Capítulo 1013: Quiero ir a tu universo
En el fondo del vasto océano era de un azul radiante. Incontables criaturas nadaban por toda la cuna de la vida. Poco después de sumergirse, una voz vieja resonó en su alma y antes de que pudiera reaccionar, una luz azul destelló desde al agua frente a él antes de expandirse rápidamente, consumiendo a sus dos encarnaciones.
Se encontró a sí mismo viendo un sombrío cielo con un denso humo oscuro que oscurecía todo. El horizonte no podía verse por ninguna parte. Ni elementos ni edictos podían sentirse en este extraño espacio. Mientras sus dos almas extendían sus sentidos en los alrededores, encontró que no estaban atados por nada. Esos se extendieron a lo ancho y largo sin parecer tener restricciones, aunque no encontró nada. Era como si estuviera atrapado en un infinito espacio de nada.
“Finalmente, estás aquí”, dijo una voz vieja que llenó nuevamente todo el espacio. Repentinamente, luces vibrantes multicolores le dieron vida al desolado y monocromático terreno mientras las montañas se alzaban del suelo. El humo alrededor comenzó a disiparse, revelando incontables lagos, árboles, bestias y otros aspectos de la naturaleza. Era como si estuviera atestiguando el Génesis.
Sus dos almas que se habían extendido hacia los ilimitados límites retrocedieron de regreso a su cuerpo. En ese momento, observo los alrededores con confusión. Era como si el mundo hubiera sido llenado con vida y naturaleza en un solo instante. Era un mundo increíblemente realista.
“¡Dios del Espacio!” Las dos encarnaciones de Han Shuo dijeron al mismo tiempo, con uno viendo al cielo y otro hacia el suelo.
Gradualmente, una vaga aparición se formó en la niebla gris. El suelo se agrietó mientras el magma se alzaba al cielo antes de causar que la lluvia de fuego cayera, iniciando fuegos en el suelo que encendían más vívidamente el mundo. La forma de la aparición se volvió más y más definida hasta que se asemejó a un rostro viejo y arrugado sin un cuerpo – sólo con unos ojos vacíos y oscuros que no tenían rastros de vida.
Este mundo era suyo, un mundo que forjó con el edicto del espacio. Dentro de este, él era ‘el’ Dios todopoderoso. Cualquiera dentro de ‘Su’ dominio estaba gobernado completamente por ‘sus’ reglas.
En aquel entonces en la Franja, el Superior del Espacio también tenía su propio reino, a pesar de ser uno imperfecto que no tenía el menor rastro de vida en su interior, por lo cual al final cayó en los planes de Han Shuo. Aun así, Han Shuo podía ver vida dentro de este mundo. Todo lo que podía ser encontrado en el exterior también se encontraba allí. Con un barrido de su consciencia, instantáneamente fue capaz de decir que el mundo que creó el Dios del Espacio era uno resplandeciente y completo con todas las formas de vida, dándole la asombrosa realización de que allí, incluso los otros Dioses Supremos con el Epítome estarían impotentes ante él.
“Es cierto. Como has imaginado, aquí, incluso la Diosa del Destino está atada a mis reglas. Ese es el porqué los otros dioses supremos no se han atrevido a venir a mi océano para hablar directamente conmigo. Siempre eligen otros lugares”, el rostro flotante dijo con una sonrisa aterradora. “Nestor y los otros dos te pidieron que fueras quien me contactara debido a que saben que yo no te lastimaría. Incluso si saben que estoy aquí, no se atreven a venir ellos mismos”.
“¿Puedes leer mis pensamientos?” Dijo Han Shuo, ambas encarnaciones tenían expresiones de sorpresa.
“Ya dije que aquí yo soy el dios de este mundo. Cualquier otra forma de vida que entre en mi reino estará atada por mis reglas. Aquí, incluso puedo leer la mente de la Diosa del Destino, la tuya no es diferente. Aquí, soy omnipotente”, él declaró orgullosamente.
No era de sorprender que los otros tres no se atrevieran a ir a pesar de conocer su paradero. Han Shuo sonrió y dijo, “¿qué hay de la que yace en Aethernia? ¿Todavía seguirías siendo omnipotente si ella entra en tu reino?”
La expresión del rostro se volvió amarga después de mencionar a la Madre de Todo. Suspirando, dijo, “este mundo es sostenido con el poder del Epítome. Si ella lo reclama, mi mundo ya no existirá. Es por lo que estoy sufriendo del mismo contratiempo que Nestor y todos los demás. Si ella emerge, tú y nosotros doce no viviremos para ver otro día más”.
No había manera de que la Madre de Todo se diera por vencida con los Epítomes o que dejara que el practicante de las artes demoníacas andará libre. Han Shuo asintió y dijo, “¿asumo que me has estado esperando por mucho tiempo?”
“Es cierto, mucho más de lo que puedas imaginar”. El Dios del Espacio sonrió mientras sus ojos brillaban. Estos proyectaron varias escenas. El primero mostraba una lágrima en un mar ilimitado de estrellas antes de cambiar a un joven en una tumba. Luego, las escenas mostraban sus experiencias en el Continente Profundo desde el momento en que el alma de Han Shuo tomó el cuerpo de Bryan, acelerando a través de sus años en la academia de magia hasta su rompimiento mental a través del Reino del Diablo en la Franja, para luego detenerse.
Han Shuo no pensó que alguien lo hubiera estado monitoreando desde el momento en que llegó hasta este universo. Cada uno de sus movimientos habían estado dentro de la visión del Dios del Espacio, una noción que le envió escalofríos a través de su espina. “¿Eres un pervertido? ¿Has estado espiándome todo el tiempo?”
Las escenas se desvanecieron de los ojos del Dios del Espacio mientras reía con resignación. “Eres nuestra única esperanza, así que tenía que asegurarme de prestarte atención para asegurarme de que ningún daño verdadero te pudiera ocurrir. Sólo puedo observar cada uno de tus movimientos a través del tiempo y el espacio. Sin embargo, no es como si te vigilara constantemente. No miro cuando tu vida no está en peligro”.
Han Shuo tomó un momento para recordar las proyecciones. Para su tranquilidad, no vio ninguna escena de él divirtiéndose con Phoebe o sus otras mujeres. Aclarando su garganta, dijo, “muy bien, estoy aquí. ¿Qué quieres de mí? Abrir Aethernia también me beneficiará, así que lo haré incluso sin ti pidiéndolo. En cuanto a la batalla de los dioses, no es algo que pueda evitar, así que debe haber algo más que quieras de mí”.
El Dios del Espacio lo observó en silencio por un largo tiempo. Luego, susurró, “¡quiero ir a tu universo!”
Aturdido, Han Shuo tartamudeo, “¿tú… Qu… qué?”
“¡Quiero ir a tu universo!”, repitió, “todos estos años, he hecho todo lo que he podido para escapar de aquí. Estoy atrapado aquí. No puedo liberarme de las cadenas que me atan a este universo como pudo esa persona. No puedo escapar”.
Suspirando y continuando con una voz triste, “incluso yo soy incapaz de dejar este universo. Tú eres mi única esperanza”.
Como el Dios del Espacio, nadie más conocía la naturaleza del universo como él. Incluso si no podía utilizar sus poderes para dejar el universo, Gu Tian Xie realmente debió ser bastante poderoso para ser capaz de lograr semejante acto. Así, el Dios del Espacio también esperaba que Han Shuo pudiera ser capaz de algo similar como el sucesor del Señor Demonio.
“¿Por qué quieres eso?”
“Aunque soy incapaz de dejar este universo, puedo ir a cualquier plano que desee con sólo un pensamiento. En mi larga vida, he visto, tocado y experimentado todo lo que ofrece este universo. Con nada por ser explorado, cada día es aburrido y pesado. Se siente como si estuviera atrapado en una prisión – puede ser una enorme prisión, pero una prisión al fin y al cabo. No es un sentimiento que puedas comprender”, dijo de una forma impotente.
Para Han Shuo, este universo era infinitamente vasto. Todavía había muchos planos que no había visitado. Sin embargo, la enorme distancia del espacio no significaba nada para el Dios del Espacio. Él lo había visto todo y podía crear todo lo que quisiera en su propio dominio con un solo pensamiento. No tomo mucho para que Han Shuo entendiera la desesperación del Dios del Espacio para irse, pero no podía aceptar simplemente así.
“Dado mi poder, soy incapaz de ayudarte a dejar este universo. En aquel entonces, esa persona fue capaz de venir a este universo debido a que estaba en el pico de su cultivación. Todavía estoy muy lejos, por no mencionar que la que se encuentra en Aethernia despertara pronto. Me preocupa no sobrevivir a esa calamidad y no pueda crecer lo suficiente para ayudarte a escapar».
“¡Es por eso por lo que tenemos que asegurarnos de que ella duerma para siempre!” el Dios del Espacio dijo sin misericordia. Después de una pausa, giró hacia Han Shuo y dijo, “mientras me prometas ayudarme a salir cuando seas lo suficientemente poderoso, te apoyaré con todo lo que tengo. ¡No dejaré que nadie te lastime y siempre estaré a tu lado!”
“¿Confiaras en mí si te prometo eso?” Han Shuo sintió como si fuera una excelente propuesta, pero para el momento en que fuera lo suficientemente poderoso para cumplir la promesa, no habría nada que el Dios del Espacio pudiera hacer si él no lo ayudaba.
Sorprendentemente, el Dios del Espacio asintió. “¡Lo haré! Después de pasar tantos años observándote, te conozco mejor que nadie. Eres un hombre cumple lo que promete sin importar que. ¡Así que, sí, tomaré tus palabras!”
Han Shuo no pensaba que el Dios del Espacio lo conociera hasta ese punto. Medito por un momento, la oferta parecía venir literalmente sin un costo para él, así que acepto. “Muy bien, es un trato”.