GDK – Capítulo 918


Capítulo 918: ¿Te atreves?


No mucho había cambiado en la Franja durante la ausencia de Han Shuo. Asesinatos, saqueos, masacres y violaciones continuaron ocurriendo como siempre en la Tierra del Caos. Batallas a gran y pequeña escala podían encontrarse fácilmente en el perímetro de la Franja.

Las pequeñas y grandes facciones se percataron tan pronto como la Casa Han entro en la Franja. Pero cuando notaron que la persona guiándolos era Han Shuo, escaparon y corrieron tan lejos como pudieron.

Han Shuo era simplemente demasiado infame en la Franja y nadie se atrevía a ofenderlo.

Sanguis, Bollands y Gilbert eran como depredadores que fueron introducidos en un rebaño de corderos. A menudo, se aventurarían lejos de la compañía por sí mismos, alejándose de la protección de Han Shuo y regresaban con rasguños y heridas.

Los tres que cultivaban las artes demoníacas entendían que debían templarse en un baño de sangre si querían alzar rápidamente sus fuerzas y que la Franja era el lugar más adecuado para hacerlo. Cuanto más peleaban, más fuertes se volvían.

En ocasiones atacaban juntos y en ocasiones lo harían solos. Sólo atacaban fuerzas que no eran muy fuertes y mejoraban sus fuerzas a través de la muerte de sus víctimas.

Han Shuo les había permitido aventurarse en los alrededores porque sabía que los tres tenían fuerzas decentes y eran muy traicioneros. Las heridas que sufrían eran menores y podrían recuperarse en uno o dos días. Pensaba que era poco probable para ellos ser derrotados por las fuerzas en la Franja.

Después de realizar algunos ataques por sí mismos, comenzaron a llevar algunos escuadrones de los guardias de la Casa Han junto a ellos. Esos guardias que habían sido templados por un largo tiempo también tenían sed de sangre. Con estos guardias, fueron capaces de destruir muchas fuerzas a lo largo de su camino. Muchas de las fuerzas los evitaban.

“La Franja no parece tan aterradora como nos habían contado. Todos esos con los que nos hemos encontrado no son poderosos”, remarcó Sanguis, quien había estado muy animado en los últimos días. Después de matar en un duelo a un dios alto en la etapa media, su confianza se elevó. Se había vuelto muy confiado.

“¡Jaja, simplemente somos muy fuertes! La Franja es verdaderamente caótica. No sólo hay batallas a gran escala por todas partes, cada Franjista es más feroz que el anterior. ¡Esto es verdaderamente un lugar maravilloso muy adecuado para nuestra Casa Han!” dijo Gilbert. Él también se había estado sintiendo muy deleitado porque finalmente podía desatar la energía en su cuerpo y matar hasta su saciedad. Era obvio que le gustaba mucho la Franja.

Bollands, sin embargo, no estaba compartiendo su confianza. Barrió con su helada mirada a los dos y dijo, “La Franja es infame en el Elysium por su peligrosidad. Los criminales más peligrosos y traicioneros de los Doce Dominios están en esta tierra. No nos hemos encontrado ningún enemigo verdaderamente formidable debido a que no hemos entrado en las partes profundas de la Franja y los verdaderos poderes conocen nuestros orígenes. Tienen miedo del poder de nuestro Patriarca y por lo tanto han estado evitándonos. No sean tan presumidos para pensar que la Franja no es peligrosa y no bajen su guardia”.

Bollands había considerado a los dos como sus amigos cercanos desde lo que habían pasado en Ciudad Witherbone. De lo contrario, si hubiera sido alguien más, él sólo resoplaría con desdén en lugar de darle un largo y aclarador sermón.

Sanguis y Gilbert, siendo jóvenes e imprudentes, no tomaron el consejo de corazón. Sanguis sonrió traviesamente y dijo, “lo que dices de alguna manera tiene sentido. Pero todavía pienso que aparte de los Cuatro Soberanos, no hay ninguna otra fuerza particularmente poderosa en la Franja. ¡Estoy seguro de que incluso sin utilizar la reputación del Maestro, todavía podríamos establecernos en la Franja!”

«Es cierto. Los líderes de la mayoría de las fuerzas poseen sólo la fuerza de dioses altos en la etapa temprana – nada remarcable. Nosotros tres además de los cincuenta guardias podríamos fácilmente hacernos de un nombre. Cierto, ¿por qué no nos dirigimos primero al Nexo? Creo que nosotros podríamos alcanzar fácilmente el centro”, sugirió Gilbert emocionado.

Los ojos de Sanguis se levantaron y aceptó con entusiasmo, “¡es cierto! Deberíamos ir allá antes que los otros. Con el Maestro protegiéndolas, nuestras Matriarcas y los otros estarán bien sin nosotros”.

«¡No! Si algo malo ocurre, ¿cómo se lo explicaría al Hermano Mayor?” Bollands arrugó sus cejas y rechazó la propuesta sin pensarlo.

“Vamos, viejo. No seas tan paranoico, estaremos bien. Vamos. Los esperaremos en el Nexo. Después de todo, hemos encontrado más o menos la dirección general”. Sanguis rio de corazón y procedió con el plan, minimizando los peligros frente a él.

Gilbert rio pícaramente, fue y tiró de Bollands mientras decía, “muy bien, el Maestro no se enojara con nosotros por hacerlo. ¡Vamos, no arruines el momento!”

Si Sanguis y Gilbert no hubieran tratado de arriesgar sus vidas para proteger a Bollands en Ciudad Witherbone, él definitivamente los habría arrastrado decididamente y los llevaría de regreso a la compañía.

Pero él ahora los consideraba como las personas en quien más confiaba después de Han Shuo. Viendo su entusiasmo, el viejo se sintió muy renuente a arruinar el momento. Después de vacilar por un momento, con Gilbert tirando de él, Bollands avanzó a pesar de que sus instintos le decían que no.

Con eso, Sanguis, Gilbert, Bollands y los cincuenta guardias de la Casa Han, separados de la compañía principal, comenzaron a dirigirse al centro de la Franja – el Nexo.

Al inicio, se habían estado encontrando con fuerzas relativamente pequeñas que eran guiadas por dioses altos en la etapa temprana o media. Con Sanguis, Bollands y Gilbert derrotaban fácilmente a esos dioses altos y con la aterradora fuerza de combate en equipo de los guardias de la Casa Han, el grupo era capaz de aplastar fácilmente a sus enemigos y entrar en lo profundo de la Franja sin mucha resistencia.

Sanguis y Gilbert se emocionaron más y se volvieron más confiados. Habían olvidado el hecho de que cuanto más profundo se aventuraban en la Franja, más peligros habría. Gritaban y vitoreaban a lo largo de su viaje.

Pero su racha estaba a punto de llegar a su fin. Cuando se alejaron mucho de la compañía principal de la Casa Han, algunos de las fuerzas más grandes y feroces de lo profundo de la Franja los notaron. No sabían de su asociación con Han Shuo debido a la distancia y que Gilbert y los otros incluso habían evitado revelar su relación con él debido a que querían probar su poder.

Finalmente, un grupo de Franjistas liderados por un experto con la fuerza de un dios alto en la etapa tardía los interceptó en una montaña.

¡Y había más de un dios alto en la etapa tardía!

Las fuerzas enemigas estaban formadas con un dios alto de la muerte en la etapa tardía, uno del viento junto a un número de dioses altos en las etapas tempranas y medias y un grupo de dioses medios. Sus números se contaban en centenares. Su fuerza excedía por mucho a la de Bollands, Gilbert, Sanguis y sus cincuenta guardias.

“Ustedes se han estado divirtiendo al asesinar indiscriminadamente. ¡Jeje, para atacar a los seguidores del Soberano Logue, que temerarios!” el dios alto de la muerte dijo con una sonrisa burlona. Observó a Sanguis, Gilbert y los otros quienes habían sido rodeados e inmediatamente les dio un ultimátum, “tienen dos opciones – ¡pueden inclinarse y rendirle su lealtad al Señor Logue o pueden morir!”

Fue sólo en ese momento que Sanguis y Gilbert se dieron cuenta de que la Franja no era como los Dominios de la Oscuridad y la Muerte, era la Tierra del Caos y en efecto estaba llena con expertos extremadamente formidables que eran increíblemente mortales.

Sanguis, el más fuerte de los tres, tenía la confianza de derrotar a un dios alto en la etapa media. En contra de un dios alto en la etapa tardía, no tenía ninguna oportunidad.

Sus enemigos eran dos dioses altos en la etapa tardía y seis o siete dioses altos en las otras etapas. Era claro que no tenían oportunidad de ganar.

Sanguis y Gilbert repentinamente se miraron entre sí con un rastro de desesperación en sus ojos. Finalmente, se arrepintieron de no escuchar el consejo y ser tan arrogantes.

“¡Amigo, somos miembros del Pandemonio de la Casa Han!” Bollands repentinamente avanzó y dijo con una actitud moderada. A diferencia de Sanguis y Gilbert, permaneció tranquilo como siempre. La mente que había templado a través de incontables dificultades y situaciones difíciles había probado ser útil en momentos críticos.

“¿Qué? ¿Pandemonio? ¿Casa Han?” el rostro del dios alto que tenía la sonrisa burlona repentinamente se sacudió. Preguntó, “¿qué son de Lord Bryan?”

“Este es su discípulo”, dijo Bollands mientras señalaba a Sanguis.

Bollands dejó escapar un suspiro de alivio después de ver la reacción de la persona. Pensó, ‘el Hermano Mayor en efecto tiene una reputación aterradora en la Franja. Imagine que con su nombre, estaríamos fuera de peligro’

El dios alto que era calvo puso un rostro grave y observó a los tres por un tiempo como si pensara en sus opciones. Luego, repentinamente gritó, “¡mátenlos a todos! ¡No dejen a nadie con vida! De lo contrario, si Bryan lo descubre, le causaremos a nuestro Señor un montón de problemas innecesarios. ¡Si alguien falla y ellos logran escapar, los desollaré vivos!”

“¿Te atreves?” gritó Bollands con una voz feroz. Estaba alarmado.

“Jaja, ¿por qué no? ¿Piensas que tenemos miedo sólo debido a que están asociados con Bryan? Jajaja, con todos ustedes muertos, no tendrá idea de quien los asesino. ¿Cómo va a descubrir que fui yo? Déjame decirles algo, nosotros los Franjistas estamos todos jodidamente locos. ¡No hay nada a lo que tengamos miedo de hacer!” dijo el dios alto mientras reía salvajemente. Se veía muy similar a un maniático.

Después de tener una buena risa, hizo gestos y ordenó, “¡ataquen!”

El corazón de Bollands se sacudió. Sabía que se encontraban en una mierda muy profunda.