GDK – Capítulo 1023


Capítulo 1023: Vinieron y se fueron


Zovic no le informó al resto en la Franja sobre el peligro latente y en lugar de notificarles sólo los cinco Zombis de Élite en la Exópolis sabían de esto. Como Han Shuo, Han Jin parecía realmente casual sobre todo el asunto. “Sólo deja que vengan”. Como el padre loco, el hijo loco.

La batalla en el Dominio de la Tierra continuó intensificándose. Los peleadores de los siete dominios chocaron en un enorme desorden, pero los Guardianes Demoníacos Han jugaban el papel más importante en esa pelea. Salas, Wasir y los otros dioses fugitivos también se desempeñaban realmente bien, lo cual no era de sorprender para los dioses que habían sobrevivido a la caótica batalla en la Franja. Eran despiadados y no tenían miedo, mostrándole a Yarus como se veía el verdadero salvajismo.

Los subordinados de Fernando del Dominio del Espacio todavía tenían que participar en la batalla para asegurarse de que sus aliados fueran capaces de responder rápidamente a cualquier situación que necesitaran. Después de todo, si los Dominios de la Luz, Vida y Agua pudieron atacar por sorpresa al Dominio del Destino y los Dominios de la Tierra, Viento, Trueno y Fuego pudieron lanzar un ataque sorpresivo en la anterior alianza en su ausencia, también había una buena oportunidad de que los Dominios de la Oscuridad, Muerte y Destrucción fueran atacados en cualquier momento.

Para prevenir que ellos fueran tomados por sorpresa, decidieron dejar a los peleadores élite del Dominio del Espacio para que tomaran el papel de apoyo. Siendo practicantes de la energía del espacio y teniendo matrices de transferencia espacial, serían capaces de responder rápidamente si cualquiera de sus territorios era atacado.

Por no mencionar, los dioses del Dominio del Espacio también estaban a cargo de transmitir noticias entre sus aliados. Quien le llevo al Zovic las noticias de los atacantes por llegar no fue otro que el propio McKinley. Una vez que este envío el mensaje, inmediatamente contactó a los otros dos señores de la ciudad para reunir refuerzos para ser enviados a la Franja inmediatamente.

En el punto más alto de la batalla en el Dominio de la Tierra, los invasores de los Dominios de la Luz, Vida y Agua finalmente llegaron a la Franja. En sólo siete días, hicieron su camino hacia el Exópolis.

En las murallas de la misma estaban de pie Han Jin, Han Shui, Han Mu, Han Huo y Han Tu en una formación pentagonal, cada uno se hacía cargo de un lado de los muros defensivos. Una figura tras otra también apareció de la matriz de transferencia espacial dentro de la ciudad que eran los dioses del Dominio del Espacio. Inmediatamente, se teletransportaron a cualquier lugar donde hubiera una brecha defensiva.

“Oh, ¿por qué están todos aquí?” Han Jin le preguntó a McKinley, quien repentinamente se teletransportó a su lado.

“Jaja, apoyar a los dominios de nuestros aliados es nuestra responsabilidad. Ahora que los otros tres dominios están bien mientras ustedes están siendo atacados, naturalmente debemos venir. ¡Aunque, si cualquiera de los otros tres dominios también están bajo ataque, yo todavía vendría a la Franja para ayudarlos!”

McKinley tenía una historia interesante con la Casa Han. Han Shuo incluso había ofendido a Azdins en su beneficio al destruir a Gyál, uno de los tres Guardianes de la Luz. Desde entonces, realmente era cercano a la Casa Han.

“Han Jin, déjame presentarte a Karey. Está aquí específicamente para manejar a Gyál. Naturalmente, también pelearé con Gyál, pero me temo que no soy su oponente”, dijo McKinley mientras le presentaba a Han Jin un anciano de cabello blanco con una barba larga. Era un cultivador espacial quien había viajado a través de largas distancias del espacio por las órdenes de Fernando para pelear con Gyál.

“Ah, ¡encantado de conocerte!” Han Jin lo saludó cálidamente. “Parece que Gyál va a morir de seguro en esta ocasión”.

Tanto McKinley como Karey rieron mientras giraban para observar las fuerzas enemigas que se acercaban desde la distancia. “¿Cómo deberíamos lidiar con ellos?”

“Sólo observa. Está a punto de iniciar”, dijo Han Jin con una risa. Repentinamente, gritó en voz alta. De las cuatro otras direcciones en la Exópolis, Han Shui, Han Mu, Han Huo y Han Tu respondieron. Luego, Han Jin salto al frente, hacia un agujero que se abrió en la tierra, antes de ser envuelto dentro de este.

Al momento en que cayó en la tierra, toda la Exópolis se sacudió y pareció gemir. Subsecuentemente, el suelo se abrió en el medio de las fuerzas de la Luz, Vida y Agua, dejando salir incontables pinchos afilados que empalaron a muchos dioses. Lava caliente inmediatamente salió y prendió fuego por todo el lugar. Hubo muchas explosiones entre las filas enemigas que resultaron en largas columnas de humo alzándose al cielo y oscureciendo cualquier luz. Entre las nubes oscuras, rastros de luz destellaron mientras carámbanos de hielo caían desde el cielo, empalando todavía a más dioses enemigos. ¡Era como si el mundo estuviera terminando!

Los Cinco Zombis de Élite utilizaron su Formación No Muerta de los Cinco Elementos al máximo, operándola como una máquina de matanza. No perdonaron a nadie que pudieran asesinar, enviando alma tras alma para que se elevara en el cielo. Incluso aunque McKinley y los otros cultivadores espaciales tenían un plan para repeler al enemigo el cual querían transmitirle a Han Jin antes de la pelea, pero no esperaban que este simplemente entrará inmediatamente en la contienda. No sólo eso, no veían a nadie en la Exópolis lanzando esos ataques.

“¡Santo cielo! ¡¿Qué está ocurriendo?!” El usualmente bien portado Karey no pudo evitar maldecir cuando vio eso.

McKinley sacudió su cabeza en resignación y suspiró. “Te dije que la Casa Han es aterradoramente poderosa. Finalmente me crees, ¿verdad?”

Karey salió de su estupor. “Pero esto es un poco loco, ¿no es así? ¡Ni siquiera puedo ver quien está haciendo el ataque! ¿No es esta clase de poder algo que está en la liga de los Dioses Supremos con el Epítome? ¿Estoy atrasado debido a que me fui del Elysium hace mucho?» Después de vacilar un poco, Karey giró hacia McKinley con una mirada solemne. “¿Están rompiendo alguna regla? ¿Los Dioses Supremos con el Epítome se unirán directamente a la batalla?”

“¿Cómo podría saber?”

Desde la última batalla en la Exópolis, Han Jin tuvo un enorme incremento de poder de la explosión de los cristales de energía. Los otros cuatro también obtuvieron orbes arcanos refinados con las almas de dioses supremos incompletos. Por no mencionar que después de que la Formación de Recolección del Yin Místico del Noveno Reino se completó, también obtuvieron algunos beneficios de esta. Gracias a la enorme cantidad de Yin Místico en el Pandemonio y sus orbes arcanos, se las arreglaron para hacer un rompimiento. En ese día, los cinco no eran más débiles que los dioses supremos incompletos y trabajando juntos usando su Formación No Muerta de los Cinco Elementos sólo incrementaban sus poderes muchas veces.

Siendo formas de vida únicas, los Cinco Zombis de Élite eran capaces de fusionar la energía elemental yuan que cultivaban con las fuerzas fundamentales de este mundo, permitiendo que sus poderes se elevarán a semejantes alturas, ese era el por qué Han Shuo no estaba muy preocupado sobre los invasores que se acercaban. No fueron sólo McKinley y Karey, los otros dioses en la Exópolis no podían creerle a sus ojos. Mientras esos cinco raramente caminaban en público, muchas personas sabían quiénes eran realmente. Incluso así, no esperaban que ellos fueran poderosos a ese extremo.

“¡Lord McKinley, las élites del Dominio del Destino han lanzado un ataque! ¡Están invadiendo la Franja!” alguien le reportó a McKinley a través de su espejo mágico. Él inmediatamente preguntó por más detalles y descubrió que muchos cultivadores élite del destino se las habían arreglado para evadir los ojos de los cultivadores espaciales que vigilaban la llegada a la Franja, que estaba localizada entre los Dominios del Espacio y Destino. No se encontraban lejos, así que los cultivadores del destino fueron capaces de comenzar su ataque.

“Hey, parece que el Dominio del destino va a utilizar esta oportunidad para tomar la Franja”, McKinley le dijo a Karey.

“También hay una oportunidad que vayan tras las fuerzas de la Luz, Vida y Agua. Ellos fueron quienes lanzaron primero un ataque en el Dominio del Destino”, dijo Karey, “pero como han hecho las cosas, es muy probable que traten de tomar ventaja de toda la situación y dar un golpe tanto a la Franja como a la alianza”.

McKinley sonrió. “¡Hmph! ¿Piensan que pueden abalanzarse y tomar ventaja de nosotros? ¡Veamos si pueden hacer su camino hasta nosotros!”

“¡McKinley, no seas impulsivo! ¡Las fuerzas unidas de la Luz, Vida y Agua no fueron capaces de ganar en la frontera del Dominio del Destino incluso cuando ellos atacaron primero! Nosotros quizás no seamos rivales para ellos. ¿Por qué en su lugar no enviamos a las élites de los Dominios de la Muerte, Destrucción y Oscuridad que están en espera de ser refuerzos?”

McKinley se tranquilizó ante el recordatorio, pensando y aceptando. “Este es el movimiento más seguro por hacer. ¡Hagamos eso entonces!”

“Lord, Lord, los cultivadores del destino están dando la vuelta”, reportó nuevamente alguien a través de un espejo mágico.

“¡¿Qué?!” gritaron McKinley y Karey. Giraron para ver el caótico campo de batalla e instantáneamente entendieron el por qué. Si estuvieran en sus zapatos, definitivamente también darían la vuelta y correrían al ver semejante devastación.