TAS – Capítulo 48

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Capítulo 48 – Escabulliendose Adentro de la Fortaleza del Conde

El Dragón de las Tinieblas fue el enemigo jurado de los cuatro santos en la guerra santa. Especialmente para el Rey del Fuego, Gatel, quien quería venganza por la caída de su reino. Aunque estaba confundido por las palabras de la bruja Babasha, no acepto sus palabras. Un pequeño paso en falso y lo convertiría en el enemigo del mundo.

«¿El dragón de las tinieblas, Odín? Sé que las brujas lo ven como la guía hacia el Destino de las Tinieblas, pero no tengo nada que ver con él.»

Miró a Babasha, pero ella seguía recostada temblando de miedo. Estaba ligeramente sorprendido por su reacción, pero de repente se dio cuenta de que había cometido un error con sus palabras. Había olvidado que la gente de ese mundo veneraba profundamente a los dioses y poderes misteriosos, aunque fueran enemigos de ellos, no hablarían a la ligera sobre ello.

No acepto esa idea como jugador, pero los recuerdos del otro Brendel influyeron en su elección de palabras. Cuando hablaba de esos temas, los tocaba naturalmente como si fueran iguales.

Aunque esas acciónes no parecía ser nada malo para él, era un comentario ofensivo para Ciel y los oídos de Babasha. Pero las circunstancias actuales estaban en un estado sutil. Babasha estaba en un estado de profundo temor, mientras que Ciel miraba a su señor con ojos exaltados, y al escuchar la respuesta de Brendel les hizo sentir que estaba insinuando algo.

Brendel notó ese punto y sacudió la cabeza: «Olvidenlo, son libre de pensar lo que quieran. Mientras no interfieras conmigo, y simplemente esperen aquí hasta que salga el sol, todo esta bien.»

La frente de Babasha siguió tendida en el suelo y no se atrevío a mover ni un solo músculo.

Brendel señaló al aturdido Ciel, y luego le dijo que había una trampilla escondida debajo de la mesa y le pidió que la abriera. El joven movió la mesa con una expresión escéptica, y quitó la alfombra que estaba debajo de ella.

De hecho, había una trampilla allí.

En ese momento Ciel ya no sintió sorpresa alguna por la omniscencia de su señor y sólo pudo concluir que había cosas en el mundo que no podían ser explicadas con razonamientos humanos.

Alcanzó el mango y lo levantó con esfuerzo, pronto un agujero oscuro con una escalera en espiral se mostro.

«Mi señor, ¿vamos a entrar ahora mismo?» Preguntó.

«Por supuesto, ¿qué más crees que iba a pasar?»

«Oh? Pero la Fortaleza Riedon es tan grande, ¿no hay otro lugar que nos permita ‘nivelar'»?

«¿Realmente crees que los objetos mágicos son como ‘Vegetales Grandes Blancos’ que puedes recoger en el suelo cuando quieras?» (TL: Literalmente lechugas)

«Me refería a ‘Lechuga’, ¿lo sabes bien?» Brendel se frotó la frente al darse cuenta de que se equivocó de nuevo. Había pequeñas diferencias en la terminología de ese mundo.

«Por supuesto, pero es muy diferente cuando mi señor habla de ello. Vegetal, Grande, Blanco, debe haber sido derivada de la lengua antigua, incluso la pronunciación suena cercano a ello.»

Brendel no pudo reprimir su risa. Conocía otras áreas secretas en la fortaleza de Riedon, por ejemplo, la iglesia subterránea y la famosa «Torre de los Vientos». Sin embargo, había restricciones como jefes guardianes para ellos, mientras que Babasha era un NPC donde él podía usar medios astutos para ganar ventaja. Después de considerar por mucho tiempo, decidió renunciar al resto de esos lugares.

En este momento la idea principar era adquirir todos los objetos que él conocía, mientras nivelaba su poder al mismo tiempo, pero no había tiempo suficiente. Su meta actual era sobrevivir a la guerra, y no reunir objetos a un ritmo pausado y esperar a que terminara la guerra.

Una vez finalizada la guerra, tenia mucho tiempo para reunir XP y preparar los mejores equipos para sí mismo antes de la lucha civil interna de Aouine. Después de revisar sus planes, concluyó que era posible que se convirtiera en uno de los más fuertes del continente.

Como jugador, reconoció que las estadísticas, el equipo y las técnicas constituían un sistema para fortalecerse.

Recogió la caja que estaba a su lado, transfiriendo todos los cristales de los elementos a su bolsa de la cintura:

12 Cristales de viento
1 Cristal de fuego
3 Cristales de agua

Cada cristal contenía 1 punto de energía.

Después de barrer con la colección de Babasha y actuar como un ladrón profesional, Brendel incluso tomó la vela de Babasha y entró en el pasillo. La vela de la bruja era también un objeto mágico, que podía teletransportar a alguien hasta donde llegara su luz. Era un secreto que sólo se conocía entre las brujas, pero no era un secreto para él.

El pasadizo tenía aproximadamente 1,5 kilómetros de largo, y la mayoría del pasadizo solo permitía el paso de una persona a la vez, ya que era muy angosto. En las áreas donde se hacía más grande, había tres arañas venenosas del tamaño de seres humanos. Las brujas normalmente hacían algo así, criaban bestias para que se convirtieran en sus guardias. Babasha los puso allí para complacer al duque, pero solo fueron un total de 9 XP para Brendel.

El final del pasadizo conducía a la bodega. Después de que Brendel llegó allí, comenzó a buscar el interruptor, y el estante que sostenía los vinos se deslizó hacia un lado.

Los dos suspiraron aliviados tras salir del pasillo. El aire viciado y el polvo acumulado eran difíciles de asimilar, y Ciel pensó que sus pulmones estaban cubiertos con una gruesa capa de polvo después de esa dura prueba.

«Nos tomó un poco más de quince minutos, mi señor.» Ciel tomó un reloj y lo miró después de salir del pasillo.

«Eso está bien.»

«¿Hmm?»

«Al principio quise ir a la tesorería del duque, pero probablemente tendremos que darnos por vencidos. Ademas en la colección hay sólo algunas pinturas y joyas, que no son muy útiles.»

«Mi señor es verdaderamente único. No todos pueden permanecer impasibles ante el tesoro que tienen delante.»

«No, te equivocas, Ciel. Quiero decir que puedes llevarte unos cuantos de ellos en nuestro camino, te diré cuáles son los objetos reales.»

“…………..”

Ciel estaba sorprendido por la codicia ilegible de su señor, pero no sabía que no era su carácter, sino simplemente la acción subconsciente de un jugador.

Los dos continuaron subiendo las escaleras y se detuvieron al mismo tiempo para repasar sus planes. Brendel apagó su vela y se la pasó a su escudero, luego puso su mano en la puerta del sótano hacia el exterior. Activó su habilidad y el candado de la puerta se rompió con un crujido.

Inmediatamente empujó la puerta hacia afuera. Los dos guardias que estaban allí voltearon sus cabezas sorprendidos, mientras que la otra mano de Brendel ya había sacado su espada. Con un elegante tajo con una luz plateada detrás de la espada, las espadas medio desenvainadas de los guardias fueron derribadas junto con sus vainas.

Pronto el temor los invadió e intentaron huir, pero él no permitió que lo hicieran, y los persiguió. Acabo con sus vidas con una apuñalada a cada persona.

Era la primera vez que Brendel mató a alguien.

No pensó demasiado cuando los mató, su mente estaba en blanco cuando lo hizo. Se sentía aún más tranquilo que su ser normal. Si vacilaba, Ciel y él mismo terminarían en un callejón sin salida, y ante esa situación de vida o muerte, no consideraba lo que Romaine o Freya harían.

Su instinto de supervivencia era más que suficiente para obligarlo a hacerlo.

Sin embargo, después de matarlos, se sintió mareado de repente, como si ya no pudiera respirar. Trató de estabilizar su cuerpo y se forzó a inhalar, pero quedo parado donde estaba, no podía moverse. La sangre goteó al suelo.

En ese momento, diferentes pensamientos pasaron por su mente y le permitieron adquirir una perspectiva sobre la situación en la que se encontraba. El fugaz momento del caos fue simplemente para encontrar una excusa, y cuando la encontró se sintió un poco mejor.

«¿Mi señor?» Ciel notó su extraño comportamiento.

Brendel levantó la mano para indicar que estaba bien. Aunque planeaba llevar a los dos cadáveres al sótano para esconderlos, ya no tenía ganas de hacerlo. Lo mejor que podía hacer era no mirar sus cuerpos.

No desarrolló miedo después de matarlos, pero no pudo aceptar el golpe repentino.

De repente se dio cuenta de que no había XP por matar humanos. A pesar de que necesitaba desesperadamente XP, se sentía consolado por el hecho de que no había ganado ninguno. Su mente rechazó la idea de obtener XP matando humanos.

[No importa qué, sigo siendo un ser humano. Cambiar una vida humana por un simple XP no es algo que pueda aceptar.]

«Vamos a movernos por separado ahora.» Brendel respiró hondo y contestó.

«Como ordene.»

«Voy a buscar al conde y crear problemas en el camino, deberías ir al otro extremo para crear problemas.»

Brendel le dijo mientras mentalmente contaba de uno a cien en su mente. Cuando contó hasta treinta, ya se había calmado.

¿ «Crear problemas»?

«¿Has olvidado lo que dije? Vamos a atacar directamente, y cuanto más grande sea la conmoción, mejor.»

«¿Regresaremos por donde vinimos?»

«No, debemos sellar nuestra salida-«

Ciel quedó atónito:»¿Por qué?»

«La habitación de invitados está en los niveles superiores de la fortaleza. Sólo tenemos tiempo para escapar de allí, pero si el ejército Blanco-Mane trae arqueros, entonces necesitaremos las bendiciones de la Madre Marsha.»

Ciel asintió y se preparó para irse. No hizo más preguntas. Si tenía que satisfacer su curiosidad no necesitaba convertirse en escudero. Los caballeros y sus escuderos tenían que estar listos para la batalla con sus habilidades.

Pero Brendel tomó la iniciativa y lo llamó: «Espera, ¿por qué tienes tanta prisa?.»

«¿Qué pasa, mi señor? ¿Hay algo más?»

«Por supuesto. Si subes las escaleras y giras a la izquierda, encontrarás un pasillo, allí hay artefactos autentico. Si ves algo que es fácil de llevar y vender, tomalo.»

“………………….”

Ciel lo miró un rato y finalmente dijo:» Retiro mis palabras, mi señor.»

«¿Qué palabras?»

«‘No todos pueden permanecer impasibles ante los tesoro que tienen delante’, debería ser, de hecho, todos se mueven por el tesoro que tienen a delante.»

«No, ves Ciel, tengo la responsabilidad de asumir la carga de la pequeña Romaine y su tía. No es fácil ayudar a una familia y es la responsabilidad de un hombre, realmente tengo mis razones.»

«Por favor deje sus palabras al duque, mi señor. No se preocupe, aprendí a evaluar en Buga. Escogeré los objetos más valiosos.»

Brendel parpadeó dos veces, y sonrío como un lobo.

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