MRTM – capítulo 12

Un gran poder.

Antes de la llegada al reino Elfico.

Mientras Yossu mira desde atrás a Izet, se pone a pensar que la vampira seria su hija, ya que él fue quien creo a Izet y  tendría que llamarla hija.

No, no, quedaría muy raro llamarla hija siendo que no estamos conectados biológicamente.

Ahora que lo pienso estoy muy emocionado por descubrir nuevos reinos y ver que razas vamos a encontrar en este mundo, aunque podría no haber otros seres más que nosotros.

Después de todo, capaz que fuimos enviados por dios para poder poblar este mundo.

No, puede haber una posibilidad de que haya gente en este mundo.

Estar solos en este mundo sin nadie fuerte con quien pelear y probar mis habilidades sería muy aburrido.

De repente se siente algo.

Vaya, vaya, siento un gran poder hacia el Noreste. Digo en voz baja.

¿Será alguien o algo?

Majestad, ¿puede sentir ese poder?

Claro que sí.

¿Cuáles son sus órdenes?

Es una orden muy obvia. Dice Yossu mientras se ríe.

Avisa, que nos dirijamos hacia el noreste, a ese gran poder.

Mientras el barco se dirigía hacia el noreste, Kuro y Ela se acercan a Yossu.

Su majestad, nos permite preguntarle algo.

En ese momento, se acerca Izet y dice… como osan hablarle directamente al rey dios sin hacerle una reverencia.

No ven que están frente a un dios.

Izet hija mía, no hay problema.

Por ahora lo voy a dejar pasar, pero, para la próxima vez tienen que bajar la cabeza siempre que se dirijan a alguien de mayor status.

Como usted diga su majestad

Izet estaba tan sorprendida de que la persona que más admiraba, se dirigiera hacia ella como hija.

¿Por qué esa cara de sorprendida Izet?

Solo que me sorprendió que su majestad me llamara hija.

No te preocupes por eso, después de todo fui yo quien te creo.

Izet estaba tan feliz por las palabras de Yossu.

A por cierto, que querían preguntar Kuro y Ela.

Ela dice en voz alta, usted es Zero.

Jajaja, así que se dieron cuenta.

Gracias a su majestad mi cuerpo se siente tan bien.

Ya veo gracias.

De pronto, Kuro se arrodilla y dice en voz alta…

Le gustaría venir a nuestro casamiento, sería todo un honor poder contar con su presencia en nuestra boda, majestad.

Gracia a usted varias personas apoyan nuestra boda y ha decidido asistir.

No hay problema, seguro asistiré, ¿Cuándo es la boda?

La Boda teníamos planeado hacerla un día después de volver de la expedición… había dicho Ela.

Bueno, ese día asistiere a su boda, espero no incomodarlos.

No se preocupe su majestad no nos podría incomodar.

Sería sorprendente tener a un dios y su protección en el casamiento.

Si es así, entonces está bien por mí.

De repente, viene una demonio y dice haber visto una ciudad en un bosque gigante.

Cuando me acerco a la punta del barco, podía ver que el gran poder provenía de un árbol gigantesco.

Traten de no mostrar signos de agresividad, si no, podríamos entablar un conflicto con este reino, había dicho Izet.

Parece que alrededor de la ciudad había una barrera de árboles, que protegían a la gran ciudad.

Bien, dirijan el barco hacia lo que parece ser el palacio de este reino.

Están muy rodeados de naturaleza.

Yossu conocía perfectamente que solo había una raza civilizada que podría vivir en un ambiente con mucha naturaleza.

Los elfos.

Continuara.