Capítulo 421: Interrogatorio
La prisión de la ciudad no había cambiado mucho desde que llegó hace un año.
Su desarrollo de infraestructura masiva no se había extendió a ese lugar, y aunque las casas y los caminos sobre el suelo habían sido renovados, la prisión debajo del castillo, todavía apestaba. El moho seguía creciendo en las paredes y el agua fangoso deslizándose de ellas.
La única diferencia claro que las celdas tenían muy pocos prisioneros.
Debido a la expansión y desarrollo del territorio, cualquiera que estuviera dispuesto a trabajar podía encontrar un trabajo. Y Los sinvergüenzas que no estuvieron dispuestos a cambiar fueron enviados a las minas, donde fueron azotados.
Debido a que Anna había destrozado las celdas de la prisión del ultimo piso y no las repararon, el piso inferior fue completamente sellado y abandonado. Roland siguió a Iron Axe hasta llegar al tercer piso inferior y pronto miro al Sacerdote cautivo, el único criminal en ese piso.
El hombre no estaba colgado, ni se veía que hubiese sido golpeada hasta estar deforme. Al ver eso desafió la idea que Roland tenia de un interrogatorio. Solo estaba acurrucado en la esquina de su helada celda, y aunque su ropa estaba intacta, parecía completamente no tener vida y sus ojos parecían vacíos.
«¿Él está bien?» Roland preguntó en voz baja.
«No se preocupe, Su Alteza», respondió Iron Axe con una reverencia. «Si tiene alguna pregunta, puede preguntarle directamente.»
El príncipe asintió. Los métodos de interrogatorio de la Gente de la Arena eran realmente únicos, pero no estaba interesado en los detalles ni en proceso que Iron Axe hacia, siempre que hiciera el trabajo. Se aclaró la garganta, se sentó en el banco de madera cerca de la celda y le preguntó al sacerdote a través de los barrotes: «¿Cómo te llamas?»
«¿Eres el cuarto príncipe del reino de Graycastle… Roland Wimbledon?» La expresión del hombre cambió. «Mira… mira lo que has hecho. Has desatado los poderes de los demonios.»
«Su Alteza le está preguntando por su nombre,» dijo Iron Axe con frialdad. «Si no quieres volver a sufrir el castigo de la noche anterior, corta esta mierda y responde.»
La cara del sacerdote se congeló, y después de una breve pausa, bajó la cabeza y dijo: «Mi… mi nombre es Campus.»
«¿Escuché que vienes de la Ciudad Santa de Hermes?» Roland miró al hombre. «¿Quién era la bruja que viajaba contigo? ¿Ella también era de la Ciudad Santa? ¿Cuál era su papel en la iglesia?»
«Ella…» Campus pareció vacilar y guardó silencio durante un largo tiempo antes de responder: «Le decíamos Saint, pero se llamaba Aurora y era una de las Brujas Puras del Maestro Tayfun. No tenia ningún puesto en la iglesia.»
«Tayfun?» El príncipe reflexionó durante un tiempo, ese nombre le parecía familiar.
«Es uno de los tres arzobispos de la Ciudad Santa, a cargo de los asuntos exteriores de la iglesia. Su posición esta detrás de la del Sumo Pontífice.» El Sacerdote explicó.
De repente, Roland recordó que había conocido a esa persona antes, en una ceremonia en Ciudad del Rey. Ese día, el Rey Wimbledon III organizó una gran celebración por la mayoría de edad para Tilly Wimbledon, y Tayfun fue el Arzobispo enviado por la iglesia para asistir la ceremonia. En sus recuerdos, Tayfun parecía un anciano benévolo con una sonrisa atenta y compasiva, como si no tuviera nada que ver con nada de lo malo en el mundo.
«¿Qué es una bruja pura?»
Campus dudó una vez más, pero después de que Iron Axe lo amenazara de nuevo, respondió a regañadientes. «Las brujas puras son brujas criadas por la iglesia y estaba bajo el servicio directos de los Arzobispos y el Sumo Pontífice, así que no sé demasiado sobre ellas.»
Roland se rascó la oreja para tener la confirmación de Nightingale, de inmediato supo que no estaba mintiendo.
«¿Cuántas personas saben sobre las brujas que se encuentran ocultas en la iglesia?»
El sacerdote negó con la cabeza. «El maestro Tayfun solo me contó sobre esto hace dos años y me ordenó no contarle a otros creyentes, así que… no estoy seguro de cuántas personas lo saben.»
La iglesia obviamente es reservada sobre este asunto de la Brujas Puras, eso significa que no están siendo hipócritas con lo que dicen en frente del publico, pensó Roland. Estas son definitivamente buenas noticias. Eso finalmente confirmó su sospecha y le dio por fin un evidencia en contra la iglesia, si los creyentes descubrían que los dicho por la iglesia era falso y que la iglesia en secreto estaba tomando cuidados de los mismos enemigos a los que se ellos señalaban, ¿cómo reaccionarían?
«¿Cuáles eran tus motivo para sabotear a la Señora de Fallen Dragon Ridge? ¿Por qué querías llevarla de regreso a Hermes?»
«No lo sé. Mi única misión era vigilar a Aurora, así que solo ella sabia el motivo exacto. Hubo un cambio de planes porque Aurora descubrió que la Señora de la ciudad en realidad era una bruja, y el nuevo Papa ordenó que enviáramos a todas las brujas capturadas a la Ciudad Santa para que pudieran ser purificadas.»
«Purificadas», resopló Roland. «¿De verdad crees eso? Si las brujas purificadas… no, las brujas puras no tienen pecados, ¿por qué la iglesia mantendría su existencia en secreto?»
«Porque… porque algunos creyentes no son lo suficientemente devotos, así que esa es la única manera por ahora…» Su voz se atenuo, y finalmente cerró la boca.
El príncipe se burló. «¿A dónde pensaban ir después de dejar Fallen Dragon Ridge?»
«Redwater City.»
«¿Después de eso?»
«Al Castillo intransitable.»
«¿Hay otros lugares?»
«Solo eran esas tres ciudades.» El sacerdote respondió aturdido. Después de revelar la información sobre las Brujas Puras, ya no tenia nada mas que esconder. «El Maestro Tayfun no nos dijo cuándo regresaríamos, así que planeábamos quedarnos en el Castillo Intransitable esperando nuevas órdenes.»
Su respuesta coincidía con la carta encontrada en el cuerpo de la bruja. «¿Por qué esas tres ciudades?»
Campus negó con la cabeza.
Parecía que no sabía mucho ya que para la iglesia, probablemente era solo un cuidador de la Bruja Pura. Roland se acarició la barbilla y pensó: «Fallen Dragon Ridge está en el Territorio del Sur, la ciudad de Redwater en el centro del reino y el Castillo Infranqueable entre los Territorios del Norte y del Occidente, por lo que no tienen nada en común, y no son rutas importantes o intersecciones. Incluso si la iglesia quisiera derrocar el Reino de Graycastle, no comenzarían con esas ciudades.»
Si tuviese que nombrar una similitud entre ellos, sería que todos se encontraban en la periferia del territorio occidental. De pronto, un pensamiento le vino a la mente: ¿el era la persona a la que apuntaba la delegación emisaria?
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El interrogatorio no se detuvo hasta la noche. Cuando Roland recopiló la información y se puso de pie para marcharse. Pero antes de irse, se dio cuenta de que el sacerdote seguía sentado inmóvil contra la pared, como si pareciera un cadáver, no estaba pidiendo misericordia ni maldiciéndolo. Eso lo sorprendió mucho. «¿No preguntarasqué es lo que pretendo hacer contigo?»
«Ya me torturaron para confesar todo esto… y Dios dará testimonio», dijo Campus con los ojos cerrados. «Dios es mi último juez, no tú. No importa lo que hagas conmigo.»
«Su Alteza, déme otra noche con él», dijo Iron Axe. «Cambiare su actitud.»
«No es necesario. Esto es suficiente-» Como el sacerdote ya había confesado todo, a Roland no le interesaba seguir torturándolo. «Él será juzgado, no por Dios… sino por la gente.»