Capítulo 199: ¿Quién eres tú? (5)
«Yan Jin.»
Mu Ru Yue frunció el ceño un poco, y cambió su mirada a Yan Jin y repitió: «Por favor, sal por un momento.»
«¡Pero, niña!»
Yan Jin reprimió su ira y, con un gesto de su puño…
¡Peng!
Hizo un agujero en la pared. Después de eso, resopló con frialdad y salió.
Dio un portazo cuando salía.
Mu Ru Yue negó con la cabeza sin poder hacer nada. Yan Jin tenía un lado muy infanti, y tendría que explicarle esto más tarde…
«Mu’er, ¿estás enojada?»
Ye Wu Chen caminó hacia Mu Ru Yue, y puso su mano en su cintura con gentileza y una leve sonrisa, diciendo: «Solo soy amigo de ella…»
Mu Ru Yue soltó una risita. Fue solo después de un largo momento antes de que ella levantara la cabeza para mirar a Ye Wu Chen. «Lo sé.»
Los dos no hablaron por un tiempo…
Ye Wu Chen se concentró en la joven frente a él, y un rastro de deseo apareció lentamente en sus ojos.
Era innegable que esta chica era realmente hermosa, después de todo u piel era blanca como el jade, su rostro perfecto, y bajo su nariz firme y recta, esos labios se curvaron ligeramente hacia arriba, causando que otros quisieran intimar con ella.
Ye Wu Chen de repente tuvo el impulso de llevarla…
Su mano grande presionó suavemente contra su cabeza y sus labios se acercaron a los de ella. Debido a esto, no se dio cuenta de la frialdad en los ojos de la joven.
Era frialdad inamovible.
«Mu’er, por favor dame eso, ¿de acuerdo?» Se escuchó un rastro de ronquera en la voz del hombre. Con ojos llenos de deseo, justo cuando estaba por plantar un beso en los labios de la joven, los labios de Mu Ru Yue se curvaron en una leve sonrisa.
¡Peng!
Ella pateó sin piedad la parte más importante de un hombre. Ye Wu Chen no esperaba tal movimiento de la chica y retrocedió unos pasos hacia atrás, pero el intenso dolor hizo que su rostro se torciera.
«Mu’er, ¿qué estás haciendo?» Ye Wu Chen había bajado la voz, pero ella podía oír indistintamente la furia que resonaba en sus palabras.
Lo más probable es que se convirtiera en un eunuco al ser pateado en ese lugar en tal… momento.
Mu Ru Yue no respondió, ya que su mirada todavía estaba enfocada en el impecable rostro de ese hombre. Ella le preguntó, con cada palabra enunciada claramente, «¿Quién eres?»
Ye Wu Chen tenía tanto dolor que el sudor frío le corría por el rostro, y persistió en mantenerse en pie mientras observa a Mu Ru Yue. «Mu’er, ¿qué pasa? Soy tu prometido, Ye Wu Chen.»
Ella entornó los ojos. Un destello con absoluta frialdad apareció en los ojos de Mu Ru Yue mientras gritaba: «¿¡Quién diablos eres tú!?»
Aunque ella le preguntó esto, era básicamente una pregunta retórica ya que ella estaba increíblemente segura de la respuesta…
«¿Cómo lo supiste?» La expresión del hombre cambió drásticamente, y rió con frialdad. «Pensé que no había dejado ningún defecto.»
«¿Ningún defecto?» Mu Ru Yue rió, por el contrario, con suavidad. «No puede ser que no supieras cuán lleno de defectos estabas, puesto que ya sabía que eras un falso desde el primer momento en que te vi.»
El hombre sonrió fríamente, lleno de amenaza. Su mirada ya no tenía nada de la calidez que tenía hacía Mu Ru Yue. «Cómo sabías que era un impostor, ¿por qué no me expusiste?»
Su Maestro lo había enviado aquí, pero no había esperado que esta chica fuera tan inteligente en esa medida.
Ella ya sabía que él no era el verdadero Ye Wu Chen desde el primer vistazo…
«Solo quería saber qué propósito tenías al acercarte a mí, pero es una pena que ahora quisieras intimidar demasiado conmigo, así que no pude continuar el acto. Ahora que te he expuesto… Dime, ¿cuál es tu motivo?”
Mu Ru Yue caminó lentamente hacia el hombre. Con una voz glacial, preguntó: «Y, mientras estamos en eso, ¿quién es esa persona, Luo Yi, que te acompañó en este acto?»