GDK – Capítulo 828

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Capítulo 828: ¡Retírense!


“¡Es todo tu culpa!”, se quejó Han Shui tan pronto como los dos escaparon del fuerte. Si las tres mujeres no hubieran comenzado a pelear unas con otras, él quizás habría sido capturado. No era la primera vez que se encontraba en semejante situación.

“Demonios, ¿cómo podría saber que esas mujeres serían tan condenadamente pegajosas? Creo que desde ahora, sólo tendré como objetivo a las que están casadas. Son las más directas y siempre se retiran suave y limpiamente después del acto”, dijo Han Mu.

“¿A dónde piensas que vas, Han Mu?” un rugido sonó desde la distancia. Luego, el hombre fornido de mediana edad pudo verse cerrando la gran distancia entre ellos. Sus dioses medios acompañantes también volaban detrás de él a una alta velocidad.

Han Mu y Han Shui giraron para verse uno al otro. No esperaban ser capturados poco después de escapar del fuerte con un gran esfuerzo. De alguna manera se sintieron impotentes.

Ese hombre de mediana edad cuyo rostro estaba cubierto de cicatrices era un dios alto del fuego en la etapa temprana. Este lanzó un ataque mientras volaba hacia los dos. Una enorme corriente de fuego se disparó hacia el cielo, voló sobre las cabezas de Han Mu y Han Shui y formó un enorme muro de fuego en sus caminos. La llama viajó mucho más rápido que los dos y los sobrepaso en nada de tiempo.

Aunque Han Mu y Han Shui tenían un profundo entendimiento de la energía que cultivaban, la energía contenida en sus cuerpos, sin embargo, eran carentes más allá de ellas. Cuando el fuego producido por un dios alto ardió en su camino, no tuvieron más opción que dejar de volar.

“¿Por qué no intentamos romper a través del muro de fuego al fundir nuestra energía usando la formación? ¡Mientras logremos pasar este obstáculo y entremos en el denso bosque al frente, no serán capaces de atraparnos!” Han Mu le propuso a Han Shui. Tenía confianza en eso por su maestría sobre la energía de la vida, una vez que entraran al denso bosque, nadie sería capaz de localizarlos.

“¡Muy tarde, eso parece!” dijo Han Shui con una mueca. El grupo perseguidor llegó mientras ellos hablaban. En efecto era muy tarde para intentar algo.

“¡Oh, mierda! ¡Maldita sea!” maldijo Han Mu en voz baja. Después de ver en los alrededores, por primera vez en su vida, tuvo el sentimiento de remordimiento. Pensó que no debió haber arrastrado a Han Shui a ese desastre.

“Han Mu, acepta tu destino”, dijo el hombre fornido de mediana edad mientras se aproximaba a ellos paso a paso. “Mientras te cases con mi hija, dejaré que lo pasado se quede en el pasado. ¡O de lo contrario, les obsequiaré a los dos un infierno!”

“No tengo sentimientos en absoluto por tu hija. ¿Qué sentido tiene el forzarme a casarme con ella?” dijo Han Mu con una sonrisa torcida. Sus ojos habían estado revisando constantemente los alrededores.

“¡Captúrenlos!” El hombre fornido parecía saber que el zombi era excelente en el arte del escape. Dejo de desperdiciar palabras con ellos y les ordenó a sus hombres que capturaran a los dos antes de que pudieran intentar algo.

Los dioses medios desde hace mucho querían darles una buena paliza a ambos. Cargaron hacia ellos después de escuchar la orden.

Fue en ese momento que un silbido que perforaba los oídos sonó abruptamente en el cielo nocturno. Múltiples sombras que eran tan afiladas como cuchillos llegaron hasta esos dioses medios quienes intentaban capturar a Han Shui y Han Mu. Después llegó una explosión. Un estallido de una energía siniestra golpeó a esos dioses medios y los dejó fuera de balance. Ninguno de ellos pudo tocar a los hermanos.

“¡Hermano mayor!” gritaron simultáneamente Han Mu y Han Shui con sorpresa. No podían estar más felices.

El pequeño esqueleto o Han Hao, barrio con sus ojos helados a todos los dioses medios que se encontraban paralizados antes de girar lentamente a ese dios alto del fuego. Alzó su lanza de hueso de tres metros hacia el hombre de mediana edad y con un rostro sin emociones, le advirtió, “¡avanza y morirás!”

El hombre fornido de mediana edad quedó enfurecido porque sus acompañantes fueron paralizados después de ser golpeados por una energía extraña. Cuando él mismo estaba a punto de atacar, repentinamente notó que todo el espacio a su alrededor estaba lleno de una energía aterradoramente malvada que salió de la nada. Después de arrugar sus cejas y sentir cuidadosamente la energía, el hombre palideció de miedo. Gritó, “¿quién eres? ¿Cuál es tu relación con Han Mu?”

Han Hao no le respondió y en su lugar lo observó con indiferencia por un momento. Luego, se dio la vuelta a los inexplicablemente emocionados Han Mu y Han Shui y dijo, “vamos”, antes de caminar en dirección a Ciudad Etérea como si el dios alto de fuego no estuviera allí.

Han Mu y Han Shui sonrieron traviesamente mientras hacían gestos de mano insultantes hacia el dios alto de fuego. Luego, giraron sus espaldas hacia ese dios y se marcharon alegremente con el pequeño esqueleto.

Los dioses medios quienes finalmente se recobraron se sintieron tan insultados por el trio que casi perdían sus mentes. Tan pronto como se recuperaron, comenzaron a maldecir y cargar hacia los tres, esperando cortarlos en pedazos.

“¡Retírense!” ordenó el hombre fornido de mediana edad. Cuando sus acompañantes lo miraron de forma confundida, él gritó nuevamente, “¡no los persigan!”

“¡Pero mi Señor…!”

El hombre fornido alzó una mano para detener las quejas de su grupo y miró a Han Hao quien se estaba retirando lentamente. Dijo, “no hablen. Regresaremos a casa”.

Aunque el grupo de dioses medios estaba confundido, no se atrevieron a preguntar o quejarse. Bajaron sus cabezas descorazonados y siguieron a su maestro a casa.

“¿Padre? ¿Lo atrapaste? ¿Dónde está?” grito emocionada la belleza llamada Mimi.

“¡De ahora en adelante, no mencionaras a ese tipo Han Mu nunca más!” El hombre fornido repentinamente puso un rostro recto y ordeno con una voz profunda, “él no es una persona que podamos tocar. ¡Por el bien de nuestro clan, es mejor que te olvides de él, cuanto más pronto mejor!”

“¿Por qué, padre? ¿Cómo puedes hacerme esto?” El padre de Mimi nunca antes había sido tan duro con ella. Las lágrimas comenzaron a rodar por las esquinas de sus ojos.

“¡No puedo dejar que todo el clan sea aniquilado sólo debido a ti! Mimi, ten esto en mente – ¡nunca más buscaras a Han Mu! ¡O de lo contrario, simplemente te encerraré!” advirtió fríamente el hombre fornido sin tomar en cuenta los sentimientos de Mimi.

“Mi Señor, esos dos jóvenes, ¿tienen esa clase de fuerza?” preguntó uno de los confundidos dioses medios de su grupo.

“Han Mu y Han Shui no tienen esa fuerza. ¡Pero ese jovencito que se mostró después, él definitivamente no es alguien a quien yo pueda derrotar!” El hombre fornido se giró a su grupo y dijo, “ese jovencito llevaba un fuerte intento asesino. Definitivamente no es una persona misericordiosa. Si hubiéramos atacado imprudentemente hace un momento, todos habrían muerto, incluido yo mismo”.

Los dioses medios estaban aturdidos después de escuchar esas palabras. Incluso Mimi quedó en silencio y ya no culpo a su padre por ser tan estricto.

***

“¿Qué fue lo que ocurrió?” Han Hao le preguntó a sus hermanos menores tan pronto como entraron en una extensa cordillera a las afueras de Ciudad Etérea.

“¡Pregúntale a ese imbécil!” dijo Han Shui mientras miraba con enojo a Han Mu.

Este último sintió una conciencia culpable cuando Han Hao también lo miro. Le contó a Han Hao un resumen de sus actos.

Han Hao era un buen oyente. Fue después de que el zombi le contó toda la historia que él arrugó sus cejas ligeramente y lo reprendió, “ten más cuidado la próxima vez. ¡En lugar de eso pon más energía en la cultivación!”

“Si, hermano”, respondió Han Mu con su cabeza baja. Le tenía un poco de miedo a Han Hao y no se atrevió a refutarlo.

“Los únicos que faltan son ustedes dos. Padre ha estado muy ansioso. Va a dejar la ciudad para buscarlos si no llegan pronto”.

Han Mu y Han Shui se emocionaron cuando Han Shuo fue mencionado. Simultáneamente preguntaron, “¿cómo le está yendo a Padre?”

Han Hao pensó por un momento y respondió, “muy bien”.

……

*** Ciudad Etérea, la Farmacia Perla Celestial.

Baum fue personalmente a visitar la farmacia de Han Shuo. Después de caminar alrededor de la tienda, siguió a este hasta el salón de invitados. Preguntó casualmente, “cierto, escuche que Ha habido algunos ladrones que han tratado de saquear tu tienda. ¿Cómo estás lidiando con eso?”

“En algunas ocasiones tuvimos algunos payasos que trataron de entrar en secreto. No te preocupes, Señor de la Ciudad, no pueden causarnos algún daño”, respondió Han Shuo sonriendo. Luego, le hizo gestos a Rose, Han Huo y Han Tu para que se retiraran y preguntó, “Señor de la Ciudad ¿tienes alguna actualización?”

Baum asintió. Sacó un espejo mágico y este comenzó a flotar en medio del aire. Explico, “mi amigo no vive en Ciudad Etérea. Yo usualmente me comunico con él con un espejo mágico. En lugar de encontrarse cara a cara, ¿está bien para ti hablar con él a través de este dispositivo?

Han Shuo arrugó sus cejas y pensó por un momento antes de responder, “bien”.

El anciano luego procedió a insertar una hebra de su energía divina en el espejo. Los cristales de energía insertados alrededor del espejo comenzaron a brillar. Una figura borrosa apareció en este y gradualmente se volvió clara.

“Desde hace mucho he buscado reunirme contigo. ¡Me siento muy honrado de hacer negocios con la Farmacia Perla Celestial!” una voz ronca sonó desde el espejo mientras un hombre de mediana edad con un cabello rojo desordenado aparecía.

“¿Tú eres?” Han Shuo inmediatamente puso toda su atención en esa persona. No podía detectar el aura de esa persona a través del espejo mágico y por tanto no podía determinar su fuerza.

“Soy Lehi. Actualmente me encuentro en el Dominio de la Luz”, el hombre de mediana edad con cabello rojo se presentó brevemente antes de poner una gran sonrisa y decir, “tengo una confianza completa de que la Farmacia Perla Celestial realizará productos de calidad. Mientras estés de acuerdo, podremos comenzar nuestra cooperación de inmediato. Baum puede entregarte el primer pago de inmediato”.

“Bryan, si aceptas, en este momento puedo entregarte quinientas mil monedas de cristal negro de Lehi. Aquí, esta es la lista. ¡Todo lo que necesitas es entregarme las medicinas escritas aquí!” interrumpió Baum mientras le entregaba a Han Shuo una larga lista de medicinas.

A este último le tomó sólo una mirada al pedazo de papel y noto que la mayoría de las medicinas enlistadas eran sustancias ilegales. Si Baum, el Señor de la Ciudad cooperaba con él en la transacción, no debería haber ningún problema para Han Shuo en la ciudad. Parecía que ningún daño podría salir del trato.

Sin embargo, él no aceptó de inmediato la propuesta de negocios. En su lugar, después de recibir sonriente la lista de Baum, respondió, “en este momento no tomaré las monedas de cristal. Necesito preguntarles a mis farmacéuticos si pueden crear las medicinas de la lista. Volveremos a hablar si piensan que pueden hacerlo”.

Lehi parecía bastante sorprendido ya que no esperaba que Han Shuo pudiera ser una persona tan excesivamente cuidadosa – tan cuidadoso incluso cuando parecía que no podría perder nada. Mientras miraba a Han Shuo de una manera un tanto aturdida, preguntó, “dada la habilidad de la Farmacia Perla Celestial, definitivamente eres capaz de producir las medicinas en la lista. Baum es el Señor de Ciudad Etérea. ¿Tienes alguna otra preocupación?”

“Bueno, no realmente. Es sólo que tengo unos pocos farmacéuticos aquí. No estoy seguro de si pueden producir a tiempo las medicinas, incluso con quinientas mil monedas de cristal negro. Es por eso por lo que necesito comunicarme con ellos primero”, respondió Han Shuo educadamente mientras daba una excusa adecuada.

Lehi pensó por un momento antes de asentir y decir sonriente, “muy bien, me gusta tu forma de hacer negocios – tienes un sentido de la responsabilidad hacia tu cliente. ¡Muy bien, estaré esperando escuchar buenas noticias de tu parte!

Luego, corto la transmisión. Baum no dijo ninguna otra cosa respecto a la transacción y en su lugar hablo sobre cosas irrelevantes y al azar con Han Shuo antes de marcharse.