Capítulo 09 Volumen 08
Una vez conocida como la Ciudad de la Luz Resplandeciente, la hermosa y estética ciudad capital del Reino Canal, Elarc había perdido su color debido a la larga guerra civil.
De pie en el piso más alto del Castillo Fibris en el medio de esa ciudad, en la habitación del altar incluso más alta que la habitación del trono, estaba la Tercera Princesa Celis.
Vestida con túnica que cubrían sus ojos, su apariencia traía a la mente más a una sacerdotisa que a un miembro de la realeza.
Mientras ella ofrecía una plegaria hacia el altar, Celis dio la vuelta luego de sentir una presencia detrás de ella.
El cabello rubio que podía verse desde el espacio entre su túnica se balanceaba mientras sus ojos dorados observaban esa presencia.
「Así que eres tú, Reina… Me preguntaba quien era.」
「Fufu, debes estar bromeando. Ya deberías haberme notado.」
「En absoluto. Hay un límite para mi intuición. ¿Seguramente ya debiste darte cuenta de eso?」
La persona llamada Reina sonrió en silencio mientras su cabello ondulado se agitaba.
Mientras ella no decía nada, podía asumirse que ella estaba confirmando la sospecha de Celis.
「Entonces, ¿qué estás haciendo en un lugar como este?」
Celis puso una sonrisa irónica en respuesta a esas palabras.
La única cosa por hacer en el altar era orar y considerando que Reina ya había visto que Celis estaba rezando, hacía que la pregunta pareciera totalmente mezquina.
「Estaba ofreciendo mis oraciones. Rezando para que esta guerra llegue pronto a un final…」
「El fin de la guerra sería bastante simple. Todo lo que tienes que hacer es correr tú misma a las líneas enemigas. Estoy segura de que a tu hermana no le tomaría tiempo tomar tu cabeza.」
「Eso…」
Mientras Celis entendía sus palabras, Reina se encogió de hombros.
「Has tomado la espada debido a que sabes que esa no es la opción correcta, ¿verdad? Eso es exactamente por qué te estoy prestando mi fuerza por ahora, Por favor no olvides eso.」
「… Lo sé.」
No era como si Reina hubiera jurado de corazón su lealtad hacia Celis. Reina estaba ayudándola nada más por puro capricho.
Pero gracias a ella, Celis había sido capaz de defenderse en contra de las fuerzas de su hermana.
La legendaria Maid Caballero que no caería incluso en contra de todo el ejército de una nación, Reina.
Su habilidad no estaba lejos de los rumores.
「Entonces, ¿qué estás haciendo aquí? No es como si rezar hiciera que el Dios de la Luz dejará caer una espada desde el cielo o algo así.」
「Si, sé eso. Pero ayuda a calmarme.」
Para aquellos quienes veían a la Tercera Princesa Celis como su líder, el simple hecho de saber que la legítima heredera al trono estaba donde le correspondía era suficiente para que se sintieran seguros. Al final, tenía un efecto positivo en la moral de las tropas.
「Se eso, pero…」
Viendo a Celis tartamudeando en sus palabras, Reina suspiro.
「Ciertamente naciste con un poder problemático. ¿Qué estás sintiendo en esta ocasión?」
En respuesta a Reina, Celis comenzó a hablar con una voz vacilante, pero clara.
「… Un fuerte sentido de paz mental, pero al mismo tiempo incertidumbre. Es como si estuviera cerca de resolver algo, pero al mismo tiempo algo terrible fuera a ocurrir…」
Después de recordar esa sensación, el cuerpo de Celis tembló.
Reina quitó sus ojos de Celis y los llevó al altar del Dios de la Luz detrás de ella.
Era un altar que reverenciaba al Dios de la Luz Raidolg, pero mientras que él no estuviera aquí, no habría manera de que tomara lugar alguna comunicación.
Pero a pesar de eso, Celis no tenía más opción que orar.
Conociendo que lo que ella debía estar sintiendo sólo haría que los otros pensaran que se volvió loca, Celis lo había mantenido para ella misma.
「Paz mental… Esa debe ser la carta que le enviaste a tu conocida en el Reino San Altlis. En cuanto a la incertidumbre, hay numerosas cosas que imagino que podrían ser.」
Celis asintió ligeramente ante las palabras de Reina.
Ella era la única que sabía sobre el poder oculto de Celis.
Y quien le dijo a Celis sobre este cuando no era capaz de hacer nada más que temblar con ansiedad, fue Reina.
Después de tener a la última analizando calmadamente su ansiedad, Celis se sintió tonta después de darse cuenta que estaba ocurriendo.
「… Eso es verdad. Esta situación ya ha sido consumida por los sentimientos de incertidumbre.」
「Eso es correcto.」
Celis puso una pequeña sonrisa ante Reina quien asintió y luego observó los alrededores.
「No hay necesidad de que te preocupes. Nadie ha venido aquí. Tampoco hay personas en las cercanías.」
Celis puso un rostro de alivio después de escuchar eso y puso sus manos en la túnica que estaba sobre su cabeza.
Se pudo escuchar un raspado mientras ella descubría su cabeza, de la cual brotaron unas orejas negras de gato.
Esas sin lugar a dudas eran rasgos característicos de los Hombres Bestia. Sin embargo, sus dos padres, el rey y la reina eran humanos.
La línea de sangre de sus ancestros, en otras palabras la familia real, tenía numerosos casos donde se había mezclado con los Hombres Bestia. La madre del anterior rey, quien desapareció antes de que ella se volviera reina, era de la raza de los hombres bestia y se hizo la conjetura de que esos rasgos se mostraron también en Celis.
Sin embargo, la relación de Celis con su propia madre, la reina, no era muy saludable. Después de todo, incluso cuando fue solo por un corto tiempo, estuvo la sospecha de infidelidad cuando Celis nació con rasgos de otra raza. Ella tuvo dificultades para ver a su hija con buenos ojos debido a eso.
Quizás debido a los rasgos de hombre bestia, Celis tenía una habilidad única.
Era algo que podía ser referido como Súper Intuición.
Mientras nada definitivo podía alcanzarse, ella tenía la habilidad de sentir repentinamente cuando algo ocurriría.
Pensamientos cómo「es peligroso quedarse aquí」o「en mejor si vas por esta dirección」brotarían en ella para evitar el peligro y después de finalmente confrontar la verdadera causa detrás de la ansiedad que encontraría a menudo, ella descubrió una gigantesca conspiración.
Después de saber esto, ella asumió que sus poderes le fueron dados por el Dios de la Luz Raidolg y había recorrido el camino para convertirse en su sacerdotisa.
Pero después de encontrarse con los sacerdotes, descubrió que nadie sentía lo mismo que ella.
Luego entendió que la intuición que ella sentía era diferente de otros.
Este extraño poder no era algo que pudiera discutir con facilidad con otros. ¿Qué era?
Quien le explicó todo esto a la Celis conflictuada fue Reina que un dia se mostró frente a ella.
「… Súper Intuición. Un poder oculto de los hombres bestia. Debido a este poder que tengo, el país se ha dividido en dos. Sin embargo…」
「Hiciste que tus acciones creyendo que eran la decisión correcta, ¿cierto?」
Reina palmeó a Celis en la espalda, mientras esta la abrazaba con fuerza.
「… Si. Incluso ahora, no creo que haya hecho algo malo.」
「Entonces debería estar bien. Has hecho lo correcto como la líder de tu país. Reconoceré eso.」
Reina habló mientras rascaba las orejas negras de gato de Celis.
Después de reír por como esas orejas se retorcían como si evitaran sus manos, Reina lanzó un cuchillo detrás de ella sin decir nada.
Envuelto con el poder del agua, el cuchillo se incrustó en la sombra negra que se estaba aproximando desde atrás por el muro.
「¿¡Huh…!?」
Celis se separó de Reina con sorpresa ante ese sonido. Enfrentando lo que estaba incrustado en el muro mientras forcejeaba, Celis dejó salir un pequeño grito.
「¿¡Mazoku!?」
「Es un Alva. Fue un tonto al pensar que podía pesar una apertura mía…」
Reina desenvainó su espada con una sonrisa en su rostro y cortó el brazo derecho del Alva sin vacilar.
「¡G-Gigagagagagugaaahhh!」
「Ah, ya veo. Es suficiente. Deberías morir.」
Reina asintió como si entendiera algo y luego corto verticalmente el cuerpo del Alva.
Sin incluso el tiempo para dejar salir otro grito, el Alva se dispersó en una nube negra.
Dejando salir un suspiro, Reina envaino su espada.
「¿L, lo derrotaste…?」
「Sí. Un Alva que no puede comunicarse en una forma intangible no merece vivir.」
「P, pero no puedo creer que un Alva llegará aquí…」
Era cierto. Los enemigos de la Tercera Princesa del Reino Canal no sólo es la Primera Princesa.
Los Alva también son enemigos, habiendo comenzado su actividad casi al mismo tiempo de que inició la guerra civil.
「Bueno, para ser franca, parece como si nos estuvieran subestimando. Si fueras a ser asesinada, esta guerra acabaría. Me refiero, supongo que el mismo resultado ocurriría si yo también fuera asesinada.」
「¿Eso quiere decir que… Mi hermana se ha unido con los Alva?」
「Quién sabe. Deberás preguntarle ya sea a los Alva o a tu hermana para descubrir eso.」
Mientras Reina respondía, revisó por más enemigos que pudieran descender.
Después de confirmar que todavía había más de ellos, dejó salir un pequeño suspiro.
「Mi Dios. Justo lo que todos pensaban…」
Esas palabras murmuradas fallaron en alcanzar los oídos de Celis.
Simplemente se desvanecieron dentro de la solemne habitación del altar.