Capítulo 228: Importante Evento de la Secta de Medicina (2)
Mu Ru Yue levantó las cejas, pero no dijo nada mientras esperaba a que Wu Yu siguiera explicando.
Wu Yu suspiró. “La Secta de Medicina en el Dominio Sheng es una rama de la Región Central, por lo que el patriarca de la secta posee un manifiesto de la Región Central. Si alguien puede salvar la vida del joven maestro, puede obtener ese manifiesto e ingresar a la Región Central.»
Era evidente que lo que Wu Yu dijo realmente conmovió el corazón de Mu Ru Yue.
Quería abrirse paso hasta el rango alto de Xiantian, pero todavía necesitaba mucho tiempo. Además, el número de Cuasi-Xiantian en el Dominio de Sheng era demasiado bajo y, sin oponentes fuertes, no podía avanzar tan rápidamente como desearía.
Su única opción era entrar en la Región Central.
Además, ella quería conocer a Bai Ze, por lo que debe ingresar a esa tierra…
«Así es, pequeña, ¿ves que hay muchos alquimistas fuertes aquí? El Dominio Sheng es más fuerte que nosotros, ya que tienen un par de alquimistas de rango bajo en la Etapa Mundano. Por ejemplo, ese viejo que usaba la túnica gris antes, es igual que yo, un rango bajo de la Etapa Mundano.»
Las cejas de Mu Ru Yue se alzaron cuando preguntó con curiosidad: «¿Por qué no hay ningún alquimista de rango medio de la Etapa Mundano?»
«¡Jeje! Niña, ¿crees que es fácil convertirse en un alquimista de rango medio de la Etapa Mundano? Ese tipo de alquimista aparece solo dentro de la Región Central. Incluso el alquimista de más alto del Dominio Sheng es solo un rango bajo de la Etapa Mundano. Así es, pequeña, me olvidé de preguntar cuál es tu rango actual y a qué etapa has llegado.»
Wu Yu se volvió para mirar a Mu Ru Yue mientras le preguntaba con una sonrisa, curioso.
Mu Ru Yue lo miró y le preguntó: “¿A qué poder te refieres? ¿Marcial o alquimia?”
«Ambos.»
«Oh». Mu Ru Yue se encogió de hombros. «Respecto al ámbito marcial, acabo de entrar en el Reino Cuasi-Xiantian. Respecto a la alquimia… he alcanzado el rango alto de la Etapa Tierra…»
Entrenar en la fuente del espíritu sagrado había mejorado drásticamente su poder.
Pero, en su nivel actual, volver a entrar en aquella fuente ya no sería beneficioso.
Que su poder aumentara tan rápidamente, estaba más allá de la imaginación de Mu Ru Yue. Ya no era una sorpresa que la Familia Xiao tuviera tantos expertos. Solo necesitaban pasar medio año en la fuente para lograr lo que le llevaría años a otros.
Si la Secta Masacre Celestial entrara en la fuente del espíritu sagrado y entrenara dentro de ella, podrían aumentar rápidamente su poder…
Mientras ella pensaba esto, el rostro de Wu Yu se puso rígido.
Fue una suerte que no estuvieran hablando en voz alta. Si otros escucharan, hubieran pensado que Mu Ru Yue estaba mintiendo. Dejando a un lado el cultivo de Cuasi-Xiantian, ¿quién podría haber alcanzado el rango alto de la Etapa Tierra a una edad tan tierna?
Wu Yu respiró hondo y se sintió un poco triste.
Su discípula ya se había vuelto tan poderosa, y sintió que como su maestro estaba empezando a ser bastante inútil…
Quizás Mu Ru Yue sintió lo que estaba pensando y sonrió, diciendo: «Maestro, este pequeño lugar no puede detenerme. Quiero ir a un lugar más grande. Mis logros actuales no representan el límite de lo que quiero alcanzar, así que no detendré mis pasos hasta alcanzar el pináculo del mundo. No importa lo peligroso que sea el camino en el futuro, me abriré camino entre obstáculos y espinas para abrir un camino sangriento si es necesario, y alcanzaré la cima. Pero independientemente de cómo resulte ser ese futuro, un maestro de un día es un padre de toda la vida. Tú eres para siempre mi maestro.”
Ella no había olvidado que cuando entró por primera vez en este mundo, no sabía cómo cultivar correctamente. Si ella no hubiera conocido a Wu Yu y hubiera estado bajo su tutela, entonces no habría entrado sin problemas en su estado meditativo.
Por lo tanto, incluso si alcanzara la cima en el futuro, no olvidaría a su primer maestro, quien le enseñó lo principal.
«‘Un maestro por un día es un padre por toda la vida, ¿eh? ¡Jeje! Niña, quizás la mayor bendición en mi vida fue reclutarte como mi preciosa discípula.»
Wu Yu suspiró, la gratitud aparente en su rostro anciano.
