Capítulo 1101: El escape
Long Siye también era muy flexible, así ambos lograron asumir muy bien las características de los guardias a los que robaron sus uniformes. La gente apenas podía distinguirlos aunque estuvieran junto frente a ellos.
Long Siye fue muy cuidadoso en sus acciones. Encontró a un hombre y una mujer quienes se asemejaban a sus apariencias físicas. Todo lo que tuvo que hacer era dejarlos fuera de combate y colocarlos en la celda de prisión y en la habitación de Gu Xijiu, respectivamente. Incluso dejó que ella cambiara sus apariencias.
El hombre de la celda de la prisión se parecía a Long Siye. Fue esposado y obligado a apoyarse en contra del muro. Parecía como si estuviera meditando o contemplando.
Cuando Long Siye fue encarcelado, casi nadie fue a visitarlo. De hecho, casi no había nadie por allí. Por tanto, nadie incluso notaría la diferencia.
La mujer en la habitación de Gu Xijiu fue colocada en su cama para que pareciera que estaba en un profundo sueño. Por tanto, nadie la molestaría de momento.
…
Todo estaba en su lugar sin ninguna falla. Ambos salieron audazmente de la habitación. Los guardias a lo largo de su camino incluso los habían saludado cortésmente sin ningún otro pensamiento.
Mientras pasaban junto al edificio pirámide, Gu Xijiu le prestó especial atención y se dio cuenta de que sólo cuatro guardias aseguraban su entrada. El lugar era un área restringida, así que no había nadie más en los alrededores.
Se suponía que debían pasar directamente, pero repentinamente ella cambió de rumbo y se dirigió hacia la dirección de la pirámide. Long Siye se sorprendió, así que le envió un audio dirigido. «¿Qué estás haciendo?»
Gu Xijiu fue directa. “Me muero de curiosidad. Demos un vistazo».
Gu Xijiu había medido brevemente el tiempo desde que Mo Zhao se marchó. Era menos de una hora. Ella escuchó por casualidad las instrucciones para sus seguidores de que estaría fuera por al menos un día y que regresaría en tres días a más tardar. Por tanto, no le preocupaba que él apareciera pronto.
Long Fan estaba tan absorto en su investigación que había estado descuidando su sueño y comidas. Trabajaba todo el día y no dejaba su lugar por largos periodos. Por tanto, podían permitirse el lujo de desviarse de su plan primario.
Aunque Long Siye estaba completamente confundido, siguió sus pasos sin decir ni una palabra más.
«Líder Xia y Líder Zhang, ¿por qué están aquí?» Los cuatro guardias estaban perplejos por su repentina llegada.
Sonriente, Gu Xijiu respondió, «El Gran Señor está lejos y la defensa aquí está fuertemente fortificada. Puedes tomarte un descanso. Puedo ver que han tenido un día muy largo. Puedo mostrarles algo divertido que he aprendido recientemente para ayudarlos a matar al tiempo».
Esos cuatro habían estado vigilando el mismo lugar casi todos los días. Estaban de pie sin nada más que hacer y su aburrimiento se estaba volviendo insoportable. Ciertamente no se tomarían un descanso de su trabajo mientras el Gran Señor estuviera presente, pero con las palabras tranquilizadoras de su líder, aceptarían con gusto su petición.
Hablaron y actuaron como si no quisieran, pero sus ojos ya estaban fijos en Gu Xijiu, esperando lo que había mencionado que les mostraría.
Gu Xijiu sacó un paquete de cartas y estaba a punto de enseñarles una nueva forma de jugar. Mientras se estaban divirtiendo, Gu Xijiu trató de averiguar sobre el interior del edificio haciéndoles preguntas aparentemente informales. Desgraciadamente, no sabían. Sabían que Long Fan y el Gran Señor ponían un enorme énfasis en ese edificio, así que sólo ellos tenían acceso a ese edificio. Era imposible para otros entrar.
Ahora, Gu Xijiu estaba aún más firme con su conclusión. Mientras aún estaban en el juego, les administró algunas dosis de medicina a los cuatro. Sin saberlo, ya estaban aturdidos y obedecían todo lo que se les ordenaba hacer, desanimados, se quedaron quietos.
La entrada de la pirámide debía tener la contraseña más segura. Sin embargo, no era nada a los ojos de Gu Xijiu, ya que fue entrenada para ser la mejor asesina. Además, tenía a Long Siye quien estaba al tanto de los detalles exactos de Long Fan. Abrir la puerta sería una brisa para ellos.
Long Siye no entendía lo que intentaba hacer, pero nuevamente no la cuestionó. Siempre había sido una persona tranquila y permaneció completamente en silencio mientras coordinaba cada movimiento con ella.
Las cosas que estaban escondidas en la pirámide parecían enormemente valiosas. Muchos mecanismos ocultos fueron colocados en la pirámide para atrapar a cualquier intruso. Cualquiera que no estuviera al tanto de las trampas sería gravemente lastimado o se convertiría en un charco de sangre dentro de sus primeros pasos en el edificio.
Su viaje en el edificio había sido amenazador pero no peligroso. Finalmente, Gu Xijiu y Long Siye llegaron a la estructura central. Frente a ellos había un enorme ataúd de cristal. Ambos vieron el cuerpo que estaba en él.
Long Siye era un experto en clones. Su expresión cambió inmediatamente cuando vio a través del ataúd de cristal. “¡Es un clon que posee naturalmente un poder espiritual de nivel nueve!»
Gu Xijiu apretó su puño con fuerza. ¡Tenía razón! Mantuvo su compostura mientras daba unos pasos alrededor del ataúd. No podía evitar masajearse sus cejas sabiendo el problema en el que se encontrarían si el proceso fuera completado.
El interior y el exterior del ataúd estaban protegidos por muchos mecanismos ocultos. Una alarma se activaría inmediatamente incluso con el más ligero de los toques. También podrían olvidarse de destruir el cuerpo. Cualquier activación de las alarmas expondría su paradero y se volvería imposible escapar.
Gu Xijiu sabía que ese era el momento perfecto para destruir ese malvado cuerpo. Ellos difícilmente podrían tener oportunidades en el futuro. Sin embargo, si procedían a destruir el cuerpo, el laboratorio entero sería cerrado inmediatamente y no habría escape. Incluso podrían desencadenar la liberación de un gas venenoso que podría matarlos instantáneamente. Por no mencionar que Long Fan y el resto de los guardias se alarmarían por la intrusión. En sus circunstancias actuales, las posibilidades de escapar del palacio serían iguales a cero.
Mientras Gu Xijiu estaba profundamente absorta en sus pensamientos, Long Siye tuvo una repentina realización. “Aunque no podemos destruir el clon, podemos hacer algo”.
Gu Xijiu giró para mirarlo. “¿Qué es?”
Sin más explicaciones, Long Siye caminó directamente hacia el lado opuesto del ataúd que estaba unido a tubos. Había celda de reacción para la entrada de la medicina. De allí, la medicina fluiría en los tubos y así entraría en el cuerpo del clon para proveerlo de nutrientes.
Long Siye dio un vistazo a los medicamentos mientras intentaba distinguir los ingredientes. Después, sacó un tipo de polvo rojo y lo añadió a la celda de reacción.
El polvo se mezcló sin causar ninguna diferencia para el sistema. Ninguno de los mecanismos del ataúd se activó.
Aunque Gu Xijiu tenía conocimiento en el campo de la medicina, no había aprendido nada sobre la clonación. No tenía ninguna idea del polvo que Long Siye había añadido.
Él parecía haber notado su confusión, así que procedió a explicar, «el polvo es una especie de…» reveló brevemente algunos conceptos relevantes para que ella pudiera entender la función del polvo.
El polvo entraría en el sistema nervioso del cuerpo y deterioraría lentamente los nervios del clon. Después de que cobrara vida, no pasaría mucho tiempo antes de que fuera destruido. Incluso con un poder espiritual de nivel nueve, todavía se deterioraría. Incluso se paralizaría.
Gu Xijiu estaba perpleja. «¿Por qué lo tienes contigo?»
Long Siye frunció su ceño y respondió, «¿y si te dijera que siempre he querido darte estos medicamentos? ¿Lo creerías?»
Gu Xijiu sacudió su cabeza. «¡No, no lo creería!»
Long Siye la miró. “Entonces no tengo nada más que decir”.
Llevaba consigo un buen número de medicamentos en los que había estado trabajando los pasados dos años. Su toxicidad no estaba probada, pero las dosis eran suficientes para causar reacciones venenosas. El veneno estaba destinado a ser usado como autoprotección en tiempos de peligro.
Gu Xijiu dio otro vistazo al ataúd de cristal. Si hubiera sido posible, habría cubierto el clon con soluciones ácidas. Sin embargo, también notó que había muchos otros instrumentos utilizados para medir las dosis de los medicamentos aplicados. Si añadía algo que fuera extremadamente estimulante, la alarma podría sonar.
No importa, si Long Siye tenía razón, el clon quedaría discapacitado incluso después de que cobrara vida.
