Viví para mí.
Yo tenía el talento, así que elegí vivir de esa manera.
Nacido en los barrios bajos como un mendigo sin valor, usé un talento despertado por casualidad para explotar sus malas vidas.
Fue porque no quería morirme de hambre.
Entonces, devoré y exploté todos los cárteles que gobernaban los barrios bajos.
Era conseguir una casa cálida que mantuviera alejada la brisa fría del invierno.
En las llamas de una guerra que envolvía al continente, hice un pacto vil con los nobles, satisfaciendo sus más bajos deseos.
Fue porque quería el dinero que ellos tenían.
Cuando el rey demonio finalmente descendió, me escondí en las profundidades de la oscuridad más allá de su alcance y esperé a que los héroes acabaran con el rey demonio.
Por lo tanto, pude continuar con esta miserable vida.
Esta vida fue posible gracias al talento que me fue otorgado, ese milagro absurdo.
Fue una vida en la que pisoteé innumerables vidas, pero nunca sentí culpa de ello. La vida que apenas había logrado alcanzar sabia tan dulce que no podía quitarle los ojos de encima…
Entonces no quería ser comprendido
Ni siquiera quería salvación
Me jure yo mismo que, aunque tuviera un final miserable, lo aceptaría con una sonrisa
Jure que con gusto pagaría el precio de todos los pecados que había cometido en mi vida
Es por eso….
*¿Estas despierto? *
Al final de mi vida, pensé que no quedaría nadie a mi lado…
