Capítulo 136: Es posible…
El Emperador hizo un gesto con su mano hacia el doctor para que fuera.
Gu Tianqing estaba asustada y pálida. Inconscientemente, dio un paso atrás pero fue detenida por Gu Xietian.
Éste tenía una expresión seria en su rostro y estaba furioso. Preguntó fríamente, «¿por qué tienes miedo si eres inocente?”
Cuando el dedo del médico estaba por tocar la vena de Gu Tianqing, su rostro estaba pálido como un muerto. Se arrodilló en el suelo y rogó, «no tiene que comprobar… Yo de hecho estoy… Embarazada…»
Todo el cuerpo de Gu Xietian se sacudía de irá. Alzó su mano y le dio una bofetada, «¡Eres una zorra! ¡¿De quién es ese bebé?! ¡¿Realmente le pertenece al duodécimo príncipe?!»
Gu Tianqing tembló y no respondió.
El Rey Lu resoplo a un lado, «en efecto le pertenece al duodécimo príncipe. Si el general Gu no lo cree, puede revisar el collar en el cuello de su hija. Ese collar fue comprado por el duodécimo precio en una tarifa muy alta. Sus nombres están grabados en el collar. Lo sabrá una vez que lo haya examinado de cerca».
Gu Xietian tiró bruscamente del collar de Gu Tianqing y lo miró bajo la luz. Vio sus dos nombres en los cristales uno junto al otro.
En ese momento él ya no tenía dudas. Sus ojos estaban rojos y pateo a Gu Tianqing, «¡Puta! Él es tu futuro cuñado. ¿Cómo pudiste hacer una cosa tan desvergonzada? ¡No sólo tienes una aventura con él, también que aún trataste de atrapar a tu hermana! ¡Has traído desgracia a la imagen de la familia del general!»
Pateo a Gu Tianqing hasta que rodó dos vueltas en el piso y casi vomitó sangre…
Afortunadamente, cuando Gu Xietian la pateó, Gu Tianchao que estaba a su lado intentando detenerlo, o de lo contrario la habrían pateado escaleras abajo.
En ese momento, al parecer ya era imposible ocultar el romance entre Gu Tianqing y Rong Yan.
Rong Yan decidió admitir sus fallas. Se arrodilló y se postro, «Mi Padre Emperador, soy en efecto imprudente por tener una aventura con Gu Tianqing, mientras trate de atrapar a Gu Xijiu para que fuera a la casa del Conde Le Hua, ya que realmente no me gusta. Sin embargo, yo realmente no lo mate, tampoco le pedí a ningún asesino que lo matara. ¡Estoy siendo acusado erróneamente!”
El Rey Lu estaba furioso, «¡Tonterías! ¡¿Si no fuiste tú, quién más pudo matar a mi hijo?! ¡Mi hijo murió el día en que condujiste a la Señorita Gu a su casa! No hay semejante coincidencia. ¿Estás tratando de decir que la Señorita Gu fue a su casa ese día? ¡¿Y mi hijo fue asesinado por la ella?!
Rong Yan quedó sin palabras, sin embargo, para protegerse, tuvo que decir: «Es posible…»
El Emperador golpeó la mesa, «¡Tonterías! ¡La Señorita Gu no tiene ningún poder espiritual! ¿Cómo pudo haber matado a Rong Yi? ¡Incluso si ella quisiera matarlo, no tiene habilidades para hacer eso!»
Rong Yi se esforzó duramente, «pero ella sabe cómo curar y sabe cómo romper hechizos… tal vez mató a Rong Yi usando sus habilidades médicas o lanzando un hechizo…»
El Emperador miró a Tian Jiyue, «Maestro, ¿usted qué piensa?»
Tian Jiyue dijo con calma, «¿Cómo murió Rong Yi?»
La persona a cargo del Templo Dali respondió, «Su Majestad, de acuerdo con la autopsia del forense, el Conde Le Hua fue asesinado por una horquilla de jade verde que atravesó directamente su garganta. No había ninguna otra lesión en su cuerpo y tampoco fue envenenado hasta la muerte”.
“Además, otros dos guardias y dos sirvientas fueron asesinados en el jardín con el mismo método. La forma en que el asesino los mató fue rápida, eficiente, pero muy cruel. Parece que lo hizo un asesino muy experimentado».
Tian Jiyue miró a Gu Xijiu y le preguntó al Emperador, «¿Para ti, la Señorita Gu parece un asesino con experiencia?»