Capítulo 31

La Mazmorra y el Maestro Cruel 11

Luz… fue lo primero que sintió, la luz… ¿dónde estaba?, no sabía, ¿cuánto tiempo había estado así?… sentía que fue hace mucho, vago por mucho tiempo sin rumbo en la nada, un vacio absoluto que no tenía fin.

Lo último que recordaba eran las palabras  de Rossalia, recordándole los peligros del ritual…

Existía la posibilidad de que su alma se perdiera.

¿Fue así?… ¿estaba perdida?.

Su cuerpo no existía aquí… solo una esfera de luz brillante la cual su conciencia le decía que eso era ella.

Una esfera de luz dentro de una luz aun mayor.

— buen trabajo al lograr llegar hasta aquí mortal

La voz resonó entre la luz y una presencia como el viento se manifestó, no podía verlo pero sin duda estaba ahí, con cada palabra que pronunciaba el espacio mismo se distorsionaba dando una forma humana casi imperceptible, pero Kristin sabía que ahí se encontraba.

Desesperadamente intento hablar, pues entendía que se trataba del Dios que vino a buscar pero… Su voz no salía.

— no te esfuerces mortal, la conexión es inestable, si no fuera por mi intervención tu alma se habría perdido en el vacio

Una voz diferente se manifestó.

Si no podía hablar ¿cómo le preguntaría al Dios  una forma de salvarlo?, la ansiedad surgió dentro de ella dando paso a la desesperación.

— escucha nuestras palabras mortal… yo soy Ghutkar, Dios del tiempo.

— Yo soy Yheterna, dios de la guerra.

— la luz y la oscuridad colisionaran nuevamente y los cimientos del  mundo se sacudirán

— la guerra nuevamente se avecina, los gritos de agonía de los muertos se escuchan en el horizonte

De pronto las dos voces se fusionaron en una, hablando en unisonó.

— Ahora el último de los doce deberá triunfar donde once fracasaron y los mortales deberán unirse nuevamente

— la razón por la cual estas aquí está clara, pero, incluso para mí el Dios del Tiempo alterar el destino es algo imposible… no obstante, el destino no es algo escrito y tampoco corpóreo… los mortales pueden moldear su propio destino, dándole la forma que ellos deseen, por ello… Hazte fuerte, hazte invencible.

— pero la guerra se aproxima más rápido de lo esperado… por ello te ayudare, en efecto yo soy Yheterna, dios de la guerra y el combate, por mi derecho divino te proclamo mi Adalid, ahora regresa al plano mortal y aprende tanto como te sea posible, combate y derrota a tus enemigos en mi nombre.

— no temas al poder que te otorgue, mortal, contrólalo, domínalo y el tiempo mismo responderá a tus órdenes.

Sus ojos divisaron el techo de una habitación iluminada por la luz amarilla de los rayos del sol, era una habitación familiar, era la habitación del templo donde anoche realizaron el ritual, ahora era de dia…

Se encontraba acostada en el centro de un pentagrama mágico con forma de estrella dentro de un círculo con relojes de arena en cada punta, al sentarse vio a Rossalia con los brazos extendidos hacia  ella, era la posición que había adoptado al inicio del ritual, pero, había algo diferente.

La sangre brotaba de sus oídos, nariz y ojos.

— ¡Rossalia!

— jejeje… ¡Regresaste! — dijo Rossalia cayendo al suelo.

A su alrededor había muchas botellas de cristal vacías las cuales sonaron al soportar el impacto de su cuerpo.

Eran posiciones de mana utilizadas.

•••••

El mercado de la ciudad era un lugar muy animado, toda clase de puestos delineaban la calle principal, puestos de comida, verduras y ropa abundaban.

Niños corriendo a un lado de sus madres mientras hacían la compra, los aventureros claramente identificables por sus armaduras y los mercaderes con sus ropas finas iban de un lado a otro.

Su objetivo ya había sido completado, tres capas con gorro y vestidos de mujer, posiciones de mana y morrales con provisiones, agua, pan, vino, carne seca y fruta, cada morral con provisiones para siete días, gracias a la magia el espacio dentro de los morrales era ampliado enormemente.

Durante todo el tiempo que permaneció fuera del cuartel su vista buscaba señal de los sacerdotes, estos patrullaban las calles en compañía de tres guardias cada uno, Kai recordaba que Jhor solo les había asignado diez de ellos, pero al parecer había presionado para obtener más.

Entendía que sacarlas de la ciudad sería muy complicado y debía estar preparado para actuar, pensando en ello se compro una capa con capucha negra para sí mismo, al igual que una pañoleta negra para cubrir su rostro, botas de cuero negro y pantalón con camisa negros, con el fin de ocultarse en la oscuridad.

El sol mostraba señales del ocaso mientras llegaba a su destino.

Pasando la puerta de entrada del cuartel escucho una voz que lo llamo.

— ¡Kai!

— capitán

— ¿te preparas para un viaje? — pregunto con curiosidad mirando los bultos que llevaba.

— yo no… pero tengo unas amigas que si lo harán

— hablando de eso… ¡escuche que te divertiste anoche!

Jhor no había entendido la indirecta, por lo que decidió ser más agresivo.

— ¡Sí!, con TRES amigas que ¡ahora necesitan ayuda!

De pronto la mirada de Jhor cambio por unos segundos.

— hee… ¿tus amigas dejaran la ciudad pronto?

Por fin había entendido, Jhor no las ayudaría directamente, su deber se lo impedía, pero Kai entendía que tampoco se opondría por lo cual era mejor consultar con él indirectamente.

— sí, esta misma noche… ¿algún consejo?

— déjame ver… las puertas estarán cerradas desde los últimos rayos del sol… por lo que deberían partir antes.

— no creo que sea prudente salir con el sol arriba…

— sabes… el distrito rojo dispone de una puerta que se mantiene abierta durante toda la noche, así los nobles de fuera de la ciudad pueden ir a divertirse o pedir que las mujeres visiten sus camas…

— hablando de puertas, la del cuartel está bien resguardada me hace sentir muy tranquilo al dormir

— si… es muy segura, pero, a la media noche en el cambio de turno la seguridad flaquea mucho, es algo que solucionaremos después…

— y la puerta del distrito rojo… ¿tiene ese mismo problema?

— ahí los guardias son un desastre, muchos nobles les pagan para que dejen pasar a las mujeres sin registrar su salida para ocultar sus fechorías, estoy completamente seguro que el Barón Gurbar tiene a los guardias comprados…

— eh… bueno amigo… tengo prisa… luego hablamos

— estaré en mi oficina toda la noche… tengo mucho trabajo

— procurare ir si necesito algo

•••••

La puerta se abrió revelando una habitación sin nadie dentro, al cerrarse la puerta desde la sombras producidas por los muebles tres mujeres emergieron.

— traje cosas que nos serán útiles

— Gracias — contesto la hermana de trenza acercándose hasta que sus labios estuvieron tan cerca que sentían el aliento del otro.

De pronto una dulce  fragancia llego a su nariz y su mente empezó a nublarse otra vez, entonces confirmo lo que pensaba, ellas intentaban encantarlo como en las películas.

Kai estaba completamente consiente, algo  dentro de sí lo liberaba del encantamiento.

— detente… es inútil, no podrás hipnotizarme

Entonces el rostro de la vampira mostro su sorpresa.

— Perdona… — dijo desviando la mirada.

— ¿ese fue su objetivo desde anoche verdad?

Ante la pregunta ninguna contesto nada mientras Kai colocaba todo sobre el escritorio y sacaba las cosas de los morrales.

— perdónanos… solo queríamos estar seguras de que nos ayudarías… — contesto la de cabello corto.

— no estoy molesto… ¿lo que sucedió anoche fue para colocarme dentro de su control?

— ¡no fue por eso!… tu nos ayudaste mucho y queríamos pagarte de algún modo… además este seria nuestro último recuerdo como humanas… — contesto con rubor en las mejillas ocultando sus manos en la espalda mientras desviaba la mirada al suelo.

— en verdad eres muy bonita… incluso tengo ganas de no dejarlas irse… — dijo mientras se acercaba a ella.

Cogiendo su cuello con una mano y con la otra su cintura la beso sin previo aviso.

La joven no se resistió ni pareció molestarle, por el contrario, correspondió el beso como una doncella.

El juego de sus lenguas duro mucho tiempo tornándose cada vez más intenso, entonces su labios se separaron y Kai comenzó a explicar su plan mientras continuaba sacando los ítems de los morrales para mostrárselos.

— Partiremos esta noche, a la media noche saldremos del cuartel y nos dirigiremos al distrito rojo, usaran el nombre de un noble para pasar por la puerta sin que las registren — de pronto una de las jóvenes lo interrumpió jalando de su manga.

Al voltear unos labios lo sorprendieron y una lengua comenzó a moverse dentro de su boca.

Era la hermana de cabello suelto.

De pronto una mano comenzó a hurgar dentro de su pantalón, estimulando su pene el cual no tardo nada en responder erectandose.

— no tienes que hacer esto… su magia no funciona en mi… — dijo liberando sus labios.

— no es por eso… es porque queremos — contesto mientras se agachaba.

La de cabello suelto comenzó a jugar con su virilidad, lamiendo y estrujando.

— el ultimo recuerdo con nuestro caballero de brillante armadura — dijo la de cabello corto antes de besarlo.

De pronto la de trenzas comenzó a jalar de su manga con cara avergonzada.

Kai la acerco cogiéndola de la cintura con una mano y la beso mientras su otra mano se deslizo a la entrepierna de la de cabello corto.

La habitación se lleno de eróticos sonidos.

Una mujer en cada brazo mientras una tercera lo serbia con su boca.

La razón se oculto de él y la lujuria se manifestó con fuerza.

Colocando a la de cabello corto contra el escritorio rasgo su deteriorada prenda exponiendo su desnudes y introdujo su pene dentro de ella.

Con cada arremetida el escritorio crujía y un obsceno sonido emanaba del choque de sus cuerpos.

Toda su atención se centro en ella mientras las demás intentaban atraer su atención con besos y caricias, pero no funcionaba… con cada gemido que esta daba su libido aumentaba y el movimiento de cadera se intensificaba.

Al poco tiempo producto del placer producido por la angostura y humedad de la vagina su pene estaba listo para eyacular, al notarlo la de cabello suelto susurro en su oído.

— puedes hacerlo dentro… las vampiras no podemos procrear con los vivos.

Sus ojos rojos brillaban intensamente mientras una sonrisa lujuriosa y retorcida emergía en su rostro, anoche no lo había logrado notar, pero ahora lo veía claramente.

Su naturaleza inhumana  era evidente.

Hasta hace unos momentos todas actuaban con timidez y pudor, pero una vez comenzaban, estos rasgos desaparecían, cual si otra personalidad se hiciera presente en ellas.

Con esos pensamientos llego al clímax junto con su pareja, solo entonces la libero de su agarre y esta se desplomo al suelo cayendo sentada.

Sin esperar, la de trenza comenzó a preparar su miembro nuevamente, jugando con él en su boca, la estimulación recibida por el movimiento de su lengua y sus manos liberaron lo que quedaba de semen dentro de su boca pero esta continúo sin detenerse.

Al ver que la erección no desistía esta lo saco de su boca y mirándolo de frente se sentó sobre el escritorio, con una sonrisa retorcida de lujuria levanto una pierna dejando ver su entrepierna y sus ojos rojos se intensificaron mientras con una mano habría los labios de su vagina invitándolo.

Kai no tardo en responder a su provocación introduciendo su virilidad dentro de ella y revolviendo su interior, de pronto sintió como los dientes de ella perforaron la piel de su cuello y sus labios succionaron sangre, por detrás la de cabello suelto lo abrazo presionando sus pezones desnudos y frotándolos contra su espalda.

Después de un momento así la de cabello suelto mordió también su cuello y succiono sangre, pero Kai no se inmuto, continúo moviendo su cadera sin parar mientras las paredes de la vagina apretaban con fuerza cada vez que su viril miembro entraba hasta el fondo.

La vampira abandono su cuello y comenzó a gemir de placer sin detenerse.

Mientras su pene arremetía en su vagina sus dedos castigaban los pezones mientras apretaba sus senos y su boca succionaba la piel de su cuello dejando una marca roja en este, Kai habia rasgado su vestido dejándolo como un pedazo de tela vieja que colgaba de ella.

La vampira no resistió y su vagina se contrajo con fuerza junto con todo su cuerpo, había llegado al orgasmo pero Kai no se detenía, él también estaba a punto de llegar y la fuerza y velocidad de su movimiento se intensifico, entonces la vampira clavo sus uñas anormalmente largas en su espalda haciendo que la sangre brote.

¿Fueron sus uñas siempre tan largas? Kai se pregunto, no eran así en su recuerdos. Mirando detenidamente ahora los colmillos en sus bocas eran claramente visibles y anormalmente largos, claramente sus cuerpos había cambiado.

El dolor era suprimido por la adrenalina y el éxtasis.

solo al eyacular dentro de ella su cadera se detuvo antes de dar unas lentas y profundas arremetidas, dejando su semilla en lo más profundo, entonces las garras de la vampira abandonaron su carne y la vampira limpio la sangre en estas con su lengua.

Kai se desplazo hasta la cama empujado por la de cabello suelto.

Acostado veía como esta estimulaba su miembro con la boca mientras que con su mano se daba placer a ella misma, solo cuando este estuvo erecto, la de cabello suelto lo monto introduciendo el pene dentro de su vagina gimió con lujuria en su rostro.

Las demás se acercaron acostándose sobre su pecho mientras lo besaban y acariciaban, los gemidos de la de cabello suelto se mesclaba con la risa picara y burlona de las hermanas, conforme la luz del sol desapareció completamente sus ojos rojos se volvían más brillantes.

•••••

Kai pensaba en Kristin mientras esperaba a la media noche acostado en la cama con las vampiras, la habitación fue limpiada con magia quitando los vestigios de sangre del piso y la blanca sabana, al igual que la magia curo las heridas de su cuerpo.

Durante todo el dia no tuvo noticia alguna de ella, solo un mensaje diciendo que estaría en casa de Yujel.

Kai debatía si ir a verla una vez lograra sacar a las vampiras de la ciudad, pero sin llegar a una conclusión ya era momento de prepararse para partir.

Con la sangre de Kai aun en su interior ellas no serian detectadas por la magia de los sacerdotes, la única desventaja era que durante ese tiempo no podían utilizar magia de sangre, su sangre serbia como un sello.

Vestidas de ciudadanas comunes salieron junto con Kai del cuarto, al verlo los guardias no sospecharon, ese fue su plan al dejar que el guardia de la noche anterior viera los bultos de la cama.

Dentro del cuartel los guardias solían hablar mucho de lo que sucedía dentro y fuera de este, por lo que no era de extrañar que a estas alturas todos los guardias sepan que estuvo con prostitutas todo el dia y la noche, eso lo confirmo cuando Jhor le comento si se divirtió anoche.

El primer punto fue muy fácil de superar, aunque los nuevos guardias de la puerta iba a tomar su lugar ninguno se molesto en alcanzar a Kai para verificar su identidad al verlo salir.

Ahora solo debía ingresar al distrito rojo y de ahí salir por la puerta.

Por supuesto el no saldría con ellas, el plan era que permanecería oculto tan cerca como le fuera posible, al momento de presenciar algún problema entraría en acción reteniendo a los guardias para luego escapar en la oscuridad.

Al menos ese era el plan…

En las calles los sacerdotes aun continuaban su búsqueda, pero no había guardia en la ciudad que no conozca al nuevo instructor ni lo intimidante que este era, aunque los sacerdotes querían interrogar a las mujeres que iban con él, los guardias los persuadían afirmando que eran prostitutas que había contratado.

Llegar hasta la entrada de la zona roja fue más fácil de lo que esperaba, aunque su reputación había crecido en el mal sentido, por dentro solo podía suspirar y desear que Kristin no llegara a enterarse, no sabría que decirle.

Tal vez bastaría con decir la verdad y explicarle la situación, pero, dentro de él deseaba no tener que decirle de la intimidad que llego a tener con ellas.

La puerta del distrito estaba resguardada por guardias, la saliva paso por su garganta al momento que los guardias miraron el rostro de las jóvenes.

Kai sabía que estos verificaban la edad de todo aquel que ingresara, para ingresar uno tenía que ser mayor de edad, aunque ya había logrado entrar sin problemas con anterioridad estaba seguro que era por su edad de 18 años, las vampiras no mostraban esa edad, su edad promedio llegaría a los 15 o 16 años a simple vista, pero el guardia las dejo pasar sin problemas.

Aunque Kai no lo sabía, la mayoría de edad en este mundo llegaba con el primer sangrado en las mujeres y en los varones a la edad fija de 12 años.

Por lo que una joven de 15 o hasta de 13 años podría ingresar sin problemas.

Las jóvenes no se alejaron de lado durante todo el camino, las luces iluminaban todo lo que dificultaba la posibilidad de poder ocultarse en la oscuridad.

Kai ingreso a una de las cantinas y en su baño se cambio de vestimenta, al salir las jóvenes se habían vuelto el punto de atracción de muchos aventureros ebrios y sobrios, todos intentando llamar su atención.

Solo cuando vieron a estas aferrarse a Kai desistieron en sus intentos de acercase a ellas.

— la puerta está al final de esta calle, estaré cerca observando detenidamente…

— si sucede algo no pondremos resistencia y esperaremos por tu ayuda… ¿verdad? — dijo la de trenza.

— bien… al salir bajo el nombre del Baron no se dejara registro de su salida por lo que los sacerdotes no sabrán que dejaron la ciudad…

— Gracias por todo… — dijo la de cabello suelto dándole un beso en los labios y después de ella las dos hermanas restantes lo hicieron también.