GDK – Capítulo 882

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Capítulo 882: ¿Coincidencia?


Incluso aunque los miembros de la Casa Han habían evacuado la Residencia Han, las formaciones demoníacas en los alrededores permanecieron operacionales. De vez en cuando, chillidos de muertos que estaban llenos de agonía e impotencia sonaban desde las formaciones.

Larikson y Hofs estaban ambos atrapados en la formación que los atacaba psicológicamente. Cuando sus peores temores atacaban sus mentes, tenían que usar cada parte de su fuerza de voluntad para resistir. Bajo semejante situación donde sus almas divinas estaban bajo un ataque constante, Larikson y Hofs no tenían tiempo para incluso descubrir lo que ocurría con sus subordinados. Ponían todo de ellos para resistirse a sus peores pesadillas.

Habiendo alcanzado el reino del dios alto en la etapa tardía en sus cultivaciones, tanto Hofs y Larikson tenían mentes mucho más tenaces que las de un dios común. Habían sido capaces de resistir la embestida de sus peores pesadillas, aunque a duras penas. Mientras tanto, aquellos dioses medios a sus alrededores con mentes débiles fueron llevados a la locura. Eran incapaces de resistir los ataques psicológicos y terminaron matándose entre ellos.

El tiempo pasó. Unos días habían pasado en un parpadeo. Las energías yuan en la Residencia Han estaban cerca de agotarse y las formaciones demoníacas se debilitaron antes de apagarse una detrás de otra. Un número de guardias fatigados de Ciudad Hushveil volvieron a emerger de las formaciones. Estuvieron a pulgadas de la muerte, pero sobrevivieron por simple suerte.

Gradualmente, las energías yuan se agotaron completamente. La fuente de poder para esas formaciones demoníacas alrededor de la Residencia Han finalmente se agotó.

La gruesa niebla que rodeaba la Residencia Han se desvaneció mucho antes. Cada zona y estructura en la residencia, estaba descubierta bajo el brillante sol.

Esos edificios estaban rodeados por losas y plantas que estaban cubiertas con gente muerta en estados horribles. Eran los guardias divinos de Ciudad Hushveil. Algunos estaban sin extremidades o cabeza o estaban deformados o retorcidos más allá de su rango natural de movimiento. Algunos sangraban de cada orificio y sus cuerpos lucían como si hubieran sido secados.

Había mil guardias de Ciudad Hushveil que fueron a asaltar el Fuerte Lasberg, pero en ese momento, quedaban menos de trescientos. Además, esos trescientos que sobrevivieron por suerte estaban completamente agotados y sin energía.

Hofs tomó un momento para procesar la escena de extrema devastación a su alrededor. Una mezcla de sentimientos de tristeza y rabia llenaban su corazón. Eso definitivamente no era un resultado que Hofs deseara, por un momento, se sintió completamente perdido e impotente. Su mente estaba vacía y no pensaba en perseguir a su objetivo.

Esos guardias divinos de Ciudad Hushveil que fueron increíblemente afortunados para sobrevivir parecían como si estuvieran en el borde de la locura. Sus ojos estaban llenos de miedo y horror. En este momento, estaban acurrucados muy cerca unos de otros y hacían lo mejor para recuperar algo de energía divina.

Larikson estaba muy impresionado. No esperaba que esas extrañas energías mataran a tantos hombres de Hofs. Sin embargo, Larikson no sentía el menor sentimiento de tristeza debido a que ninguno de sus dioses altos fue asesinado.

“Kinu, ve con tus hombres y revisa los alrededores. Ve si aquellos de la Casa Han están dentro”, Larikson mantuvo silencio por un momento antes de ordenar con una voz helada mientras le guiñaba a Kinu.

Este le había servido por un largo tiempo y podía descifrar la verdadera orden. Asintió en entendimiento e inmediatamente comenzó a ejecutar la orden. Comenzaron a volar hacia los edificios grandes y altos, comenzaron a buscar en ellos.

Con la fuerza que Larikson poseía, después de que las formaciones dejaron de funcionar, pudo sentir instantáneamente que no había nadie en la Residencia Han aparte de ellos. Su meta real no era buscar miembros restantes de la Familia Han, más bien era buscar algún tesoro restante.

Hofs quien todavía estaba ahogado en el pesar y el dolor recuperó sus sentidos después de escuchar las órdenes de Larikson entendiendo su significado. Sabía lo que realmente quería. Suprimiendo la energía en su corazón, grito, “¡revisen la Residencia! ¡Maten a cualquiera que vean y recuperen cualquier cosa de valor!”

Esos guardias divinos agotados inmediatamente se levantaron y ejecutaron la orden de Hofs con el ceño fruncido. Volaron en los alrededores de la Residencia Han a una alta velocidad como un enjambre de abejas alrededor de su colmena.

Diez minutos después, Kinu y esos guardias de Ciudad Hushveil regresaron con rostros apesarados. Era obvio que regresaron con las manos vacías.

“Mi Señor, no queda ni una sola persona, cristal de energía o moneda de cristal negro. ¡Esos malditos miembros de la Familia Han se llevaron todo con ellos!” reportó Kinu después de regresar con Larikson.

Phoebe y los otros comenzaron a mover sus bienes desde que recibieron la inteligencia de que Larikson y Hofs iban a atacarlos. Era obvio que no les dejarían a esos dos un solo objeto de valor. En ese momento, los únicos bienes que quedaban en la Residencia Han eran las formaciones demoníacas que se quedaron sin energía. Desafortunadamente para Larikson y Hofs, no sabían cómo utilizar las formaciones. Incluso si movían todo en la residencia, nunca serían capaces de usarlas como defensas.

El tesoro de una persona puede ser la basura de otro. Para Han Shuo, Sanguis y Bollands quienes estaban bien versados en las artes demoníacas, los materiales en esas formaciones eran muy útiles. Pero para Hofs y Larikson, esos objetos eran completamente inútiles.

“No pueden haber ido muy lejos. Humph, estoy seguro de que Wallace también debe haber desplegado a sus fuerzas. ¡Esos desgraciados no serán capaces de salir fácilmente de la Ciudad de las Sombras!” Larikson gruñó fríamente y continuó, “deben estar corriendo al Dominio de la Muerte. ¡Vamos por ellos!”

Con tantas de sus tropas muertas en ese momento, el rendirse ya no era una opción para Hofs. Incluso si no era por él, debía asesinar hasta el último de la Casa Han como una justificación por sus guardias restantes. Además, aquellos de la Casa Han podrían estar escapando con una montaña de monedas de cristal negro. Hofs nunca dejaría que Larikson disfrutara solo de la riqueza.

Aunque muchos en su tropa perecieron, él todavía tenía confianza para derrotar a la Casa Han. Todavía había muchos dioses altos en su equipo mientras que no había ni un solo experto con esa fuerza en la Casa Han. Estaba seguro de que si podía forzarlos a pelear justamente, podría obtener la victoria con sólo esos dioses altos en su equipo.

«¡Persíganlos!” Hofs le ordenó a su tropa. Los atacantes que habían sufrido grandes pérdidas en el Fuerte Lasberg comenzaron otra marcha, avanzando rápidamente en la dirección del Dominio de la Muerte.

*** Dentro de un valle sin fondo a una gran distancia del Fuerte Lasberg, Ralph tenía un rostro oscuro mientras esperaba la última información de la vigilancia.

Una sombra se disparó a través del cielo antes de detenerse frente a Ralph. Se arrodilló y reportó respetuosamente, “Mi Señor, he recibido información. ¡Esos de la Casa Han en efecto se dirigen a nuestra dirección!”

Ralph se alegró. Puso una sonrisa helada y dijo, “excelente. Nuestra espera en efecto no ha sido en vano”. Después de tomar una pequeña pausa, Ralph preguntó, “cierto, ¿cómo está la situación en el Fuerte Lasberg? Con Hofs y Larikson atacándolo, incluso si la Familia Han se las arreglará para escapar, deben haber sufrido enormes pérdidas, ¿cierto?”

El hombre sacudió su cabeza y respondió, “no sabemos la situación exacta en el fuerte. Antes de que esos dos llegarán, todos los civiles fueron forzados a dejar el lugar. Tratamos de infiltrar algunos espías, pero no pudieron entrar en el Fuerte. Sólo escucharon tremendos estruendos de esos Cañones de Cristales de Energía”.

“Jeje, eso es maravilloso. ¡Al parecer la Casa Han ha hecho todo para resistir!” Ralph puso una mueca malvada y continuó, “¡pero en contra de mil guardias divinos de Ciudad Hushveil y un gran número de dioses altos, incluso si la Casa Han no fue exterminada, creo que sólo algunos se las debieron arreglar para escapar!”

“Su Señoría en efecto es sabio. ¡Creo que esos ricos de la Casa Han deben haber reunido todo lo que ganaron estos años en los pocos que escaparon!”, elogió el guardia divino.

“¡El Señor de la Ciudad es quién es sabio!” Ralph alabó respetuosamente a Wallace antes de ordenar con una voz helada y malvada, “¡estén listos, bloqueen el camino de su nave, intercéptenlos y exterminen a los restantes! Jeje, vamos a arrojar toda la culpa sobre Hofs y Larikson. ¡Para entonces, incluso si Bryan regresa, sólo irá en contra de esos dos mientras nosotros estaremos limpios!”

Ralph sabía que sus tropas todavía estaban asombradas por Han Shuo desde la última competencia entre los Siete Cuerpos. Incluso aunque él había desaparecido por unos cuantos años, todavía le tenían miedo. Tenía que decir eso para elevar la confianza de sus guardias y que no estuvieran constantemente preocupados sobre las consecuencias cuando masacraran a los miembros de la Casa Han.

Y parecía que su método fue muy eficaz. Sus guardias parecían energizados y motivados después de escuchar que no tendrían que sufrir alguna consecuencia o preocupación de que Han Shuo buscará venganza.

*** Mientras Ralph y sus guardias se colocaban en posición para una emboscada, Phoebe y los otros en la aeronave estaban en gran alerta, monitoreando constantemente su ambiente mientras viajaban. Mientras dejaban la Ciudad de las Sombras, daban su mejor esfuerzo para evitar a los civiles y otros seres. Estaban preocupados de encontrarse con bandidos.

“¡Hay personas reuniéndose en el valle del frente!” exclamó Sanguis repentinamente antes de explicar, “puedo ver el flujo de su sangre. Todos están muy emocionados. ¡Al parecer somos su objetivo!”

“Rodéalos” ordenó Emily decididamente. Dijo, “necesitamos dejar esta Ciudad tan pronto como sea posible. No tenemos tiempo para enfrentarlos”.

“Pero no nos dejarán”, Sanguis puso una sonrisa amarga y dijo, “ya se están acercando a nosotros. Nosotros somos quienes tardamos. Me pregunto, con qué lado están afiliados”.

“Aunque la nave nos ahorra energía, tiene una velocidad limitada. Al parecer escapar de ellos no es una opción”, dijo Stratholme con una expresión grave, “¡estén listos para la batalla!”

“¡Desembarquen de la nave y tomen posiciones de batalla!” ordenó Phoebe y Emily simultáneamente.

Un enjambre de figuras descendió de la titánica nave. Los setecientos o más guardias se alinearon metódicamente. Las armas divinas fueron sacadas mientras esperaban por la llegada del enemigo.

Todos los guardias habían sido filtrados cuidadosamente antes de su admisión. Habiendo sido templados en el infierno de la Formación de las Ocho Desolaciones y Tormentos y entrenados por Bollands en las cordilleras cercanas al Fuerte Lasberg, esos guardias no sólo eran mortíferos, sino también tenían mentes tenaces. No sentían ni el más mínimo miedo, mientras esperaban al enemigo desconocido.

Phoebe, Emily, Bollands, Sanguis, Gilbert y Stratholme estaban al frente de sus tropas. Sintieron orgullo cuando giraron en los alrededores y vieron que tan valientes eran esos guardias élite de la Casa Han. También tenían una enorme confianza en las capacidades de sus tropas.

Unos minutos después, los guardias del Segundo Cuerpo guiados por Ralph se revelaron gradualmente frente a la Familia Han.

Este último había llevado a la mayoría de sus guardias del Segundo Cuerpo. Seiscientos y Setecientos de ellos marchaban en una formación aparentemente firme y densa. Ralph llevaba un rostro oscuro y observó a Phoebe y los otros con ojos hostiles. Preguntó de una manera extraña, “damas y caballeros, ¿A dónde van? ¿Qué ocurre que llevan un grupo tan grande?”

“¡No esperaba que fueras tú!” gritó Phoebe con una voz helada. No anticipó que sería Ralph quien bloquearía su salida. Al parecer Wallace no sólo había aprobado tácitamente el ataque de Larikson y Hofs sobre el Fuerte Lasberg, también envió a Ralph para asegurar su éxito.

“Este es el territorio de la Ciudad de las Sombras y tu Casa Han es de nuestra ciudad. Me preguntó qué pudo pasar, para llevar a cada miembro de la Casa Han hacia el Dominio de la Muerte”, Ralph parecía haber pensado algunas excusas desde antes. Se burló, “hmm, ¿podría ser que ustedes van a traicionar a la Ciudad de las Sombras? Debe ser eso. Pero afortunadamente, nos hemos encontrado por coincidencia. ¡De lo contrario, me pregunto qué tan grande hubiera sido el daño para la Ciudad de las Sombras!”

“¿Nos encontramos por coincidencia? ¡Jajaja, que broma!” Stratholme dijo burlándose, “así que resulta que vinieron a esta zona montañosa remota y desolada a miles de millas, con la mayoría del Segundo Cuerpo justo en el momento y lugar correctos para bloquearnos. ¿Llamas a eso coincidencia? Jaja, es verdad, es cierto”.

Ralph sabía que la excusa fue descubierta, pero no le importaba. Gruñó fríamente y continuó con su discurso, “sin embargo, les daré el beneficio de la duda y no les dificultaré las cosas. Den la vuelta en este momento y regresen al Fuerte Lasberg. Le informaré de inmediato a Lord Wallace sobre el incidente. Su Señoría investigará el asunto a fondo y les dará un juicio justo”.

Ralph hizo una pequeña pausa y continuó con una voz helada y amenazante, “pero si insisten en dejar la Ciudad de las Sombras, jeje, ¡no me culpen por hacer mi trabajo!”

“¿Wallace? ¿Acaso le queda algo de integridad?” Phoebe usualmente era una persona reservada y no tenía la paciencia para continuar el acto de Ralph, “no pretendas ser jodidamente recto y noble frente a mí. Sé que Wallace te envió a matarnos. No vamos a regresar al Fuerte para morir”.

“¡Cómo te atreves a hablar groseramente del Señor de la Ciudad! ¡Al parecer ustedes están determinados a traicionar a la Ciudad de las Sombras! Ralph hizo gestos y le ordenó a su tropa, “¡no dejen a ninguno de estos traidores con vida! ¡Mátenlos a todos!”

Phoebe y los otros sabían del propósito de Ralph en el momento en que apareció. No tenía la intención de dejarlos vivir, justo desde el comienzo.

“¿Piensas que puedes derrotarnos, Ralph?” Sanguis no podía contener su enojo. Sus ojos brillaban en rojo mientras decía, “¡mi Maestro no está aquí, pero yo también puedo derrotarte!”

Después de terminar esas palabras, Sanguis cargó hacia él. Una niebla de sangre salió del cuerpo de Sanguis mientras el espadón hecho del Cristal de Sangre brillaba deslumbrantemente en su mano. Su impulso se elevó mientras volaba hacia Ralph. Se veía como un meteoro rojo sangre.

Ralph quien llegó con confianza repentinamente sacudió su rostro. Desde hace mucho había investigado la fuerza de la Casa Han. Los únicos expertos verdaderos eran Han Shuo y Rose y ambos habían desaparecido unos años antes. Sin ellos, no había ni un solo dios alto en la Casa Han. Era por esa razón que Ralph estaba tan confiado de que podría interceptarlos con sus tropas.

Sin embargo, cuando Sanguis comenzó a volar hacia él, este se asombró. Repentinamente detectó que la intensa aura de sangre en Sanguis contenía una extrema cantidad de energía. Ralph tuvo una sensación de amenaza en esa aura siniestra y sedienta de sangre. ¡Era obvio para él que esa energía era más grande que la de un dios medio!

Aunque Sanguis, Bollands y Gilbert sólo podían derrotar dioses medios unos años antes, los tres hicieron rompimientos durante esos pocos años y ahora poseían la fuerza para pelear con los dioses altos de este universo.

Sanguis, Bollands y Gilbert tuvieron que abandonar el Fuerte Lasberg debido a que tanto Larikson y Hofs poseían fuerzas de dioses altos en la etapa tardía, además de que el primero tenía a algunos dioses altos junto a él. Esa fuerza era mucho mayor que la de los tres. No había manera de que los tres pudieran derrotar a tantos dioses altos con sus fuerzas actuales.

Ralph, sin embargo, era sólo un dios alto en la etapa media. Sanguis podía dar pelea en contra de un experto de ese nivel.

“Locke, Walter, yo manejaré a este chiquillo. ¡Ustedes manejarán al resto!” gritó Ralph antes de cargar hacia Sanguis quien estaba emanando un aura formidable.

Para que Ralph no pudiera fallar en su misión encubierta, Wallace había colocado temporalmente a dos dioses altos en la etapa temprana bajo sus órdenes. Los dos eran aliados de confianza de Wallace que él mantenía en secreto del público para misiones como esta. Quería tener una absoluta certeza de que la Casa Han fuera exterminada y nadie sospechara de él.

Siguiendo las órdenes de Ralph, los dos expertos emergieron de esos guardias del Segundo Cuerpo. Uno cultivaba en la energía de la oscuridad mientras el otro cultivaba en la energía de la tierra. Ambos eran dioses altos en la etapa temprana.

Bollands y Gilbert intercambiaron miradas y se dispararon simultáneamente para interceptar a los dos aliados de confianza de Wallace. Aunque Bollands y Gilbert no mejoraban tan rápidamente como Sanguis, todavía hicieron rompimientos a una velocidad mucho más alta que Phoebe y los otros. En contra de los dos expertos quienes recién habían entrado en el reino de los dioses altos en la etapa temprana, Bollands y Gilbert eran capaces de dar pelea, aunque con dificultad.

“¡Defensores de la Casa Han, marchen al frente! ¡Muéstrenles quienes son los guardias más fuertes!” ordenó Phoebe.

El número de guardias que llevo Ralph eran alrededor del mismo número que los que poseía la Casa Han. Pero eso no significaba que ellos siquiera fueran su pareja. La Casa Han había demostrado en la última competencia entre los Siete Cuerpos que ellos eran los más fuertes en el combate en equipo.

Esos guardias habían sido entrenados sólo por un año cuando derrotaron a las tropas de élite del Segundo Cuerpo. Los guardias de la Casa Han ahora habían entrenado por muchos más años en la Formación de las Ocho Desolaciones y Tormentos. El Segundo Cuerpo no tuvo oportunidad entonces y en este momento todavía menos.