Capítulo 87: Madam Sheng Yue (4)
Al pensar en esto, no pudo evitar secar en secreto sus lágrimas antes de decir con una leve sonrisa: «Así es, todavía no sé tu nombre.»
«Mu Ru Yue.»
Mu Ru Yue no tenía ningún sentimiento negativo hacia Sheng Yue.
«Señorita Mu, ¿está bien si te llamo Yue’er?» Una excepcional sonrisa ocupo el rostro de Madam Sheng Yue. Con anticipación en sus ojos, continuó «Una vez tuve una hija que fue secuestrada en el pasado… Ella ya tendría tu edad, así que ver a la Señorita Mu me hacer recordar a mi hija, quien desapareció cuando solo tenía un mes de vida. Siendo honesta, se desconoce si todavía está viva.»
Cuando Mu Ru Yue vio la expresión de Madam Sheng Yue llena de esperanza, asintió sin vacilar. «No te preocupes, Madam. Definitivamente se reunirá con ella si está predestinado.»
«¿Nos volveremos a reunir si está predestinado?» Madam Sheng Yue murmuró esa frase antes de dirigir su mirada hacia Mu Ru Yue y decir con una sonrisa: «Entonces tomaré la bendición de Yue’er, también creo que la fuerza de vida de mi hija es fuerte, todavía debe estar viviendo en alguna parte… Debes haber venido aquí por la Asamblea de Píldoras, así que si necesitas ayuda, puedes venir a la Posada Nube Púrpura a buscarme; puedo brindarte asistencia en cualquier momento. Sin embargo, aunque no puedo garantizar esto en otros lugares, nadie se atreverá a tocar un solo cabello tuyo aquí.»
Madam Sheng Yue tenía una sonrisa llena de confianza en su rostro, muy segura de sí misma. Esto se debe porque es una persona de la Familia Xiao de Sheng Jing. En este continente, si uno excluye algunos poderes de la región central, ¿quién no le temería a la Familia Sheng Jing?.
«Qing Qing, vámonos». Madam Sheng Yue bajó la cabeza para sostener la mano de Xiao Qing Qing mientras habla suavemente.
Xiao Qing Qing parpadeó con sus adorables ojos mientras observa a Mu Ru Yue; sus largas pestañas empezaron a agitarse. Con una dulce sonrisa en su rostro de jade, la pequeña agitó su mano hacia Mu Ru Yue mientras decía a regañadientes, «Hermosa hermana mayor, debes venir a visitar a Qing Qing. Qing Qing te estará esperando en Posada Nube Púrpura.»
Madam Sheng Yue miró sorprendida a Xiao Qing Qing, puesto que conocía bien la personalidad de su hija. Una de sus peculiaridades, era que a Qing Qing no le gustaba interactuar con extraños desde que era joven, pero esto parecía excluir a esta jovencita frente a ella.
«Lo haré.» Mu Ru Yue bajó la mirada para observar a Xiao Qing Qing, notando que tenía un gran afecto hacia esta adorable niña. De lo contrario, no la habría salvado.
Ella no sabía de dónde provenían esos sentimientos, simplemente no quería que algún mal o perjuicio se entrometiera en el futuro de esta chica.
Madam Seng Yue sonrió y asintió hacia Mu Ru Yue. Después, ella asintió hacia Huang Shao He, quien levantó inmediatamente a Qin Luo, haciendo caso omiso de cualquier resistencia mientras seguía, en silencio, a Madam Sheng Yue.
…
El actual Qin Luo lamentaba esto demasiado… Si no fuera porque quiso llegar temprano a la Asamblea de Píldoras, haciendo que el conductor del carruaje acelerara, tal vez podría haber evitado esta calamidad.
Para cuando llegó el patriarca de la Familia Qin, Qin Luo había sido torturado por el subordinado de Madam Sheng Yue y estaba en su último aliento.
¿Quién no sabía que Xiao Qing Qing era la pequeña princesa de Sheng Jing? Todos no podían evitar besarla, así que ¿quién puede soportar que pierda solo un cabello? Si no fuera por la ayuda de la Señorita Mu, la pequeña princesa ya habría muerto, entonces las acciones contra Qin Luo no serían ligeras.
El patriarca de la Familia Qin no pudo evitar usar los tesoros en su familia a cambio de la vida de tal decepcionante hijo. Por supuesto, eso fue después de que el otro bando estuvo satisfecho con su respectiva tortura, porque a partir de ese momento, el Joven Maestro de la Familia Qin ya no podrá tener relaciones sexuales.
Y en medio de esta conmoción, el día de la Asamblea de Píldoras finalmente había llegado…