EAA — Capítulo 281

Capítulo 281: Avanzando hacia el Reino Xiantian (9)


Un sudor frío comenzó a formarse en la frente de la joven, con la cara tan pálida como una hoja de papel.

Sin embargo, sus enemigos sólo disfrutaban de su desgracia…

Dentro del valle de la montaña en las afueras de la Ciudad Feng, con su túnica roja ondeando al viento, Feng Jing Tian detuvo sus pasos y se giró gradualmente para mirar hacia la ciudad…

Sentía que algo le apretaba el corazón con fuerza, haciéndole sentir asfixiado.

«¿Le ha pasado algo? No. Eso es imposible. Ese hombre me prometió claramente que no haría ningún movimiento en contra de ella. Aunque odie su carácter, no debería ser del tipo que reniega de una promesa…»

A pesar de esa creencia, con una perturbación tan intensa en su corazón, Feng Jing Tian frunció el ceño y, sin pensarlo más, voló de vuelta hacia Ciudad Feng.

Había colocado un sello en el cuerpo de esa mujer, y ese sello estaba vinculado a sus sentimientos, por lo que sentía su inquietud.

Creía más en su sello que en ese hombre…

«Será mejor que reces mucho para que no le pase nada. De lo contrario, ¡aniquilaré de una vez por todas a la Familia Feng!»

En este momento, una ilimitada intención asesina se filtraba del cuerpo de Feng Jing Tian. Sus ojos se estrecharon, emitiendo un aura peligrosa. Era muy obvio que si Feng Xiang faltaba su palabra, no le importaría llevar a cabo una masacre…

No fue capaz de proteger a su madre querida cuando era joven. ¡Debe protegerla a la mujer de sus sueños en esta ocasión!

Dentro de una habitación lateral.

Una joven con ropa blanca empapada de sangre se desplomó en el suelo, jadeando. Su pelo estaba empapado de sudor y se le pegaba a la frente. Su pálido rostro estaba cubierto de sudor.

«Mi turno». Lan Xin detuvo a este grupo de personas de la Familia Lan. Sonrió fríamente a Mu Ru Yue mientras levantaba sus pies para patearla sin piedad, hablando con malicia y descaro: «¿Quieres morir ahora? No, no… Eso sería demasiado fácil. Lo que quiero es que vivas una vida peor que la muerte».

¡Hong! ¡Hong! ¡Hong!

Una energía inconmensurable envolvió su pierna, pareciendo que estaba ardiendo con una capa de llamas crecientes. Cuando pateó a su víctima, fue como si una erupción volcánica hubiera caído sobre el cuerpo de Mu Ru Yue.

¡Hong!

Mu Ru Yue salió volando y chocó contra otra pared, cayendo al piso con un ruido sordo.

Lan Xin caminó hacia la joven y continuó pateándola sin piedad. Parecía estar descargando sus celos y su impotencia de aquel entonces. Sin embargo, en ese momento, una mano se levantó y agarró firmemente su tobillo.

«¿Ya has terminado?”

«¿Cuánto tiempo lleváis todos pegándome? ¿Media hora? ¿Están satisfechos ahora?» La joven levantó la cabeza y les lanzó una mirada tan fría como las tierras heladas. Una capa de frialdad cubría su excepcional rostro y su cuerpo emitió un aura tiránica y abrumadora. Miró a Lan Xin, que estaba delante de ella, cuando dijo cada palabra con un tono de voz que todos confundieron con la de un demonio.

La expresión de Lan Xin cambió, chillando como una niña cuando dirigió su puño en llamas hacia la mano de Mu Ru Yue. Pero esta vez, no fue capaz de golpear a Mu Ru Yue, ya que una poderosa aura fue liberada del cuerpo de esta última…

¡Hong!

Unas feroces llamas salieron del cuerpo de Mu Ru Yue, tras lo cual Lan Xin fue enviada a volar bajo la mirada atónita de sus secuaces.

Mu Ru Yue tosió dos veces antes de limpiarse la sangre de la comisura de los labios. Luego, sus hombros temblaron con una risa que a duras penas escucharon los discipulos de la Familia Lan. «Debería darles las gracias. Sin ustedes, habría tardado un par de meses en alcanzar el reino Xiantian. Sin embargo, con tu ayuda, me abrí paso tan rápidamente y también rompí ese estupido sello…»

‘Es genial tener mis poderes de vuelta…’

Mu Ru Yue movió los hombros y se rió al sentir que su poder regresaba.

«¡Feng Jing Tian, hace ya un tiempo dije que no serías capaz de mantenerme cautiva durante toda la vida!»

Pero, esta vez había recibido graves heridas.

Lan Xin había traído a esos expertos que estaban por debajo del reino Xiantian para torturarla. Si ese no fuera el caso, entonces ella no se habría abierto paso tan rápidamente. Aunque era una experta en la etapa cuasi-xiantiana, bajo sus ataques seguía sufriendo graves heridas por el asalto de un grupo de esa magnitud…