Capítulo 199: Caos dentro de la Guerra
“Todos carguen.” Casi al mismo tiempo, la voz de Lehman sonó en voz alta.
Levin miró incrédulo a Lehman Hawes, quien de repente cayo de su caballo. La parte de atrás de su cabeza voló completamente, revelando una pasta pegajosa roja y blanca desde adentro. Su casco roto se colocó a un lado, floreciendo con un gran agujero en su parte superior, mostrando que su casco protector no había tenido ningún efecto.
“¡Carguen, todo el mundo, hacia a mí!” Entonces la voz de Levin también sonó.
¡No, ambos no habían hablado! Levin se cubrió la boca, mirando detrás de él, vio que la milicia no esperó, e inmediatamente tragaron las píldoras y empezaron a precipitarse, al igual que un diluvio, la gente se precipito hacia él.
Es una bruja. Se dio cuenta de que una bruja había imitado su voz. “¡Cesen, la carga!” Gritó tan alto como pudo.
Sin embargo, dentro de la multitud entusiasmada su voz no se extendió muy lejos, las pocas personas que escucharon su grito se detuvieron, pero aún más gente continuó cargando hacia adelante.
“¡Apresúrense, ataquen rápidamente, traten de atravesar el centro de la línea de la defensa del enemigo, todos los que lleguen a la ciudad se les permitirá saquear!” No era sólo su voz, Duane y las voces de los otros Caballeros también se escuchaban, una tras otra, como si todo eso hubiese sido previsto anteriormente. Por otra parte, la voz de la bruja eclipsaba todos los otros ruidos, como si se estuviera mandándolo directamente al lado de su oído.
Dentro de la milicia, también se oyeron muchas voces, como si estuvieran de acuerdo con sus órdenes, la multitud comenzó a gritar “saqueos”. Levin no sabía quién comenzo eso, pero pronto las consignas sonaron en todas las filas. La situación se le había ido completamente mas allá de su control, Levin no trató de gritar más órdenes, sólo se ahogarían en los rugidos emocionados de la multitud de todos modos. En vez de eso, se concentro completamente en controlar su caballo, para evitar que se alejara por la poderosa corriente. Y como si perdieran toda razón, la milicia se precipitó hacia el centro del camino.
No, eso no estaba bien. Desde el principio ya habían perdido toda la razón, sin la necesidad de que alguien especialmente los guiara. Después de tomar las drogas se volvieron totalmente eufóricos, con el pensamiento de matar y saquear se estimularon aún más. Al principio, las primeras personas trataron de evitar pisar al Lehman quien cayo, pero después la gente no se preocupó más, y directamente pisó su cadáver.
Levin quería reunirse con Duane y los otros Caballeros, pero solo descubrió que habían sido esparcidos por el torrente de gente. Bajo esas circunstancias convincentes, primero tendría que ir junto con la corriente de gente, y gradualmente tratar de conducir a su caballo al bosque en el lado. En caso de que decidiera dar vuelta con su caballo directamente, sólo sería cuestión de tiempo antes de que fuera derribado por la fuerza de la milicia, y si quisiera levantarse de nuevo, sería casi imposible.
Desde adentro de las filas, Levin se encontraba buscando en todo el lugar, a la bruja responsable de causar el caos, con ganas de cortarla en 1000 pedazos. Desde su punto de vista, ¡Eso definitivamente tenía que ser hecho por una bruja!
Las 1500 personas que tragaron la píldora se precipitan hacia la línea de defensa del Príncipe, para el príncipe esta ola tiene que ser un ataque mortal. Incluso si tiene ahora más de las nuevas armas, todavía no será suficiente para ir en contra de tanta gente a la vez, para ese tipo, el resultado de esto no será mucho mejor que la última vez. Una situación en la que ambas partes tengan que sufrir una pérdida, es obviamente algo de lo que las brujas se alegraran, esta fue también la razón por la que se infiltraron en nuestras filas y causaron tantos problemas, causando que nuestro ejército avance de su propia iniciativa.
“La bruja que mató a Lehman y la bruja que creó el caos no puede ser la misma persona.” Levin dejó su mirada vagar sobre las pocas personas que todavía estaban a su lado, que previamente habían estado en el frente y presenciaron la caída De Lehman. Pero no podía compararse con el enorme ejército de antes, aunque se reunieran, todavía no podían llegar a 30 personas, “Una de las brujas tiene la capacidad de ocultar su cuerpo y la otra puede manipular su voz. Después de todo, una bruja no puede tener dos habilidades, ¡Quiero ir y encontrar a la última, quiero quitarle la garganta!”
…
A través de la ventana de tiro, Brian pudo ver cómo el enemigo se acercaba cada vez más. De los bunkers en la vanguardia incluso el primer tiroteo pudo ser escuchado.
Su posición defensiva estaba en el centro del diamante. Debido a eso, él tenía que esperar hasta que el enemigo pasara las marcas púrpuras en el lado de la carretera. Tener que esperar tanto tiempo antes de que pudiera disparar lo hizo muy ansioso.
Para hacer algo más, se dirigió a la ventana del otro lado, allí Brian pudo mirar la línea de defensa más atrás. Desde las posiciones de la artillería el humo blanco se elevaba incesantemente, y con él, un rugido parecido a un trueno sonaba sobre el campo de batalla. Ellos son una vez más los primeros en estar ocupados, con sus 12 libras casi pueden cubrir todo el campo de batalla. Mientras él escuchó con atención, incluso podía oír los gritos de los proyectiles mientras volaban por el aire.
“¡Oh, Dios mío, están corriendo tan rápido!”
“Mira a ese tipo, su mano fue arrancada por una bala, pero todavía sigue corriendo hacia adelante.”
“Lo que Su Alteza dijo era cierto, ¿En serio todavía pueden llamarse humanos? Son simplemente lo mismo que las bestias demoníacas.”
Debido a que el Primer Ejército ya estaba informado durante la movilización previa a la batalla, que el enemigo había tomado las pastillas berserker de la Iglesia, no se asustaron al ver el continuo ataque del enemigo incluso bajo la lluvia de balas; en su lugar se llenaron de espíritu de lucha, después de todo, eran el primer ejército, que se forjó bajo las llamas de las bestias demoníacas.
“¡Capitán, están viniendo!” Advirtió alguien.
Al oír la llamada, Brian rápidamente regresó a su posición, tomó un revólver junto a la ventana y comenzó a cargarlo. En comparación con las viejas armas, la nueva versión de Su Alteza tuvo una simple mejora. Ahora, con un disparo, podía disparar cinco balas, y después podría lanzar el cartucho hacia el recluta que estaba detrás de él, tomar las cinco rondas extras y dispararlas, mientras que el recluta habría recargado su cartucho anterior.
Sin embargo, durante la formación, Su Alteza había subrayado que sólo cuando el enemigo entrara en el rango de 100 a 50 metros, se les permitía usar este tipo de tiro. Mientras que para el tiro de largo alcance tenían que ser tan exactos a la hora de apuntar como les fuere posible, porque la fabricación de las balas de los rifles del revólver era muy molesta, siendo la cantidad de rondas limitada para todos.
Brian creía profundamente que los municiones contenían la pólvora, con su delgado frente y parte posterior gruesa, y su forma casi siempre similar, no podían haber sido creadas por un herrero. Sabía que un trabajo tan fino y delicado debía proceder de las manos de una bruja.
Por lo general, después del ejercicio de tiro, recolectarían todas sus cajas de cartuchos y las entregarían a Iron Axe. La práctica de tiro seria seguida generalmente con un ejercicio de recarga, durante el cual ellos se sentarían como un grupo en el centro del campamento.
Para montar los cartuchos usados con nuevas balas, tendrían que seguir estrictas pautas de operación. En primer lugar, tendrían que empujar el cebador al fondo, seguido de pólvora, luego finalmente insertar el proyectil. Debido a los ejercicios, era reacio a consumir su munición sin cuidado, en caso de que el objetivo fuera demasiado difícil de golpear.
En el momento en que el enemigo cruzó el marcador púrpura, Brian respiró hondo y finalmente gritó: “¡Fuego a discreción!”
El soldado que se encontraba esperando esa orden por un tiempo muy largo, con entusiasmo apuntó a un objetivo fácil y empezó a tirar del gatillo. De repente, el búnker se inundó con sonidos de disparos. El primer enemigo que cruzó la línea fue golpeado por balas en ambos lados, lo que causó que la sangre salpicara de su cintura, después de lograr dar dos pasos adelante, cayó al suelo. Era obvio que sufrió más dolor que la gente común, pero frente a balas de gran calibre, eso no importó.
Brian se dio cuenta de que varias personas habían saltado en la parte superior de los bunkers de la primera fila, con la intención de echar a hurtadillas a los soldados que estaban dentro de la parte trasera, pero fueron bloqueados por una gruesa puerta de hierro. Sin vacilar, apretó el gatillo, matando a los locos que exponían sus cuerpos uno tras otro. La razón por la que los bunkers estaban dispuestos en una formación de diamantes, era de modo que podrían ayudar a defenderse unos a otros, los enemigos que quisieran pasar por alto la primera fila, atacando la parte posterior, causaría que fueran asesinado por disparos por los bunkers más retrasados.
“¡Cuidado, han lanzado sus lanzas!” Alguien gritó de repente.
Brian notó cómo una densa sombra se alzaba del centro del ejército enemigo, después de pasar su ápice, comenzaron a caer sobre los bunkers que estaban en ambos lados del camino.
¡A tal distancia, tienen que cubrir dos o trescientos metros! Subconscientemente, bajó la cabeza hacia el hoyo, sólo para oír el sonido de una serie de sonidos agrietados desde la parte superior. Después que ola de ataques llegara a su fin, se levantó y descubrió que ninguna de esas lanzas había sido capaz de penetrar en el búnker. Mirando el búnker en frente, vio que su situación era similar; Sólo unas pocas lanzas habían sido capaces de insertarse en la pared, como algunas plumas solitarias.
“Aunque parezca muy asustadizo, sigue siendo inútil.” Todos empezaron a rugir de risa.
En ese momento, Brain vio a un enemigo que ignoraba todos los peligros, y lanzó varias salpicaduras de tierra en su carga hacia adelante a su búnker. Entonces el enemigo se inclinó y lanzó su lanza en una curva plana, y en el mismo momento en que la lanza dejó su brazo, fue clavado por una gran cantidad de balas.
Incluso antes de que su grito de advertencia pudiera abandonar completamente su garganta, la lanza impulsada pasó por la ventana de tiro y perforó el pecho de un tirador, éste emitió un gemido opaco y luego cayó boca arriba, hacia el suelo.
