Cómo enfrentarse al mundo (1)

Silencio.

Un silencio descendió en el vacío. Nadie abrió la boca. Estaba tranquilo. Los sonidos de los seres que estaban lamiendo mi cerebro… Se detuvieron. Sólo entonces pude respirar.

¡“Ellos” no son seres de la Torre!

Con ese pensamiento, respire hondo.

Él lenguaje de los seres en la torre es traducido para que pueda entenderlo… pero ellos son diferentes, son seres que viven fuera de la torre.  Seres que a los cuales ni siquiera puede compararse el Rey Diablo de la Lluvia de Otoñal.

Podrían ser quienes construyeron la torre. Personas que vivían en un lugar que simplemente no podía imaginar.

Después de un largo silencio:

 

| La votación sobre el punto de la agenda del día está comenzando. |

Una voz familiar sonó, tras lo cual me sentí más cómodo.

| La 6ta Constelación. “El Autor de Todas las Óperas” vota en contra. 

La 5ta Constelación. “La Dama que Camina por el Espejismo” vota a favor. 

La 4ta Constelación. “La Luna que Observa la Ceguera” vota a favor. 

La 3ra Constelación. “Uno que Creó el Bonsan” vota en contra. 

La 2da Constelación. “El Dios que Baila en el Vacío” renuncia a su voto. |

 

Dos a favor, dos en contra y uno renuncia.

“···”

Me detuve a pensar.

No podía saber quiénes eran ni de dónde venían estos seres. Sin embargo, tenían autoridad para decidir sobre mi habilidad < Reencarnación de los Cien Fantasmas >. Eso estaba claro, pero sus votos no tuvieron una conclusión definitiva.

¿Por qué?

¿Qué es lo que esperaban de mí?

“…Espera.”

Miré a mi alrededor, y de repente el sonido de aquellas serpientes siseando desapareció.

“Todavía queda… un ser que no votó.”

Sí.

Lo escuche claramente cuando entre a este lugar.

| La torre solicita una conferencia con las Seis Constelaciones de las Diez Mil Vidas. |

Y eso no era todo.

| Confirmando asistencia. 

Confirmado que las Seis Constelaciones de las Diez Mil Vidas están participando. |

 

Sí. ¡Dijeron 6!

La torre había dicho definitivamente que había 6 seres aquí. Entonces, la votación que acaba de ocurrir ahora fue un poco extraña. Dos votos a favor, dos en contra y uno que no contó. Sólo había 5 en total.

Entonces, ¿dónde estaba el último voto?

Además…

-······

-······

¿Quién era el ser restante, para que todos permanecieran tan respetuosamente callados?

“······”

Era alguien que no tenía que participar en este espacio.

Era alguien que no tenía que venir aquí, porque ya estaban aquí desde el principio.

La persona que sabía todo mientras estaba aquí.

El dueño de la torre.

“…Yo.”

Miré directamente a la zona frente a mí.

Podía sentir que el ser más poderoso estaba allí.

“Creo que votar a favor es lo correcto.”

Pensé con toda la calma que podía.

Y hablé.

“Digamos que los NPCs no cuentan. Entonces, ¿cómo pudo el Rey Diablo convocar a tantos monstruos? Toda la gente que fue masacrada por el Rey Diablo debieron ser NPCs.”

 Las miradas en silencio me observaron.

“Por supuesto, sé lo que les preocupa. Ustedes están preocupados de que solo mate a cualquier NPCs que esté a la vista para convocarlos… Pero, creo que les he demostrado qué clase de persona soy.”

 

Un área oscura.

Miré a cada una de las direcciones de donde sentía que estaban los seres.

Y seguí hablando.

 

“No soy esa clase de persona.”

-······

“Y no seré esa clase de persona en el futuro.”

 

Al final, todo se reducía a dos opciones, porque no importaba lo fuerte que fuera mi oponente, ya había escogido dos caminos a elegir. Y siempre serían solo dos.

Luchar contra ellos, o convencerlos.

“El Rey Diablo puede matar NPCs y convocarlos, ¿y yo no puedo? Eso es injusto.”

-Nada mal.

 

Algo abrió la boca.

Una voz.

Sonaba como si me susurrara al oído, pero también como si viniera de muy lejos. Me provocaba escalofríos en la espalda.

 

-Pero es complicado.

La voz estaba riendo.

-Rey de la Muerte. Habla con tú corazón y no con tú cabeza.

“······”

Me quedé en silencio por un momento.

Y hablé.

“Ese Rey Diablo es una presa que cacé

Dije lo que pude.

“Me pertenece, así que por favor no la toques.”

La voz estalló en carcajadas.

 

| 1ra Constelación. 

“El Dueño de las Diez Mil Vidas” vota a favor. |

El sonido de la risa atravesó la oscuridad otra vez.

| La votación ha terminado. 

3 votos a favor. 2 votos en contra. 1 voto renuncia. 

Los NPCs están incluidos en la habilidad del Rey de la Muerte, < Reencarnación de los Cien Fantasmas > |

 

Clang, ¡crack!

La oscuridad se resquebrajó como el cristal debido a dicha risa. En la vacía prisión, se abrió otro espacio de la nada. Desde allí, fluyó una luz blanca.

 

| La autoridad temporal de apóstol del Rey de la Muerte está siendo arrebatada. |

Y mientras me rodeaba la extraña luz…

| La conferencia terminó. |

Noté que logré convencer a estos seres de la torre.

| Que la suerte te acompañe. |

 

―Zombie. Oye, ¿zombie?

Parpadeo.

Cuando abrí los ojos de nuevo, vi las flores. Bae Hu-ryeong. Y la Constelación Caída que una vez fue llamada el Rey Diablo de la Lluvia Otoñal. No había ningún sonido de las plantas, y la Constelación Caída no se atrevía a hacer un sonido.

Solamente Bae Hu-ryeong habló flotando en el aire.

“···”

―¿Rey Zombie? Oye, Rey Zombie. ¿Puedes oírme?

 

Me sentía extraño.

Parecía que sólo habían pasado unos segundos… pero al mismo tiempo, parecía que hubiese pasado una eternidad. Era realmente extraño. Y los recuerdos de lo que acababa de suceder se volvieron borrosos, así que no sabía exactamente pasó hace unos segundos.

 

“Emperador de la Espada…”

―Wow, por fin respondes. Tu cerebro debe estar convirtiéndose en el de un zombie de verdad debido a que continúo llamándote zombie.

“¿No lo has oído? ¿No lo viste?”

―¿Qué?

“La torre me convocó al Inframundo… y sucedió algo sobre las Diez Mil Vidas y constelaciones… y alguien que parecía ser el dueño de la torre apareció y se rio… ¿no lo viste?”

 

Él frunció el ceño.

Su cara parecía como si hubiera visto un perro con rabia.

En otras palabras, parecía que miraba a un loco.

―Lo siento, Zombie. Te he molestado demasiado. Nunca lo he sentido en toda mi vida, pero ahora te puedo decir de todo corazón que lo siento mucho… No te tomaré molestaré de ahora en adelante, así que contrólate.

“···”

 

Definitivamente no lo sabía.

El Emperador de la Espada, que subió al piso 99. Bae Hu-ryeong, la leyenda que se había ganado el nombre de “Constelación de la Espada”… incluso él no sabía de qué estaba hablando.

De pronto, sentí frío en la nuca.

¿A quién acabo de conocer ahora?

La sensación envolvió mi cuello y se extendió a mi hombro y espalda.

Solo…

Agarre.

Apreté mi agarre en la espada.

…No. Tranquilízate, Kim Gong-ja.

Tragué saliva y miré al frente.

El camino que tenía que tomar seguía delante de mí.

Aunque todavía hay muchas cosas que no sé.

Lentamente levanté mi espada.

Ahora, voy a dar el golpe final en mi caza.

Cuando llegue al piso 100, sería capaz de saber algunas cosas.

 

Bae Hu-ryeong inclinó la cabeza.

―¿Eh? ¿Gong-ja? ¿Simplemente vas a matarle? ¿No tienes que preguntar primero a la torre?

“Está bien.”

Contesté

“Ya encontré mi respuesta.”

La Constelación Caída extendió su mano.

“¡¡E-Espera…!! ¡Salva…!”

 

Arrojé mi espada.

Esta arma era mi recompensa del décimo piso. Fue lo que movió los corazones de los soldados en la etapa del piso 11. Decenas de veces. Cientos de veces. Miles de veces. Era la espada que siempre estaba en mi mano cuando estaba atrapado en el piso 12.

Era algo que podía demostrar mi tiempo porque siempre estaba conmigo.

Con esta espada, corté a la Constelación Caída.

“····!”

 

Hubo un pequeño grito.

Cuando el sonido de eso se cortó, la Constelación Caída se derrumbó.

La sangre se derramó.

La sangre fluyó y manchó otra flor. Mirando el blanco y el rojo, abrí lentamente la boca.

 

“Fantasma, despierta.”

 

Retorcerse.

Mi sombra se agitó.

Una mano negra salió disparada de mi sombra. La mano que parecía escapar del infierno no parecía querer salir. Pero fue un acto inútil.

 

“Levántate.”

 

La sombra no pudo rechazar mis órdenes. Una figura emergió de mi sombra, empezando con su cabeza, luego su pecho, sus piernas y sus pies.

 

“Tú… heuk, ah… ahh…”

 

Sus brazos y piernas se agitaron como una bebé recién nacida. Aunque tenía el cuerpo de una adulta, no era más que un nuevo ser.

Y.

 

“Estelle no es más que el nombre que has robado. No es un nombre que puedas tener.”

 

Siempre hubo responsabilidades para aquellos que crearon vida en este mundo.

Y la primera de esas responsabilidades era otorgar un nombre.

 

“Preta.”

Me miró a través de su ondulado pelo negro.

“A partir de ahora, tu nombre es Preta. Sírveme como maestro.”

 

Fue celebrada como la santa rural.

Y el ser que solía ser respetada como el Rey Diablo de la Lluvia Otoñal, le temblaban los hombros.

 

“Sí, señor…”

 

La única que no merecía tener un nombre lo recibió de mi parte, y se inclinó. Las flores blancas de Acacia cayeron, y se posaron en su cabeza.

 

“Obedeceré sus órdenes.”

Era el último día de los 5 prometidos.

“…Mi señor.”

 

El Rey de la Muerte y el Rey Diablo.

Uno de los dos reyes cayó.

 

Y en aquel lugar donde quedaron un rey y su siervo, quien habló primero no fue ninguno de los dos.

―Técnicamente hablando fue un emperador, no un rey o un sirviente, quien abrió su boca…

“…Emperador de la Espada, ¿tienes que hacer eso ahora?”

Y técnicamente, era un aguafiestas.

Retorció su cuerpo con angustia.

―Sí… tengo que… créeme, tampoco quiero hacerlo… honestamente, quiero alejarme de ustedes dos y fingir que no los conozco, pero soy la única persona que puede decir esto.

“Cielos, ¿qué vas a decir?”

―¿Qué están haciendo?

No sé lo que está hablando, pero parecía que quería ser él quien diera el nombre.

“¿Qué estoy haciendo? Como puedes ver…”

―Seguro. Así que mataste al Rey Demonio y la salvaste con tu habilidad. Incluso le diste un nombre… diablos, ese nombre. ¿Qué clase de nombre es “Preta” para una chica? Si querías llamarla Preta, deberías haberla llamado Preta Verde y usar Verde para abreviar.

“¿Ahora te quejas del nombre?”

―No, digamos que el nombre está bien. Pasemos a mi siguiente queja mejor… ¿Por qué de repente establecen una jerarquía?

El Emperador de la Espada nos miró a Preta y a mí como si fuéramos lo seres más extraños de este mundo.

―Es decir, ustedes… ¿Qué clase de vínculo tienen? ¡Bien! Digamos que tienen alguno. Ya que es la caza que atrapaste, ¿hm? Puedes usar una vieja frase como ‘te tengo bajo mi piel~’. [1]

“¿También escuchas canciones populares?”

―Una de las aficiones de ese tal Marcus es… bueno, no importa. Tú eres quién eres, pero no entiendo por qué ella dice “Mi señor”.

 

Así, pude aprender una de las aficiones del Santo de la Espada.

Habría sido mejor si no lo supiera, pero…. qué importa.

Hm.

 

“Así que estás preguntando por qué Preta me sirve como si fuera una especie de señor, ¿verdad?”

―Sí, porque… ¿Zombie? Estoy a punto de enumerar todas las cosas que hiciste con ella.

Asentí con la cabeza.

―Le bloqueaste el camino mientras te reías y decías que no iba a ganar, ¿verdad?

“Sí, así es como empecé.”

―Y destruiste todo lo que ella acumuló. Después de eso, incluso la dejaste sin palabras con todo lo que dijiste.

“Eso es lo que pasó.”

―Incluso la mataste. Uf, forzaste a una niña que no quería salir con la Reencarnación de los Cien Fantasmas.

“Así es como terminó, supongo.”

Él chasqueó la lengua.

―Jaaa, bastardo indiferente. ¿Tu corazón es de piedra?

“Puede que incluso exista una serpiente ahí dentro. Te olvidaste de hablar del hecho de que ‘cierre el telón al que ni siquiera sabe usar una espada’ como alguien me dijo.”

―Eso era necesario, y esa Preta es probable que lo agradezca en el fondo de su corazón. Si es que aún le queda la pasión de un espadachín en su interior.

 

El Emperador de la Espada habló en tono serio.

Pensé que este fantasma sólo era bueno para regañar, pero parece que también era bueno para hablar de tonterías.

 

―De todos modos, creo que es normal que esté enfadada contigo. Pero ¿por qué agacha la cabeza y espera tus órdenes? ¿Quién fue considerada un desastre que se tragó un mundo entero, una calamidad, resultó ser la masoquista del siglo?

“Wow…”

 

El Emperador de la Espada dijo que quería alejarse de nosotros, pero yo también quería alejarme, y di un paso atrás.

En serio, la imaginación de este gorila…

 

“Emperador de la Espada… la razón por la que Preta me obedece…”

―¿Si? Continua.

“Porque Preta sabe.”

Miré a Preta.

“Tú también lo sabrás… pronto.”

Sonidos de sollozos sonaron en el campo de Acacia.

“Heuk…ah…heuk…”

 

Preta estaba llorando. Eran lágrimas de tristeza y furia. Su desesperación goteó.

Era verdad.

Ella lo sabía bien.

 

| Buscando la existencia del Rey Demonio en el piso 20. |

Qué tipo de tragedia ocurriría a partir de ahora.

| Búsqueda imposible. |

Sus hombros se estremecieron.

| Confirmando la ausencia del Rey Demonio. |

 

Algunas gotas de luz surgieron a nuestro alrededor, apareciendo desde todos lados. De todos modos, el escenario del piso 20 era pequeño, así que fue rápidamente rodeado por la luz.

En medio de la luz blanca…

 

“No… por favor. No…”

Preta se estremeció con un gemido.

¿Pero qué importaba todo eso de todos modos?

 

| La historia cambia. |

 

Una voz extraña llegó desde el cielo.

Una voz que parecía dictar una sentencia en un tribunal.

 

| El piso 20 está siendo revisado. |

 

Lentamente.

La historia comenzó a retroceder.

 

“Ah…”

 

Preta miró a lo lejos con los ojos húmedos. Algo vino de la entrada del camino del bosque de Acacia.

¡Chulkuk! ¡Chulkeduk!

Cada vez que se movían, sus armaduras chocaban. Por encima de ellos, había banderas de varios colores.

 

“Por favor…”

 

Eran un número incontable de soldados, cuyos pasos se escuchaban junto al sonido de alas.

 

“De nuevo, la aldea… quemarán la aldea…”

 

Para retroceder la historia.

Para quemar el paraíso.

Fuerzas de todo el mundo se aliaron y entraron en el camino del bosque de Acacia.

 

“No, por favor…uh, ahh…”

Ella se derrumbó en el suelo y se inclinó.

Su cabeza estaba inclinada y sus manos se dirigían a mí.

“Señor…”

 

Al igual que lo que dijo el Emperador de la Espada, Preta debería haber tratado de hacerme pedazos.

Pero el hecho de que se inclinara con desesperación hacia mí probablemente significaba que estaba furiosa y herida.

 

“¡Mi señor…!”

Sin embargo, lo hizo.

Tuvo que hacerlo.

“No tendré ningún rencor… No me vengaré…”

 

Ella no tenía otra opción que aceptar estar atada a mí y servirme como su amo.

Pero cuando una persona indefensa tenía algo que proteger, harían cualquier cosa.

 

“Haré lo que me pidas… servidora, esclava… no me importa lo que me pase, así que por favor.”

Hacía que la gente rogara.

“Por favor, mi pueblo…”

“De acuerdo.”

 

Sin decir demasiado comencé a caminar.

El Emperador de la Espada me siguió. Él, que nos había estado mirando con cara de tonto, tenía una cara más seria que nunca.

Entonces así fue.

“Sí, así es.”

Un paso más.

―Un siervo tiene que seguir a su amo.

“Y un señor tiene la responsabilidad de cuidar a su gente.”

Otro paso.

―Lo siento, lo retorcí.

“Tú también perdiste la apuesta, ¿verdad? Por favor, piensa en las consecuencias de eso.”

Pasé junto a él.

 

Respiré profundamente e incluí Aura en mi voz.

Grité.

“¡Todas las legiones, deténganse!”

 

Las flores se agitaron en el aire como si una fuerza invisible las sacudiera.

Un segundo después, el sonido de los dragones aleteando y de las armaduras chocando entre sí se detuvo. Al mismo tiempo, el sonido de los caballos y las armas se detuvo.

Permanecí solo en el campo de acacias.

Entre aquel ejército y yo, solo se encontraba un campo de flores.

 

[T/N]

[1] referencia a la canción Mirotic de TVXQ, la letra antes de esta sección es ‘You’re my slave'(Tú eres mi esclavo/a).