Capítulo 266: Tomando su Decisión
“Su Majestad, ¿Usted sabe la razón por la qué no hay noticias de mi hermano mayor?”.
La pregunta de Ed sorprendió a Timothy por un instante, de hecho, ya había pasado exactamente dos meses desde que envió a Lehman Hawes a saquear el territorio occidental. Sin importar si hubiese decidido viajar más lejos o tomado la decisión de regresar, ya debería haber informado sobre la situación o tomar la decisión de regresar a Ciudad del Rey.
Aunque una de las misiones que le asigno a Lehman fue “la de tomar el mayor control posible dentro del territorio occidental”, Timothy entendía perfectamente que, después de que 1500 personas tomaran las píldoras, se volverían casi inútiles. Querer depender solo de ellos para ocupar el territorio occidental era una situación muy difícil de lograr, por lo que entonces la misión principal que le dio era la de apoderarse de la Fortaleza Longsong, para saquear las píldoras en la iglesia, verificar los detalles sobre la batalla del Duque y luego salir a atacar a Ciudad Fronteriza. Para así poder acabar con un poco de fuerza de Roland.
Ya había usado ese truco para tratar con García, por lo que podría describirse como una táctica ya probada en guerra. Incluso en el caso de que no hubiese podido capturar el puerto de Clearwater y su ejército fuese aniquilado durante el intento de eliminar al enemigo, la mayoría de sus Caballeros todavía podrían regresar sanos y salvos. Así que mientras reuniera a un grupo de personas inútiles después, podrían emprender un ataque una vez más.
Pero ¿por qué no hay absolutamente ninguna noticia sobre Lehman Hawes y su grupo de Caballeros?.
Timothy abrió la boca y dijo lentamente: “Tal vez su regreso se retrasó debido al ataque a Ciudad Fronteriza, o puede que ya se encuentre de regreso.” Sabía que su pensamiento era bastante improbable, pero aún creía en ello. Quería decirle al hermano de Lehman la respuesta que quería escuchar.
“Quizás cuando regrese a Ciudad Fronteriza, ya habrá un mensaje de él aguardando”.
“Entonces Su Majestad, en ese momento, es posible que pueda pedirle que…”
“¿Te cuente acerca de las noticias?” Timothy asintió, “Por supuesto, enviaré un mensajero para que te las haga saber”.
“¡Gracias, Su Majestad!”.
El nuevo Rey se apoyó en la barandilla, observando ocasionalmente los rayos de luz que aparecían dentro de las nubes negras. Los sonidos de los truenos provenían de un lugar lejano, no eran ruidosos, sino más bien profundos y resonantes, como si estuviesen golpeado directamente en el corazón.
La pregunta de Ed causo que la alegría en el corazón de Timothy se desvaneciera en gran medida. Si mencionara que la rebelión de García Wimbledon fue como tenía que ser, y que la partida de Tilly Wimbledon lo había decepcionado mucho, entonces la acción de Roland Wimbledon era algo completamente inimaginable para él. Siempre había pensado que sería absolutamente innecesario gastar parte de su energía en su hermano menor incompetente. Mientras esperara por algún tiempo, Roland se cansaría del estilo de vida empobrecido de Ciudad Fronteriza y volvería a Ciudad del Rey solo, por lo que la situación actual hasta el día de hoy era completamente inimaginable.
Quedarse atrás para salvaguardar a la Ciudad Fronteriza, y sobrevivir a los Meses de los Demonios, así como derrotar a Duke Ryan para apoderarse de la Fortaleza Longsong, ¿cómo es esto posible?, e incluso ahora he perdido el contacto con Lehman y su ejército de mil quinientas personas.
Timothy no tenía una gran compresión profunda con respecto a su hermano menor. En nuestra infancia, sin importar si era García o Gerald, no les gustaba jugar con él. Incluso después de convertirse en adultos, solo se encontraban de vez en cuando durante los banquetes del palacio. Sin embargo, las noticias relacionadas con sus actos traviesos y picaros nunca se detenían, incluso padre no le tenía cariño. ¿Es posible que haya ocultado su verdadera naturaleza desde el principio?.
Tan pronto como surgió aquella idea, Timothy la rechazó. Incluso si él es tan inteligente como la quinta hermana, solo afectaría su capacidad de aprendizaje y su pensamiento reactivo. Durante la infancia de Tilly, no hubo ninguna diferencia entre ella y una niña normal: ¿cómo puede alguien nacer con el conocimiento de cómo enmascararse y engañar a los demás? Es probable que algo haya sucedido cuando se fue a Ciudad Fronteriza, y eso causó estos cambios.
Timothy agito su cabeza y arrojó esos pensamientos distraídos al fondo de su mente.
“¿Qué pasa, Su Majestad?”.
“No, no es nada”. El nuevo Rey tomó aliento, “Se avecina una tormenta”.
No importa lo que le haya pasado. La situación sigue siendo la misma. Con la población de Ciudad Fronteriza y su posición, ya está condenado sin un lugar donde refugiarse: no tiene puerto ni flota. Y con solo el inhóspito y bárbaro terreno baldío detrás de él, solo puede defender su pequeño rincón hasta la muerte, esperando hasta que sea completamente arrastrado por mis ataques.
“¿Insistes en irte mañana?” Preguntó el Caballero con miedo.
Timothy se dio vuelta, “Si te detienes justo después de encontrar un poco de lluvia, ¿qué harías cuando te encuentres con una verdadera tormenta?”.
Tarde o temprano, Roland Wimbledon se arrodillará bajo mis pies y suplicará mi perdón, e inevitablemente pondré la corona de Graycastle en mi cabeza. Sin embargo, todo esto no es más que un acto secundario de una obra recién iniciada. Los movimientos e intenciones de la Iglesia son cada vez más obvios. Un día, la Iglesia y Graycastle están destinados a chocar, ese será mi verdadero desafío.
“Ve y atiende tus propios asuntos. Mientras más pronto seas capaz de terminar la tarea que te he dado, más pronto podrás regresar a Ciudad del Rey”.
“Como usted menciona, Su Majestad”.
Ed dio dos pasos, pero se giró nuevamente para preguntar. “Casi lo olvido, puedo preguntarle a Su Majestad, ¿cómo desea lidiar con aquellos que se tragaron las píldoras y que no murieron en el campo de batalla? Ellos ya han tomado las píldoras por tercera vez”.
“Quémalos junto con el Puerto Clearwater”, respondió Timothy inexpresivamente.
Después de que el Caballero recibiera sus órdenes se marchó, y al mismo tiempo Timothy sintió algo frío en la punta de su nariz. Levanto su cabeza, y miro que las gotas de lluvia caían de las nubes, primero solo había algunas gotas pequeñas, pero poco a poco se volvió más y más densa, formando poco después ondas sobre la superficie del mar.
*
La Nueva Ciudad Santa en Hermes estaba en la cima de la Torre de Babel.
“¡Demonios, de verdad, maldición!” Gritó Tayfun mientras golpeaba vigorosamente su puño contra la mesa. “¡Esto es una verdadera mierda tch! ¡Esto es una blasfemia! ¡Ella se atreve a apuntar la punta de su lanza en contra de la Iglesia!”.
Esta era la primera vez que Mayne había visto al viejo obispo perder el control de sí mismo, las venas de su frente se habían hinchado por la furia, y su barba temblaba. En general, su apariencia siniestra parecía querer tragarse a su contraparte.
Era bastante difícil imaginar que él era el mismo hombre que constantemente planteaba quejas sobre Heather, el cual no podía intercambiar ni una palabra con ella sin discutir durante toda la tarde. Sin embargo, en el momento en que vio el contenido dentro del pequeño joyero enviado por la Reina de Clearweater, el anciano se puso furioso.
No tenía ninguna perla el pequeño joyero, solo se encontraba contenido un único anillo de hierro fundido, el emblema del obispo que personalmente había sido otorgado por Su Santidad el Papa, el cual estaba unido a un dedo ensangrentado.
Mayne suspiró y luego se acercó al joyero. “Por supuesto que ella se atreve, eso es porque tampoco hemos recibido la bendición de Dios, Dios… solo favorece a los victoriosos”.
Al escuchar esa frase, Tayfun se calmó de repente, luego silenciosamente volvió a sentarse en su silla, jadeando pesadamente por el aire, antes de preguntar con rigidez: “Entonces, ¿qué piensas hacer?”.
De hecho, era una situación que la Iglesia no había encontrado en los últimos cien años. Nadie habría podido pensar que García llegaría desde Graycastle hasta el Reino de Invierno Eterno, e incluso enviaría la Flota Vela Negra hacia Hermes después de haberse apoderado de la capital. Aunque el Reino WolfsHeart se encontraba en su último aliento antes de ser conquistado, Mayne no había dudado en ordenar al Ejército de Castigo de Dios que regresara a la Antigua Ciudad Santa.
Esta ciudad, incluso sin paredes, era la barrera que defendía la base debajo Hermes, por lo que no podían permitirse perderla sin importar el precio.
Después de repeler su ataque, la Flota Vela Negra no intentó continuar su asalto y en su lugar regresó a lo largo del río hasta la Ciudad del Rey de Invierto Eterno. La intención por parte de García era bastante obvia, mientras la Iglesia enviara tropas para atacar el Reino de Wolfsheart, García atacaría la Ciudad Santa desde el río. Además, los nobles que previamente habían sido reprimidos por la pérdida repentina del poder real de Invierto Eterno ahora comenzarían a moverse. Mayne creía que mientras García prometiera que podrían conservar sus territorios y posesiones, todos esos nobles codiciosos no dudarían en apoyar a García para convertirse en la nueva Reina del Invierno Eterno.
Ahora tenían un dilema que no podía resolverse fácilmente.
Pero la Iglesia no se doblegaría solo porque se estaban encontrando una situación difícil. Incluso antes de convertirse en arzobispo, Mayne ya sabía que el camino que tenía frente a él sería largo y espinoso.
“Primero, la Ciudad Santa necesita anunciar un nuevo Arzobispo, así que primero haremos una lista de posibles candidatos, el candidato final será decidido por Su Santidad”, declaró lentamente Mayne.
“¿Y el enemigo?” Tayfun resopló por su nariz.
“Le explicaré todo a Su Santidad, así que no te preocupes”, cerró los ojos, “Su Excelencia ejecutará un Juicio Santo sobre ellos”.