El imperio Leville.
—No entiendo lo que piensa madre, está muy obsesionada con poder controlar el núcleo de ese árbol —Había dicho el segundo príncipe del imperio Leville llamado Soyo.
—Oye, no vayas a decir eso en frente de madre, ya sabes lo loca que se volvió después de la muerte del emperador en las manos de imperio Flamee.
—Además no estoy en desacuerdo con madre por tratar de conseguir el núcleo de ese árbol, ya que si obtenemos ese núcleo vamos a poder vengar a padre —esto había dicho el primer príncipe llamado Teryes.
—Bueno, si ese es el motivo por el que madre quiere conquistar el reino elfo no me opongo —Dijo Soyo
—He estado escuchando rumores de que el reino demonio del norte se está preparando para la guerra.
—Dios, otro motivo por cual conseguir ese núcleo, si nos hacemos con el núcleo, podemos obtener un gran poder y derrotar a los demonios y al imperio Flamee —Dijo Teryes.
Una vez llegaron a la sala donde se encontraba la emperatriz, dijeron…
—Madre nuestra, que es lo que deseas de nosotros tus hijos.
—Cuanto tiempo sin verlos hijos míos, después de todo se la pasan entrenando su artes marciales y dejan a su madre sola —decía con una cara de puchero Selim.
—Madre, siempre estas con el general del ejército para que te cuide y no estés sola… así había dicho Teryes, el primer hijo y el heredero a la corona.
—¿Para qué nos llamas madre? —dijo soyo, el segundo hijo.
—Como ya saben hijos míos, le he declarado la guerra al reino Elfo y si me entregaban el núcleo prometí no atacarlos.
—Todavía estamos esperando su respuesta.
—Preferiría que me entregasen el nucleó sin tener que invadir su país, así apenas consigamos ese núcleo partimos para invadir al imperio Flamee…
Ambos hijos dijeron con una cara de maniáticos…
—Nos encantaría ver destruido al imperio Flamee.
—Vaya, vaya, me gustan esas caras, tendrían que tener esas expresiones siempre, con esa expresión me parecen más tiernos, hijos míos.
Mientras hablaban, golpean la puerta con fuerza y la emperatriz Selim dice…
—Como osan interrumpir la charla con mis hijos.
—Perdone mi intromisión su majestad.
—que es lo que lo trae por acá mensajero —Había dicho Selim con una expresión Maniática.
—Mi señora, voy a leer la carta que acaba de mandar el reino elfo.
—Oooo, así que al fin esos seres inferiores decidieron rendirse ante mí y entregarme el núcleo de ese árbol feo y musgoso.
El mensajero decide leer:
El reino Elfo acepta su declaración de guerra y contamos con el apoyo del reino Orbis, nuestro leal aliado y desde este momento no aceptamos más que nuestra raza élfica sea esclavizada y violada por ustedes los humanos. Prepárense, porque vamos a oponernos de una manera violenta para aquellos quienes atenten contra la vida de nuestra gente.
Aprobado por el sello del reino Elfo y el reino Orbis.
—Maldita raza inferior como se atreven a hablarnos así, encima de que les mostramos misericordia, deciden oponérsenos de esta manera, además, quien mierda conoce a ese tal reino Orbis.
De repente la emperatriz Selim decide usar la magia de control de objeto y manda una espada hacia el mensajero, haciendo que la espada le quede clavada en la cabeza y su cuerpo había quedado colgado en la pared, mientras estaba clavado a la pared por la espada, la sangre caía desde su cabeza al piso.
Después de presenciar esto, Teryes el hijo mayor, les da la orden a las sirvientas de que lleven el cuerpo muerto del mensajero afuera.
—Madre cálmate, después de todo no creo que los elfos tengan el poder suficiente para enfrentarnos.
Selim mira con una cara diabólica a su hijo Teryes, en ese momento Teryes se asusta y decide tragar saliva.
—Tienes razón hijo.
Después de decir eso, la emperatriz decide calmarse y sentarse en su trono.
A los segundos decide hablar Soyo…
—Madre propongo que no seamos temerarios en este guerra, debido a la intervención de ese nuevo reino.
—Es raro que el reino elfo tenga tanta confianza en ir a la guerra, pero, después de la aparición de este reino tienen mucha confianza y hasta aceptaron la declaración de guerra, no lo cree madre.
—Cállate hijo, no me hagas poner más loca de lo que estoy, es por eso que no eres el heredero.
—De seguro debe de ser un nuevo país o simplemente un reino bárbaro.
—Bueno, lo importante es que tenemos ganada esta guerra —Así había dicho la emperatriz con una sonrisa malévola.
—Hijos míos, quiero que vallan y comanden a nuestro ejército.
—Vallan y tomen el núcleo de los elfos.
—También quiero ver a todos esos elfos esclavizados por seres superiores como nosotros.
Nota: la magia de control es una magia no elemental de nivel 5.
Continuara.