El apodo de un Guerrero (3)
Se hizo más grande.
Una rana… sí. Ahora sabía que lo que comía era una rana. Conocía mucho más de lo que solía. Sabía de ranas, serpientes y águilas.
La felicidad de tocar la lluvia cuando era una rana.
La felicidad cuando se deslizó por el suelo como una serpiente.
La felicidad de dejar su cuerpo al cielo cuando era un águila.
Sabía de la felicidad del cielo y la tierra.
−Krrrng.
Y se convirtió en un león, dándose cuenta de la felicidad de matar.
La carne de ciervo estaba deliciosa. Su olor era agradable. En el momento en que clavó sus dientes en el cuello del ciervo, ah, podría morir felizmente así.
“Ah…”
Si no hubiese…
“¡Hik!”
…conocido a algún ser vivo ruidoso.
“¡Kyaaaa!”
El ser vivo se escapó, mirando detrás de su hombro.
Instintivamente, persiguió al ser vivo.
“¡S-Sálvame…! ¡Papá! ¡Papá! ¡Sálvame!”
El ser vivo era ruidoso y lento. Incluso aterrizó en el suelo.
¿Que estaba haciendo?
No sabía sobre el concepto de ‘caer’. No lo sabría. Desde que había volado en el cielo y se había deslizado por el suelo. Fue la primera vez que se encontró con un ser estúpido que cayó con sus propios pies.
“¡No quiero morir! ¡Papá! Ayuda…”
Antes de que el ser bullicioso se hiciera aún más escandaloso, le clavó los dientes. La sangre se derramó entre ellos. Cuando su boca se llenó de ese líquido rojo, se detuvo por un momento. Estaba conmocionado.
¡Qué delicioso aroma!
¿Qué era este olor?
Se volvió adicto y se emborrachó con la sangre. Clavó sus dientes en el ser vivo y trató de tragarlo todo. Sangre… piel… ¡hueso! Incluso los intestinos. Todo fue agradable. Cuanto más se hundían sus dientes, sus patas traseras se acortaban y su frente se alargaba.
Sus patas traseras eran piernas y sus patas delanteras se convirtieron en brazos. La melena del león se convirtió en cabello.
Todo sucedió en un instante. Se comió tranquilamente los restos del ser vivo. Cuando devoró incluso los últimos trozos, los recuerdos del ser vivo fluyeron.
– ···
Humana.
Eso fue lo que dijo el ser vivo.
La humana nació en un pueblo rural. Creció recibiendo el cariño de su familia. No le faltaba amor. Pero aún le faltaba algo. Su salud estaba mal.
Enfermedad.
No había forma de curar la enfermedad de la niña en esa aldea rural. Incluso si lo hubiera, no tenían dinero. Los humanos murieron uno por uno en su familia. Y esta joven humana se negó a morir acostada en la cama.
“¡Quiero caminar hasta que no pueda más!”
“Quiero respirar el aire exterior, aunque sea un poquito.”
Fue un error.
La humana había llegado demasiado lejos. Había probado qué tan lejos podía viajar antes de morir.
Y había sido recibida con la muerte. En su estómago.
“¡Niña! ¡Estelle!”
No.
“¡Estabas aquí!”
Dejó de ser ella misma.
“¡Te dije que no te vayas sola! Es peligroso cerca del bosque. No sabes cuándo puede haber una bestia. No te vayas por tu… ¡pero por qué tu ropa esta así!”
“····”
La niña abrió su boca.
“Papá.”
Ella sonrió.
“Creo que estoy sana ahora.”
Estelle.
Ese fue el primer nombre que tuvo el Rey Diablo.
Una voz sonó en mi cabeza.
| Se está activando tu habilidad. |
El campo comenzó a cambiar.
El comienzo del cambio estaba bajo mis pies. Oscuridad. Las sombras comenzaron a expandirse debajo de mí. Mi sombra cubrió el campo ennegrecido.
-Gwooooo…
Algo surgió de la sombra.
-¡Gwoooo!
Fue un hueso.
Un hueso blanco puro de una persona salió de la sombra. Parecía un demonio tratando de escapar de la prisión.
“Emperador de la Espada.”
Mirando las sombras a mi alrededor, hablé para mis adentros.
“Querías saber por qué elegí la < Invocación de Cien Fantasmas >, ¿verdad?”
―Oh sí. Lo hice.
“Al principio, yo también quería otra habilidad.”
Fue una que fortaleció el Aura.
La trayectoria roja del Rey Diablo fue realmente temible. ¿Qué tan genial sería si pudiera hacer eso algún día?
Pero después de pensarlo un poco más, cambié de opinión.
Tarjeta de habilidad abierta.
< Invocación de Cien Fantasmas (SS)
Lo que mataste será convocado como monstruos.
Los muertos no pueden usar sus habilidades de cuando vivían. Ellos tampoco pueden recordarlo.
Serán convocados como goblins, orcos, zombis, esqueletos, etc.
Sin embargo, solo puedes convocarlos una vez a la semana. >
Era una tarjeta de oro brillante.
Convocar a los que maté por mí mismo en monstruos…
Mirando la tarjeta, murmuré para mí.
“Sin embargo, hay un problema. ¿A cuántas personas crees que maté?”
―Uh.
Bae Hu-ryeong frunció el ceño.
―Esa Plaga de Flamas y tú. ¿No son 2 en total?
“Si. Parecería así.”
Me reí.
“¿Pero por qué crees que la <Perspicacia del Detective> que tiene el Santo de la Espada, dice que mi recuento de muertes es 4000?”
―¿Qué?
“Honestamente, es bastante malo. Y extraño. Sé que el suicidio era un estilo de vida diario para mí, pero ¿maté a alguien al azar? Honestamente, era solo yo. Pero ¿por qué el recuento de muertes supera los 4000? Lógicamente debería ser 2.”
– ····
“Entonces, esto es lo que eso significa.”
Miré frente a mí.
Hay una cierta forma en que se cuenta la muerte en esta torre.
En el campo de las sombras.
“Incluso si la misma persona muere dos veces, se considerará [2] y no [1].”
Los monstruos que venían de mi sombra.
Vi un montón de esqueletos tratando de escapar de mi prisión.
“Bueno. Déjame preguntarte de nuevo.”
Fue un ejército.
Un montón de monstruos cubrieron el campo.
“¿A cuántas muertes crees que llegué?”
Por suicidio 4097 veces. La primera caza de Yoo Sooha, y tener que asesinarlo de nuevo porque el Santo de la Espada me mató una vez.
Eso significaba que fueron 4099 muertes.
Las huellas de mi muerte estaban claras en el gran campo.
“Maldición…”
Asentí con la cabeza, mirando satisfactoriamente la isla de la muerte que hice.
“Wow, morí mucho.”
Fue cuando.
-¡Gwoooooo!
El ejército de huesos gritó.
-¡Kaaaaaa!
Los esqueletos mostraron los dientes. Todos parecían iguales. Sus cuerpos eran similares al mío, y sus alturas también eran similares a la mía. ¿No fue obvio? Fue porque eran monstruos que provenían de mi muerte.
Todo, incluso el arma, es la misma.
Una daga.
Todos los esqueletos sostenían la misma daga.
Era el arma de cuando me quité la vida y cuando maté a Yoo Sooha.
“¡De ninguna manera…!”
Pero yo era la única persona que miraba tranquilamente las armas de los esqueletos. La Bruja y el Santo de la Espada miraban a su alrededor con expresiones de asombro.
“¿Qué es esto? Kim Gong-ja, ¿es esta tu habilidad?”
“Si.”
“¿¡Me estás tomando el pelo!?”
La Bruja se sorprendió.
“Dios mío. ¡Una habilidad que invoca a miles de monstruos! ¡Nunca antes lo había escuchado! ¡Así es como limpiaste el décimo piso por ti mismo!”
“Uh.”
Parecía haber entendido mal cómo despeje el décimo piso. Podría corregirla, ella seguía asombrada.
“No, no es eso, pero …”
Mmm.
Lo que sea.
“Bueno, supongo que sí.”
“¡Lo sabía!”
“Hablemos de eso más tarde.”
No había necesidad de arreglar ese malentendido ahora.
Hablar frente al Rey Diablo debe hacerse con moderación.
-Tú… ¿cómo tienes la misma habilidad que yo…?
El Rey Diablo también se sorprendió.
Estaba congelado en su lugar. No tenía ninguna expresión, pero por su voz, podía sentir lo sorprendido que estaba.
Eso fue una lástima.
Si pudiera ver su rostro, habría podido verlo fruncir el ceño.
“¿Eres curioso?”
Recogí mis pensamientos y sonreí.
“Pero ¿qué deberíamos hacer? No quiero decírtelo.”
– ····
“Puedes seguir teniendo curiosidad. ¿O debería contarte sobre la condición de tu vida? ¿Como es esto?”
−¡No puedo perdonarte…! ¡Esto no se puede permitir!
Gritó como un león herido.
−¡Cuánto tiempo vas a molestarme! ¡Diosa! ¡Mi odio! Mi arrepentimiento ¡Prometiste que lo aceptarías todo! ¡Cómo podría…!
“¡Santo de la Espada-nim!”
No escuché lo que continuó diciendo. Él tenía su negocio y yo mi papel. El Rey Diablo era mi enemigo. Si el enemigo estaba preocupado, era una oportunidad para mí.
“¡Por favor, lucha con los esqueletos! ¡Si nos ayuda, no nos quedaremos atrás!”
“Hm.”
El viejo respondió en un tono molesto.
“Bien. Luchar junto a los monstruos es espeluznante, pero… es mejor que ayudarte.”
“¡Gracias! ¡Y Maestra del Dragón Negro, por favor ayúdame! ¡Podemos derrotar al Rey Diablo nosotros mismos!”
“Lo sé. ¡No me hagas retroceder!”
El Santo de la Espada blandió su espada y la Bruja explotó su Aura. Los dos parecían haber decidido seguir mis órdenes hasta que el Rey Diablo fuera derrotado. Asentí con la cabeza y grité hacia mis muertes.
“¡Cien fantasmas!”
Los huesos gruñeron.
“¡Muéstrales en qué eres mejor!”
Ordené.
“¡Maten y mueran!”
El ejército obedeció mis órdenes.
-¡Gwooooo!
Los esqueletos corrieron hacia el campo de batalla. Eran ligeros porque solo tenían huesos. Uno aterrizó sobre el orco y cortó la cabeza de este con la daga.
El esqueleto hizo girar locamente su arma. Con la hoja, los ojos, la boca y el cuello del orco se rasgaron. El orco gritó y cayó al suelo. Debido al impacto, el brazo izquierdo del esqueleto se rompió, pero no se detuvo. Simplemente se dirigió directamente hacia la siguiente presa.
-¡Kieeek!
Desde otro lugar, un goblin gritó de dolor. Había un esqueleto que estaba tan dañado que solo le quedaba el cráneo. Había usado sus dientes para arrancar el brazo del goblin.
-¡Gwoooo!
-¡Kiiii!
Alrededor del goblin, había otros esqueletos. Todos eran esqueletos heridos en alguna parte.
Un brazo roto. Una pierna desaparecida. Una cabeza perdida.
Pero todos tenían dagas. ¡Kiiik! El goblin se retorció, pero fue inútil. Los esqueletos se reunieron alrededor de él y bajaron la daga.
La sangre se disparó.
―Guau, que mierda.
Bae Hu-ryeong chasqueó la lengua.
―Mira cuánta tenacidad tienen. Me pregunto quiénes son. Un ejército de monstruos que no le teme a la muerte. Qué demonios. ¡Eso es súper aterrador!
Una masacre ocurrió en todo el campo.
El Rey Diablo tembló de ira.
−¡Te atreves!
Su sombra seguía produciendo aguas residuales. Si ese líquido fuera sangre, habría pensado que era la sangre del Rey Diablo. Él ya estaba desesperado.
−¡No tienes la calificación!
Su desesperación resonó en el cielo.
−Alguien de otro mundo.
Cayó al suelo.
−¡Alguien que no tiene vida, malas intenciones u odio hacia este mundo! ¡¿Cómo te atreves a detenerme?!
Resonaba en el cielo y el suelo.
“¿Qué importa de dónde soy?”
Hablé frente a los ecos.
“Estoy aquí ahora mismo. Pero si todavía dices que no estoy calificado…”
El eco ni siquiera se había calmado todavía.
Escuché una voz en mi cabeza.
| La torre te está otorgando un apodo. |
Como si alguien que me hubiese estado observando durante mucho tiempo me estuviera bendiciendo. Como si estuvieran felicitandome después de ser liberado de la prisión del tiempo.
| Tu apodo es Rey de la Muerte. |
La voz hizo eco.
| Respetos al rey que cosecha la muerte. |
Si.
Alguien me estaba recordando.
Aunque morí una y otra vez.
Alguien sabía la razón por la que estaba aquí.
Eso fue suficiente.
“No interfieras.”
Levanté mi espada y hablé.
“La Torre reconoce mi calificación.”
Rey de la muerte.
Ese era mi segundo nombre.