Capítulo 431: Enviado del Reino Amanecer
Aparte de la ametralladora, Roland también planeaba desarrollar un rifle de largo alcance. No necesitarían fabricar muchos, con solo cien bastaría. El rifle tendría el mismo calibre que la ametralladora pesada, y podría transformarse fácilmente en un rifle de francotirador instalando solo una mira.
De esa manera, podría seguir fabricando riflves de revolver y balas negras sin desperdiciar enormemente los productos.
Durante una batalla, los soldados podían usar la artillería para reprimir fuerzas enemigas de entre 800 y 1.000 metros y ametralladoras pesadas de entre 500 y 800 metros. Y Los francotiradores podrían ocuparse de los enemigos a menos de 500 metros, y los rifles de revolver podían utilizarse para eliminar enemigos dentro de los 200 metros. Por lo tanto, en teoría, podía asegurarse de que cada centímetro del campo de batalla estaría cubierto.
Por supuesto, probablemente le llevaría tres o cuatro meses equipar a su ejército con todo el arsenal de armas que planeaba fabricar. Y pudieran no ser capaz de completarlo antes del ataque de primavera. Por lo tanto, necesitaba otra arma, un Barco cañonera de río poco profundo equipada con un cañón de 152 mm. Con uno bastaría para presionar a los enemigos cuando lanzaran su ataque.
Roland sentía que tenía más responsabilidades sobre sus hombros que antes. Pensó acerca de la ceremonia de bodas después de los Meses de los Demonios, y en la unificación de toda la Región Occidental, así como la nueva población que tendría después de derrocar a Timothy. Incluso deseaba que el tiempo se ralentizara, y que los Meses de los Demonios no terminaran pronto.
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Pronto el paisaje comenzó a cambiar, al entrar a la Región Occidental.
Otto Luoxi alzo las persianas y miró por la ventana. El cielo y la tierra estaba completamente volteados. El cielo estaba cubierto por densos copos de nieve que caían al suelo en remolinos por el viento y se mezclaban en el vasto lienzo de blancura.
Con tan solo ver, pensó que lo nieve nunca cesaría. Donde quiera que miraba los últimos dos días solo podía ver montones de nieve cubriendo el suelo, rocas y bosques. Si el barco no estuviera tambaleante, hubiese pensado, que no podría avanzar sobre el rió.
«Baja las persianas.» El capitán le gruñó. «Y Sal a la cubierta si realmente quieres ver el paisaje. A nadie le importará.»
No se tomó de manera personal las palabras del capitán, cerró las persianas y le preguntó: «¿Así.. siempre se ve cada año?»
«Por supuesto, ¿crees que estaba fanfarroneando?» El capitán le dio sorbo a tarro de vino y dijo: «Cada año, cuando los Meses de los Demonios aparece, la Región Occidental queda completamente aislada por la nieve. No hay forma de llegar aquí excepto a través del río Redwater. Es mas puedo usar mis dedos para contar cuántas personas en toda la Ciudad del Rey estarían dispuestos a traerte aquí con este tiempo sanguinario. Bueno, también tienen que tener un barco.» dijo, mientras dejaba escapar un eructo. «Así que cinco royals de oro es un buen trato. ¿Estas de Acuerdo?»
«Es un poco caro, pero no negocié contigo cuando pagué», dijo Otto sonriendo.
«Eso suena mejor». El capitán le paso su tarro y le dijo: «Bebe un poco. Te calentará.» Se limpió la boca y continuó: «Había una vez un comerciante que quería comprar mercancías de la región occidental más rápido que nadie, pero no quería pagar un poco más por la tarifa, así que le pidió a las ratas callejeras que se lo transportaran. Sabes que paso? Ese tipo fue asesinado a mitad del camino. Esos pocos mercenarios que trajo con él eran malos. Todos terminaron alimentando a los peces.»
«Eso fue… muy desafortunado.» Otto tomo el tarro, pero no bebió del vino. En vez de eso, se quitó los guantes y sostuvo el tarro en sus manos. Realmente no se sentía cómodo compartiendo tragos con otros del mismo tarro.
«Obtienes lo que pagas. Es una regla universal. Siempre hay gente que cree que puede salirse con la suya. ¿Nunca se le ocurrió que si las ratas le dieron un precio bajo, tendrían que buscar otra manera de sustentar el negocio?.» El capitán agregó, moviendo la boca, «Por cierto, ¿cuál es su negocio en la Región Occidental? No me culpes por no recordártelo. Antes había joyas y pieles en este maldito lugar, pero ahora no puedes conseguir nada de eso.»
«¿En serio?» Otto se maravilló, fingiendo estar interesado. «Hasta donde yo sé, ¿no se ganaban la vida con esos negocios? ¿Que paso, todas la personas de la región occidental ahora se han convertido en bandidos?»
«Eso era en el pasado.» El capitán encendió su pipa con el fuego del carbón e inhaló profundamente. «Desde que el príncipe Roland tomo posesión de la Ciudad Fronteriza, la Región Occidental es extraña. Sabes que el pueblo es bien conocido por sus pieles y joyas, pero nadie sabe como demonios el príncipe esta sacando dinero del territorio. Ahora sólo hay importaciones pero no exportaciones. Algunas joyas todavía se venden en la fortaleza Longsong, pero los nobles tiene sus maneras específicas de conseguir un asimiento de ellos. No puedes meterte en esos asuntos.»
«¿Sólo importaciones pero no exportaciones?» No pudo creer lo que decía, por lo que repitió atónito.
«Sí. Aunque no puedas comprar productos locales, las ventas son bastante buenas. Ademas puedes vender de todo, desde comida, ropa, telas y hasta artículos en general. Nadie sabe de dónde sacó el príncipe Roland tantos royals de oro.» El capitán exhaló un poco de humo y concluyó: «Es muy probable que regreses con las manos vacías esta vez.»
Otto puso una mirada despreocupada sin dar ninguna respuesta. De hecho, no le importaba realmente si ese viaje no era fructuoso, ya que su único propósito era conocer al Señor de Ciudad Fronteriza. Sin embargo, debido a la hostil relación entre Roland y Timothy, tuvo que ser disfrazado de comerciante, para llegar a la frontera en secreto.
Antes de partir, ya había llevado a cabo una investigación exhaustiva de su destino.
Dado que era una Ciudad Fronteriza era insignificante para los vecinos. Inicialmente solo había sido construida con el propósito de monitorear a las bestias demoníacas que quisieran atacar, pero más tarde se transformó en una ciudad donde los residentes se asentaron. De las observaciones en los territorios otorgados a los príncipes, pensó que el príncipe Roland era el menos favorito del rey, y había sido abandonado a su suerte en la frontera.
Sin embargo, la verdad es que no sólo logro establecerse en la región occidental, sino que también se convirtió en una gran amenaza para el nuevo rey. Eso fue lo que más tenia confundió a Otto. Si el príncipe Roland era un hombre capaz, ¿en qué se basaba su infamia y cómo se había puesto en una posición tan desesperada?
Según su información, el ascenso de Roland Wimbledon había sido increíble.
De hecho, era sorprendente como el príncipe desterrado a Ciudad Fronteriza hace un año, sin estar acompañado por guardias y ministros lograr sobreponerse. Hasta los caballeros enviados con el fueron encomendados por el rey. Por lo que era casi imposible que lograra forzar a la nobleza local a someterse a por sus leyes con recursos tan insuficientes, sin mencionar la implementación de sus políticas.
Sin embargo, el príncipe Roland derrotó al duque Ryan y conquistó la fortaleza Longsong, convirtiéndose en el verdadero gobernante de la Región Occidental en apenas seis meses. Muchos rumores sobre la batalla se esparcieron entres las masas. Algunos creían que el duque fue asesinado durante una rebelión interna, mientras que otros creían que había sido arrojado a caballo, razón por la cual el caballero no pudo competir contra un grupo de mineros.
Pero aun así Roland aseguró su posición como gobernante de la Región Occidental. Las guerras inducidas por el Decreto Real sobre la Selección del Príncipe Heredero se intensificaron cada vez más. Y conla muerte del Príncipe Gerald y la Princesa García en sucesión y la desaparición de la Princesa Tilly, las ciudades del Territorio Meridional y la Región Oriental fueron devastadas por el caos constante. Sólo la Región Occidental logro mantenerse tranquila y pacífica.
Y eso ciertamente no se debió a la benevolencia del nuevo rey, al contrario los ejércitos del nuevor rey Timothy no pudieron hacer nada. Otto tenía curiosidad sobre lo que Roland había hecho para fomentar a esos feroces soldados.
«Capitán, Ciudad Fronteriza está justo en el frente.» El marinero abrió la puerta de la cabina y lee informó: «Ya casi llegamos.»
«¡Ah, finalmente!» El capitán golpeó su pipa y gritó:»¡Bajen las velas, alcen la bandera y dile a los guardias que estamos aquí! Voy a ir a tomar a una taberna un buen sorbo.» Miró a Otto y le recordó: «Oye, no olvides tu equipaje. Te veo en una semana. No te esperaré si llegas tarde.»
Otto se encogió de hombros, sin mostrar objeciones.
De todos los rumores sobre el príncipe Roland, el que más importancia tenia era que el príncipe se había entregado al demonio y estaba contratando brujas en secreto. Se creía que esa era la verdadera razón por la que fue capaz de aplastar rápidamente al Duke y ocupar toda la región occidental, y cuya evidencia fue la iglesia quemada en la fortaleza, el asesinato del sacerdote y la expulsión de los creyentes.
Llego con la esperanza de reafirmar ese rumor.
A Otto no le importaba si el príncipe estaba a favor del demonio o contratando brujas, siempre y cuando el príncipe estuviera del lado opuesto de la iglesia.
En ese sentido, Roland era más beneficioso para el Reino Amanecer que Timothy.
Pronto la cabina se estremeció, el barco por fin llego al muelle.
