Capítulo 299: Un Corazón Unido (2)
En ese momento, todos los miembros de la Familia Xiao se levantaron, con sus figuras resueltas y sus espaldas erguidas contra el viento.
«¡Patriarca, carguemos y rompamos la barrera!»
En la gran Familia Xiao, varias personas habían maquinado en secreto contra los miembros de su propia familia, así como existían personas que guardaban rencor hacia hermanos, primos y tíos. Sin embargo, en este momento, dejaron de lado todos sus malos sentimientos para enfrentarse juntos a este fuerte experto.
…
La mano de Madam Sheng Yue cubrió sus labios, con lágrimas cristalinas fluyendo por sus dedos.
No esperaba que, por culpa de Mu Ru Yue, la elección de luchar ella sola contra el fuerte experto uniera realmente los corazones de estos obstinados ancianos y jóvenes.
Quizás esta hija suya era la verdadera salvadora de la Familia Xiao…
«Viejo ancestro, me pregunto si te sentirías eufórico si ves el estado actual de la Familia Xiao». Viendo la unidad de la Familia Xiao, el Anciano Xiao sonrió satisfecho.
Volviéndose hacia Mu Ru Yue de pie en medio de la tormenta, suspiró. «Quizás hacerla heredera de la Familia Xiao fue la decisión más sabia, ya que ella es capaz de ayudar a la Familia Xiao a alcanzar su máximo potencial».
Esta joven trajo innumerables milagros a la familia…
…
Dentro de la tormenta, Mu Ru Yue estaba de pie contra el viento. Su túnica blanca estaba hecha jirones como siempre, y una importante cantidad de sangre se filtraba de sus heridas, pero esta se coagulaba a medida que salía.
No parecía sentir el dolor de ser apuñalada por numerosas dagas de hielo mientras golpeaba con su espada al tornado de nieve como un dragón de fuego.. Sin embargo, la disparidad entre el poder de un experto xiantiano de rango medio y el de ella era aún demasiado grande, abrumando gradualmente a Mu Ru Yue.
Entonces, sacó un frasco de píldoras de su anillo de almacenamiento y las consumió. En unos momentos, su rostro pálido se recuperó gradualmente…
…
¡Boom!
Xiao Tian Yu golpeó la barrera con su puño envuelto en llamas. Fue instantáneamente repelido por la barrera, pero no se rindió. Se levantó y se lanzó de nuevo hacia ella.
…
«¡Mu Ru Yue, no eres oponente para mi!»
Cuando Nangong Zi Feng vio el aspecto desaliñado de Mu Ru Yue, no pudo evitar reir. Había perdido contra esta mujer en su vida anterior, pero en esta vida, tenía ventaja. Podía humillarla aplastándola viciosamente bajo sus pies, aliviando así las llamas de la furia en su corazón.
Mu Ru Yue parecía no haber escuchado lo que decía. Su túnica blanca hacía tiempo que estaba empapada de sangre con su pelo revoloteando en la violenta tormenta. La joven señorita de la Familia Xiao parecía un Asura venida del inframundo.
Su mano se cerró alrededor del mango de la espada, introduciendo constantemente energía en ella. Cuando por fin la levantó, una ardiente llama brotó de la espada, formando un tornado de fuego que golpeó al tornado de nieve.
¡Pfft!
Un instante después, Mu Ru Yue escupió una bocanada de sangre que cayó como una lluvia.
Su cuerpo se debilitó mientras caía del cielo. Levantando la cara, observó la colisión de las dos tormentas de poder.
¡Boom!
Una onda expansiva formada por la colisión de las llamas y la nieve se extendió hacia fuera. Los árboles de los alrededores volaron en pedazos y un olor a quemado llenó el aire.
La expresión de Nangong Zi Feng se volvió sombría mientras empujaba la espada que estaba agarrando con fuerza en dirección a Mu Ru Yue. Una intensa intención asesina estalló, presionando fuertemente a Mu Ru Yue.
«Ciertamente has mejorado mucho en un corto periodo de tiempo, ¿pero y qué? Mu Ru Yue, no tienes el arma que antes empuñabas, ¡así que es imposible que me derrotes!»
La velocidad de crecimiento de su poder era demasiado aterradora. Una velocidad tan asombrosa no era algo que ella pudiera igualar.
Si no hubiera conservado algunos de los poderes de su vida anterior cuando se reencarnó, probablemente no sería rival para Mu Ru Yue. Si no lograba matarla esta vez, ¡Mu Ru Yue sería capaz de superar la fuerza de Nangong Zi Feng en poco tiempo!.
