Capítulo 1002: Mar de la Fe
La batalla de los dioses y Aethernia eran cosas que habían ocupado los pensamientos de Han Shuo durante los pasados años. Tanto la Diosa del Destino como el Dios de la Luz fueron realmente crípticos sobre todo el asunto cuando revelaron que la participación de Han Shuo sería necesaria en estos asuntos. Por no mencionar, también mencionaron que la Franja y los Doce Dominios Divinos estaban fuertemente entrelazados a ello. Los dos no le habían revelado mucho sobre el asunto en aquel entonces e incluso aunque Han Shuo había tratado de obtener la información él mismo, sus esfuerzos fueron en vano.
Actualmente, la batalla de los dioses había comenzado, con los Dominios de la Vida, Luz, Agua, Oscuridad, Destrucción y Muerte ya participando, enviando un efecto en cascada a través del Elysium. De acuerdo con Nestor, ningún dominio sería capaz de evitar la batalla por llegar, incluso el más débil entre ellos, la Franja.
Aun así, Han Shuo todavía no tenía idea de todo el asunto a pesar de eso, así que eso era una debilidad fatal para él. Había viajado mucho y se había arriesgado para venir al Dominio de la Oscuridad para que así pudiera finalmente obtener las respuestas de una vez por todas.
“¿Oh?” Han Shuo dijo, “todavía no tengo idea sobre la batalla de los dioses y Aethernia, así que hablen”.
Amon observó a Nestor y al Dios de la Destrucción, quienes asintieron, antes de que dijera, “hablemos en el interior”.
Amon volvió a entrar en la oscuridad de la cual habían emergido mientras los otros dos lo seguían sin vacilar. En ese momento Han Shuo podía ver vagamente un enorme santuario en las nubes dentro de la infinita oscuridad. Era tan enorme que era diez veces más grande que el Pandemonio, parecía que estuviera hecho de algunas montañas apiladas. Han Shuo no pudo evitar respetar la maravillosa vista. Viendo que los tres se dirigían al enorme santuario, también los siguió por detrás.
Justo cuando estaba calmado, sintió que el santuario era un vórtice aterrador lleno con el elemento oscuro con una densidad cientos de veces más de lo normal. Una clase de fuerza débil, pero misteriosa fluía hacia este desde todas las direcciones, fluyendo lentamente al mismo. Trato de sentirla y noto que era el poder de la fe del Dios de la Oscuridad. Venía de una interminable corriente de trillones de hebras diminutas.
Giro hacia Amon y noto que justo después de que entró al Santuario de la Oscuridad, el poder de la fe comenzó a reunirse en él. Cuando entrecerró sus ojos, se sorprendió al descubrir que las hebras repentinamente se convirtieron en luces coloridas. El Santuario de la Oscuridad casi parecía como una enorme bestia con la boca abierta, tragando todo el poder de la fe que venía de los creyentes del Dios de la Oscuridad.
Algunas líneas eran tan gruesas como brazos mientras otras eran miles de veces más finas que un cabello. Cuando trató de sentirlas, descubrió que las gruesas tenían el aura de dioses altos mientras las realmente finas tenían auras tan débiles que apenas podían sentirse. Pronto, llego a la conclusión de que cuánto más fuerte el aura, más poderosa la fuente de la fe. Las finas probablemente venían de personas normales sin cultivación.
Noto que esos tres estaban esperándolo en el centro del Santuario de la Oscuridad, un espacio lleno de estrellas que se veían como un portal a un reino completamente diferente. Las hebras de la fe estaban realmente concentradas en ese lugar y fluían lentamente como un enorme océano. La mayoría de las corrientes del poder de la fe de cada parte del universo se estaban vertiendo en esa extraña zona mientras el resto fluían sobre Amon.
Cuando Nestor lo vio entrar, señaló el espacio con estrellas y dijo, “este es el mar de la fe donde el Epítome se encuentra sumergido”.
Han Shuo se puso en alerta cuando la discusión finalmente comenzó. “¿Mar de la Fe? ¿Epítome sumergido? ¿Este necesita ser nutrido?”
“Si queremos utilizar el poder del Epítome, necesitamos rellenar constantemente su poder al sumergirlo en el mar de la fe en ciertos intervalos para limpiar todas las impurezas que se forman en el mismo. Sólo al hacer esto podemos continuar utilizando su poder”, explicó Amon.
Han Shuo no estaba consciente de que los Epítomes tenían que ser cuidados tan profundamente. Pensaba que una vez que un dios supremo lo recibía, sería capaz de utilizar su poder indiscriminadamente. Cuando estaba en el Continente Profundo, noto que muchos planos menores tenían montones de santuarios que infundía su fe para ganar más seguidores con el fin de que el poder de la fe alimentara a sus respectivos dioses.
Él inicialmente había pensado que ese era un método utilizado para impulsar el poder del Dominio de la Divinidad. Al parecer también tenía un papel importante para los Dioses Supremos con el Epítome. Si tenían que rellenar constantemente el poder de sus Epítomes, no era de sorprender que se preocuparan por construir santuarios y ganar seguidores incluso en planos menores.
“¿Qué ocurre si un Epítome no se rellena o se limpia regularmente en el mar de la fe?” Preguntó Han Shuo.
“¡Entonces, el portador del Epítome morirá! Más específicamente, el Epítome hará que nuestras almas divinas perezcan antes de buscar a un portador diferente y fusionarse con él”, explicó Amon con una apariencia solemne.
“En otras palabras, ¿si ya no tienen creyentes en ningún mundo y utilizan su poder de la fe, serán abandonados por el Epítome para que busque otro reemplazo?”
“Así es”. Amon vaciló, pero continuó su explicación. “Los Fragmentos del Epítome son objetos únicos a considerar. Una vez que un Epítome nos abandona, buscara a otro dios adecuado que esté fusionado con un Fragmento del Epítome y absorbe el fragmento para convertirlo en poder de la fe. Los Fragmentos son esencialmente formas cristalizadas de la fe”.
“Mientras que el nuevo recipiente del Epítome se las arregle para obtener creyentes antes de que su poder de la fe se agote, estará bien. El Epítome será capaz de mantenerse con la corriente entrante de la fe”.
“¿Pueden los dioses supremos sin el fragmento obtener el Epítome después de que sus almas sean extinguidas?”
“¡Desde luego!”, el Dios de la Destrucción, Cratos, respondió. “Pero sólo aplica si nadie más tiene fragmentos. Pero en el momento en que se fusionen con el Epítome, tienen que reunir inmediatamente el poder de la fe para alimentarlo o terminaran igual que el portador anterior. Usualmente, esto difícilmente ocurre. Nosotros no permitimos que un dios supremo incompleto que cultiva la misma energía que nosotros reúna un número muy alto de creyentes… Esa también es la razón por la que Nestor no se preocupa de dioses supremos incompletos como Logue o Dagmar, pero se preocupó mucho por Han Hao”.
Nestor no pareció molesto porque Cratos lo utilizara como un ejemplo. Asintió y dijo, “para nosotros, incluso los dioses menores con Fragmentos del Epítome son cientos de veces más amenazadores que un dios supremo incompleto sin uno”. Riendo, continuó, “si Han Hao no hubiera formado un nuevo Epítome, lo habría asesinado incluso si la Diosa del Destino no lo aprobaba”.
Han Shuo resopló al escuchar los asuntos que volvió a mencionar. “Al parecer, mientras los dioses con el Fragmento del Epítome puedan arruinar su fe y robar algunos de sus seguidores, eventualmente serían capaces de reemplazarlos. Pensaba que ustedes eran existencias eternas”.
“No hay tal cosa como una existencia eterna”, dijo Cratos riendo. “Incluso ese ser poderoso que te trajo desde otro universo fue exterminado por la Madre de Todo. La misma Madre de Todo, que la mayoría considera eterna, casi perecía en su soledad en Aethernia”.
La expresión de Han Shuo cambió inmediatamente. Todo ese tiempo, sólo había aprendido sobre Gu Tian Xie el Glorioso Señor Demonio, del Caldero de la Miríada de Demonios. Incluso aunque sospechaba que los Doce Dioses Supremos conocían su verdadera identidad, no podía estar seguro, hasta ese momento. Pensar que él había tratado de permanecer con un bajo perfil al llegar al Elysium por miedo a ser descubierto.
“¿Eso significa que en aquel entonces no fue únicamente en consideración a la Diosa del Destino que toleraste mi presencia en el Dominio de la Oscuridad?
Los labios de Amon se curvaron con una sonrisa desdeñosa. “¿Consideración a ella? ¡Jeje, no tiene la influencia necesaria para eso!”
“Eso significa que no le debo ningún favor a la Diosa del Destino”, dijo Han Shuo con una risa.