EAA — Capítulo 294

Capítulo 294: La Crisis de la Familia Xiao (4)


«¡Anciano Xiao!»

La respiración de Madam Sheng Yue se volvió agitada mientras miraba a la anciana figura flotando en el aire.

Poder… todavía había una disparidad entre sus poderes después de todo.

Si ella tenía poderes Xiantian, ¿sería de alguna ayuda en esta situación? Como no era lo suficientemente fuerte, no podía ayudar en esta batalla entre expertos Xiantian.

Madam Sheng Yue apretó su puño, suprimiendo el coraje que bullía en su interior, limitándose a observar cómo los dos expertos luchaban.

¡Boom!

Un poderoso golpe impactó el pecho del Anciano Xiao, obligándole a retroceder un par de pasos. Con un rastro de sangre goteando de la comisura de su boca, levantó la cabeza para mirar a Nangong Zi Feng. Su expresión se volvió gradualmente sombría.

«¡Hmph!» Nangong Zi Feng resopló con desdén y bajó lentamente su palma entumecida. Con destellos de arrogancia brillando en sus ojos, se burló, «¡Anciano, definitivamente no eres rival para mí, un experto Xiantian de Rango Medio! Has llegado a tu límite. Si sigues usando tus poderes, sólo acelerarás tu muerte. Aguantando por pura voluntad, ¿cómo puedes ser mi oponente?»

El Anciano Xiao no respondió, dirigiéndose hacia Nangong Zi Feng una vez más.

«Este anciano dijo que si quieres tocar a los miembros de la Familia Xiao, debes pasar por encima de su cadáver. No dejaré que les hagas daño mientras yo viva».

«¡Estás sobreestimando tu poder!» Nangong Zi Feng se movió, blandiendo su espada en el aire.

La temperatura del aire descendió entonces.

Nieve empezó a bajar del cielo, copos de nieve blancos y puros que brillaban y eran translúcidos como los colores más bellos del mundo… Entonces, esos copos de nieve que flotaban suavemente empezaron a reunirse alrededor de Nangong Zi Feng.

‘Frío…’

La multitud estaba experimentando un frío sin precedentes, haciéndoles sentir como si de repente estuvieran dentro de un castillo de hielo.

«Anciano, de todas formas estás al final de tu vida. Ya que simplemente sufrirás aunque sigas viviendo, deja que yo, Nangong Zi Feng, sea quien te despida»

¡Boom!

Innumerables copos de nieve se condensaron alrededor de Nangong Zi Feng, formando un tornado de nieve. Dondequiera que el tornado de nieve se moviera, el aire circundante se congelaba con un frío sin precedentes, el cual atravesaba los huesos de los mas cercanos e hizo que la cara del Anciano Xiao se arrugara con concentración mientras lanzaba una llama hacia el terrible poder de su oponente.

El poder de este ataque era mucho mayor que todo lo anterior mostrado…

«¡Todo el mundo rápido, al suelo!» La expresión del Anciano Xiao cambió drásticamente mientras gritaba a la multitud que estaba detrás de él.

«¡Anciano Xiao!»

Xiao Tian Yu y los demás miraron a la figura que los custodiaba, sintiéndose como si hubieran caído al fondo de un valle donde solo existía tristeza y desesperanza…

Como si no hubiera escuchado sus gritos de advertencia, el Anciano Xiao se puso de pie frente a la multitud, su cuerpo iluminado por incontables chorros de llamas, volviendo su anciano rostro completamente rojo. A pesar de su terrible apariencia, su expresión seguía siendo tranquila y serena.

Estaba dispuesto a dar su vida por la Familia Xiao…

¡Boom!

Una fuerte explosión rasgó el horizonte.

Xiao Tian Yu se movió rápidamente para proteger a Madam Sheng Yue en su abrazo mientras miraba la escena cerca de ellos. Al mirar, sus ojos se enfocaron en el epicentro de la explosión. Un instante después, algo parecía haber golpeado su corazón mientras su cuerpo empezaba a temblar con violencia.

El Anciano Xiao permaneció de pie, manteniéndose firme en medio del tornado de nieve, quedándose en silencio aún cuando sus alrededores estaban siendo desgarrados por un poder que parecía provenir de la temida madre naturaleza, sin moverse ni un paso…

Estaba resistiendo con fuerza el tornado de nieve, porque de no ser así, la Familia Xiao sería aniquilada.

En ese momento, mientras el Anciano Xiao ayudaba a la Familia Xiao a bloquear este tiránico ataque, su espalda parecía poderosa…

«¡Anciano Xiao!»

Los ojos del Viejo Xiao se contrajeron, su anciano cuerpo estremeciéndose ante la escena, con lágrimas fluyendo de sus ojos. No le importaba nada más que lanzarse hacia sumayor.

Sin embargo, el Anciano Xiao levantó su mano, deteniendo repentinamente las acciones del Viejo Xiao…

¡Puff!

Tosiendo una bocanada de sangre, el cuerpo del Anciano Xiao finalmente no pudo aguantar, arrodillándose en el suelo. Vómito tras vómito de sangre fue escupido de su boca, como si su sangre fuera barata y sin valor. La visión hizo que el corazón de la multitud se apretara…