GDK – Capítulo 1006


Capítulo 1006: El poder entre la vida y la muerte


Una figura descendió en el Valle del Aullido del Viento y desató su aura siniestra, sorprendiendo a los cazadores de dioses del Dominio del Viento. Al siguiente momento, un sonido susurrante pudo ser escuchado cuanto más y más figuras se reunían en el valle. Entre la arena y el polvo que soplaban emergió Han Hao. Revisó al grupo y dijo, “¿son los líderes de los cazadores de dioses en el Dominio del Viento?”

Un gigantesco trono de hueso flotaba en el aire, permitiéndole emanar un poder aterrador. Repentinamente, todo el valle parecía estar sujeto a una fuerza mística que de alguna manera detuvo los vientos en el interior.

Los líderes de los cazadores de dioses habían estado hablando de él. Tomando una respiración profunda, Naga preguntó, “¿eres Han Hao?”

Han Hao asintió ligeramente. “Dijiste que no me dejarías salirme con la mía si venía, ¿verdad?”

Naga sintió un escalofrío en su espina y no se atrevió a encontrarse con la aterradora mirada de Han Hao. Sin embargo, dijo obstinadamente, “¡el Superior del Viento sólo puede ser elegido entre nosotros los cultivadores de la energía del viento! ¡A los forasteros no se les debe permitir interferir!” Incluso mientras decía eso, no sentía la confianza de ser capaz de lidiar con la aterradora energía que venía del joven.

Arrugando sus cejas, Han Hao repentinamente golpeó desde su trono de hueso, enviando un pincho de hueso para que descendiera desde el cielo hacia Naga, quien no fue capaz de resistirse en absoluto y su fuerza vital fue succionada completamente por ese pincho.

El arrogante Naga había sido asesinado en un instante. El pincho regresó al trono y desapareció entre los muchos otros que habían en el. Los otros cazadores de dioses que querían trabajar juntos para lidiar con Han Hao y su gente, estaban totalmente aturdidos y no sabían que debían hacer.

“No vine aquí planeando convertirme en un Superior”, dijo Han Hao, “pero elegiré a uno por ustedes. ¡De ahora en adelante, el Superior del Dominio del Viento tendrá que estar a mis órdenes!”

Señalo casualmente hacia alguien y dijo, “tú serás el nuevo Superior. Tu primera tarea es reunir a cada cazador en el Dominio. ¿Alguna pregunta?”

Todos permanecieron en silencio.

“¡Ve y haz tu trabajo!” Han Hao dijo con molestia.

Los cazadores de dioses no se atrevieron a desafiarlo. Observaron en silencio mientras Han Hao se retiró con sus cazadores, sintiendo escalofríos bajando por sus espinas.

Han Hao giró hacia Polo y dijo, “obsérvalos de cerca, Polo”.

“Lo haré. Me aseguraré que trabajen obedientemente”, dijo Polo inclinándose antes de marcharse.

Dentro de medio mes, Han Hao se las arregló para unir a los cazadores de dioses en todo el Dominio del Viento bajo su bandera. Todo el tiempo, sólo había dependido de sus subordinados para todo sin la necesidad de alzar un dedo. Cualquiera que no fuera capaz de acatar sus órdenes sería destruido por Polo.

Paso la mayoría de su tiempo en una cueva dentro del Valle del Aullido del Viento para comprender el poder de su Epítome. Justo cuando estaba por dirigirse a su próximo destino, Han Shuo y Donna lo encontraron fácilmente y fueron con él.

“Padre, ¿por qué has venido?” Parecía realmente feliz de ver a Han Shuo.

“¿Cómo va la comprensión del Epítome?” Preguntó el último.

“He estado usando los pasados años en ello, pero todavía no estoy muy familiarizado con el. Definitivamente no soy tan diestro como Nestor y los otros cuando se trata de ello”.

“Vine aquí para hablar contigo sobre el Epítome. Antes de venir, me encontré con Nestor, Cratos y Amon en el Dominio de la Oscuridad y aprendí algo sobre el asunto”.

Después de una breve conversación con Han Hao, dijo, “me preocupa que tu Epítome pierda el control una vez que utilices su energía, así que es mejor que comiences a reunir el poder de la fe”.

De acuerdo con Nestor y el resto, había muchos otros rituales que tenían que ser realizados para el Epítome, incluyendo el limpiarlo en el mar de la fe. Mientras que Han Hao no necesitaba hacerlo cuando era un fragmento, su Epítome aniquilaría su alma y buscaría un nuevo maestro una vez que extrajera todo el poder de la fe en él.

Han Shuo inmediatamente decidió que debía explicarle eso a Han Hao después de escucharlo. Incluso aunque su hijo no estaba en la Franja, le enviaba un mensaje de vez en cuando para que conociera su paradero. Incluso así, Han Shuo eligió contactarlo en persona para asegurarse de que sus palabras no fueran interceptadas por alguien más.

“Padre, realmente no pienso que eso aplique en mi situación”, dijo Han Hao después de una larga pausa pensando.

“¿No aplica? ¿Cómo es eso?”

“Mi Epítome está formado del Fragmento del Epítome de la Muerte y mis propias artes demoníacas. Ahora que el fragmento se ha ido, realmente no siento alguna necesidad del poder de la fe. No sólo eso, el Epítome todavía está infundiendo energía en mi cuerpo y alma. Siento que me vuelvo más fuerte cuanto más tiempo pasa”.

“¿Qué?” Han Shuo le dio un buen vistazo a su hijo. Después de un buen tiempo, dijo, “entonces, en verdad no tengo idea de lo que está ocurriendo. Esto es extraño. ¿No me digas que tu Epítome es diferente de los otros y no requiere fe?”

“Yo tampoco estoy seguro. No siento ningún tirón u obligación de este. En su lugar, parece que está ayudándome a volverme más fuerte. Incluso si me encuentro con Nestor en este momento, no sería capaz de asesinarme incluso si yo tampoco puedo derrotarlo”.

Han Shuo todavía estaba un poco perdido después de escucharlo, pero sabía que su hijo no estaba mintiéndole. Este estaba lo suficientemente confiado para enfrentarse en contra de Nestor y sobrevivir, aun así Han Shuo no podía lidiar con Amon. ¿Era su hijo más fuerte que él en ese momento?

“Muéstrame qué tan poderoso eres”, dijo finalmente con una sonrisa. Girando hacia Donna, dijo suavemente, “ve a descansar por allá. Quizás puedas ser afectada aquí”.

Ella asintió y les dio algo de espacio. Solo por la conversación, sabía que el padre e hijo estaban muy lejos de lo común del Elysium y sus poderes estaban en el nivel de los Doce Dioses Supremos. Estaba consciente de que incluso la menor onda de choque de una batalla entre dos Dioses Supremos con el Epítome podrían destruir fácilmente su cuerpo y aniquilar su alma.

Después de que se marchó, los dos sellaron la cueva. Luego de eso Han Hao golpeó con un cuidado excesivo, infundiendo su lanza de hueso con energías negativas como violencia, desesperación, muerte y un odio sin fin. Una ligera onda de su lanza pareció causar que el espacio mismo brillara y se desgarrara.

Han Shuo podía sentir el poder que venía de la lanza y cerró sus ojos. Después de un largo tiempo, asintió y dijo, “tu energía es realmente única. Es la fusión con tu entendimiento del edicto de la muerte junto con tu entendimiento del alma por parte de las artes demoníacas. Eres capaz de utilizar las energías negativas desatadas en el instante en que la vida es extinguida por un efecto explosivo”.

Han Hao siempre había carecido de un entendimiento fundamental de su propia energía. “Padre, ¿quieres decir que este poder proviene del último estallido de una vida en su final? ¿El poder entre la vida y la muerte?”

Asintiendo, Han Shuo abrió sus ojos. “Es una energía sin un elemento. Antes de que toda la vida se desvanezca, habrá algunos remanentes de energía en los alrededores. Para aquellos que mueren de vejez o enfermedad, sus muertes usualmente son pacíficas debido a que pueden ver sus destinos y no generan mucha energía de ese tipo. Sin embargo, tu energía viene de la gente que muere bajo circunstancias excepcionales. Todo el odio, desesperación, violencia, intento asesino, salvajismo y quizás incluso el mal mismo son la esencia de tu verdadero poder. Eres realmente afortunado de utilizar esas energías para formar un Epítome”.

Después de algo de vacilación, continuó, “sólo tú podrías ser capaz de realizar semejante hecho. Quizás fue gracias a tu forma de vida única que pudiste incorporar todas las energías negativas en tu alma. Si hubiera sido algún otro dios, su alma se habría desmoronado desde hace mucho”.

“Padre, ¿qué debería hacer?” Preguntó Han Hao. Parecía un poco aturdido.

“No estoy seguro. Tengo la sensación de que tu Epítome se formó casi con mucha facilidad”. De acuerdo con Nestor y el resto, la Madre de Todo sólo dejó doce tipos de Epítome y aun así Han Hao había formado uno propio. Incluso Nestor y el resto nunca habían visto que algo así ocurriera en los eones de su vida. Se preguntó si tenía algo que ver con las artes demoníacas.