L1S – Epílogo

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Reaparecí de regreso en mi habitación de la Tierra.

«¿Lena?»

No hubo respuesta, quizás ella se había desvanecido completamente debido a la explosión.

Camine en lo que ahora se había convertido en un nuevo edificio de departamentos mientras entraba al otro mundo.

“Hmm… ¿Cómo es que hacíamos las matrices de teletransportación?”

Había mirado a Lena hacerlas varias veces y yo ocasionalmente la ayudaba, pero era la primera vez que lo hacía yo solo.

Después de algo de experimentación fui capaz de regresar al Pozo y fui recibido cálidamente por aquellos que eran cercanos a mí.

Ahora estaba en contacto con Máquina, viendo si había una forma de traer de regreso a Lena.

“Bueno… Puedo restaurarla, pero eso no incluirá todas sus memorias, sería más como un substituto.

«Hmm…»

Regrese al Pozo decepcionado con las noticias, pero no las compartí con los otros. Disfrute de mi tiempo en ambos, tanto la Tierra como ese mundo, pero mi anhelo por Lena crecía.

Los años pasaron y me alcanzaron las noticias de un genio que lucía como un joven Gnoss. Lo vi en las noticias. Un niño prodigio de sólo 6 años que era capaz de resolver problemas de nivel postgrado. Fue entonces que una voz apareció en mi menta.

«¿Cómo has estado?»

Eran los nanobots restantes de Lena los cuales había dejado en Gnoss. ¡Me había olvidado completamente de ese hecho! Partí inmediatamente para encontrarme con ese niño prodigio. A través del Internet fui capaz de encontrar donde se quedaba y para el amanecer del siguiente día yo estaba de pie afuera de su casa.

¡Ding Dong!

Escuche una voz familiar a través del intercomunicador.

«¿Johra?»

Era Gnoss. Parecía que él podía reconocerme, pero no podía ser uno de sus recuerdos, así que lo más probable era que Lena le hubiera informado de mí.

“Gnoss o ¿debería llamarte Phil?”

Él sacudió su cabeza en respuesta.

“Soy Gnoss”.

“Bien, ahora pásame a Lena”.

Yo fui directo al punto.

“Jaja, si ella dijo que estaba bien regresar hacia Johra ahora que Metatrón se ha ido”.

«Correcto».

“Mi misión es bloquear los futuros ataques que fueron puestos en marcha por él, ahora puedes irte”.

Gnoss me pidió que me marchara con un rostro triste.

“Antes de eso… Gnoss ¿podemos ser amigos una vez más?”

Me tomo algo de esfuerzo decirlo, pero finalmente salió.

“Hmm… Pero escuché de Lena que Johra es muy cauteloso conmigo”.

Era la verdad que la mayor parte de mi vida yo quizás había tenido sospechas de sus motivos, pero el resultado siempre fue bueno.

“Eso es mi propia falla, si yo hubiera creído en ti pude haber evitado muchos obstáculos”.

Gnoss me dio una mirada confusa, antes de sonreír.

“Parece que después de todos estos años, verdaderamente nos hemos vuelto amigos”.

Extendió su mano y nos dimos un saludo.

“Bien mi buen amigo, parece que mis recuerdos han regresado”.

“Ah… Espera, ¿qué?”

“No estoy seguro, es que ahora tengo los recuerdos de Metatrón, pero ahora soy su reencarnación”.

“¿Qué…?”

Ahora era mi turno de quedar estupefacto, nunca imagine que Gnoss sería la reencarnación de Metatrón.

Trate de retirar mi mano pero no pude lograrlo.

“De no ser por ti, Johra, este mundo habría desaparecido y no habríamos sido capaces de ser amigos”.

Su sonrisa hizo que mi espalda estallara en un sudor frio, pero no pude negar la veracidad de sus palabras.

“Si, amigos de por vida”.

“Jajajaja creo que verdaderamente me gustas Johra. ¡Quizás causaste que muriera con un par de muertes espantosas, pero no puedo evitar que me gustes!”

Sus palabras resonaban en mi mente y entonces desaparecido sin dejar rastros. Desde ese momento yo nunca me volví a encontrarme con él, a pesar de todo el tiempo que lo estuve buscando.

Revise todas las trampas mágicas que Metatrón había creado anteriormente, pero no puede encontrar pistas. También le pregunté a Gaia, el Padre del Cielo y Odín si sabían algo, pero ellos clamaron que no conocían su paradero, a pesar de que me daban una pequeña mueca.

“Maldita sea… Estoy preocupado de que Gnoss nuevamente haga algo loco”.

El tiempo voló y con mis cuatro esposas termine teniendo trece hijos. Hasta ese día ambos mundos permanecieron en paz, pero en lo profundo de mi ser permanecía una mezcla de ansiedad y expectación cuando pensaba en el futuro que vendría.