Capítulo 995: Diez años
Diez años habían pasado en un parpadeo. Han Shuo, con la ayuda de los Cinco Zombis de Élite, se las arregló para construir la Formación de Recolección del Yin Místico del Noveno Reino en el Elysium. El día en que los frutos de su trabajo estaban listos para cosechar, todas las energías negativas y la energía Yuan se reunían como nubes sobre el Pandemonio como si estuvieran siendo succionadas por la formación.
El Pandemonio en ese momento había crecido diez veces más que antes de la guerra. Con un vistazo a través uno era capaz de ver enormes montañas que atravesaban el cielo como espadas. Algunos palacios colocados en el medio parecían estar llenos con rastros de energía que casi parecían visibles bajo la luz de la luna.
Gracias a la energía reunida por la formación, los cultivadores en el interior del Pandemonio podían sentir que tan densas eran las energías diversas. Era casi como si estuvieran reclinados agradablemente en un mar de energías.
Había una habitación color ámbar en el centro de la Formación de Recolección del Yin Místico del Noveno Reino que se veía como el más puro de los cristales que continuaba dejando salir un brillo magnífico. En el interior, Han Shuo permanecía sentado en silencio y sin moverse mientras una neblina de humo circulaba su cuerpo.
Cuando la formación comenzó a trabajar, está comenzó a reunir sin parar las energías negativas en los alrededores, la cual podía ser convertida en yuan demoníaco que él podía absorber a un radio de cientos o miles de veces más rápido. Sin la formación, a Han Shuo le tomaría miles o decenas de miles de años el llevar el yuan demoníaco en su cuerpo hasta el Reino del Diablo.
Pero en ese momento, podría acortar ese tiempo miles de veces. Como el continente con la energía Yuan más densa, el Elysium tenía una enorme concentración de energía que podía ser canalizada por la formación del Pandemonio. Gracias a esta repentina infusión de poder, el cuerpo de Han Shuo se fortaleció a un ritmo asombroso mientras convertía las energías negativas. El yuan demoníaco fluía a través de cada una de las células en su cuerpo, cambiándolo mientras fluía por sus venas.
El cuerpo principal de Han Shuo había estado absorbiendo energía sin parar, utilizando el Caldero de la Miríada de Demonios como el punto central de la formación, ayudándolo a avanzar rápidamente.
Pronto, pasó una década y el conflicto en ese momento se encontraba presente por todo el Elysium. Desde que Yarus y Talbot atacaron a los guardianes del Dominio de la Vida y Luz una vez que dejaron la Franja, la batalla entre los Dominios de la Luz, Vida, Agua, Destrucción, Oscuridad y Muerte había iniciado y duró diez años completos.
Mientras que ese tiempo era largo desde el punto de vista de un hombre normal, era un parpadeo para el ojo de un dios. Sólo había habido pequeñas escaramuzas durante la pasada década sin una enorme batalla real. Era como si el conflicto estuviera desarrollándose en algo incluso mayor.
Los otros dominios divinos no participaron en las batallas como antes y en su lugar eligieron observar y quizás influir secretamente en la situación para volverla a su beneficio. La Franja había cambiado mucho durante ese tiempo. La Exópolis desde hacía mucho había sido reconstruido y bajo la administración de la Casa Han, Wasir y Salas, nuevamente creció prósperamente. Sin importar los dioses que llegaran a la ciudad, no se les hacía cargo de una sola moneda de cristal negro para que se les permitiera quedarse.
Aunque todavía no había tiempo suficiente para que la ciudad se recuperara completamente del anterior conflicto. Incluso así, todavía era un buen signo para el futuro por llegar. Las batallas que habían estado desarrollándose también causaron que un montón de dioses prófugos escaparan a la Franja como refugiados.
Con la situación del Elysium en un flujo casi constante, las tensiones eran altas. Han Shuo le ordenó a aquellos en la Franja que no interfirieran en asuntos externos y se hicieran cargo de sus propios negocios. Con su ayuda, los miembros de la Casa Han habían mejorado enormemente. Muchos de ellos se las arreglaron para romper a través del reino. Fanny, Emily y algunos otros quienes recibieron las almas de los dioses supremos mejoraron a un paso incluso más loco con el elixir divino de Han Shuo. Ahora, actualmente se encontraban en el reino del dios alto en la etapa tardía y con ese ritmo, pronto avanzarían para convertirse en dioses supremos.
En ese momento, el poder de la Casa Han había sobrepasado enormemente a todos los otros clanes mayores en el Elysium. Si fueran a entrar en una pelea con cualquiera de las capitales de los dominios divinos, seguramente ganarían.
Después de que las noticias de Han Shuo asesinando a Gyál una década antes se extendieron, los diversos dioses en el Elysium se dieron cuenta de que existía otro ser tan poderoso como los Dioses Supremos con el Epítome. Como resultado Han Shuo había sido elevado a su nivel.
En cuanto a Han Hao, quien se convirtió en el líder de la Alianza de Cazadores de Dioses, no había sido visto por ninguna parte en la pasada década. Era como si se hubiera desvanecido. Nadie conocía su paradero en absoluto, aunque los cazadores de dioses todavía aparecían de tiempo en tiempo para plagar los dominios divinos.
Aparte de los tres Dioses Supremos con el Epítome que se habían encontrado con él en persona, algunos pocos en realidad sabían que había desarrollado su propio Epítome para convertirse en el treceavo Dios Supremo con el Epítome.
Todo eso se unía, mostrando un signo de que una tormenta estaba por caer en el Elysium.
Ese día, una figura solitaria entró en el Dominio de la Muerte. En el momento en que dio un paso dentro, sintió un extraño pulso de energía. Pero en lugar de inmediatamente tomar medidas defensivas, se detuvo. Era como si estuviera allí de pie, esperando a que algo ocurriera.
Momentos después, una cabeza apareció en medio del aire, formada de la más pura energía de la muerte con el rostro de Nestor. Observó desde lo alto y sin emociones al joven quien había entrado en su dominio, diciendo, “has venido, Bryan”.
En efecto se trataba de Han Shuo, pero no su cuerpo principal, más bien una amalgama de sus trece encarnaciones. Había una fina línea a través de la mitad de su cabeza que se veía como una enorme cicatriz. Era como si hubiera sido dividido en dos, la piel en la mitad izquierda era blanca como el jade y se veía santificada y benevolente, mientras la piel en la derecha era oscura y de apariencia venenosa.
Todo el tiempo, Han Shuo había estado tratando de unir las fusiones de sus seis y siete encarnaciones, pero simplemente no pudo encontrar la forma. Después de diez años de arduos esfuerzos, lo mejor que pudo hacer para reducir el rechazo entre las encarnaciones con los dos polos opuestos era usar el poder del espacio para dividirlos en el medio antes de fusionarlas.
Esta unión forzada de cuerpo en realidad todavía podía considerarse dos partes. Cuando prestaba atención, estallidos de energía por el rechazo mutuo podrían causar que las dos partes entrarán nuevamente en conflicto. Sin embargo, esa era exactamente la forma que él quería. Esperaba ser capaz de encontrar la manera de unirlos al observar esas reacciones de rechazo.
“Nestor, ¿por qué enviaste un mensaje para que viniera?” preguntó con calma.
Hace un año, alguien del Dominio de la Muerte fue al Pandemonio para entregarle el sello de Nestor. Una vez que lo abrió, descubrió que era una invitación para charlar en el Dominio de la Muerte. Como su cuerpo principal todavía seguía absorbiendo sin parar la energía en el medio de la formación, no podía ir en ‘persona’ así que envió en su lugar a su encarnación fusionada.
“Este no es tu cuerpo, ¿cierto?” Nestor preguntó luego de una observación.
Han Shuo arrugó sus cejas y rio. “Nestor, no me pediste que viniera para hacerme algo malo, ¿verdad?”
Ahora que consideraba a Nestor como un igual, hablaba casualmente sin preocuparse por las formalidades. De regreso en el Pandemonio, el Dios Supremo de la Muerte había intentado lastimar a Han Hao. De no ser por el hecho que él se volvió poderoso repentinamente y Han Hao obtuvo su propio Epítome, Nestor realmente pudo haberlos asesinado. Eso dejó un mal sabor en la boca de Han Shuo, por lo que carecía de respeto.
“Si quisiera lidiar contigo, no me habría molestado en esperar hasta ahora”, Nestor respondió con calma, “en aquel entonces cuando capturaste el alma de Hill, supe que estabas en el Dominio de la Muerte. Pude matarte hace diez años en lugar de dejar que crecieras”.
Escuchando eso, Han Shuo finalmente pudo tener la certeza de que los Dioses de la Muerte y Oscuridad definitivamente estaban conscientes de su presencia en sus territorios. La razón por la que no actuaron en su contra era quizás que necesitaban parte de su poder para ayudarlos a abrir Aethernia o algo así.
“Muy bien. ¿Entonces para qué me buscas?” Dijo Han Shuo, ahora relajado.
“Asesinaste a Gyál, así que dada la personalidad del Dios de la Luz ya no hará esfuerzos para estar en paz contigo. La batalla de los dioses de esta ocasión involucrará a cada dominio divino. Incluso los Dominios del Espacio y el Destino estarán envueltos en una furiosa batalla. Mientras la Franja es un poco pequeña, todavía se le puede considerar como uno más. ¿Cuáles son tus planes?”
Han Shuo encontró esa pregunta bastante extraña. “¿Estás diciendo que quieres que me una a ti?”
“En aquel entonces, cultivaban las energías de la muerte y la destrucción. Esa es tu verdadera naturaleza y tú ya no te llevas bien con el Dios de la Luz, así que ¿por qué no unirte a nosotros? Pero no tengas prisa en aceptar o rechazar. Ven al Dominio de la Oscuridad. Nosotros tres nos reuniremos contigo pronto para charlar sobre esto y algunos otros asuntos. No te preocupes, definitivamente obtendrás ganancias de esto”.
Después de pensar un poco, Han Shuo dijo, “muy bien. Esperaré a que los otros dos vengan y conversaremos”. Naturalmente, se estaban refiriendo a los Dioses de la Destrucción y la Oscuridad.