Capítulo 297: El Regreso de Mu Ru Yue (3)
El Anciano Xiao tosió dos veces después de decir eso, y escupió una bocanada llena de sangre. Su cuerpo se balanceó un par de veces y casi se desplomó en el suelo.
Todos sus órganos internos habían sufrido graves daños al bloquear el último ataque crítico de Nangong Zi Feng. Desde hacía un tiempo que había alcanzado su limite.
Mu Ru Yue sacó apresuradamente una píldora de su anillo de almacenamiento y la introdujo en la boca del Anciano Xiao. Una vez que la píldora entró en su boca, una energía agradable fluyó hacia abajo por su cuerpo, sus heridas recuperándose gradualmente a medida que la energía se extendía por sus extremidades.
El Anciano Xiao estaba un poco estupefacto. ‘¿No era este el poder de una alquimista de Rango Máximo de la Etapa Tierra?’ Sin embargo, incluso si ella era tan poderosa ahora, acababa de llegar al Reino Xiantian. ¿Cómo podría ser rival para la Xiantian de Rango Medio, Nangong Zi Feng?
«Joven señorita, debes abandonar este lugar. Mientras vivas, la Familia Xiao tiene esperanza». La expresión del Anciano Xiao era ansiosa, pues esa niña era la sucesora de la herencia del viejo ancestro. Si ella sobrevivía a esta prueba, entonces la Familia Xiao tendría una oportunidad de revivir y él tendría la cara para encontrarse con el viejo ancestro después de su muerte.
Mu Ru Yue bajó ligeramente la mirada pero no respondió a las palabras del Anciano Xiao. Giró su cabeza hacia la multitud dentro de la barrera protectora y dijo suavemente: «Padre, madre y abuelo… Yo, Mu Ru Yue, he regresado…»
Así es, había regresado.
Desde que había vuelto, definitivamente no permitiría que Nangong Zi Feng hiciera el menor daño a los miembros de su familia Xiao.
«¡Yue’er! ¡Vete rápido!» El corazón de Madam Sheng Yue se estremeció violentamente, sus movimientos frenéticos mientras continuaba hablando. «Tú eres la persona con la que Nangong Zi Feng quiere lidiar. ¡Vete rápido! Wu Chen fue a la Región Central a buscarte y tu hermano mayor le siguió. Debes buscarlos ahora y luego vengarnos en el futuro».
Vete rápido…
Madam Sheng Yue se mordió el labio inferior con fuerza mientras miraba implorante a la joven en el aire.
«No te preocupes». Los labios de Mu Ru Yue se curvaron hacia arriba. Con una sonrisa fría, continuó: «¡Ahora que estoy aquí, nadie podrá dañar a mi Familia Xiao!»
Giró su cabeza hacia Nangong Zi Feng, con resolución en su hermoso rostro.
La seguridad de su tono hizo que no pudieran dudar de sus palabras…
«¡Jajaja!» Nangong Zi Feng se recuperó del susto que le produjo el Anciano Xiao. Una vez que escuchó las descaradas palabras de Mu Ru Yue, se rió locamente. Esa risa estaba llena de un frío que calaba los huesos de muchos de los presentes. «¡Mu Ru Yue… No, Mayor Yue! ¿Crees que serás mi rival después de haber llegado al Reino Xiantian? ¡Eso es demasiado gracioso! Definitivamente no dejaré que el Hermano Mayor Wu Chen esté con una chica como tú!»
Después de decir eso, hizo una ligera pausa en su discurso, y una sonrisa arrogante adornó su rostro.
«Pero Mu Ru Yue, no tengo ganas de matarte ahora. Quiero capturartd, torturarte y luego encontrar una forma de borrar los recuerdos del Hermano Mayor Wu Chen sobre ti. Haré que se enamore de mí mientras tú observas como él, tu amado, hace el amor conmigo por el resto de tu vida».
¿Cómo podría el simple hecho de matarla eliminar sus celos?
Haría que Mu Ru Yue viera personalmente cómo hace el amor con su Hermano Mayor Wu Chen para sentir un dolor peor que la muerte. La mejor venganza sería hacer que la chica viera cómo el Hermano Mayor Wu Chen y ella criaban a sus propios hijos, haciéndole sentir el dolor que había sentido en su vida anterior…
Mu Ru Yue levantó la cabeza y miró imperturbable a Nangong Zi Feng. «En primer lugar, no habrá forma de que borres los recuerdos de Wu Chen sobre mí. Sólo estás alucinando. Segundo, ¡Wu Chen no se enamorará de ti aunque olvide todo sobre mi!»
La expresión de Nangong Zi Feng cambió drásticamente.
Porque sabía que Mu Ru Yue estaba diciendo la verdad.
No sólo había matado a Mu Ru Yue en su vida anterior, sino también al Hermano Mayor Zi Huang. Esto era porque entendía que aunque Mu Ru Yue muriera, su Hermano Mayor Zi Huang seguiría sin aceptarla. Precisamente por esto, ella había matado a ambos, esperando alguna oportunidad.
Sin embargo, la amada del Hermano Mayor Zi Huang en su vida anterior era la Mayor Yue, mientras que en esta vida, el Rey Fantasma Ye Wu Chen, que había perdido todos los recuerdos de su vida anterior, se había enamorado de Mu Ru Yue, la reencarnación de la Mayor Yue.
¿Esto estaba realmente predestinado?
‘¡No!’
No estaba dispuesta a resignarse al destino.
Quería conseguir a ese hombre aunque las posibilidades fueran sólo una entre diez mil…
