Capítulo 416: Retirada
Nightingale siguió por el camino que había explorado antes, y atravesó tres casas, antes de llegar a la mazmorra donde estaba la Marquesa.
Al escucha el sonido Spear Passi alzo su vista y abrió los ojos. «¿Cómo entraste?»
Nightingale puso un dedo en su boca, indicándole que guardara silencio y camino cojeando hacia la puerta de acero. Observando la ropa, juzgo que los dos guardias que se encontraban caminando hacia ella eran probablemente seguidores de la iglesia. Rápidamente uso Niebla para colocarse detrás de los dos hombres y les cortó la garganta con una daga: nunca habrían esperado un ataque desde el interior de la mazmorra, por lo que ni siquiera giraron la cabeza mientras agonizaban.
Después de entrar a la mazmorra y derrotar a los guardias, Nightingale finalmente tuvo la oportunidad de examinar su herida.
Los pantalones resistentes al viento que Soraya hizo para ella fueron rasgados, y la sangre estaba brotando de una herida en su espinilla que tenía una pulgada de profundidad. Al ver la herida se sorprendió que el látigo mágico de su enemigo pudiera rasgarle los pantalones y cortarle la carne, pero afortunadamente no había llegado al hueso. Si no fuera por el recubrimiento de resistencia en sus pantalones, ella habría sido herida aún más en serio.
«Estás herida», dijo Spear frunciendo el ceño.
«No es nada. Tenemos que irnos antes de que te conviertas en un cadáver.» Nightingale no le dijo a la Marquesa sobre los planes de Saint de llevarla a Hermes, por que era lo mismo que morir o peor. «No tenían idea de que fueras una bruja antes de que te capturaran, así que esto debió ser una conspiración de la iglesia para obtener el control de Fallen Dragon Ridge.»
«¿Qué hay de mi hermano…»
«Probablemente desde un principio ya era títere de la iglesia. No hay tiempo que perder, así que te explicaré todo en el camino.» Nightingale ató fuertemente una pedazo de tela justo encima de su herida. «¿Dónde está el Medallón de Retribución de Dios?»
La Marquesa señaló su cuello. «Al principio, solo ataron mis piernas con una cadena, pero luego lo reemplazaron con esto.»
El corazón de Nightingale se hundió inmediatamente al ver el anillo metálico tan grueso como su pulgar: ese tipo de Medallón de Retribución de Dios era hecho de piedras de dios encerradas en un tubo, que después se sellaban con una técnica especial. Por lo tanto era difícil de romper.
«¿Recuerdas dónde está la llave?»
«Está dentro de la mazmorra cerca de la entrada, donde me llevaron para ponerme esta cosa.»
Era obvio que después de descubrir la verdadera identidad de la Marquesa, Saint decidiera usar las restricción más fuerte que podía sellar los poderes de casi todas las brujas, excepto las de una Extraordinaria.
Noto que primero tendría que quitar ese artilugio para poder llevar a Spear dentro de su niebla y luego escapar.
«Vayamos a la primera sala de la mazmorra», dijo Nightingale decididamente. «Ven conmigo.»
Luchando contra el dolor de su espinilla, camino hacia los guardias derrotados, y tomó sus llaves, para abrir la puerta de la celda.
Pronto después de hacerlo, el sonido de las campanas resonó por toda la torre, rompiendo previamente el silencio. Eso causo que sus corazones se aceleraran.
«Esa es la alarma de la iglesia», dijo Spear con una expresión de pánico.
«Sabía que vendrían eventualmente,» susurró Nightingale. «Nuestra única posibilidad de sobrevivir es avanzando más rápido que nuestro enemigo.»
La alarma realmente podría haber sido un beneficio para ella, ya que todos los hombres en en la mazmorra se juntarían en la única entrada y eso facilitaría su muerte.
Al llegar pronto descendió sobre ellos dentro de su Niebla y apuntó con su arma a esos hombres. Después de que las balas perforaran al primer objetivo, sangre salpico por todos lados. Las Piedras Represalias de Dios que llevaban con ellos, le sirvieron como objetivos de tiro al blanco claros, debido a su visión blanco y negro. Su invisibilidad también le ayudo para que lo hombres no supieran donde estaba. Después de dos rondas de disparos, ni un guardia quedo vivo.
Sin embargo, ella sabía que esos eran los seguidores de menor rango y que un Ejército de Castigo de Dios armado se estaba dirigiendo hacia ellas y pronto llegaría. Si no lograr retirar el Medallon de Retribución de Dios antes de que llegaran, su posibilidades de escapar eran mínimas.
«¡Ven aca!» Rápidamente observo la llave, era un instrumento de metal el cual tenia dos abrazaderas oxidadas que se extendían hacia afuera, era casi semejante a un dispositivo de tortura.
Spear presionó su cuello contra las abrazaderas, y Nightingale colocó el dispositivo y giró furiosamente el mango. Con la ayuda de las poleas, las abrazaderas tiraron en direcciones opuestas y crearon una abertura en el Medallón de Retribución de Dios.
Al mismo tiempo, escucharon la armadura de los guerreros tintineando cerca de la puerta de la celda.
«¡Están ahí!» Alguien gritó.
«¡Apunten, y disparen!»
«¡Vamonos!» Nightingale tomo a Spear y la metió dentro de su niebla, pero pronto observo pequeños agujeros negro ir en su dirección, lo cual cancelaron su niebla.
¡Hay Piedras Represalias de Dios en las flecha! Nightingale sintió como gotas de sudor frío le recorrieron la frente cuando ella y la Marquesa se volvieron completamente visibles para los Guerreros: al observarlos era claro que esos hombres estaban entrenados de manera muy diferente a los seguidores normales. Solo la mitad de ellos había disparado primero para cerrar su salida en el pasadizo.
La otra mitad espero hasta que las brujas se expusieran y después de ver a su objetivo, la segunda ola de flechas voló hacia ellas.
Nightingale escuchó el zumbido de las flechas detrás de ella y jalo a la Marquesa frente a su cuerpo, gritando. «¡corre!»
Un dolor abrasador se extendió como fuego por su espalda cuando fue alcanzada por las innumerables flechas, pero no dejó de correr.
Cuando doblaron una esquina, Nightingale saboreó la sangre en su boca. «¿Estas bien?»
«Est… estoy bien», dijo la marqués sin entender su pregunta. «¿Acaso bloqueaste las flechas por mí?»
«Si te disparasen, no creo que hubiese podido escapar contigo.» Nightingale se saco la chaqueta y descubrió que ninguna de las flechas había atravesado la chaqueta de Soraya; aunque le dolía la espalda como si estuviera ardiendo, solo había hematomas.
Los Guerreros se apresuraron hacia ellas rápidamente, habían quedado totalmente lejos. No habían esperado que las dos brujas sobrevivieran a la segunda ola de flechas sin ningún escudo.
Después de escapar del rango de la Piedra Represalia de Dios, Nightingale agarró a Spear y entró en su Niebla. Corrió hacia arriba a través de las tablas del suelo, hasta llegar al exterior de la torre, tomó un tubo de bambú de su bolsa y tiró de la cuerda en su extremo.
Una cegadora luz roja salió disparada del tubo hacia el cielo y estalló en una lluvia de chispas que parecían estrellas iluminando el cielo.
Cuando Su Majestad le dio eso, se jactó de que una bengala convocaría a mil soldados para su ayuda. En ese momento, no necesitaba mil soldados, solo necesitaba a Maggie, rezo para que ella viera la señal.
Pronto, una sombra gigante descendió del cielo y aterrizó junto a la torre, su gran cuerpo aplastó las paredes y sus alas barrieron la niebla a su alrededor.
«¿Qué… qué es eso?» Spear Passi miró con asombro.
«Ella es mi amiga.» Nightingale hizo que Lightning sujetara a la marquesa a Maggie, y usó lo último de su fuerza para arrastrarse sobre su espalda, le dio una palmadita en el cuerpo y dijo: «Vuela.»
«Aooooo… aoooo…» Maggie le rugió a los Guerreros que llegaban, y agitó sus alas desapareciendo en la noche con las dos brujas.