Capítulo 604: Azotes
En aquel entonces en el Cañón Tarrag donde Han Shuo y compañía saquearon de la Raza Alma, todos esos quienes salieron con vida obtuvieron grandes botines, incluyendo a Tiana, quien ganó el Cristal del Origen del Agua. Al fusionar su alma con el Cristal del Origen, formó un alma elemental y recibió un incremento substancial de fuerza. En los pasados años, había estado explorando a profundidad en la cultivación del elemento agua, tratando de formar por sí misma un cuerpo elemental.
Aunque ella había mejorado en fuerza, antes de formar un cuerpo elemental, permanecía siendo un semidiós. Un simple semidiós no era competencia para Pegaso o Graeae, por no mencionar a Han Shuo.
Tiana, vestía con una ropa tan blanca como la nieve, tenía una expresión fría en su rostro mientras copos de nieve flotaban a su alrededor. Después de dar un grito en voz alta, se disparó alto en el aire y miro con enojo hacia Graeae la banshee quien estaba dejando salir fuertes chillidos.
La banshee ni siquiera la miró. Continuó con sus chillidos sobre las montañas usando su aguda voz que podía partir el cielo. Muchos de los discípulos del Santuario del Hielo con fuerzas pobres gradualmente comenzaron a colapsar. Algunos de ellos se hundieron en la confusión, estados de cabezas mareadas, con algunos de ellos rompiendo sus tímpanos. Recibieron bastantes heridas significativas.
Pegaso, quien estaba en su forma original tampoco le prestó atención al bramido de Tiana. También continuó con lo que estaba haciendo en la cima nevada, cortando de izquierda a derecha y partiendo muy salvajemente a todos aquellos quienes se atrevían a cargar hacia él.
“¿Quiénes son? ¿Qué enorme rencor o agravio tienen con nuestro Santuario del Hielo?” Tiana gritó mientras miraba enojada hacia Graeae quien continuaba con sus chillidos.
Ambos, Pegaso y Graeae hicieron la vista gorda hacia las preguntas de Tiana. Atacaron despiadadamente a los discípulos del Santuario del Hielo bajo ellos como antes. Justo cuando Tiana estaba por hacer un ataque, Han Shuo descendió de las nubes mientras reía malvadamente.
“Nieve Celestial Tiana, tiempo sin verte. ¿Todavía me reconoces?” Después de que bajo, primero hizo un gesto hacia Pegaso y Graeae para que detuvieran su masacre antes de girar hacia Tiana y decir mientras reía.
Ella verdaderamente era muy familiar con él. Tan pronto como su figura apareció, su rostro inmediatamente se convirtió en una apariencia asustada mientras gritaba con sorpresa, “¿eres tú? ¿En realidad sigues con vida?”
Como la mayoría de la gente, Tiana pensó que los asuntos anunciados por el Papa de la Luz no podían estar equivocados. Por tanto, desde hacía mucho consideraba que Han Shuo estaba muerto. Verdaderamente estaba extremadamente asombrada de reunirse repentinamente con él nuevamente en el Santuario del Hielo.
“Jeje, ¿realmente pensaste que era hombre muerto sólo debido a que el Papa de la Luz lo dijo?” Han Shuo miró de arriba abajo hacia Tiana con una sonrisa a medias mientras recordaba el odio del pasado. Mientras caminaba en el aire hacia ella paso a paso, su rostro gradualmente se volvió más y más frio. Centro sus ojos en Tiana y continuó con una voz helada, “¿cómo podría dejar que me mataran tan fácilmente sin llevar a tus putos compañeros despreciables a su muerte?”
Han Shuo deliberadamente no mostró la poderosa aura que venía de su cuerpo. Sin embargo, Tiana cuya alma se había fusionado con el Cristal del Origen, instintivamente podía sentir la aterradora energía escondida en él. Tiana absolutamente no tenía idea de en qué reino se encontraba actualmente Han Shuo, pero era claro para ella que él era extremadamente poderoso. El sentimiento de miedo, el cual ella no sintió por muchos años, se alzó desde el fondo de su corazón.
Ella nunca se sintió tan profundamente aterrada, ni siquiera cuando se enfrentó a la Santidad de la Iglesia de la Luz. Esa clase de sentimiento causó que su corazón gradualmente se hundiera. Entre más cerca estaba él de ella, más aterrorizada estaba.
“¿Sintiendo miedo?” Han Shuo sonrió mientras miraba hacia ella. Él sintió la emoción de tomar represarías, mientras le hacía comentarios burlones a Tiana.
“No, no tengo…” la voz de Tiana estaba temblando mientras decía esas palabras.
“Después de este día, el Santuario del Hielo desaparecerá del Continente Profundo. Tus incontables años de duro trabajo serán desechos. Mientras que tú, vende amigos, vieja perra traicionera te desvanecerás con el Santuario del Hielo”, mientras él caminaba hacia ella, no olvido aplastarla constantemente con palabras insensibles, degradándola con toda clase de insultos justo antes de su muerte.
“¡Cierra tu boca! ¡No tengo miedo de ti!” Tiana grito furiosamente. Como la Nieve Celestial del Santuario del Hielo, finalmente no pudo soportar cuando fue maldecida frente a la multitud como ‘vieja perra’.
“Pegaso, Graeae, ustedes continúen con su carnicería. Maten a cada uno de esos hombres en el Santuario del Hielo y destruyan sus cimientos”, Han Shuo sonrió abiertamente e instruyó a ambos.
“¡Descansa tranquilo, purgaremos hasta el último de ellos!” Pegaso, en su apariencia de mantícora, con sus garras manchadas de sangre, declaró con una voz despiadada.
«Muy bien. ¡Pueden seguir con sus acciones!” Han Shuo se rio de buena gana mientras volaba hacia Tiana. No estaba claro si él había desplegado algún hechizo especial o técnica marcial pero él formo un látigo usando la energía incorpórea. Dio un fuerte crujido cuando él lo azotó en ella.
Como un experto quien estaba al filo de un rompimiento para ser un dios fundamental, inesperadamente, ella fue incapaz de evadir su ataque. Con pánico se retiró para evitar cuando sintió la energía incorpórea disparándose claramente hacia ella, y aun así no pudo escapar del látigo y fue flagelada poco después.
Tiana, quien siempre había mantenido la imagen de una grandiosa mujer de clase alta, recibió el azote en un costado de su cintura. La niebla que la rodeaba constantemente parecía haber sido rota por ese látigo y milagrosamente se disipó. Después de ese ataque, un pequeño agujero fue rasgado en el traje de seda blanco como la nieve, revelando la piel tan tierna como la leche de abajo. La roja lesión de ser azotada era evidente y claramente visible en su piel blanca.
Han Shuo había ejercido un poder extremadamente controlado y preciso cuando azoto – no era suficiente para matarla instantáneamente, pero era suficiente para causarle un inmenso dolor. El látigo rasgó su ropa y causo en ella una humillación especialmente insoportable.
Ella siempre había sido como una diosa, un personaje valioso en el Santuario del Hielo y obviamente nunca había sufrido semejante tratamiento de ser azotada como una esclava. El dolor que Han Shuo le dio al azotar su cuerpo, no sólo estaba limitado en su carne.
“¡Jeje, interesante, interesante! Creo que esos discípulos de tu Santuario del Hielo seguramente nunca te han visto con esta apariencia”, Han Shuo rio siniestramente. Poco después de que termino esas palabras, antes de que ella pudiera escapar, él de dio algunos otros cuantos azotes. Mientras dejaba varias cicatrices profundamente rojas de látigo en su cuerpo, su traje blanco fue más que rasgado.
Tiana trato de correr, pero no pudo escapar.
De alguna manera, capas de aire aparecieron en su camino, causando que ella fuera más y más lenta en su escape. Mientras tanto, Han Shuo estaba burlándose mientras tranquilamente la perseguía y la atacaba desde atrás. Cada golpe de los ataques incorpóreos y sin forma aterrizaron en ella, dejando más y más marcas de azotes en su cuerpo. Mientras eso ocurría, algunas energías exóticas entraron en su cuerpo. Estas eran como cientos de miles de pequeños gusanos mordisqueando en su carne.
Justo bajo ella estaba una multitud de discípulos del Santuario del Hielo. Comenzando desde un momento desconocido, Pegaso y Graeae habían dejado la cacería y asesinato de esas personas, permitiendo que alzaran sus cabezas y mirarán tontamente hacia la patética y miserable apariencia del personaje que ellos reverenciaban. Nunca antes habían imaginado que Tiana la Nieve Celestial, el noble personaje del Santuario del Hielo, fuera azotada igual que una esclava.
“¡Tú, tú demonio, sólo mátame! ¡No te dejaré ir incluso en mi muerte!” La humillación que ella recibió la había presionado hasta el borde de perder su cordura.
