GDK – Capítulo 1016


Capítulo 1016: Uniéndose a un ataque en grupo


Fernando asintió y causó que otro camino multicolor apareciera sin hacer parecer que estaba utilizando alguna energía espacial, por donde apareció Han Hao.

“Padre, ¿por qué estás aquí?” preguntó mientras observaba a los otros. Caminó en silencio hacia su padre y asumió una posición a su lado.

La aparición de Han Hao causó que las expresiones de los otros dioses supremos cambiarán visiblemente. Parecían saber que Han Hao había formado un nuevo Epítome en la Franja, pero no se habían encontrado en persona con él antes, mantenían su guardia alta mientras lo observaban.

Han Shuo no respondió a su pregunta y giró hacia Althea con desaprobación. “¿Por qué incluyes a Han Hao? ¿Qué tiene que ver esto con él?”

Abrir Aethernia era un asunto realmente peligroso y Han Shuo quería manejar el riesgo él solo. No iba a dejar que su hijo se uniera en ese peligroso viaje.

“Tiene un nuevo Epítome. Cualquier Dios Supremo con el Epítome está obligado a pelear con ELLA”, Althea dijo tajante, “por no mencionar, ella definitivamente ira tras Han Hao después de volver a emerger de Aethernia. Involucrarlo es por su propio bien”.

“Es cierto. Aquellos con el Epítome deben trabajar juntos. Necesitamos todo el poder que podamos reunir”, Azdins, el Dios de la Luz dijo con aprobación.

Después de un resoplido helado, Han Shuo no dijo nada más y pensando por cuenta propia.

“La batalla de los dioses no puede continuar retrasándose. Ahora que nos hemos reunido, vamos a repasar las reglas de la batalla con los dos recién llegados”, dijo Althea. “Estoy seguro de que todos entienden que no tenemos permitido participar personalmente en la batalla y sólo podemos guiar a los participantes, ¿cierto?”

Althea frunció el ceño y giró hacia padre e hijo. “Estas son las reglas para aquellos que tienen el Epítome, todo por el bien de nuestro beneficio. No nos haría ningún bien para nosotros si se crea mucho caos por romper las reglas. ¿Ustedes tienen algún problema con eso?”

“No”, dijo Han Shuo mientras se encogía de hombros. Han Hao inicialmente no dijo nada, pero asintió a regañadientes después de escuchar la respuesta.

La batalla de los dioses era algo fundamental para el poder de los Dioses Supremos con el Epítome, quienes podrían dominar fácilmente a los dioses normales. Al momento que se unieran a la contienda, toda la batalla podría cambiar en un instante, teniendo el potencial de interrumpir el flujo natural de la pelea.

Igual que los dioses guiaban las muchas formas de vida en este universo, los Dioses Supremos con el Epítome podían guiar a sus subordinados para su propio beneficio. Pero si se involucraban en la masacre de dioses normales, la reacción en cadena podría causar que todo el Elysium terminará como un páramo desolado. Por ejemplo, si Nestor, Amon y Cratos pelearan personalmente, podrían barrer a todos los dioses de los Dominios del Agua, Luz y Vida, al mismo tiempo, se podría decir que esos Dioses Supremos con el Epítome de esos dominios harían lo mismo como venganza. Nadie se beneficiaría de semejante resultado donde no quedarían dioses en el Elysium, causando que la generación de la fe ya no fuera posible y terminarían perdiendo el control de sus Epítomes.

Viendo a los dos aceptando las condiciones, Althea medito por un momento antes de continuar. “No me importa cómo elijan unirse a la pelea, no puedo detener que lo hagan. Pero una cosa debe decirse, nos estamos quedando sin tiempo, así que debemos iniciar pronto y terminar rápidamente”.

“Althea, ¿cómo pudo ese chiquillo formar un Epítome? Los nuestros fueron entregados por ella. ¿Es realmente posible formar los nuestros?” Monroe preguntó mientras le disparaba una extraña mirada a Han Hao. Los otros dioses también giraron para verlo, todos con una apariencia de tener preguntas.

Sacudiendo su cabeza, ella dijo, “incluso yo no lo sé. Su Epítome es en efecto único, muy probablemente por su forma de vida poco convencional. No es algo que yo pudiera predecir”.

“El tiempo se está acabando, así que debo enviarlos de regreso”, dijo Fernando cuando notó que la expresión de Han Shuo se volvía de molestia. Inmediatamente abrió los caminos una vez más apurando a los otros para que se marcharan.

La primera en irse fue la Diosa del Destino, Althea, seguida del Dios de la Luz, la Diosa de la Vida y el resto, dejando sólo a Fernando, Nestor, Amon, Cratos, Han Shuo y Han Hao.

“Creo que ahora deberíamos tener nuestra propia discusión”, dijo Nestor mientras giraba hacia Fernando.

“Instruiré a mis subordinados para que construyan matrices de transferencia espacial para enlazar los Dominios de la Muerte, Oscuridad, Destrucción, Espacio y la Franja. Las tres ciudades en mi dominio ya están listas. Una vez que las matrices estén completas, serán capaces de unir nuestros ejércitos en contra de los Dominios de la Luz, Vida y Agua en cualquier momento”.

“Muy bien. Con esta ventaja, seremos capaces de atacar y retirarnos como nos plazca”. Nestor entonces alzó una ceja y dijo, “sin embargo, no vamos a iniciar con el Dominio de la Luz”.

“Entonces, ¿a quién atacaremos primero?” Preguntó Han Shuo.

“¡El Dominio del Destino!” Dijo Cratos. “Todos estos años, ella ha observado fríamente mientras nuestros dominios pelean entre sí. ¡Desde qué dijo que incluso su dominio no será capaz de escapar a este destino, debemos dejar que pruebe el sabor de esto!”

El corazón de Han Shuo saltó un latido mientras giraba para observar a Nestor, Amon y Cratos. Fernando y Han Hao estaban igual de sorprendidos, sin embargo, no parecía que estuvieran bromeando.

“Muy bien. Iba a sugerir eso desde el inicio”, dijo Fernando, tomando una respiración profunda mientras algo de luz parecía regresar a sus ojos vacíos. «El único dominio que ha escapado del daño de la batalla de los dioses es el suyo en cada ocasión. Quien sabe que tanto poder se las ha arreglado para amasar en todos estos eones… ¡Desde qué tenemos la oportunidad de vengarnos, debemos hacer que pague!”

Han Shuo no pensaba que Fernando también tendría esa sugerencia. El favoritismo de la Diosa del Destino por su propio dominio los había hecho perder los estribos.

Los otros tres se miraron entre ellos a los ojos y abruptamente comenzaron a reírse. Nestor dijo, “desde que todos quieren ir, deberíamos comenzar a discutir los detalles. Bryan, oh, quiero decir Han Shuo, necesitaremos todo el apoyo de la Franja. Después de todo, el número de élites que tienes repentinamente se ha disparado”.

El concepto del paso del tiempo no parecía aplicar en ese espacio. Sólo después que charlaron por quién sabe cuánto tiempo y acabaron sus planes fue que Fernando personalmente los despidió.

Cuando se paró en el camino espacial, Han Shuo emergió justo sobre la Exópolis, la única ciudad de la Franja. Han Hao no fue con él y en su lugar le pidió a Fernando que lo enviara al Dominio de la Destrucción con Cratos. Como los cazadores de dioses eran dioses especiales que habían traicionado a sus respectivos dioses supremos, no podían generar fe con ellos, pero aun así eran necesarios. Han Hao todavía los necesitaba.

Han Shuo no tenía prisa por regresar al Pandemonio. En su lugar, sus encarnaciones fueron a buscar a Salas y Wasir en la Exópolis para pedirles que se prepararan para la llegada de las personas del Dominio del Espacio. Karey había actuado mucho más rápido de lo que él había imaginado, justo después de encontrarse con Salas y Wasir, él apareció en las afueras de la ciudad con un destello. Después de anunciar su identidad, entró y comenzó a discutir el asunto de la matriz de transferencia con los dos antiguos Soberanos.

“Salas, Wasir, trabajen con Karey para hacer que la matriz esté lista en poco tiempo”. Han Shuo no dijo nada más, dejándole todo a Karey antes de dirigirse al Pandemonio.

Diez años pasaron rápidamente, durante los cuales muchas matrices de transferencia fueron colocadas por toda la Franja y en los Dominios de la Muerte, Destrucción y Oscuridad. Ahora estaban completamente preparados para la guerra.

El cuerpo principal de Han Shuo ahora podía usar un súper espejo espacial para comunicarse con los otros tres Dioses Supremos con el Epítome en sus respectivos dominios. Esos días, estuvieron reorganizando sus fuerzas en uno, antes de su ataque inminente sobre el Dominio del Destino.

¡Pero durante semejante momento crucial, Han Shuo recibió palabras de Han Hao a través de su espejo mágico de que los Dominios de la Luz, Vida y Agua habían comenzado a atacar el Dominio del Destino antes que ellos! Era un evento completamente inesperado para todos los involucrados.

Al mismo tiempo, los Dominios de la Tierra, Viento, Trueno y Fuego anunciaron la formación de una alianza para atacar la alianza de los Dominios Vida-Agua-Luz mientras se encontraban lejos. Así fue como inicio una batalla de los dioses sin precedentes.