GDK – Capítulo 628

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Capítulo 628: ¡Mucho tiempo sin verlos!


“¡Levántense, levántense!” gritó el enorme hombre a los dos con entusiasmo. Poco después, salió del elevador y le dijo a Han Shuo con una enorme sonrisa cordial, “Bryan, finalmente has venido. ¡Hemos esperado este día por diez años!”

El gran gordo era extremadamente amistoso. Aunque esa era la primera vez que se reunía con él, se comportaba como si lo conociera desde hacía mucho. No mostró la reserva normal que uno normalmente tendría cuando se encontraba con un extraño. Eso tomó a Han Shuo por sorpresa.

Él regreso esa actitud amable. También rio y dijo, “fui cazado por algunos años y caí en una despreciable y traicionera trampa de la Iglesia de la Luz, por tanto no pude encontrar tiempo hasta ahora. ¡Pero, hey estoy aquí!”

“¡Jaja, la juventud en efecto irradia heroísmo! Desde el primer día que me coloque en esta posición, he querido acabar a esas tres cosas viejas de la Iglesia de la Luz. Sin embargo, he fallado en completar esa meta a través del paso de algunos cientos de años. Pero inesperadamente, tú, en sólo el corto periodo de tiempo de diez años, te las arreglaste para alcanzar nuestra meta. ¡No tengo más opción que reconocer que me estoy volviendo viejo!” Cuando él y su brillante rostro se pusieron frente a Han Shuo, era como si una enorme montaña de carne se hubiera dado la vuelta para bloquear el abrasador sol, dejando una vasta sombra en la arena.

“Entonces, nuestras metas son idénticas”, Han Shuo dijo gustosamente.

“¡Desde luego! ¡Nosotros estamos del mismo lado! ¡Eso ha sido verdad desde el comienzo!”, el gran gordo enfatizó, sentando el punto de partida de ambos grupos.

Han Shuo sonrió y no hablo. Él nunca se consideró a sí mismo como uno de la Iglesia de la Calamidad. Pero esta, sin embargo, por razones pertenecientes al bastón esquelético, lo habían reconocido como uno de los suyos desde hacía mucho tiempo. Han Shuo nuevamente fue dejado entre las risas y lágrimas.

“Ven, vamos. Como esta es la primera vez que visitas nuestros cuarteles generales, tengo a alguien para que te de un paseo alrededor de las instalaciones. Ha sido un largo viaje para llegar aquí y debes estar cansado. Ve a darte un baño y toma un descanso. Hablaremos de negocios después cuando te hayas puesto cómodo”, el Papa de la Iglesia de la Calamidad dijo mientras dirigía a Han Shuo al elevador. A continuación, alzó su voz e instruyó a una de las personas dentro del elevador, “Belinda, tú has tenido la oportunidad de interactuar con Bryan. Te entregare esta tarea a ti. Sirvele bien a Bryan y atiéndelo en cualquier necesidad que tenga”.

“¡Entiendo, su Santidad!” la dama que fue a la superficie junto a el gran gordo respondió respetuosamente.

Mejillas ovaladas, una nariz recta y alta, pequeños labios rojizos. Bajo sus delgadas cejas curvas había un par de ojos azules tan brillantes como zafiros. Tenía una piel blanca y una figura agraciada y voluptuosa – todas las características que una belleza debería tener. Desafortunadamente, una marca de nacimiento verdosa oscura en su mejilla izquierda era muy llamativa, lo cual contrastaba con su abrumador atractivo. Era Belinda, el primer miembro de la Iglesia de la Calamidad con el que Han Shuo había encontrado.

Él sintió una risilla en su corazón al encontrarse nuevamente con esa alquimista después de muchos años. Todavía recordaba cuando se encontró con ella la primera vez, él tenía un profundo asombro por ese golem que ella produjo, así como también las muchas interacciones que tuvo con ella.

La Belinda de ahora parecía tener miedo y reverencia cuando lo enfrentaba. En aquel entonces, trato de matarlo y subsecuentemente terminó atrapada por un periodo de tiempo. Pero cuando se reunieron nuevamente, Han Shuo se había convertido en un personaje que ella no se podía permitir ofender. Eso la preocupaba de que él tuviera algún rencor hacia ella y por tanto tomará alguna forma de revancha.

De pie al lado de Belinda estaba el gran magus oscuro Edwin. Miraba hacia Han Shuo con una obvia forma aduladora, se inclinó y dijo cortésmente, “Lord Bryan, Belinda y yo tomaremos a su Señoría para dar un paseo y que se familiarice con el cuartel”.

Igual que Belinda, Edwin fue uno de los primeros expertos de la Iglesia de la Calamidad con el que Han Shuo cruzó caminos. De regreso al Valle del Sol, ese gran magus oscuro recorrió un gran camino para cazarlo. Una vez fue denigrado por Han Shuo con palabras maliciosas.

Este último miró a la pareja a quienes no había encontrado por muchos años, asintió hacia él y con una sonrisa dijo, “¡largo tiempo sin verte!”

“Largo tiempo, en efecto. ¡Jaja, pensé que su Señoría se habría olvidado de unos don nadie como nosotros!” Edwin respondió con cierta amargura.

“¡Cómo podría! Ustedes dos son las primeras personas que yo encontré de la Iglesia de la Calamidad. No es tan fácil olvidar algo como eso”.

“Edwin, sirvele bien a Bryan. Es un honor que se te está dando. ¿Lo entiendes?”, el viejo parecido a un cadáver que cultivaba en la energía elemental de la oscuridad instruyó a Edwin con un tono amenazante. Como poseía la fuerza de un semidiós, su mirada le dio un buen susto a Edwin.

«¡Entiendo, maestro!» Edwin respondió apuradamente.

“Bryan, por favor ven al interior. Siéntete como en tu casa. Siempre has pertenecido aquí”, después de darle un recordatorio intimidante a Edwin, ese viejo delgado dejó salir una risa hueca, girando respetuosamente su cuerpo a un lado, indicándole a Han Shuo que entrara al elevador. Este tomo nota de la actitud respetuosa y reverente del maestro de Edwin hacia él y entro mientras asentía sonriente.

Con el Papa de la Iglesia de la Calamidad acompañándolo en persona, Han Shuo y el grupo descendieron lentamente hacia el cuartel general bajo tierra usando ese elevador. Mientras observaba los alrededores con sus ojos, usó su consciencia para sentir las energías milagrosas en las barreras que ocultaban la estructura.

“Esta instalación fue establecida por primera vez hace unos cientos de años. Durante el punto más vulnerable de nuestra Iglesia, enfrentamos una cacería de todos los países del Continente Profundo liderada por la Iglesia de la Luz. En ese tiempo, tuvimos que relocalizar todo como unos perros callejeros. A falta de una mejor opción, finalmente nos establecimos aquí y hemos permanecido bajo tierra desde entonces. Jaja, pero gracias a ti, creo que eso va a cambiar muy pronto. Tu, como el maestro del bastón esquelético eres la esperanza que necesita Iglesia”, el Papa le explico en resumen la historia de esa instalación mientras descendían.

“La reputación y fama de la Iglesia de la Luz han caído en desastre en estos días. Su agarre en el Continente Profundo se deteriora lentamente. Aparte de la así llamada ‘Santidad’ en su montaña sagrada, ellos no tienen a ningún experto sobresaliente para usar. Creo que no pasará mucho antes de que estén acabados”, Han Shuo conversó calmadamente con el Papa. Parecían dos viejos amigos.

“¡Si, todo gracias a ti!” El gran gordo discretamente alabo a Han Shuo. Como el Papa de la Iglesia de la Calamidad, ese gordo era sobresaliente en su comportamiento y formas de lidiar con la gente. Era bastante diestro en sus discursos. “¡De nada!” Han Shuo respondió.

Él y el Papa charlaban alegremente mientras el elevador donde estaban descendían cientos de metros. Este finalmente llegó ante una majestuosa puerta en un palacio bajo tierra.

Al llegar, el gran gordo no continuó charlando con él. Le dijo, “muy bien, dejaré que Belinda y Edwin te den un paseo para que te familiarices con este lugar. Voy a informar a los cardenales de tu llegada. Podemos hablar apropiadamente mañana después de que descanses apropiadamente”.

“¡Seguro!” Han Shuo asintió. Él era indiferente a los arreglos.

Como su consciencia cubría un área extensa, ya tenía cierta idea de la escala de los cuarteles generales. Incluso la distribución de los miembros dentro de la instalación era clara para él bajó la prueba de su consciencia. Aunque no había vigilado la composición con sus propios ojos, sintió que ya conocía el lugar.

Cuando el Papa y el viejo de constitución delgada se marcharon, Wolf y Burt los siguieron. Estos probablemente iban a reportarse con el gordo sobre algunas cosas que ocurrieron en el exterior. Edwin y Belinda parecían bastante reservados cuando todos desaparecieron. Sus miradas hacia Han Shuo eran de alguna manera ansiosas y con pánico. Estaban nerviosos y parecían estar en una pérdida por como debían interactuar con Han Shuo.

Antes, la pareja no había tenido ninguna dificultad cuando lo enfrentaban. Sin embargo, la brecha de identidad y estatus entre ellos era demasiado grande. No tenían más opción que ser muy cuidadosos.

“Esto… erm… Lord Bryan, ¿qué le gustaría visitar primero?” Edwin dijo con una sonrisa aduladora mientras lo miraba con emociones complicadas en sus ojos.

Han Shuo fácilmente discernió que Edwin estaba en una posición incómoda y supo que él estaba preocupado por que él todavía tuviera rencores por lo que hizo en aquellos años. Belinda era lo mismo. Todo el tiempo, ella ni siquiera tenía el coraje de mirarlo a los ojos. En años recientes, inevitablemente había escuchado de los gloriosos logros de Han Shuo, se sintió amarga mientras lo miraba dando pasos agigantados hacia el pináculo de la gloria.

“Chicos, ¿realmente tienen que ser tan precavidos conmigo? Después de todo, podemos ser considerados como camaradas. Esas cosas de aquel entonces no fueron tan serias. Además, no me lastime o perdí un cabello debido a eso. ¿A que le tienen miedo?” Han Shuo preguntó mientras reía burlonamente.

Después de escuchar sus palabras, los dos forzaron sonrisas en sus rostros. Edwin de nuevo se inclinó respetuosamente y dijo seriamente, “Lord Bryan, lo que hicimos antes en efecto estaba equivocado. Pero cuando averiguamos que su Señoría estaba en posesión del bastón esquelético, ya no nos atrevimos a tener ninguna intención de hacerle daño. La Iglesia de la Luz es nuestro enemigo mortal y yo tenía una enorme deuda de sangre con ese Ferguson que su Señoría mato. No podría estar más agradecido con su Señoría por matarlo, por no mencionar a todos esos expertos de la Iglesia de la Luz que masacro. Si su Señoría desea perseguir los asuntos de aquel entonces, no alzaremos ninguna objeción”.

“Si, eres la esperanza de la Iglesia, un personaje que incluso su Santidad el Papa recibió personalmente. No nos resistiremos, no podríamos. Sólo haga lo que desee con nosotros”, Belinda dijo en voz baja, pidiéndole que les diera su castigo como una oveja esperando a ser asesinada.

Han Shuo no pudo evitar estallar en una risa. Sacudió su cabeza y dijo riendo, “hace mucho que he olvidado esos asuntos triviales. No esperaba que ustedes todavía estuvieran preocupados por ellos y tan profundamente. Tranquilos. Dada mi identidad y fuerza de ahora, ¿cómo podría darles problemas a ustedes dos por algo tan insignificante? ¡No tienen que preocuparse por nada!”

Después de escuchar esas palabras, sus rostros se mejoraron. Cuidadosamente levantaron sus ojos hacia él y notaron que no parecía que estuviera bromeando. Dejaron salir un suspiro de alivio antes de expresar rápidamente su gratitud. «¡Gracias, Mi Señor! ¡Gracias, Mi Señor!”

«Vamos. Quiero darle un buen vistazo a este lugar. Esta es mi primera vez en la Iglesia de la Calamidad y tengo mucha curiosidad”, Han Shuo dijo, sonriendo para disipar el nerviosismo de los dos.

Los tres sabían que sus actitudes de unos con otros habían cambiado obviamente debido al enorme contraste de identidades. Los dos que solían comportarse arrogantes ante Han Shuo ahora llevaba sonrisas aduladoras en sus rostros. Explicaron las circunstancias del lugar a detalle e hicieron todo para evitar la incomodidad de Han Shuo en cualquier aspecto.