza y un objetivo claro arrojaría su vida tan fácilmente”.
“Tengo el antídoto”, confesó Hill. “Está escondido en un bolsillo de mi ropa interior. Todos los socios de mi grupo me pasan la mayor parte de las posesiones de su familia para que yo las compre desde el mercado negro”.
Theo extendió la mano y buscó en sus bolsillos, pescando un frasco transparente de un dedo, que estaba lleno de un líquido azul. Se lo entregó a Iron Axe y luego dijo: “Ese debe ser el Santo Elixir de la Iglesia. Creo que Su Alteza Real estará interesada en algo como esto”.
“Esta persona …” Iron Axe recibió el frasco y luego preguntó: “¿Qué planeas hacer con él?”.
“Bueno” dijo Theo, tocándose la barbilla, si fuera un momento normal, sin la posibilidad de verificar la autenticidad de sus palabras, sólo podríamos elegir el método más seguro y enviarlo directamente en su camino. Sin embargo, en este momento, hay alguien en el campamento que puede juzgar si esta diciendo la verdad o esta mintiendo: “Quiero pedirle a la Señorita Nightingale que verifique sus palabras”.
…
Más tarde, en ese mismo día, de noche, Theo regresó al Trompetista Oculto.
El espíritu de Black Hammer, evidentemente, no era muy alto, con la propagación de la epidemia reciente, su negocio había caído tan bajo que estaba a punto de la quiebra. Y si eso ya no fuera bastante malo, Silver Ring y Pots también se infectaron, lo que intensificó su inquietud varias veces.
Hill, como si nada inusual hubiese ocurrido, se sentó ligeramente tieso en el lado opuesto de Theo.
Theo puso una leve sonrisa y tiró una bolsa de royals de oro delante de Black Hammer. “Realmente no hay razón para que estés tan deprimido. Tengo buenas noticias y también tengo una oferta de negocios para ti”.
Después de contar las monedas y de guardarlos, Black Hammer abrió la boca y dijo débilmente, “Actualmente no tomaremos ningún trabajo. Ahora que la peste demoníaca esta enloqueciendo, ¿quién sería tan tonto como para salir afuera? Todo este dinero ni siquiera es suficiente para comprar el Santo Elixir. ¿No sabes cuánto tienes que pagar para comprar incluso una botella de medicina en el mercado negro? ¡Al menos 25 royals de oro!”.
“Qué casualidad” dijo Theo riendo. “Este negocio del que estoy hablando también tiene que ver con la compra de medicinas” hizo una pausa “…una medicina especial para hacer frente a la peste demoníaca”.