GDK – Capítulo 929

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Capítulo 929 Fragmento del Epítome


*** En el Dominio de la Muerte. Dentro de una cámara de piedra localizada en una gigantesca montaña. La cámara estaba saturada con elementos extremadamente concentrados de la muerte. Allí, un poderoso ser se despertó y se alzó de una piscina donde estaba sumergido, vio en la dirección donde estaba Han Hao y murmuró suavemente, “¿quién podría ser?”

Un elemento de la muerte concentrado en estado líquido fluía desde su boca mientras hablaba.

Cada cultivador del elemento de la muerte tenía que absorber el elemento del ambiente para fortalecerse. Este ser, sin embargo, parecía haber roto esta regla natural y ya no necesitaba el omnipresente poder elemental encontrado por todo el universo. Lo que es más, el elemento de la muerte brotaba desde su boca con cada palabra que pronunciaba.

Era casi como si ese ser fuera el punto origen del elemento de la muerte, como si toda la energía de la muerte en cada plano material se originara de él.

“Parece que tengo que hacer un viaje al Dominio del Destino”, el hombre murmuró. Luego, parecía haberse disuelto en los elementos de la muerte en la cámara y desapareció sin dejar rastro.

***

En el Dominio del Destino, en el enorme salón central del Santuario de la Diosa del Destino, Andrina observaba a la inexpresiva Diosa del Destino con aburrimiento y coquetería, rogando, “Madre, quiero salir a jugar. Quiero ir a buscar a Bryan. ¡Sé que está en la Tierra del Caos, eso está cerca!”

Los ojos de la Diosa desaparecieron entrecerrándose mientras sonreía. No había rastro de la aterradora aura, la cual Aobashi y los otros habían experimentado en el Dominio de la Oscuridad, que pudiera sentirse. Lucía como una madre ordinaria, agraciada y amable mientras respondía gentilmente, “no, cariño, no en este momento. Sólo espera un poco más. Haré los arreglos para que te encuentres con él a su debido tiempo”.

“¿Por qué?” Andrina, masticaba rocas de energía como golosinas, hizo un puchero y gruño.

La Diosa del Destino extendió su mano y acarició el suave y largo cabello de Andrina, poniendo una ligera sonrisa mientras decía, “hay ciertas cosas que todavía no puedo revelarte, pero puedo decirte que Bryan es una figura clave… Él no debería estar aquí, pero su presencia alterará el destino de muchos”.

“¿Qué tiene de especial? ¿Por qué siempre dices que Bryan no debería estar aquí? ¡Sé que el Continente Profundo es sólo un plano material de bajo nivel, pero hay mucha gente exitosa que vive en el Elysium que son originarios de planos de bajo nivel!” Andrina estaba un poco confundida.

La Diosa del Destino explicó calmadamente, “él no es originario del Continente Profundo, ni tampoco Bryan es su nombre original. Lo sabrás en su momento. Su existencia es una oportunidad para todos nosotros. Un día en el futuro, incluso nosotros necesitaremos su favor”.

Andrina estaba asombrada y perpleja, diciendo, “¿todos ustedes? ¿Los Doce Dioses Supremos?”

Sonriendo mientras ella sonreía, la Diosa del Destino respondió, “eso es todo lo que puedo revelarte de momento. Te lo prometo, cuando sea el momento adecuado, te contaré más”.

Luego, repentinamente, la Diosa del Destino quedó en blanco con su par de ojos que parecían contener galaxias. Las estrellas parecían estarse agitando en sus profundos ojos. Se dio la vuelta y observó en la dirección donde Han Hao y Dagmar estaban peleando. Arrugó sus cejas ligeramente y murmuró, “¿Por qué un Fragmento del Epítome apareció en este lugar? Mhmmm, es del elemento de la muerte, él debe haberlo sentido también. Supongo que visitara mi Dominio…”

“Madre, ¿qué ocurre?”, preguntó Andrina curiosamente cuando la vio aturdida.

“Nada”. Sonreía mientras se levantaba, la Diosa del Destino le dijo a su hija, “me retiraré por un momento y regresaré pronto. Andrina, prométemelo, no serás traviesa mientras estoy lejos y quédate en casa. ¿Bien?”

“Desde luego, no me iré”, Andrina inmediatamente lo prometió con su lindo rostro.

La Diosa del Destino asintió. Se inclinó suavemente besando su delicada mejilla antes de fundirse en el aire y desvanecerse.

***

De regreso en el campo de batalla entre Han Hao y Dagmar, donde sólo el último permanecía. Él quedó en blanco observando por un largo tiempo antes de también dejar la escena.

Tres días después de la batalla, Dagmar llegó a un cráter volcánico cerca de la Franja. Asser y Dhaka, los Superiores de la Oscuridad y la Destrucción, estaban esperando.

Cuando Dhaka, quien cultivaba la energía de la destrucción, vio a Dagmar apareciendo sobre el cráter con su trono de hueso, frunció el ceño ligeramente y preguntó, “Dagmar, ¿qué ocurre? Puedo decir que algo salió mal de esa apariencia tuya. ¿No me digas que fallaste para manejar a ese pequeño chiquillo que te causaba problemas?”

Asser también estaba bastante sorprendido y dijo con una voz profunda, “Dagmar, sé que solía ser un seguidor tuyo, pero no puedes vacilar con él. No importa si tiene un gran potencial, ahora es nuestro enemigo. Si lo dejas crear problemas alrededor de las fronteras de varios Dominios, los guardias divinos de esos Dominios vendrán por nosotros. ¡Para entonces, nos veremos obligados a detener nuestra invasión!”

“Dagmar, sino puedes hacerlo, déjame acabarlo por ti. ¡No podemos dejar que una pequeña y lastimera broma interrumpa el plan maestro en el que hemos trabajado por años!” remarcó Dhaka quien parecía descontento.

El enmascarado Dagmar observó a sus compañeros Superiores y dijo, “intenté asesinarlo, pero falle. No sólo eso, incluso perdí una terrible cantidad de energía divina con él. Ese chiquillo logró obtener alguna clase de arma divina que nunca he visto. De alguna manera, me sobrepaso”.

Los rostros de Dhaka y Asser se sacudieron cuando escucharon la explicación. Ambos lo miraron con incredulidad y Dhaka le preguntó con gravedad, “Dagmar, ¿estás seguro de eso? Ese chiquillo no está siquiera en el reino del dios supremo. No puede competir contigo sin importar que tan poderosa sea su arma divina. ¿Qué ocurrió exactamente?”

Asser también estaba sorprendido y observó a Dagmar con un rostro confundido y perplejo.

“Es una lápida con grabados extraños en ella. Emanaba una energía de la muerte extremadamente milagrosa…” Dagmar recordó la escena de tres días atrás y explicó lo que experimento a detalle. Incluso les contó su propio entendimiento de la lápida con tanto detalle como fuera posible.

Después de que terminó de hablar, el Superior de la Oscuridad, Asser, quedó en blanco con una apariencia de asombro, mientras Dhaka tocaba su larga barba pensativamente.

Después de un largo silencio, repentinamente se dio cuenta de algo y alzó su cabeza, exclamando, “¡es un Fragmento del Epítome!”

Dagmar y Asser estaban asombrados, sus ojos estaban llenos de una increíble sorpresa. La voz de Dagmar estaba temblando mientras murmuraba, “¡si… Si, debí saberlo…! ¡Es la única cosa en el universo que puede liberar semejante poder, eso le permitió suprimirme!”

Repentinamente, una brillante luz de avaricia estalló en sus ojos. Perdió completamente su calma y sujeto tanto a Dhaka y Asser, demandando, “¡ayúdenme a capturar ese Fragmento del Epítome! ¡Les daré a ambos cualquier cosa a cambio! ¡Lo que quieran!”

Dhaka y Asser intercambiaron miradas y se zafaron del agarre de las manos de Dagmar que sujetaba fuertemente sus ropas. Dhaka dijo con una expresión solemne, “el Fragmento del Epítome, se dice que sólo existe en Aethernia y que ese lugar fue sellado cuando el Creador desapareció la última vez. ¿Cómo es que hay un Fragmento que salió?”

Asser también dijo con una voz pesada, “aunque un Fragmento del Epítome no es el Epítome, como un contenedor que una vez lo tuvo, todavía es un objeto poderoso, que contiene el más profundo y completo entendimiento de su Fuerza elemental. Si, por alguna razón, un Dios Supremo con el Epítome fallece, cualquier dios supremo ordinario quien tenga un Fragmento del Epítome se convertirá automáticamente en el nuevo maestro del Epítome. Ese objeto tiene un enorme significado. ¡El Dios Supremo con el Epítome intentará volver a obtener los Fragmentos a cualquier costo y aniquilará a cualquiera que posea uno! Por esta razón, aquellos que poseen un Fragmento nunca deben atreverse a revelarlo y deberán ocultarse en planos materiales a millones de años luz del Elysium. ¿Cómo demonios ese tipo puede poseer un Fragmento?

Dagmar se las arregló para calmarse de alguna manera mientras los dos Superiores hablaban. Sonrió amargamente y dijo, “¿cómo puedo saberlo? ¡Si no hubiera suprimido mi poder con ese objeto, habría muerto hace tres días! Con semejante artefacto tan maravilloso a mano, no es de sorprender que su fuerza se haya elevado. Si lo hubiera sabido antes, lo habría asesinado cuando estaba en el Dominio de la Muerte y hubiera tomado su Fragmento. ‘Suspiro’, pero es muy tarde para hacerlo en este momento. Él se ha vuelto tan poderoso que aparte del Dios Supremo de la Muerte, ningún cultivador de la energía de la muerte puede tocarlo”.

Después de hacer una pequeña pausa, Dagmar continuó, “por lo tanto, por favor ayúdenme a obtener ese Fragmento. Una vez que lo posea, les prometo que encontraré los Fragmentos del Epítome de la Oscuridad y la Destrucción, para ustedes dos. ¿Cómo suena eso?”

“Desde luego que te ayudaremos. Los de aquí somos aliados, ¿no es así?” Dhaka estuvo de acuerdo, sonriendo astutamente mientras decía, “mientras puedas localizarlo nuevamente, Asser y yo haremos todo lo que podamos para ayudarte. ¿Cierto, Asser?”

Este asintió silenciosamente. Nadie sabía si estaba siendo sincero.

Dagmar había vivido por incontables años y se había encontrado con toda clase de personajes. Podía decir por su tono que esos dos no lo ayudarían de buena gana. Sin embargo, la tentación del Fragmento del Epítome era simplemente demasiado grande para él y en el presente, era sólo con la ayuda de esos dos Superiores que él tendría alguna oportunidad de obtenerlo.

“Muy bien, Dagmar, todavía necesitamos discutir exactamente cómo vamos a atacar la Franja. Ese chiquillo definitivamente estará en ese lugar. ¡Una vez que conquistemos la Franja, no habrá donde pueda ocultarse y se verá forzado a pelear!” Dhaka vio la desesperación de Dagmar por el Fragmento y supo que no lo sacaría de su mente. Por tanto, trato de utilizar esa línea resonante para traerlo de regreso a los negocios.

«Entendido. Movilizaré todo el poder en mis manos. ¡Tan pronto como ese chiquillo aparezca en la Franja, le sacaré ese Fragmento a cualquier costo!” Dagmar tomó una respiración profunda y comenzó a considerar si podría asesinar a Han Hao utilizando a sus subordinados que no cultivaban en la energía de la muerte.

Incluso pensó en Salas, preguntándose que podría ofrecerle para tentarlo.

La tentación por el Fragmento del Epítome arrojó su mente al desorden. Era la única cosa en la que podía pensar. ¡Él estaba extremadamente obsesionado!