GDK – Capítulo 633

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Capítulo 633: ¿Eres digno?


“¡Cardenal, cuida tus palabras!” el obeso Papa regaño con una voz disgustada.

Dentro de la Iglesia de la Calamidad, sólo el Papa podía hacer que Kironlo se sintiera aprensivo debido a que en toda la organización religiosa, él era la única persona quien poseía una fuerza al mismo nivel. Por tanto, cuando Kironlo fue reprendido, inmediatamente entendió que había sido inapropiado en su discurso y ejerció ligeramente su restricción.

“¡Él es más fuerte que yo!” el rey tribal de seis cuernos dijo con una voz indiferente después de mirar hacia Han Shuo.

“¿Qué? ¿Él es más fuerte que tú?” Kironlo estaba profundamente aturdido y en pérdida. Encontró que las palabras del rey tribal era muy difíciles de creer.

Aparte del obeso Papa, muchos de los cardenales dentro del salón no pudieron ocultar la consternación en sus corazones y miraron a Han Shuo con sus ojos muy abiertos dejando salir luces de titileos. Rápidamente le dieron la vuelta en sus mentes, quizás volviendo a calcular sus esquemas.

«Sí. ¡Él es más fuerte que yo y más fuerte que cada persona en esta habitación!” el rey tribal de seis cuernos le dio el reconocimiento a la poderosa fuerza del Han Shuo, sin dejarles margen de dudas a los cardenales.

La multitud en la habitación sabía que el rey tribal definitivamente no era alguien que decía tonterías. No pudieron evitar sobresaltarse y ser mucho más cautelosos con él. Algunos de esos cardenales quienes previamente llegaron a un acuerdo con Kironlo en privado incluso comenzaron a reconsiderar si en realidad debían honrar el acuerdo.

“Imposible… Imposible…” Kironlo murmuró para sí mismo con incredulidad. Su corazón estaba en confusión y desorden. Aunque los dos estuvieran en el reino del dios fundamental, sus fuerzas actuales no eran precisamente equivalentes. Habiendo peleado anteriormente con el rey tribal junto al Papa, Kironlo reconoció que el rey tribal poseía un método único para atacar el alma, su fuerza actual estaba ligeramente sobre la de él y el Papa.

Como el único cardenal original de la Iglesia de la Calamidad, Kironlo anteriormente intercambió golpes con el Papa de la Iglesia de la Luz. Sabía que la fuerza más poderosa del Papa de la Luz dependía en su uso de armas divinas. Sin embargo, incluso en ese caso, la fuerza que el Papa de la Luz poseía estaba casi al mismo nivel que la suya y no había mucha diferencia entre ambos.

Basado en su entendimiento, Kironlo sospechaba que Han Shuo pudo terminar con el Papa de la Luz por pura casualidad, pero no sería capaz de derrotar al rey tribal. Esa era la razón detrás de su incesante provocación. No sólo estaba deseando que el rey tribal humillara a Han Shuo, incluso quería que lo acabara.

Sin embargo, nunca había esperado que el rey tribal se hubiera encontrado antes con Han Shuo y que la fuerza que poseía fuera completamente diferente de lo que había anticipado. Con eso, se dio cuenta que arrebatar el bastón esquelético de Han Shuo sería muy difícil de completar.

“¡Bryan, ven y toma asiento!” el Papa de la Iglesia de la Calamidad le dijo a Han Shuo sonriendo de oreja a oreja. Estaba enormemente complacido en su corazón al ver que Kironlo puso una expresión espantosa.

Cualquier persona en una alta posición no desearía tener un compañero entrometido – el Papa de la Calamidad no era la excepción. Pero desafortunadamente para el Papa, como Kironlo era muy popular en la Iglesia de la Calamidad y poseía una fuerza muy aterradora, se las arregló para formar una significativa influencia sobre la Iglesia. Esa influencia que poseía en ocasiones incluso afectaba sus políticas y decisiones. Eso hizo que el Papa estuviera extremadamente descontento en su corazón.

Sin embargo, dada la identidad de Kironlo, no importaba que resentido se sintiera, no había nada que pudiera hacer sobre él. Era natural que el gran gordo se sintiera regocijado al ver que él fue sobresaltado por Han Shuo.

Este último no era muy cortés. Camino directamente al gran gordo y sin rodeos se sentó en un asiento vació. No parecía reservado en absoluto.

“Vamos, nuestro honorable huésped de seis cuernos, siéntate conmigo”, mientras el Papa le daba la bienvenida a Han Shuo, Kironlo puso una sonrisa amistosa y le habló al rey tribal de la Raza Alma de forma cordial.

Durante ese momento de tiempo, Kironlo había tratado deliberada y constantemente acoger al rey tribal, con el que él tenía la certeza de obtener algunos logros. Era su creencia que el rey tribal seguramente iría a él después de su grito.

Sin embargo, en la realidad, nada iba como se esperaba. No sólo el rey tribal no reconoció su llamada, contrariamente a las expectativas de todo el mundo, caminó directamente hacia Han Shuo como si no hubiera escuchado en absoluto a Kironlo.

El rostro del último se volvió incluso más antiestético cuando el rey tribal de seis cuernos actuó como si no lo hubiera escuchado y caminó directamente hacia Han Shuo. Sus sombríos y helados ojos revisaron constantemente a Han Shuo y al rey tribal. Nadie sabía que estaba en su mente.

Después de tomar un asiento junto a Han Shuo, el rey tribal miro hacia él con ojos impacientes, vaciló por un momento antes de finalmente preguntar, “esas rocas de energía, ¿puedes decirme donde las encontraste?”

“No tiene caso buscar en ese lugar. He tomado todas las rocas de energía en ese sitio”, Han Shuo respondió sinceramente así que el rey tribal se daría por vencido en ese plan.

Después de escuchar su respuesta, el rey tribal fue llenado de decepción. Dijo con una voz indiferente, “¡qué lástima! ¡Verdaderamente una lástima!”

Ambos no bajaron sus voces cuando conversaban. Todos y cada uno de los cardenales en el salón eran expertos con fuerzas extraordinarias, naturalmente, habían escuchado su conversación fuerte y claro. En ese momento, todos entendieron que ambos debieron haberse encontrado de antemano y debieron pelear y llegar a un acuerdo. De lo contrario, en base al salvajismo y crueldad del rey tribal, no había manera que fuera tan bien comportado.

«Muy bien. ¡Desde que todos estamos aquí, vamos a comenzar a hablar de negocios!” cuando el gran gordo alzó su voz, todos los cardenales dejaron de murmurar uno con otro.

Después de todo quienes no tenían negocios en la habitación salieron del gran salón, el Papa asintió hacia alguien afuera del salón y las puertas del Salón de los Cardenales se cerraron lentamente. Luego, cuando el gran salón fue completa y estrechamente sellado, una barrera fue activada para envolver todo el Salón de los Cardenales, asegurando que nadie pudiera escuchar sus conversaciones desde el exterior.

“Todos y cada uno de los presentes son miembros núcleo de la Iglesia. ¿Creo que ninguno de ustedes tiene objeciones en reconocer a Bryan y a Seis Cuernos como de los nuestros?” después de que las puertas fueron cerradas, el gran gordo miró los alrededores y dijo sonriente.

“¡Quizás no!” La siniestra voz de Kironlo repentinamente sonó. Miro de arriba hacia abajo a Han Shuo con ojos disgustados mientras decía, “los ancestros de Seis Cuernos participaron en la gran guerra de hace cinco mil años. Hay registros en la Iglesia que pueden probar ese asunto. Incluso hay tallados de la Raza Alma en algunos de los muros aquí. Por tanto, no hay duda que Seis Cuernos es uno de nosotros. Sin embargo, Bryan es simplemente alguien quien por casualidad llegó a poseer el arma sagrada de la Iglesia, el bastón esquelético. La Iglesia había tratado de buscarlo en múltiples ocasiones para buscar su confirmación, pero todo el tiempo, él se negó con firmeza a admitir que era uno de nosotros. Si él mismo no se considera como uno de la Iglesia, ¿por qué debemos apresurarnos a reconocerlo?”

«Concuerdo. Bryan no ha aclarado su postura en todo este tiempo. ¿Quizás rechaza a nuestra Iglesia?” un magus sagrado que también cultivaba en la energía elemental de la muerte rápidamente hizo eco después de Kironlo. Como un cultivador de la energía elemental de la muerte, había recibido la guía de Kironlo y por tanto estaba de su lado.

“Él es el maestro del bastón esquelético, desde luego que es uno de los nuestros. ¡No hay de que discutir sobre eso! La razón por la que él no reconoció su identidad pronto fue debido a que no tenía claras las relaciones inseparables entre el bastón esquelético y nuestra Iglesia. Bryan ha venido en persona. ¿Eso no es prueba suficiente de su sinceridad?” El gran gordo siempre llevaba una gran sonrisa en su rostro en tiempos normales. Pero cuando ponía un rostro firme, la abrumadora conducta de alguien que ocupaba una alta posición por un periodo de tiempo muy largo instantáneamente se liberaba, dándole a esos quienes se le oponían una presión inmensa.

Han Shuo observó que cuando el Papa mostró su descontento, muchos de los cardenales en el salón inmediatamente pusieron sonrisas forzadas en sus rostros y temieron expresar sus opiniones. De eso, él inmediatamente determinó que el Papa en efecto poseía la mayor influencia en la Iglesia de la Calamidad. Su imagen firme en ese momento era muy inusual a como usualmente se comportaba. Han Shuo no pudo evitar darle unas miradas más de asombro.

Cuando el gran gordo vio que la multitud estaba muy intimidada para hablar, gruñó fríamente, puso una sonrisa y le pregunto a Han Shuo, “Bryan, ¿no fue ese el caso?”

«Por supuesto. No sólo el bastón esquelético está en mi posesión, también cultivó la magia de necromancia. Ha venido para aclarar mi postura con todo el mundo”, Han Shuo dijo de una manera honesta e inocente.

‘¡Verdaderamente despreciable!’ muchos de los cardenales tenían el mismo pensamiento en sus cabezas. Como ellos mismos eran de la clase de personas retorcidas y mentirosas, ¿cómo no podrían discernir las verdaderas intenciones de Han Shuo detrás de esa compostura aparentemente sincera?

“¿Ven? Bryan definitivamente es uno de nosotros. No hay razón para sospechar lo contrario”, el gran gordo era nuevamente todo sonrisas. Era como si esa personas enfurecida de hace sólo un momento no fuera él.

“No puedo ver nada de su sinceridad. Quién sabe si él codicia la influencia que tiene nuestra Iglesia por el Continente Profundo, o quizás él esconde alguna otra intención al venir aquí. Humph, el bastón esquelético es un artefacto sagrado de nuestra Iglesia. Es una deshonra para el bastón esquelético que llegara a estar en posesión de un chico tan joven como él. En mi opinión, debemos pedirle que entregue el bastón esquelético y entonces lentamente ponerle una prueba y ver si es sincero al servirle a la Iglesia”, Kironlo estaba determinado a dificultarle la vida a Han Shuo. Cuando vio que nadie se atrevía a hablar ya que fueron intimidados por el Papa, no tuvo más opción que resistirse él mismo.

El rostro del Papa de la Calamidad inmediatamente se volvió negro después de escuchar sus palabras. Verdaderamente se estaba sintiendo bastante furioso mientras le daba una mirada mortal a Kironlo. Parecía estar considerando si debía terminar toda pretensión de cordialidad con él y no darle cara.

El gran gordo sabía exactamente cuál era realmente su intención. Al final, todo lo que quería era el bastón esquelético de Han Shuo. Pensaba que la razón detrás de que él llegara a poseer semejante fuerza aterradora en el corto tiempo de más o menos diez años era debido al bastón esquelético. Kironlo, como alguien quien pudo liberar una enfermedad pandémica por todo el continente sin pensar, era desde el inicio alguien bastante loco. Además del hecho que el bastón esquelético era una tremenda tentación para él, no podía sólo contener su avaricia.

“Vejestorio, ¿ya terminaste?” Han Shuo gritó impaciente antes que el Papa de la Calamidad dijera una palabra.

Dada su fuerza actual, un simple dios fundamental era absolutamente nada en sus ojos. La razón por la que él había actuado amablemente en coordinación con el Papa era que estaba interesado en comunicarse con el dios maligno de la Iglesia. Han Shuo verdaderamente estaba enfermo de ese dios fundamental siendo tan alborotador frente a él una y otra vez.

“¡Qué irrespetuoso! Como un miembro de la Iglesia, uno por lo menos debe comportarse respetuosamente hacia los cardenales. Si ni siquiera sabes eso, ¿cómo estás incluso clasificado para ser uno de nosotros?” Kironlo dijo burlonamente mientras reía sombríamente como si hubiera encontrado algo para usar en su contra.

“¡¿Respeto a un imbécil como tú?! Un pecador que cometió un error tan terrible que casi destruye a toda la Iglesia – ¿semejante persona es digna de mi respeto? ¿Eres digno?” Han Shuo miró fríamente a Kironlo y le recordó a todo el mundo su historia sin el menor aprecio a sus sentimientos.