GDK – Capítulo 635

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Capítulo 635: Multitud vitoreando


Dentro del Salón de los Cardenales, el obeso Papa de la Iglesia de la Calamidad muy sinceramente le pidió a Han Shuo por su guía en el edicto de la destrucción. Anteriormente, todo lo que el Papa sabía era que él cultivaba en la magia de necromancia así como también en un arte marcial inusual. No tenía idea que hubiera alcanzado semejante logro en el edicto de la destrucción.

Cuando Han Shuo desplegó su Dominio de la Divinidad hecho de la energía de la destrucción dentro del Salón de los Cardenales, toda la habitación fue llenada con la caótica energía de la destrucción que distorsionó la circulación normal de las energías elementales, privando a los cardenales de las energías elementales que podían usar. Su magnífica actuación de convertir a todos esos poderosos expertos en patos de tiro no sólo había llenado el corazón del gordo con reverencia, también vio la esperanza de hacer un rompimiento en su cultivación.

Una de las encarnaciones de Han Shuo era un dios menor de la destrucción que tenía un entendimiento mucho más profundo del edicto de la destrucción comparado al Papa. Había una distancia inconmensurable entre un dios menor y un dios medio. Han Shuo sólo necesitaba hablar algunas oraciones antes de que el gran gordo pronto sintiera que cada problema que tuvo se volvió claro. Esto hizo su conducta incluso más respetuosa hacia él.

“Justo como sabes, no tienes que preocuparte por mí. ¡No tengo interés hacia la Iglesia de la Calamidad! No seré como la cosa vieja Kironlo e interferiré constantemente con tus decisiones. ¡Vine aquí sólo para comunicarme con esas existencias de alto nivel, no para arrebatarte el poder a ti!” después de darle algo de guía al Papa, Han Shuo pensó por un momento y expresó su postura mientras nadie estaba alrededor.

“Lo sé. Eres muy diferente a Kironlo. Tienes un prestigio sin par en el Imperio Lancelot y aun así nunca has mostrado ninguna inclinación de entrometerte o arrebatar el trono. Sólo de eso, puedo decir que no tienes hambre de poder como Kironlo. ¡Por tanto, estoy mucho más tranquilo contigo!” el gran gordo respetuosamente declaró su posición. Al parecer mucho antes él le había dado un profundo análisis al carácter de Han Shuo.

“Jeje, soy una persona perezosa. Realmente no tengo interés en manejar esos asuntos problemáticos”, Han Shuo dijo con una ligera sonrisa mientras se encogía de hombros.

Los dos no continuaron conversando más después de eso. El gran gordo repentinamente parecía haberse relajado cuando Han Shuo le aseguro que no se involucraría en una lucha de poder con él. De su actitud y forma de hablar, el Papa podía decir que él estaba diciendo sus verdaderas intenciones, a diferencia de Kironlo quien hablaba de una forma pero pensaba de otra. Con su mente tranquila, el gran gordo lo acompañó desde el gran salón con una gran sonrisa.

La gran ceremonia de orar a su dios maligno todavía tenía algunos días antes de iniciar. Durante esos días, Han Shuo permaneció en la habitación que la Iglesia de la Calamidad había preparado específicamente para él. Descubrió una constante cadena de cardenales tratando de adularlo en los siguientes días era muy molesto.

Después de todo, su actuación en el Salón de los Cardenales había sido muy asombrosa. Todos y cada uno de esos cardenales eran unos viejos zorros astutos. Sabían que era lo mejor para sus intereses el construir una buena relación con él tan pronto como fuera posible. De lo contrario, si lo fueran a ofender accidentalmente, podrían ser acabados con facilidad.

Por los siguientes días en fila, esos cardenales hicieron visitas a Han Shuo con sus subordinados llevando montones y montones de tesoros raros que ellos habían saqueado por muchos años. Sus actitudes eran mucho más humildes y amigables que la última vez.

Wolf y Burt, como subordinados directos de Han Shuo, cabalgando en su prestigio, tenían sus identidades y estatus elevándose más y más. En el presente, a donde quiera que iban, todos aquellos con los que se encontraban llevaban expresiones de envidia y admiración. Algunos de los peces gordos en la Iglesia quienes anteriormente ni siquiera los miraban repentinamente comenzaron a tratarlos cordialmente. Esto hizo que se sintieran tremendamente halagados.

“Hey, Burt, ¿ahora puedes ver que tan sabia fue la decisión mía de aquellos años?” Wolf tenía un rostro complacido mientras miraba los regalos que se apilaban como montañas en la mesa. Se sentía muy orgulloso de su visión a futuro.

Como Han Shuo estaba molesto pero pensó que sería un desperdicio rechazar los regalos, le dejo la tarea de ordenar los objetos a Wolf y Burt. Incluso le dijo a ambos que si había algo que les gustara, podían tomarlo para su propio uso sin reportárselo.

“¡En efecto tiene una grandiosa visión a futuro! ¡Jeje, esto de hecho es la mejor decisión que has hecho en tu vida!” Burt Zili dijo con una sonrisa tan grande que sus ojos estaban muy entrecerrados. Cuando recordó que había obtenido un anillo de invocación de alta calidad de esos regalos, su corazón estaba absolutamente eufórico y deleitado.

Wolf rio pícaramente y dijo en voz baja, “escuche que Lord Bryan casi mata al Cardenal Kironlo en EL Salón de los Cardenales. Ja, esa cosa vieja arrogante ha estado entrometiéndose en los asuntos de la Iglesia por un largo tiempo. ¡Quien sabría que semejante día le llegaría!”

“¿En verdad?” Burt gritó con sorpresa y rápidamente preguntó, “el gran cardenal tiene influencias tremendas dentro de la Iglesia y el mismo posee una fuerza aterradora. ¿Contraataco?”

“¿Cómo se atrevería? ¡Debes saber de las feroces reacciones de Lord Bryan!” Después de una corta pausa, Wolf se burló, “escuche que el gran cardenal ni siquiera tuvo el poder para defenderse. ¡Fue restringido por Lord Bryan en un instante y ni siquiera pudo moverse! Si no fuera por la petición del Papa por clemencia, Lord Bryan ya hubiera asesinado a la cosa vieja. Aunque su vida fue perdonada, Lord Bryan rompió uno de sus dedos como una lección para él. ¡Ja!”

“Lord Bryan puede poseer semejante fuerza a tal edad tan joven. ¡Con tal forma decisiva de trabajar, su Señoría verdaderamente tiene prospectos sin límites!” Burt Zili exclamó con admiración.

«¡Por supuesto!” Wolf rio de corazón. Pronto, dijo complaciente, “¡y naturalmente, nosotros dos como seguidores de su Señoría, podremos obtener posiciones y poder incluso más altos!”

Los dos se vieron uno al otro y rieron de corazón al mismo tiempo. Se sentían extremadamente orgullosos de su sabia decisión.

El altar que la Iglesia de la Calamidad usaba para adorar a sus dioses malvados fue alzado alto en el centro de un santuario solemne y digno. Todos los personajes mayores de la Iglesia entraron al santuario uno tras otro. Fueron a participar en la ceremonia.

Mientras tanto, Han Shuo fue guiado personalmente por el Papa de la Calamidad al santuario. A lo largo del camino, todos esos discípulos jóvenes quienes escucharon el nombre de Han Shuo lo observaron atentamente sin esconder la adoración mostrada en sus ojos.

Incluso había algunas discípulas jóvenes y bonitas observándolo con sus hermosos y feroces ojos. Descaradamente lanzaron miradas coquetas hacia él como si desearan poder lanzarse a su abrazo y apoyarse en su ancho pecho y rodearse a sí mismas con la esencia de un hombre abrumadoramente poderoso.

A diferencia de la Iglesia de la Luz, la Iglesia de la Calamidad tenía una actitud mucho más liberal sobre las relaciones. Además, la Iglesia de la Calamidad era una organización religiosa que no daba muchos escrúpulos sobre sus conductas. La conducta y logros de Han Shuo durante todos esos años, deliberadamente fue publicitada por el Papa y los otros, simplemente se había convertido en la norma de conducta para esos miembros.

La multitud de jóvenes discípulos repentinamente cayó en una atmósfera de adoración hacia Han Shuo. Era más intensa de lo que cualquiera hubiera imaginado.

Cuando el obeso Papa lo llevo al santuario increíblemente espacioso, después de saludar a su Papa, la multitud comenzó a gritar locamente, “Lord Bryan” una y otra vez. La mayoría de esas personas eran jóvenes conscientes de sus gloriosos logros. Estaban ardiendo con pasión.

El obeso Papa quien originalmente intentó dar un breve discurso descubrió que todos en el santuario, estaban gritando fuertemente por “Lord Bryan”. Tenía aturdimiento escrito a través de su rostro y quedó momentáneamente sin palabras.

Entendió en su corazón que la razón de que esos discípulos fueran tan apasionados era debido a las estruendosas acciones de Han Shuo. Primero destruyó el Santuario del Hielo y luego procedió a matar al Papa de la Luz y sus dos semidioses. Bajo la publicidad de la Iglesia de la Calamidad, esos logros habían dejado una profunda impresión en los corazones de esas personas. Estas fueron como gasolina que podría arder vigorosamente con una pequeña chispa.

Después de todo, desde el primer día que esas personas se unieron a la Iglesia, les lavaron el cerebro para tomar a la Iglesia de la Luz como su enemigo mortal. Habían vivido por mucho tiempo en la oscuridad ocultando sus identidades, entre más profundamente reconocieran el inconveniente y la amenaza que la Iglesia de la Luz les causaba y subsecuentemente, más profundo se volvería su odio.

¡Tenía que decirse lo que significaba la hazaña de Han Shuo de aniquilar a los tres líderes principales de la Iglesia de la Luz!

Rodeados por las clamorosas alabanzas, el Papa de la Calamidad quien se estaba sintiendo incómodo, forzó una sonrisa y le dijo a Han Shuo, “realmente no esperaba que fueras tan bien recibido. ¡Por que no les das unas palabras y satisfaces su entusiasmo!”

Han Shuo también se sentía muy incómodo. No había anticipado que sólo entrando al santuario, él capturaría toda la atención del gran gordo, el huésped ensombreciendo al anfitrión.

Después de pensar por un momento, él alzó sus dos manos e hizo un gesto de silencio.

Como él medía más de 1.9 metros de altura, entre la multitud de discípulos, su magnífico cuerpo era tan notable como una grulla entre un puñado de pollos. Además del hecho que todos lo miraban atentamente, cuando realizó ese gesto de silencio, la multitud se silenció en nada de tiempo. Parecía que aunque anteriormente nunca había estado en la Iglesia de la Calamidad, como sus hazañas eran muy asombrosas, hacía mucho había acumulado un gran prestigio dentro de la Iglesia.

Después de alzar sus manos por unos segundos, el grupo de personas cambiaron de ser tan ruidosos como en un mercado a un completo silencio. Todos estaban mirando a Han Shuo con emoción. Miraban hacia ese terrible demonio quien por sí mismo había asesinado a varios cientos de miles de orcos, destruido el Santuario del Hielo y asesinado al Papa de la Luz, mientras esperaban que diera su discurso.

“Debo decir que después de venir a este lugar, me di cuenta de que la Iglesia de la Calamidad es muy diferente de lo que había imaginado. Este lugar es como una pequeña ciudad. Tiene casi todo y se siente cómodo estar aquí”.

“Sin embargo, no importa que tan cómodo sea este lugar, todavía está bajo tierra, oculto, nunca ve la luz del día, igual que la identidad de los miembros de nuestra Iglesia en la superficie del continente – ¡Siempre ha estado oculto!” Han Shuo repentinamente cambio su tono y gritó fríamente. La multitud cambio para poner emociones complicadas y suspirar incesantemente.

“¡Pero, es casi tiempo de alzarnos de debajo de la tierra y caminar ante todos, de forma abierta!” Han Shuo miró alrededor, hizo una pequeña pausa y de pronto gritó, “¡merecemos vivir en la superficie y no en un agujero debajo de la tierra! ¡Y mataremos a cualquiera quien se atreva a interponerse!”

“¡No pasará mucho antes de que puedan decir abiertamente que son miembros de la Iglesia de la Calamidad y serán respetados por ello! ¡Todos ustedes verán ese día!” Han Shuo gritó con confianza.

Después de terminar su discurso, la multitud mantuvo silencio por unos segundos antes de estallar como un volcán y comenzar a vitorear locamente.

“¡Bryan, parece que eres más adecuado para ser un líder que yo, verdaderamente no esperaba que fueras tan bueno dando discursos motivacionales!” el gran gordo dijo con un rostro severo mientras miraba a Han Shuo.

Esas palabras eran desde el fondo de su corazón. El gran gordo estaba verdaderamente pasmado de ver que él hizo que esos miembros ya fanáticos de la Iglesia se volvieran incluso más alocados con sólo unas oraciones. Pensó que Han Shuo no tendría semejantes habilidades incluso aunque tenía una fuerza abrumadora.

Han Shuo dio una risa hueca, se encogió de hombros y no respondió.