Capítulo 266: Crisis por Doquier (6)
¡Boom!
¡Booooom!
El hombre no mataría a Nangong Zi Feng de inmediato. La torturaría con golpe tras golpe, como si quisiera desahogar su ira sobre ella.
‘¡Esta chica mató Mu’er!’
El arrepentimiento, la culpa, la tristeza y la desesperación… todos esos sentimientos llenaron el corazón de este hombre. Fue demasiado descuidado al no notar la partida de Mu’er. De lo contrario, Mu’er no habría estado en peligro.
‘¡Todo fue mi culpa!’
“Nangong Zi Feng, ¡deberías morir! Incluso si tu cadáver fuera cortado en innumerables pedazos, aún no serías comparable a un solo cabello de Mu’er. ¿Creías que te recordaría, aunque fuera por odio eterno? Eres muy estupida… ¡Solo haces que este Príncipe no pueda estar en paz en la eternidad!”
Dolor…
Nangong Zi Feng sintió un dolor desgarrador.
Pero el dolor de su cuerpo físico era incomparable al dolor de su corazón. Este hombre realmente la había lastimado mucho, pero aun así, no podía odiarlo.
¡Hiss!
El inmenso dolor la hizo incapaz de moverse, pero no pudo hacer otra cosa que recibir los ataques de luz negra. Un rastro de sangre goteó de la esquina de sus labios y su delicado cuerpo se estremeció. Una pena ilimitada y una gruesa capa de desesperación aparecieron en su rostro excepcional.
‘¡No! ¡No puedo morir aquí!’
El corazón de Nangong Zi Feng estaba chillando.
Sabía que si muriera, Ye Wu Chen convertiría sus recuerdos en cenizas y la haría desaparecer del mundo, haciéndose incapaz de recordarla. ¿Cómo podía estar dispuesta a que el hombre del que estaba enamorada la olvidara por completo?
Ese dolor sería insoportable…
“¿Esa niebla de sangre de nuevo? ¿Quieres usar el mismo método para escapar de nuevo? ¡Es una pena que cometa el mismo error dos veces!” Los ojos violeta de Ye Wu Chen eran cada vez más fríos y siniestros. Con un movimiento de su palma, evitó que Nangong Zi Feng ejecutara su técnica secreta.
Si no fuera porque esta mujer escapara antes, Mu’er no estaría en peligro ahora.
¡Cualquiera que haya tocado un solo cabello de Mu’er definitivamente lo pagaría con múltiples sufrimientos!
La desesperación era evidente en la cara de Nangong Zi Feng… Si supiera que Ye Wu Chen llegaría tan rápido, definitivamente no habría hecho algo tan arriesgado hoy.
Era una pena que no existiera ninguna medicina que pudiera tratar el arrepentimiento…
De repente, un rayo de luz apareció desde un costado y la mirada de Ye Wu Chen se enfrió todavía más cuando levantó la mano para bloquear esa luz. Aprovechando esa oportunidad, Nangong Zi Feng escapó de sus manos y mordió su lengua ferozmente para formar una bruma de sangre.
Cuando el viento nocturno sopló y la bruma se dispersó, la niña había desaparecido de la Montaña Sur…
La ira surgió en los ojos de Ye Wu Chen. Levantó la mirada hacia la figura que se volvió para huir… y toda su aura estalló. El patrón del diablo que cubría la mitad de su rostro lo hacía ver como si acabara de salir del infierno, sus ojos violetas resaltaron aún más. Se veía encantador y misterioso, pero también siniestro…
«¡Patriarca de la Secta Santa!»
Este hombre había desaparecido durante tanto tiempo, ni siquiera los miembros de la Mansion Fantasma no pudieron localizarlo. En ese entonces, había trabajado junto con Nangong Zi Feng, pero ahora, no era una sorpresa por qué Nangong Zi Feng conocía tan bien su situación.
¡Él era el respaldo de Nangong Zi Feng!
«¡Maldito!»
El Patriarca se alarmó y palideció. Había experimentado el poder de Ye Wu Chen antes. No era rival para este hombre, por lo que quería escapar después de salvar a Nangong Zi Feng.
Sin embargo, no tenía la técnica secreta que poseía Nangong Zi Feng…
La figura con túnicas púrpuras se elevó por el cielo y aterrizó detrás de él. Ye Wu Chen agarró sin piedad el hombro del Patriarca y rastros de un aura siniestra surgieron desde su cuerpo.
¡Hong!
Golpeó el hombro del Patriarca con su mano libre.