Capítulo 6
La Iglesia de la muerte
El sol se estaba poniendo y la luz cada vez era menor; aun así, Kai estimaba que llegaría antes de que el último rayo de luz desapareciera del cielo.
Ya había recorrido una gran distancia a galope, pero ahora estaba en un sendero sinuoso que partía del camino principal, si lo seguía, al final llegaría a la iglesia; eso decía el mapa. El caballo relinchaba por lo pedregoso y difícil transitar del sendero, aparte, su empinado obligaba a usar más fuerza para subir por él.
— ¡animo amigo, tú puedes!
Kai solo podía darle ánimos al caballo para que siga adelante, gracias a él había logrado llegar tan rápido. Al terminar de subir el sendero empinado y rocoso llego a un camino más amplio que rodeaba la iglesia. Ese camino se extendía a lo lejos hasta salir del mapa que tenía en sus manos, Kai dedujo que llegaba hasta otro país; en el mejor de los casos sería un país humano.
— parece completamente abandonada…
El sol daba sus últimos rayos de luz y delante de sus ojos se encontraba una iglesia a medio destruir con un campanario, encerrada por una barda de rejillas de acero ya oxidadas y destruida por ciertos de lados. Dentro, lapidas y esqueletos se encontraban esparcidos por todo el terreno dando una sensación sombría.
Con las grandes puertas de madera que dejaban ver desde afuera los bancos de madera podrida guardados en su interior, parecía ser un lugar maldito, pero Kai no era un hombre supersticioso, para él, solo era un lugar desolado y viejo. Aun así, seguía siendo un techo sobre su cabeza y un lugar donde estaría oculto de los peligros del bosque.
Lo único que no podía negar es que sentía una gran repulsión; provocando una sensación desagradable. El caballo estaba notablemente nervioso y asustado.
— shiiiii calma… calma… —intentaba calmarlo acariciando su cabeza — espera aquí amigo; iré a mirar dentro para ver si podemos pasar la noche en este lugar.
Kai no creía en espíritus ni fantasmas; mientas no viera un ser de cuerpo que pueda hacerles daño ese lugar no dejaba de ser simplemente desolado y tétrico. Atando las riendas del caballo a la reja principal se acercó con destino al interior de la iglesia, pero en el camino se percató que varios de los esqueletos vestían armaduras y aun lado tenían armas oxidadas; no pudo evitar sentir una sensación extraña y por instinto cogió el escudo y la espada bastarda.
Una vez ingreso; vio que no se encontraba nada dentro, fuera de múltiples esqueletos similares a los que estaban por derredor. Continúo inspeccionando el interior.
— parece que hubo una intensa batalla en este lugar, incluso aquí hay esqueletos—comentó para sí.
Mirando detenidamente estos parecían aun estar en descomposición, tenían el brillo característico de la carne putrefacta aun húmeda sobre ellos y algunos incluso tenían carne pegada en los huesos.
— ¿qué es eso?
A pesar de que sus ojos le decían que no había nada en pie, no podía dejar de sentirse intranquilo por lo que procedió con cautela. En el centro, donde se encontraba el auditorio en el que impartiría el sermón; resplandecía de una luz dorada que se abría paso atreves de las grietas en el suelo. Era como una luz de esperanza cálida que emanada dentro de la fría oscuridad absoluta.
En ese instante las puertas de la entrada de la iglesia se cerraron y el relinchar del caballo se escuchó. Kai volcó inmediatamente a mirar en esa dirección; de pronto los esqueletos que deberían estar inmóviles comenzaron a ponerse de pie. Kai no tuvo tiempo de intentar encontrar una explicación lógica, instintivamente, se puso en posición de lucha; para él; era claro que para poder salir debía eliminar los esqueletos de la puerta.
— si estos esqueletos se mueven, los de afuera también…
Estaba preocupado por el caballo, atado; era presa fácil. Si no se apresuraba perdería su único medio de transporte.
—“Esqueleto Guerrero nivel 40” no puede ser…
Kai no pudo evitar sentirse abrumado; en un segundo entendió que se encontraba en una situación de muerte segura. Su mente se agito mientras veía como los esqueletos se ponían de pie uno por uno, en instantes diviso una vía de escape alterna; a una gran altura se encontraban unas ventanas a los costados de la puerta. La ventana de la derecha tenía cerca un candelero colgado del techo por una cadena, era similar a una rueda de carosa con velas. Pero cuando su mente estaba distraída calculando la posible ruta de escape, sintió un frio en su espalda como si todo el calor hubiera sido extraído del ambiente. Al darse vuelta dentro de si algo gritó “chaqueta de hierro”; a medida que se volteaba levanto el escudo guiado por la magia.
— ¡chaqueta de hierro!
Pudo sentir como su cuerpo se volvió increíblemente pesado y duro; acto seguido vio la enorme oz que impactaba contra su escudo. El choque de metal con metal desprendió chispas de gran tamaño iluminando en la oscuridad; el impacto fue tan fuerte y pesado que lanzo a Kai por los aires. Este reboto por el suelo hasta que se estrelló contra la pared de la iglesia, durante su trayecto se encontraban múltiples bancos de madera, pero no eran lo suficientemente resistentes para frenar su avance descontrolado, atravesando todos los bancos de madera, los cuales se destrozaban con el impacto; fue mermando la fuerza.
Su hombro y brazo izquierdo que sostenía el escudo estaban completamente inutilizables. Entonces lo vio con su ojo bañado en sangre la cual emanaba de su cabeza; un ser que flotaba con una enorme oz de un acero negro como la noche, sostenida por unas manos huesudas despojadas de carne y una túnica de un negro brilloso. Por cabeza tenía un cráneo blanco con cuencas vacías, “Nigromante no-muerto nivel 50” el enorme ser comenzó a reír
— jha jha jha.
Era una risa fría que solo mostraba maldad, de pronto su cráneo se prendió con un fuego azulado en partes brancas y los esqueletos comenzaron a moverse para atacar a Kai.
— ¡es todo o nada!
Kai corrió con tanta velocidad como pudo sacar de su herido cuerpo, a sabiendas de que su habilidad física no bastaría; concentro magia en sus piernas.
Ahora estaba feliz de haberse toma el tiempo experimentando, y daba gracias por su espíritu perfeccionista que lo movió a no detenerse hasta que logro su objetivo.
Estas resplandecieron de un color dorado y con todas sus fuerzas salto; aunque, solo con una mano llego a alcanzar el candelero. Sujetándose de las cadenas que colgaban de él, en acto seguido, Kai comenzó a mecerse con el movimiento de sus piernas, en ese instante, sintiendo un punzante y agudo dolor en su pierna izquierda, era una flecha; la cual había atravesado su muslo.
Kai, cada vez se mecía con mayor velocidad cargando el movimiento de energía cinética, de pronto, el calor lleno la habitación llamando su atención; al mirar el origen de la luz amarillenta que ilumino el interior de la iglesia, el espectral ser tenía una bola de fuego en la punta de su huesudo dedo. Kai siguió meciendo el candelero aun sintiendo como las flechas se clavaban en sus piernas y muchas otras rebotaban del escudo en su brazo inútil; este había evitado que lograran incrustarse en su torso.
La bola de fuego se disparó y Kai soltó el candelero intentando llegar a la ventana con la fuerza del columpio de su cuerpo. Poniéndose de costado mostrando el escudo se encogió intentado oculta la mayor parte posible de su cuerpo detrás de este.
La bola impacto el candelero y exploto, tal fue la magnitud de la explosión que Kai fue tragado por las llamas unos segundos; pero el impulso que recibió de la ola de choque fue lo que necesito para atravesar la ventana. Cayó al suelo aturdido y desorientado; por el impacto de la explosión y el golpe contra el suelo. Su vista se tornaba borrosa, había atravesado algunas lapidas destrozándolas antes de detenerse completamente; aun así, logro ubicar a su caballo, el cual pegaba patadas desesperadas por librarse de los no muertos que cortaban con sus espadas, pero la piel y los músculos del animal eran duros y las espadas oxidadas hacían cortes leves. A pesar de su estado de confusión entendía que la única manera de salir de ahí era con su caballo, ahora que estaba herido no podría escapar por su propia cuenta, más aún con sus piernas arruinadas.
Pero salvar el caballo no era tarea fácil ya que se encontraba rodeado de no muertos de nivel 25 a nivel 28. Apretó los dientes y la sangre salpico de su boca; todo su cuerpo ardía. Podía sentir las flechas clavadas en sus piernas y el dolor agudo que le provocaban el moverlas.
— ¡Justicia!
Gritó con fuerza intentando despejar su mente del dolor y pudo ver un aura maligna y oscura como el abismo que emanaba de los no-muertos. Aceleró y su puño derecho que resplandecía con magia sagrada impacto en el cráneo del no-muerto más cercano convirtiéndolo en polvo, cogiendo la espada oxidada avanzo arrastrando una de sus piernas la cual tenía incrustado el mayor número de flechas. Alrededor de su caballo, los no-muertos eran lentos, pero Kai estaba muy herido y se movía más lento que ellos, cuatro no muertos lo rodearon y cuando estuvieron lo suficientemente cerca activo su Skill.
—Danza de espadas.
Las doradas espadas fantasmales salieron y barrieron con todos los muertos que se encontraban cerca de él, pero el caballo todavía estaba rodeado y no podía acercarse más; el peligro aumento más cuando los esqueletos del interior de la iglesia salieron estirando las cuerdas de sus arcos listos para disparar sus flechas. “congregación sagrada” como guiada por una fuerza invisible al igual que muchas veces en el pasado, cayó sobre su rodilla izquierda y clavo la espada oxidada en el suelo mientras gritaba
— ¡congregación sagrada!
Entonces el suelo comenzó a arder con pequeñas llamas doradas y una columna de luz se expandió desde la espada cubriendo una gran área; las flechas chocaron contra esta y cayeron al suelo, algo similar a un muro transparente la luz evitaba que cualquier cosa lograra atravesarlo. Los no muertos dentro del rango de su magia, pisaban el suelo y comenzaron a retorcerse antes de convertirse en polvo en medio de gritos de agonía, pero para Kai era diferente. Poco a poco sintió como el dolor se desvanecía y logro ponerse de pie; corto la rienda y monto. Solo entonces el caballo salió con gran fuerza; abriéndose paso atreves de las filas de no-muertos; galopando, salió al camino y continuo por este hasta que la iglesia solo era un punto oculto por la negrura de la noche
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Un golpe seco lo despertó; lo primero que vio, fue el cielo con los primeros rayos de sol ente la copa de los árboles y el sonido de las pisadas del caballo que se acercaban. En pocos segundos la cabeza del caballo estaba sobre su rostro revolviendo su cabello con su boca.
Desconocía el tiempo que habría permanecido dormido sobre el caballo, pero agradecía que el golpe de la caída no fuera tan fuerte.
— ¿Regresaste por mí?; buen chico… — dijo mientras que acariciaba su cabeza.
Kai cerró los ojos y comenzó a conjurar.
— Copa que recoge agua del rio de la vida, cáliz que sirve a los dioses, derrama aquí tú curación ¡Cáliz de vida!
Al abrir sus ojos divisos el cáliz desaparecer y sintió su cuerpo completamente restaurado, al sentarse pudo ver las fechas tiradas alrededor de sus piernas; el caballo estaba inquieto empujándolo con su cabeza por su espalda; intentaba forzarlo a ponerse de pie como a un potro recién nacido.
— Tranquilo amigo, ya estoy bien — dijo Abrazándolo; mientras lo acariciaba nuevamente recito.
— Copa que recoge agua del rio de la vida, cáliz que sirve a los dioses, derrama aquí tú curación ¡Cáliz de vida!
Entonces las heridas del caballo desaparecieron.
— Vamos amigo… — exclamó mientras lo montaba.
Decir que tenía suerte no hacia justicia, si en este mundo existía un Dios, esto sin duda era obra suya. Él no era tan vanidoso como para decir que lo había logrado sin ayuda.
El simple hecho de tener algo en su interior que le advertía del peligro ya era una ayuda más que considerable. Pero, aunque quería expresar su gratitud no sabía a quién dirigirla.
Con esos pensamientos en su mente siguió adelante.