GDK – Capítulo 992

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Capítulo 992: Entren


Los expertos de los Doce Dominios Divinos llegaron a las afueras de la Exópolis y se establecieron temporalmente en una montaña cercana, observando en silencio mientras discutían lo que ocurriría. La expresión de McKinley era bastante pesada. Sus ojos seguían apuntando hacia el anciano de barba blanca y bien vestido del Santuario del Dios de la Luz, Gyál, mientras este reía y charlaba con los otros guardianes de varios dominios.

Como uno de los tres Guardianes de la Luz del Dios de la Luz, Gyál era realmente poderoso y un personaje bastante activo entre los otros guardianes. Aparte de Yarus del Dominio de la Oscuridad y algunos otros guardianes de los Dominios de la Muerte y la Destrucción, los otros eran muy cuidadosos alrededor de ese viejo.

Los Dominios de la Luz, Vida y Agua siempre habían tenido conflictos con aquellos de la Destrucción, Oscuridad y Muerte. Pequeños conflictos eran bastante comunes entre ellos y eran unos némesis absolutos durante la batalla entre dioses. Dado su historial de rivalidad, nunca podían estar completamente uno al lado del otro. En esta ocasión, sólo se habían unido debido a la amenaza de la Alianza de Cazadores de Dioses.

Gyál y Yarus casi habían entrado en una pelea, pero debía decirse que se las arreglaron para calmarse. Después de eso, sus dos facciones permanecieron separadas sin ofenderse una a la otra, simplemente observándose cuidadosamente uno al otro.

Dada la tensión entre ambos lados, los ejércitos de los seis dominios liderados por Gyál y Yarus podrían comenzar a pelear una vez que el asunto en la Franja fuera resuelto. Ya ocupaban sus respectivos territorios mientras que McKinley estaba solo, sufriendo ocasionalmente lo indigno de ser avergonzado por Gyál.

“¿Exópolis de la Franja?” Gyál repentinamente rio mientras veía esas palabras que Han Shuo puso en la entrada. “Hicieron un cambio de nombre, ¿huh? ¿Incluso aunque pronto van a ser arrasados? Realmente son un puñado de tontos interesantes”.

Giró hacia McKinley desde lejos y dijo, “McKinley, ¿piensas que la Alianza de Cazadores de Dioses ya pudo haber acabado con ese amigo tuyo? Escuche que tienes una buena relación con ese chiquillo llamado Bryan. ¿No le pones un cuidado adicional a la rama de la Perla Celestial en Ciudad Etérea? Dado que cultivas la energía del espacio, definitivamente tendrás algo que ver si termina sobreviviendo, ¿verdad?”

“¡Sin comentarios!” McKinley resopló sin siquiera prestarle atención a Gyál.

“Oh, McKinley, Ciudad Etérea está justo a un lado de la Franja. No sé cómo puedes estar tan desinformado sobre todo y aun así ser un señor de la ciudad”, el anciano se burló.

“Bryan no será asesinado tan fácilmente. Si realmente se encuentra en la Franja, ¿te atreverías a pelear tú solo con él?” Dijo Yarus con una risa.

Gyál pareció sorprenderse como si no esperara que Yarus pudiera decir algo como eso. Después de pensar un poco, rio y dijo, “escuché que Bryan fue antes a la Ciudad de la Glotonería. Jajaja, al parecer trabajaste junto a Agua oscura y Roca oscura para pelear en su contra, pero, escuché que sufriste una enorme pérdida”.

Gyál se detuvo repentinamente y sacudió su cabeza. “Yarus, al parecer no sólo te has estancado en los pasados años, incluso te has deteriorado. Pensar que un chiquillo desconocido como ese pudo hacerse cargo de tres señores del Dominio de la Oscuridad. Creo que te he estado sobrestimando un montón”.

Yarus sonrió sin verse ni un poco ofendido. “Oh, ¿en verdad? ¿Qué tal si más tarde te dejamos a Bryan? Nosotros podemos hacernos cargo de los demás”.

Gyál no tomaba a Han Shuo en absoluto como algo serio. “¿Sólo él? ¡Ja! Ni siquiera tendré que ocuparme de él personalmente. Sólo jugaré con él una vez que pruebe que vale la pena”.

“Jaja, entonces me gustaría ver como irá el juego cuando él realmente se muestre. Muy bien, vamos. Ya nos encontramos frente a su puerta”.

“Yarus, ¿es Bryan realmente tan poderoso?” Talbot, el señor de la ciudad de la Ciudad de los Espectros preguntó con un susurro.

En aquel entonces, Han Shuo había asesinado a Portlem en su ciudad y proclamo que no le temía a ninguna represalia, causando que él vacilara en actuar en su contra. En esta ocasión, tomó la oportunidad de venir a la Franja personalmente con esta expedición con la venganza en su mente.

Yarus dijo con un tono serio, “como Bryan no ha sido activo en el Dominio de la Luz, no es de sorprender que Gyál no entienda su fuerza. Sin embargo, ha estado en los Dominios de la Muerte y Oscuridad muchas veces. Creo que en aquel entonces, no era en absoluto más débil que tú. Aun así, eso no importa. Si fuera débil, yo hubiera sido capaz de acabar con él junto a Agua oscura y Roca oscura en aquel entonces”.

“¿Tienes la confianza de derrotarlo en este momento?” Dijo Talbot, incluso con una voz más baja que antes.

Yarus sacudió su cabeza con resignación. “¡No! No tengo la confianza incluso si todos aquí pelearan a mi lado. No puedo entender en absoluto a ese tipo. Sin embargo, Gyál y el resto no son conscientes del poder de Bryan. Si todavía está en la Franja, dejaremos que ese anciano tome un bocado de su poder. Una vez que se lastime, nosotros nos retiraremos inmediatamente de la Franja y atacaremos a Gyál”. Yarus había utilizado una barrera de energía de la oscuridad a su alrededor antes de que esta conversación comenzará, así que el resto no sabía de lo que estaban planeando.

“¿Puede Bryan hacer eso?” Talbot preguntó, asombrado.

“Sólo observa”. Yarus sonrió misteriosamente y susurró, “recuerda. Cuando Bryan se muestre y deje ver su poder, debemos marcharnos sin vacilación y emboscaremos a Gyál y al resto en las afueras de la Franja. Le he contado a nuestro Señor sobre esto. Dijo que desde que la batalla de los dioses está por ocurrir, deberíamos atacar primero”.

Después de algo de tiempo, los guardianes de los Doce Dominios Divinos finalmente llegaron a una enorme puerta de roca con las palabras “Exópolis” grabadas en ella. Gyál rio y anunció en voz alta, “todos aquellos en el interior de esta cloaca, cazadores de dioses o criminales ocultándose en la Franja – merecen la aniquilación. ¡Hoy, el brillo sagrado del Dios de la Luz destellará sobre este sucio lugar, limpiándolo y llevándolo a un nuevo amanecer!”

Con un fuerte clic, la puerta de roca se abrió y una risa pudo ser escuchada viniendo desde el interior. “Jajaja, lo había estado esperando. Aquellos que vienen de visita, son mis invitados. Entren, es bueno verlo a ustedes dos, McKinley, Yarus. No sean tímidos”.

“¿Quién eres?” Gyál preguntó arrogantemente.

Aquellos de otros dominios estaban confundidos por lo que estaba ocurriendo. Escuchando una voz joven los dejó extrañados. Los Superiores usualmente eran de edad media o personas ancianas. Nadie tan joven existía entre sus filas.

La expresión de Yarus cambiaba mientras vacilaba, antes de dispararle una mirada secreta a Talbot. Fingiendo una sonrisa, dijo, “no creía que tú entre toda la gente, serías el gobernante aquí. Desde que nos invitaste a entrar, me complaceré con tu hospitalidad para una bebida. Sin embargo, déjame dejar en claro que vinimos a la Franja por los cazadores de dioses, no por ti, así que por favor, no malentiendas”.

“¿Bryan? ¿‘Tú’, eres Bryan?” Gyál inmediatamente entendió quién era. Ahora, parecía vacilar, como si algo lo estuviera confundiendo.

“¿Quién era el que proclamó que no tendría que lidiar personalmente con él hace un momento? ¿Qué ocurre? Veo que todavía no has entrado. ¿Sientes miedo?” Dijo McKinley, ventilando sus frustraciones acumuladas.

“¡Cállate!” Dijo Gyál mientras miraba con enojo a McKinley. “¡Eres inferior a mí, así que no te atrevas a enfrentarte a mí!”

Resopló y miró al resto antes de retirarse, sus seguidores lo siguieron por detrás. Yarus sonrió cuando notó el miedo que el viejo estaba mostrando. El hecho de que no hubiera cazadores de dioses alrededor significaba que habían sido derrotados, presuntamente por el actual gobernante.

“Ten cuidado, Talbot. Dejaremos a los guardias divinos en el exterior y entraremos nosotros. Nuestro objetivo no es el mismo que el de Gyál. ¡No vamos a quedarnos y nos marcharemos en el momento en que las cosas den la vuelta!” Recordó Yarus.

Talbot, quien había jurado buscar venganza en contra de Han Shuo, dejó de lado todo eso cuando noto la actitud de Yarus. Sabía que si este no era rival, ¿entonces cómo podría él derrotar a alguien a quien incluso Yarus le tenía miedo?

Todos ellos se acercaron lentamente al recién renombrado Nexo con sus propias metas y objetivos. El único que no parecía mostrar ningún miedo era McKinley, quien sabía que Han Shuo no lo lastimaría. Era por eso por lo que se atrevía a guiar el camino.

En el momento en que entraron, él vio a Han Shuo junto a Salas y Wasir en medio de una amplia calle. No había nadie más aparte de ellos tres, pero estos sonreían tranquilamente.

McKinley simplemente asintió ligeramente e hizo gestos con sus ojos para decirle quien era Gyál. Aunque con su actual poder Han Shuo ya podía decir quién era sin la necesidad de ser informado. Además, era fácil ver quién entre todos ellos era el mayor imbécil.