Capítulo 67: No castigue a nuestra Maestra, ¿por favor?
“Xijiu, padre no te castigara ni a ti ni a tus sirvientes. Tienes razón, ellos no hicieron nada malo y en su lugar, ¡se merecen una recompensa! ¡Consigue a alguien para que traiga mi dinero! Cada uno recibirá 30 onzas de plata ¡como recompensa!»
Uno de los guardias se apresuró a la tesorería llevar el dinero.
Gu Tianyi estaba atónita ya que su intención al llevar a Gu Xietian allí era meter a Gu Xijiu en problemas. El resultado estuvo completamente fuera de sus expectativas.
«Padre, ellos no te respetaron…» Ella aún quería cambiar el final.
Gu Xietian agitó su mano y la detuvo, «ellos son leales a su maestro, deben ser recompensados. Es todo».
Gu Tianyi cerró su boca.
Gu Xietian miró a Gu Xijiu y dijo, «Xijiu, ¿por qué diste ese tipo de orden?»
Gu Xijiu miró hacia el suelo y dijo, «me gusta la paz y la tranquilidad. No me gusta que me molesten y no quiero ver visitantes al azar, especialmente aquellos que simplemente entran en mi residencia sólo porque son miembros de la familia Gu».
Gu Tianyi estaba molesta y preguntó, «¿de quién estás hablando?»
Sin embargo, Gu Xijiu ni siquiera se molestó en mirarla. Ella miró a Gu Xietian y dijo, «General Gu, ¿estuvieron mis órdenes en contra de las reglas de la familia o de la constitución nacional?”
Gu Xietian sacudió su cabeza y dijo, «no, no existen semejantes reglas en la familia Gu y lo mismo se puede decir de la constitución nacional”.
Aunque Gu Xietian apenas intervenía en los asuntos familiares, eso no significaba que no supiera nada. Había escuchado sobre lo que Xijiu había pasado y que ella solía ser intimidada por sus hermanas, sin embargo, ese era sólo uno de los muchos malos tratamientos que él conocía.
Sólo cuando vio sus comidas y el lugar donde vivía, él supo qué tipo de tratamiento solía tener Xijiu.
Se sintió culpable por no prestarle la suficiente atención. Dio un paso adelante y tomó su mano, «Xijiu, la razón por la que padre vino aquí es para decirte algo».
Gu Xijiu dio un paso atrás y retiró su mano, «puede simplemente decírmelo directamente». El General Gu sintió dolor en su corazón cuando su hija se alejó de él. Estaba muy arrepentido.
Él sólo había visto a esa hija algunas veces antes de ese día. Ella solía esconderse detrás de todos pero sus ojos siempre mostraban que estaba en busca de amor. Esperaba que él la tratara de la misma manera en que trataba a sus otras hermanas, dándole palmadas en su cabeza y felicitándola.
¡Sin embargo, eso nunca sucedió! Él nunca hizo algo así con ella. En cada ocasión que la veía, pretendía no verla o la regañaba, lo que la había vuelto más cobarde. Sin embargo las cosas ahora eran diferentes.
En aquel entonces encontró satisfacción al regañarla. Era una forma de vengarse de su madre – la mujer que prefirió morir antes que quedarse a su lado.
No tenía idea de si había obtenido su venganza con éxito, pero sabía que todas sus acciones habían apartado a su hija. Y ahora, Gu Xijiu ya no necesitaba su amor cuando él tenía la intención de compensar sus errores. Ella se dirigía a él como ‘General’, al igual que lo hacían los extraños. Gu Xietian estaba apurado por reparar la relación pero no tuvo éxito.