EAA — Capítulo 247

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Capítulo 247: Reunión Familiar y Regreso a Casa (1)


El gran evento realizado por la Secta de Medicina llegó rápidamente a su conclusión; no obstante, los que vinieron a la Secta de Medicina no pensaron que fuera un viaje desperdiciado. Eso se debía a que gracias a esa travesía podrían jactarse de haber vislumbrado a una alquimista de rango máximo con diecisiete años, especialmente una que había tratado una enfermedad cuyo origen desconocido dejó desorientado a varios alquimistas de mayor rango.

Esto fue especialmente vergonzoso para aquellos alquimistas que la habían despreciado por ser una simple alquimista de rango medio en la Etapa Humano. En estos momentos, dichos alquimistas tenían muchas ganas de cavar un agujero y esconderse en él.

Durante aquellos días, la gente de la Familia Qin quería visitar a Mu Ru Yue, pero todos fueron detenidos por Ye Wu Chen, ya que no le gustaba que su tiempo de paz con su mujer fuera interrumpido por extraños.

En comparación con eso, Mu Ru Yue y Ye Wu Chen comenzaron con sus planes.

¡Matrimonio!

Por lo tanto, cada alquimista de la Secta de Medicina recibió una invitación para presenciar la boda de Ye Wu Chen y Mu Ru Yue. Este evento se llevaría a cabo el día 15 del mes siguiente.

Mu Ru Yue pensó que sería demasiado apresurado, pero Ye Wu Chen ya había llegado al límite de su paciencia. Si no fuera por el incidente con la Secta Santa ya estarían casados, y tal vez ya habría habido un niño en el útero de Mu Ru Yue. El retraso ya se había prolongado durante casi un año. No podía soportar más retrasos.

Ye Wu Chen frunció el ceño ligeramente mientras pensaba en el líder de la Secta Santa que escapó de sus garras. La Mansión Fantasma incluso había estado buscando la ubicación de la Secta Santa, pero fue en vano.

Ese hombre era un dolor de cabeza. No importa qué, lo erradicaría tarde o temprano. Quizás después de su boda con Mu’er, ese hombre pierda toda clase de pensamiento sobre ella…

Después de distribuir las invitaciones, se apresuraron hacia la Familia Xiao para prepararse para la ceremonia de la boda el próximo mes. Por suerte, ya habían preparado la mayoría de las necesidades para la ceremonia, por lo que no tuvieron que esforzarse demasiado para preparar su boda.

Mientras Mu Ru Yue y Ye Wu Chen pasaban por un bosque cerca de la residencia de la Familia Xiao, vieron a un hombre vestido con una túnica de lino holgada que yacía inconsciente en la hierba. Su rostro pálido era una consecuencia a la masiva pérdida de sangre.

Este hombre era muy guapo, con una apariencia era hermosa que parecía tallada en piedra, con cejas en forma de espada. Su largo cabello se extendía por todo el suelo, su cuerpo cubierto de sangre. Las innumerables heridas de cuchilla en su cuerpo lo hacían parecer terriblemente espeluznante.

A pesar de eso, su belleza no se vio afectada en lo más mínimo. Su fuerte y sano pecho quedó expuesto y emitió un brillo encantador bajo la luz del sol.

Mu Ru Yue inicialmente quería ignorar al hombre y seguir su camino, cuando de repente su mirada cayó sobre un colgante de jade en la cintura del hombre.

La palabra «Xiao» estaba claramente tallada en el colgante…

«¡Xiao!»

«No puede ser que este hombre sea de la Familia Xiao, ¿verdad?»

«Mu’er, ¿qué pasa?» Ye Wu Chen volvió la cabeza para mirar a Mu Ru Yue con una sonrisa amable en su rostro encantador.

Mu Ru Yue entrecerró los ojos y explicó: «Este hombre tiene el colgante de jade de la Familia Xiao, así que debería estar relacionado con la Familia Xiao. ¡Quiero salvarlo!”

Tal vez este colgante de jade era algo que acababa de recoger o podrían tener el mismo apellido, pero preferiría salvar a miles de personas equivocadas siempre que existiera la posibilidad de que aquellas fueran las personas adecuadas. Si realmente fuera de la Familia Xiao, ella definitivamente se arrepentiría toda su vida si lo abandonara ahora.

Mu Ru Yue sacó una píldora y la forzó en la boca del hombre. Obviamente, el hombre todavía tenía algo de conciencia persistente, mientras se tragaba la píldora.

En el momento que consumió la píldora, el hombre gradualmente abrió los ojos…

¿Qué tipo de ojos eran esos? Eran tan profundos que parecían atraer a la gente hacia él. Eran como pozos sin fondo que harían imposible que las personas vieran cualquier clase de sentimiento en ello.

Cuando los ojos del hombre se posaron en la joven, un rastro de cautela apareció en sus ojos negros cuando, palabra por palabra, pronunció: «¿Quién eres?»

Mu Ru Yue no respondió a su pregunta y en su lugar preguntó con calma: «¿Eres una persona de la Familia Xiao? ¿Cómo te llamas?»